El libro comprende varios capítulos o libros:
Dios advierte del castigo que infringirá a los pecadores y del premio para los justos el día del Juicio Final. Esta es una idea que se repite continuamente en la obra. Al mismo tiempo, Enoc nos habla del orden de la Naturaleza y del Cielo, en los que cada objeto sigue un ritmo fijo y determinado de acuerdo con el plan de Dios.
01. PRIMERA PARTE. CAIDA DE LOS ANGELES MALOS Y ASCENSION DE ENOC
Unos 200 ángeles bajaron a la Tierra y yacieron con las mujeres, que eran muy hermosas. Las mujeres dieron a luz gigantes, que se lo comían todo, llegando a devorar a hombres y animales y hasta comerse entre ellos.
La referencia a los gigantes puede estar tomada de la religión sumeria, que sostiene que los Annunakis (lo que significa: “seres que bajaron del Cielo a la Tierra”), que medían de 3 a 6 metros de estatura, crearon y esclavizaron a los hombres en provecho propio.
Según Enoc, los ángeles malos enseñaron a las mujeres la agricultura y la ciencia (el cultivo) de los árboles. A los hombres les enseñaron a fabricar espadas y machetes, escudos y corazas, el trabajo de los metales, el arte de pintarse los ojos con antimonio y de embellecer los párpados y las más bellas y preciosas piedras y tintes de color. “Amiziras instruye a los encantadores y los cortadores de raíces; Aramros (instruyó) a romper los hechizos, Baraquiel (instruyó) a los astrólogos; Kikabiel (enseñó) los presagios, Tauriel (el significado) del aspecto de las estrellas y Asradiel enseñó el curso de la luna."
De esta forma, los hombres cayeron en el pecado y fornicaron.
Esta referencia a que la maldad se produce cuando la Humanidad ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo con el conocimiento de los metales está presente en todo el relato del libro. Y es que, en la sociedad esclavista del primero milenio a.n.e. que conoce Enoc, las clases sociales están ya establecidas con total nitidez en todo el Próximo Oriente –y la propia sociedad hebrea, de base tribal, está evolucionando hacia una sociedad clasista-, acompañadas de continuas guerras e injusticias. Más adelante Enoc hará referencia repetidamente a “los reyes y los poderosos” como los sectores sociales a los que Dios castigará, Es por eso que Enoc cree que Dios no puede permitir este estado de cosas y ve cercano el fin de los días, para que de esta manera se restablezca la justicia y la armonía en la tierra.
Ejemplos en este sentido no faltan. En la mitología griega, sabemos por Arato (siglo III a.n.e.), que la Justicia había gobernado sin problemas en la Edad de Oro, pero cuando la Humanidad alcanzó la Edad de Plata y de Bronce (es decir, la Edad de los Metales y, por lo tanto, la división de la sociedad en clases) muchos se enriquecieron robando a los demás y fomentando las guerras; entonces, la Justicia abandonó la Tierra, ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación de Virgo.
Pero sigamos con el Libro de Enoc. Dios manda sus ángeles para que le digan a Noé que se esconda, pues va a mandar un diluvio, y para que castiguen a los ángeles malos. Encarece a Miguel para que haga desaparecer la opresión de la faz de la Tierra y que prevalezca la justicia y la verdad. “Que todos los hombres se vuelvan justos y que todos los pueblos me veneren y me bendigan, todos me adorarán”.
Enoc tiene un sueño en el que es ascendido a los Cielos. Dios le encarga que se dirija a los ángeles malos, que han transmitido un secreto a las mujeres y éstas lo han difundido, trayendo el mal a la Tierra. Esto parece tener relación con el pasaje bíblico del pecado original, en el que la manzana (y, por lo tanto, el secreto que se ha revelado a las mujeres) significa la sabiduría. También indica una postura de rechazo al matriarcado por parte de Enoc.
Enoc recorre la mansión de la tempestad, de la luz y del trueno, tiene una Visión de los vientos, de siete montañas de piedras preciosas, de un abismo de fuego y de siete estrellas, encadenadas a las extremidades del Cielo y de la Tierra, la mansión de las almas de los muertos antes del Juicio Final, el paraíso terrestre y el árbol de la ciencia, los confines de la tierra y las puertas por donde nacen los astros.
