Las iglesias del Grial
Alfonso I el Batallador es el monarca del Grial
Que Alfonso I
el Batallador (1073-1134) es el monarca del Grial y que este cáliz se guardó en
San Juan de la Peña parece fuera de toda duda, a la vista de la documentación
medieval existente. Las evidencias son abundantes:
- Un
documento de 14 de diciembre de 1345 dice que el cáliz está en San Juan de la
Peña: "En un arca de marfil está el cáliz"
- Otro
documento de la Corona de Aragón de 26 de septiembre de 1399 nos habla del
cáliz de la Última Cena, asegurando que se encuentra en San Juan de la Peña y
que desde allí fue entregado a Martín el Humano (1356-1410). Este rey quería
hacer una capilla al Grial en el Palacio de la Alfajería (Zaragoza) para, dice
el documento, “aquel cáliz de piedra en el cual Jesucristo, en su santa cena,
consagró su preciosa sangre y se añade “que el prior entregó en sus manos el
cáliz lapídeo”. Martín el Humano llevó el Grial a Barcelona, ciudad en la que permaneció un corto espacio de tiempo; de
allí el cáliz pasó a Valencia, donde, en 1437, fue depositado en la catedral,
lugar en el que permanece en la actualidad.
- El
testamento de Alfonso I el Batallador establece que “para la custodia del
Grial, no deberán faltar nunca tantos caballeros, lanzas (hombres armados) y
arqueros como hiciera falta...."
- Alfonso I
es el Anfortas de la leyenda griálica, el Rey Pescador que sobrevive gracias al
poder del Grial. Alfonso I firmó muchas veces como ‘Anfortius’ en sus
documentos, y como ‘Anfortas’ aparece en su testamento. En su reinado se
acuñaron monedas con el título ‘Anfos Rex’. Como Anfortas también es conocido
en la tradición occitana. Otras veces se le nombra como ‘Anfors’.
- Cuenta la
leyenda que Alfonso I tuvo un sueño estando en el castillo de Agüero: se le
apareció un ángel con un cáliz y le dijo que el Grial le acompañaría siempre y
que le ayudaría en las tareas que emprendiera. Al despertar, se entrevistó con
el maestre del Temple y su vida cambió para siempre. Al final de su vida, se
cuenta que Alfonso I, gravemente herido en la batalla de Fraga, se refugió en
San Juan de la Peña, donde el Grial le curó y le permitió vivir muchos años.
- Otro personaje de la leyenda artúrica, Perceval, sería el noble Rotrou du Vall de Perche, primo de Jaime I: ‘val-perche’ es ‘perce-val’.
- Otro personaje de la leyenda artúrica, Perceval, sería el noble Rotrou du Vall de Perche, primo de Jaime I: ‘val-perche’ es ‘perce-val’.
Estamos en el terreno de la leyenda. Por lo tanto, ello no excluye que otros lugares se reclamen como escenario histórico del Grial, como es el caso de León. Pero lo que sí está claro es que la leyenda del Grial, donde está mejor documentada es en la época de Alfonso I y con San Juan de la Peña como lugar donde se custodiaba. A lo que hay que añadir que la tradición europea del Grial (Eschenbach, Wagner...) tiene su origen en los Pirineos aragoneses.
Impresionante escena del Grial en Santa María de Tahull: el cáliz recibe el incienso de un personaje y la energía y el poder de la Dextra Dei (mano de Dios)
La leyenda del Grial
La leyenda del Grial se activó en Europa con la caída de Jerusalén en el siglo XII. Se trataba de poner en pie una leyenda con un fuerte contenido ideológico y religioso que permitiera desviar la atención de la terrible derrota que había sufrido el feudalismo europeo en Oriente Medio.
Chretien de Troyes escribió ‘Li Contes del Grial’ a petición del noble Felipe de Alsacia, conde de Flandes, hacia 1180. El escritor, basándose en la tradición del Grial aragonés, situó la escena en tiempos del rey Arturo (un monarca inglés del siglo VI), para así crear una historia más acorde con los modos de vida y las leyendas de las sociedades feudales de esa parte de Europa. Fue un gran éxito editorial.
La gran eclosión de la leyenda del rey Arturo data de 1115, cuando el clérigo anglonormando Wace tradujo al francés la obra que un clérigo galés, Geoffrey of Monmouth, había escrito unos años antes. De esta forma, se trataba de justificar los intereses de los monarcas ingleses Leonor de Aquitania y Enrique II Plantagenet, que pretendían ser los herederos del rey Arturo. Enrique II tenía bajo su dominio una gran parte de la actual Francia y fue el rey más poderoso de su época. Se trataba de adecuar una gran leyenda a los intereses de uno de los monarcas más importantes que ha habido en la Europa medieval. Posiblemente Chretien de Troyes se inspiró en esta obra.
El primer
autor que recogió la tradición del Grial fue el poeta francés Kiot (siglo XII), en cuya obra se inspiró Wolfram von Esenbach para levantar la leyenda de Perceval y el Grial. Kyot se refiere a Alfonso I, también conocido como
Anfortas o el Rey Pescador, quien fue herido en una batalla y custodiaba el
Grial.
