El Juego de la Oca.
 
 
 
EL JUEGO DE LA OCA
 
 
Si habláramos del Juego de la Oca como simple juego de dados diríamos que en él pueden participar 2 o más jugadores, que se trata de llegar a la casilla 64, que podemos caer en casillas que nos hagan avanzar, retroceder,  detenernos o volver a comenzar.


Hay 24 casillas con figuras y reglas, y que constituyen lo característico del juego.
• Oca. Casillas: 5, 9, 14, 18, 23, 27, 32, 36, 41, 45, 50, 54 y 59
• Puente. Casillas: 6, 12
• Posada. Casilla: 19
• Dados. Casillas: 26, 56
• Pozo. Casilla: 31
• Laberinto. Casillas 42
• Cárcel. Casilla: 52
• Calavera. Casilla: 58

Se conoce una versión de este juego que regaló el mecenas italiano Francisco I de Médicis a Felipe II a finales del siglo XVI. A partir de entonces –ya que la Corte española era la hegemónica en Europa en ese tiempo- se convirtió en un juego muy conocido y muy apreciado, tanto que desplazó al ajedrez en las Cortes europeas. En 1880 aparecieron las primeras versiones comerciales.

Pero el Juego de la Oca es más que un juego. Hay quien pone su origen en el asedio de Troya por los griegos, que se inspirarían en el cretense disco de Faistos, del 2.000 a.n.e. Por el contrario, otros dicen que su origen está en la Florencia de los Médici.

Pero lo que parece claro es que los templarios en el siglo XII ya usaban este juego. EL hecho de que los templarios tuvieron prohibido los juegos de azar, muestra que el Juego de la Oca es mucho más que un simple juego y que tiene una fuerte carga simbólica. De hecho, una de las hipótesis es que el origen del Juego de la Oca sea templario, pues ellos jugaban con las conchas del Nautilus, que tiene 63 espacios (los mismos que las casillas del Juego de la Oca), con una serie de reglas que sólo ellos eran capaces de interpretar.

Una tesis muy extendida es que el Juego de la Oca es una guía simbólica del Camino de Santiago, donde están indicados una serie de lugares y situaciones especiales. El juego termina cuando todos han alcanzado el éxito final, no cuando tenemos el primer ganador; no es, pues, un juego de competición: se trata de que todos los que participan en él recorran un camino y lleguen hasta el final. Para J.G.Atienza el Juego de la Oca era una forma de enseñanza iniciática para los peregrinos del Camino de Santiago. Según esto, los templarios y los Maestros Constructores serían los autores del juego. Otras teorías mantienen que se trata de una representación del acceso del alma al Paraíso o al seno de la Madre Tierra (siguiendo un paralelismo con el juego egipcio del Senet), o bien se ha destacado supuestas referencias astrológicas, alquímicas o masónicas.

Para Fulcanelli el juego se relaciona con la Gran Obra alquímica: “El Juego de la Oca es el laberinto popular del Arte Sagrado y compendio de los principales jeroglíficos de la Gran Obra (…) Y nuestro Mercurio filosófico es el pájaro de Hermes, el cual se da también el nombre de Oca o Cisne, y a veces el Faisán” (Fulcanelli, Las moradas filosofales).

También se le ha equiparado con un mandala. En este sentido, el Juego de la Oca sería una cierta imagen del mundo (‘imago mundi’), en la que la forma espiral representa el Cielo y la forma cuadrada señalando en sus vértices los puntos cardinales representa la Tierra, y con un punto medio que representa el Centro origen de todo.

 

 

 
 