En otros textos judaicos se cuenta que sólo la joven Ishtahar (nótese la similitud con la diosa babilónica Ishtar, que en Egipto se conocería como Isis; en todos los casos es la divinización de la Madre Tierra y los cultos maternales) permaneció virgen. Cuando un ángel quiso acostarse con ella, pidió las alas a los hijos de Elohim y voló hacia el Cielo convirtiéndose en la constelación de Virgo (en otros casos, las Pléyades). Para los babilónicos, Ishtar era también la constelación de Virgo. En cuanto al ángel que trató de acostarse con Ishatahar, de nombre Shemhazai, permanece colgado cabeza abajo formando la constelación de Orión.
En la mitología griega nos cuentan la persecución de las siete Pléyades, hijas de Atlante y de Pléyone, que consiguieron escapar de los intentos de Orión (en este caso es un cazador) de hacerse con su virginidad subiendo a los cielos y transformándose en estrellas.
En cuanto a los ángeles caídos, en las Homilías Clementinas del siglo III, de origen sirio, se nos cuenta que varios ángeles bajaron a la Tierra para corregir los errores de los hombres y hacer que la justicia volviese a nuestro mundo, pero que, una vez que tomaron forma humana, fueron seducidos por los placeres mundanos y ya no pudieron volver a su aspecto anterior.
02. SEGUNDA PARTE. LIBRO DE LAS PARABOLAS
Enoc dice que le han sido comunicadas tres parábolas: las dos primeras son sobre el castigo a lo pecadores y la tercera anuncia la salvación de los justos.
Un torbellino le lleva a los cielos. Contempla al Elegido, que vive bajo las alas del Señor de los Espíritus; también a los 4 ángeles (Miguel, Gabriel, Rafael y Fanuel), los secretos de los elementos, la residencia de los elegidos, los depósitos del sol y la luna (de donde salen y donde se ponen), los rayos y las estrellas.
También contempla un ser que tiene “cabeza de días” y al Hijo del Hombre, que posee la justicia, “que hará levantar a los reyes y a los poderosos de sus lechos, y a los fuertes de sus asientos, y romperá los frenos de fuertes y partirá los dientes de los pecadores”. “En estos días los reyes de la Tierra y los poderosos que poseen el árido tendrán la faz abatida a causa de la obra de sus manos, porque en el día de su angustia aflicción, no se salvarán”, y los justos se convertirán en ángeles del Cielo.
Enoc contempla todos los secretos del Cielo que deben llegar, una montaña de hierro, otra de cobre, otra de plata, otra de oro, otra de estaño y otra de plomo. Un ángel le explica que estas montañas “serán ante el Elegido como cera ante el fuego y como el agua que cae de lo alto sobre esas montañas y se ablandarán a sus pies. Y en estos días nadie se salvará por el oro ni por la plata, y no se podrá huir. Y no habrá ni hierro para las guerras ni malla para la coraza del pecho; el bronce será inútil, el estaño no servirá para nada y no será estimado, y el plomo no será buscado”.
Luego contempla cómo echan a los reyes y a los poderosos a un valle profundo envuelto en llamas. Los ángeles preparan los instrumentos de suplicio para castigar a los pecadores. Y a continuación vendrá el Diluvio Universal.
Los ángeles están preparando las herramientas para echar a los elegidos a la hendidura del valle. Luego, irán hacia oriente para derrocar y castigar a los reyes de medos y partos. Pero, en su huída, los partos y los medos atacarán a los justos y se producirá una guerra terrible.
En el año 500, mes 7, día 14 de la vida de Noé, Enoc contempla una gran agitación en el Cielo. Enoc no puede soportarlo y cae al suelo. El ángel Miguel trata de tranquilizarlo. Le dice que “Dos monstruos han sido separados este día: un monstruo femenino de nombre Leviathan, para que habite en el abismo de los mares, encima de los manantiales de las aguas, y un macho de nombre Behemoth, que ocupa con su pecho el desierto inmenso de nombre Dondain, al oriente del jardín donde habitan los elegidos y los justos.” Leviathan representa el poder de los mares y Behemoth el poder de la Tierra. Ambos son incontrolables para los seres humanos; de ahí el temor con que los contempla Enoc.
Otro ángel enseña a Enoc el secreto de los vientos, cómo son divididos y pesados; el poder de la luz de la luna, que es un poder de justicia; las clases de estrellas, el tueno y el rayo, que uno ruge y otro da su luz; el espíritu del mar, que es un macho; el espíritu de la helada, de granizo, de la nieve, de la niebla, del rocío, de la lluvia.
Noé se da cuenta de que la destrucción de la Tierra está próxima. Marcha al extremo de la Tierra, y llama gritando a su abuelo Enoc. Se produce un terremoto y se oye una voz del Cielo: es una orden del Señor de castigar a los hombres, porque han conocido "el poder de los que funden las obras de metal de toda la tierra, y cómo la plata se produce por el polvo de la tierra, y cómo se hace el metal fundido sobre la tierra. Porque el plomo y el estaño no son producidos por la tierra como el primero (la plata), es una fuente la que los produce, y un ángel se mantiene ante ella".
Dios promete a Noé que cuando acaben los castigos preservará su raza. Los ángeles malos serán encerrados en un valle ardiente, en occidente, "junto a montañas de oro, de plata, de hierro, de metal fundido y de estaño".
"Pues los hombres no han sido creados de forma distinta a los ángeles, más que para habitar, justos y puros, y la muerte, que todo lo corrompe, no les habría alcanzado; pero a causa de este conocimiento que es suyo, perecen, y a causa de este poder, ella (la muerte) me devora".
A continuación, Enoc asciende a los cielos en vida.
03. TERCERA PARTE. LIBRO DE LAS LUMINARIAS DEL CIELO
En sol nace en las puertas del cielo de oriente y se pone en las puertas del cielo de occidente. Hay 6 puertas donde el sol nace y otras 6 donde se pone. La luna también sale y se pone por estas puertas, así como los que guían a las estrellas. Hay muchas ventanas al lado de estas puertas. La alusión a las 12 puertas (6 para la salida + 6 para la puesta = 12) parece una referencia a los 12 signos del zodíaco.
La duración del día y la noche se explica porque el sol sale por cada una de las puertas durante una serie de días. Según la puerta por la que salga, así durará el día y la noche."Su luz [del sol] brilla siete veces más que la luna, pero las dimensiones de los dos son iguales".
En cuanto a la luna, “su órbita es como la órbita del cielo y el viento sopla sobre el carro en el que está montada, y la luz le es dada con mesura. Nos habla de las fases de la luna: "Por séptimos, ella cumple toda su luz al oriente; y por séptimos ella cumple toda su oscuridad al occidente; y en meses determinados, ella cumple cada uno de sus cursos. "(...) Y en meses determinados, ella [la luna] es de veintinueve días, y hay algunos en que ella es de 28 días."
La luna cumple un ciclo anual de 364 días: "Y la luna conduce todos los años exactos según su posición por la eternidad; ellas no se adelantan ni se atrasan de un día, pero ellas [la lunas] cambian el año con una rectitud absoluta cada trescientos sesenta y cuatro días." En realidad, el año dura 360 días; los últimos 4 días no cuentan en el cómputo anual. Este año de 364 días trata de ser un calendario lunar, calculado sobre las 52 fases anuales de la luna a razón de 7 días cada una (52 x 7 = 364); los 4 días que “no cuentan” nos recuerdan los días nefastos que aparecen también en otras culturas.
A continuación, Enoc es llevado a su casa para que comunique sus enseñanzas a su hijo Matusalén. Al cabo de un año, los ángeles volverán a por él y será ascendido definitivamente a los Cielos.
04. CUARTA PARTE. LIBRO DE LOS SUEÑOS.
Enoc cuenta a Matusalén varios sueños que ha tenido a lo largo de su vida.
En el primer sueño, ve cómo el Cielo cae sobre la Tierra; cuando despertó su abuelo le dijo que éso iba a pasar y que, al pedir a Dios que no sucediera, este hecho no se produjo.