EL JUEGO DE LA OCA Y LA NUMEROLOGIA


El tablero cuadrado contiene la serie de casillas que van formando una espiral que se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj, para acabar en el número 64, en el que encontramos tanto la Unidad Principal origen de todo (64-> 6+4=10 -> 1+0 =1), y el cuadrado del 8, que es el número por excelencia de los templarios y que trata, entre otras cosas, de reflejar la cuadratura del círculo, lo mismo que el propio juego (una espiral dentro de un cuadrado). Al mismo tiempo, no perdamos de vista que el movimiento de las fichas de los jugadores va de lo exterior a lo interior hasta llegar a esa Unidad Principal que es el número 64, pero que no siquiera está numerada, es decir, que es algo fuera del tiempo y del espacio.
También son 64 las casillas del tablero de ajedrez y las del caupur, antecedente del parchís, o los 64 hexagramas del I Ching representados dentro de un octógono. El asthapâda hindú es un diagrama de 8x8 cuadrados, así como 64 son las puertas del Paraíso de Vaikunta, donde vive Vishnú, así como “que la cifra que nos ocupa, 64, es submúltiplo del número cíclico fundamental 25920 (el Gran Año pitagórico), que mide la precesión de los equinoccios, lo cual conviene al simbolismo cíclico de la espiral en el juego como representación del mundo manifestado en su doble dimensión de espacio y tiempo.” (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

Pero el hecho de que las casillas numeradas sean 63 nos da, por reducción cabalística el número 9 (6+3=9), que es el número de la Madre Tierra.
“Se dan en la configuración numérica de la espiral otras cifras muy significativas, especialmente 7 y 9, que fragmentan la totalidad inicial (63) en siete sectores de nueve casillas, división que ofrece un notable parecido con las representaciones tradicionales de la escala planetaria o las figuraciones de los “cielos” o “paraísos” medievales, en los que cada esfera estaba bajo la “influencia” de un astro, y cuya vinculación con el proceso iniciático nos parece evidente. Recordemos en los misterios mitraicos, por ejemplo, el papel de la escala de siete peldaños asimilados a los siete metales astrológicos, o en el ritual masónico, los siete escalones de la escalera de caracol que simbolizan “las siete fases del proceso de iniciación, los siete niveles de consciencia y las siete artes liberales”.”  (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

"En el juego de la Oca, catorce casillas están ocupadas por una oca; estas 14 ocas se hallan dispuestas al modo de la cosmogonía rosicruciana; siete segmentos consecutivos y centrípetos, integrado cada uno de ellos por nueve celdas rematadas por un ave solar (el fénix, el águila imperial); las ocas se situán aparentemente espaciadas cada 5 casillas de la anterior y cada 4 de la siguiente, pero en realidad están divididas en dos grupos, en los que estas aves aparecen de 9 en 9 casillas, según se detalla seguidamente:
"grupo I: 5-14-23-32-41-50-59
"grupo II: 9-18-27-36-45-54-63

"De manera que el conjunto se presenta como dos espirales gemelas de siete ocas, asociadas respectivamente a los números 5 y 9 (a los que pueden ser reducidas mediante suma de sus dos componentes todas las cifras reproducidas arriba). Podrían tener relación estas dos ocas gemelas con los “dos pájaros, inseparables amigos, que se posan en el mismo árbol; uno de ellos come el fruto dulce, mientras el otro mira sin probar bocado.”(Mundaka Upanishad III,1), que simbolizan el jivâtma y el Âtmâ, es decir, los dos grados del Sí-mismo."  (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

Estos dos grupos de ocas aún ofrecen nuevas posibilidades cabalísticas, pues
grupo I:  5+14+23+32+41+50+59 = 224 = 2+2+4 = 8
grupo II: 9+18+27+36+45+54+64 = 253 = 2+5+3 = 1
             14 32 50 68 86 104 123   477 =  4+7+7 = 9
               5  5   5  5   5   5     6       9                  9
 

El 5 "en la ‘Qabbalah’ judía se relaciona con la letra Hé, así como con el Pontífice en el tarot; el 7 (...) número que en la ‘Qabbalah’ está relacionado con la letra Zain, y el Carro del tarot; y el 9 (...) número vinculado con la letra Teth, en la ‘Qabbalah’, y con el Ermitaño, en el tarot".(Jesús Ávila Granados, La Mitología templaria, ED. Martínez Roca)

"Del mismo modo, los números 5 y 9 que designan a las ocas gemelas participan del simbolismo de la Dualidad Cósmica y representan, en una de sus acepciones, las dos vías principales (mârgas) de realización metafísica del ser humano. En tanto el cinco es, según la doctrina pitagórica, el número nupcial, emblema de la Hierogamia, conjunción del principio celeste (3) y terrestre (2), representando los cinco sentidos y las cinco formas sensibles de la naturaleza (ciencias cosmológicas), dicho número se vincula a la Vía de los Pequeños Misterios (Bhakti Yoga) o Iniciación Real, que culmina con la realización del “Andrógino primordial”. El número nueve, imagen completa de los tres mundos, de la Gran Tríada (Cielo-Hombre-Tierra), límite de la serie numérica antes de su retorno e integración en la Unidad, se asocia a la Vía de los Grandes Misterios (Jnâna Yoga) o Iniciación Sacerdotal, que cristaliza en la realización de la “Identidad Suprema”." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)
 
"Estas dos cifras, 5 y 9, aparecen en estado puro en las dos primeras ocas del juego, separadas por el Puente, símbolo en este caso del paso desde la realización de la individualidad integral o “estado primordial” o “Edénico”, meta de los Pequeños Misterios, a la realización de la “Identidad Suprema” u obtención de los “estados supraindividuales”, meta de los Grandes Misterios. En otras palabras, 5 y 9 respresentan al “Hombre Verdadero” y al “Hombre Trascendente”, siendo aquí la significación particular del Puente la del tránsito “de la muerte a la inmortalidad”, el paso de los estados individuales a los supraindividuales." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

Son 7 las casillas que, a primera vista, nos ayudan o perjudican (el pozo, la posada, los puentes, la cárcel, el laberinto, la muerte). Estas casillas "“fastas” y “nefastas” simbolizan el proceso de “purificación” (el “martirio de los metales” alquímico) a la que ha de someterse el neófito que pretende, tras superar una serie de pruebas, alcanzar el antro iniciático ( el centro del tablero) para obtener efectivamente la iniciación. “Todo transcurre en las siete salas laterales del templo: el Sancta Sanctorum en el centro sólo es accesible “cuando de dos se haga uno” y se franquee la puerta de la muerte y de la putrefacción”(J.Browring, Panel de trabajo para el 2º grado masónico , 1819.) En el Juego de la Oca, como se explicita en la fórmula masónica precedente, el acceso al Sancta Sanctorum central (la meta) sólo es posible una vez superada la Muerte (casilla 58), cuando “de dos se haga uno”; situada tras la muerte, en la casilla 59, aparecen efectivamente juntos los dos principios complementarios (5 y 9) del andrógino primordial, siendo además el único caso en todo el juego en que ambos dígitos aparecen “reunidos”." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

"Estas siete pruebas, por otro lado, podrían relacionarse con los siete centros sutiles del ser humano, según la doctrina tántrica (así se dice que “los santos y sabios tienen “siete agujeros” en el corazón”. En el Kundalîni yoga, los siete centros sutiles (chakras) son abiertos por las dos serpientes Ida y Pingala, que ascendiendo desde el Mûlâdhâra (centro sutil localizado en la región genital) en torno a un eje alcanzan la cima en el Brahma-randra (la coronilla) donde se sitúa el Shakra supremo, el “Loto de mil petalos”. El simbolismo de estas dos serpientes equivaldría al de las dos espirales gemelas del Juego de la Oca, en la que las siete ocas que las constituyen son representaciones de los estados superiores del ser: “viniendo del norte o volviendo a él, estas aves simbolizan los estados superiores o angélicos del ser en curso de liberación y volviendo hacia el Principio supremo” (idéntico significado tienen las alas en las que culmina el caduceo hermético, bastón de Mercurio, el dios hermafrodita, símbolo del andrógino primordial de naturaleza blanca y negra, cuya relación con el esquema kundalínico es evidente)." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA, http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)

"En alquimia, asímismo, son siete las fases que conducen a la roca central del lapis (la piedra filosofal), las siete fases alternantes del Solve et Coagula (tintura, coagulación, destilación, putrefacción, solución, sublimación, calcinación), compendio de la Gran Obra alquímica. Estas etapas del “Opus Alchimicum”, en tanto proceso circulatorio ascendente y descendente, se representan también como pájaros volando hacia el cielo o descendiendo hacia la tierra." (Antonio Páez, EL SIMBOLISMO DEL JUEGO DE LA OCA,
http://www.viajesconmitia.com/el-simbolismo-del-juego-de-la-oca/)