En otro sueño, ve cómo un toro blanco sale de la tierra y tras él una becerra y dos terneros, uno rojo y otro negro. El negro persiguió al rojo, que desapareció. El toro rojo y la becerra tuvieron un toro blanco y el resto fueron toros y becerras negros. Después de varias vicisitudes, un ángel enseña a un toro blanco un secreto; este toro se convierte en hombre y junto con otro toro negro y otro rojo construyen una gran barca y se salvan del diluvio. Todos los animales de la tierra perecieron; cuando cesó el diluvio, los tres toros dieron lugar a todo tipo de animales.
La elección de los colores blanco, rojo y negro no es casual. Son los colores sagrados. Se asocian a las tres fases en que la luna es visible: el blanco para la luna llena, el rojo para la luna creciente y el negro para la luna menguante. Son, en tanto que atributos lunares, propios de la Madre Tierra y precedente de todas las grandes cosmogonías que cuentan con 3 dioses principales (Egipto, Grecia, Roma, Cristianismo). Hay animales sagrados por razón de contener estos tres colores; las grullas y las golondrinas; éstas últimas sacaron con sus picos las espinas a Cristo crucificado.
Hay una pregunta obligada. En el Próximo Oriente se conocían –y se mantienen con el mismo nombre en la actualidad- el mar Rojo entre Egipto y el Sinaí, el Mar Negro al norte, hasta donde llegaban los circuitos comerciales de la época, y el Mar Mediterráneo: ¿se conocería este mar en la Antigüedad como mar Blanco? Añadamos que el blanco es la luna llena, la más grande, y el Mediterráneo es el mar más grande de los tres que mencionamos.
Sigamos con el relato de Enoc. Aparecieron 12 ovejas, que fueron perseguidas por los lobos y otros animales. El Señor trae a 70 pastores para que guíen y protejan a las ovejas, pero éstos no cumplen su deber, pues los animales atacaron y devoraron a las ovejas de nuevo. Entonces nació un toro blanco, al que todas las especies respetaban y temían. Todas las especies se convirtieron en toros blancos, y el primero de ellos fue un búfalo.
Esta poca simpatía de Enoc por los pastores puede ser un recuerdo de una tribu pastoril, que llegó a Canaán hacia el 1.900 a.n.e. Estas eran gentes de gran estatura (¿quizá de aquí viene también la referencia a los gigantes que dieron a luz las mujeres que se acostaron con los ángeles malos?), adoraban a un dios-toro y sus mujeres –que dominaban la agricultura- adoraban a una Diosa y practicaban la prostitución ritual en sus templos.
05. PARTE QUINTA. LIBRO DE LA EXHORTACION Y LA MALDICION.
Enoc reúne a todos sus hijos para contarles lo que les llegará hasta la eternidad. Les recomienda que amen la verdad, pues como la violencia y la injusticia se extienden por la Tierra, tiene que haber un gran castigo; los pecadores serán aniquilados y los justos triunfarán.
Transcurrirán 10 semanas desde el nacimiento de Enoc hasta el fin de los tiempos. “Desgracia para vosotros ricos, porque os confiais en vuestras riquezas; seréis privados de ellas, porque no sois recordados por el Altísimo en los días de vuestra riqueza”. “Desgracia para vosotros que poseeis plata y oro adquiridos por la injusticia. Vosotros decís: “Somos ricos, tenemos fortuna y poseemos todo lo que hemos deseado. Y ahora realicemos nuestros proyectos, porque hemos acumulado plata, nuestros tesoros están llenos de ella como si fuera agua, y numerosos son los cultivadores de nuestra cosas”.
06. APENDICE. FRAGMENTO NOACHICO.
Matusalén cuenta a Enoc que su hijo es padre de un niño que más bien parece un ángel. Le responde que le llamen Noé, que se salvará con toda su gente, pero que el mal se extenderá sobre la Tierra.
Todas las generaciones serán una más criminal que la otra hasta que llegue una generación de justos que acabará con el pecado y la injusticia sobre la Tierra. Al final, pues, la Humanidad, puede contemplar el futuro con esperanza en la propia Tierra: “Una generación será más criminal que la otra hasta que se levante una generación de justicia, y que el crimen sea destruido, y que el pecado desaparezca de la faz de la tierra, y que todo bien venga sobre ella”.