Wolfram von
Esenbach (1170-1220) es autor del ‘Perceval’. Fue
uno de los más grandes poetas épicos medievales. Eschenbach explica que Kyot
había encontrado un manuscrito árabe en Toledo, cuyo autor era un tal
Flegetanis, astrónomo musulmán descendiente de Salomón, que descubrió el tema
del Grial escrito en las estrellas. El poeta alemán sitúa la historia en los
Pirineos. El Grial estaría custodiado en el castillo de Monsalvat, en
Occitania, pero su descripción coincide con el monasterio de San Juan de la
Peña: el castillo del Grial está en un lugar bajo una gran roca, con un
manantial en forma de V (o sea, en forma de cáliz), cerca del cual se guardaba
el Grial.
Wolfran von Eschenbach nos presenta el Grial como una piedra, que es como a veces se presenta esta leyenda y no como un cáliz: “Es cosa bien conocida por mí que unos valientes caballeros moran en en castillo de Monsalvatge, donde se guarda el Grial. Son templarios, que a menudo parten a caballo en busca de aventuras. Sea cual fuere el resultado de sus combates, la gloria o la humillación, lo aceptan con corazón sereno, como expiación den sus pecados. En ese castillo vive una legión de bravos guerreros. Os diré cuál es su medio de subsistencia: todo aquello de que se alimentan proviene de una piedra preciosa cuya esencia es todo pureza. Si no la conocéis os diré cómo se llama. Su nombre es Lapsit Exillis. Gracias a esta piedra, el fénix renace y surge más hermoso que nunca (…) Esta piedra da al hombre tal vigor que sus huesos y su carne recuperan al punto su juventud. La piedra recibe también el nombre de Grial, os diré cómo se le reconoce. Sobre el borde de la piedra aparece una misteriosa inscripción donde se lee el nombre de aquellos muchachos o doncellas a quienes se designa para emprender ese bienaventurado viaje”.
Wolfran von Eschenbach nos presenta el Grial como una piedra, que es como a veces se presenta esta leyenda y no como un cáliz: “Es cosa bien conocida por mí que unos valientes caballeros moran en en castillo de Monsalvatge, donde se guarda el Grial. Son templarios, que a menudo parten a caballo en busca de aventuras. Sea cual fuere el resultado de sus combates, la gloria o la humillación, lo aceptan con corazón sereno, como expiación den sus pecados. En ese castillo vive una legión de bravos guerreros. Os diré cuál es su medio de subsistencia: todo aquello de que se alimentan proviene de una piedra preciosa cuya esencia es todo pureza. Si no la conocéis os diré cómo se llama. Su nombre es Lapsit Exillis. Gracias a esta piedra, el fénix renace y surge más hermoso que nunca (…) Esta piedra da al hombre tal vigor que sus huesos y su carne recuperan al punto su juventud. La piedra recibe también el nombre de Grial, os diré cómo se le reconoce. Sobre el borde de la piedra aparece una misteriosa inscripción donde se lee el nombre de aquellos muchachos o doncellas a quienes se designa para emprender ese bienaventurado viaje”.
Richard
Wagner creó su ópera ‘Parsifal’ situándola en Montsalvat, en las “montañas
septentrionales de la España gótica”.
El
investigador alemán Michael Hesemann ha demostrado que los lugares,
arquitectura y personajes que aparecen en los relatos medievales que tienen que
ver con el Grial coinciden con los datos del monasterio de San Juan de la Peña
(que sería el Monsalvat de aquellas historias) y con personajes de la época,
comenzando por Alfonso I el Batallador.
En castellano
antiguo tenemos la palabra ‘grial’: Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita
(1284-1351), en su ‘Libro del Buen Amor’, indica que “escudillas, sartenes,
tinajas, espetos e griales” son sinónimos. También aparece como ‘vaso’ en
la obra de Cervantes y en el Amadís de Gaula. Por otra parte, Graal en occitano
quiere decir ‘plato’ o ‘bandeja’.
El origen de la palabra habría que buscarlo en el latín ’cratalis’ o ‘gradalis’, voz que vendría del griego ‘cráter’ o ‘crátera’ (recipiente para beber).
El origen de la palabra habría que buscarlo en el latín ’cratalis’ o ‘gradalis’, voz que vendría del griego ‘cráter’ o ‘crátera’ (recipiente para beber).
Iglesia de Sant Climent de Tahull. Debajo del Pantocrátor, a la izquierda, aparece la figura de María con el Grial en su mano, que va velada para no entrar en contacto físico con el cáliz. La boca de María está cosida, para indicarnos que posee secretos que no puede desvelar.
El Grial tiene sus raíces en Oriente... y quizá en la Prehistoria
La leyenda del Grial no es sólo patrimonio de Occidente. Seguramente tiene sus raíces en sistemas de creencias orientales muy anteriores al cristianismo, pasando por los celtas y su caldero de Keridwen, la diosa (posiblemente equivale a la Ceres romana, diosa de la fertilidad y la agricultura, pues ambas tienen la raíz indoeuropea “ker”, crecer, crear) que prepara en su caldero la pócima con la que se alcanza la sabiduría y la transmutación de las cosas y las personas.
Antecesores del Grial los encontramos en la tradición persa y en la iraní, así como en la escudilla de limosnas que era la única propiedad de Buda. En la tradición hindú tenemos un vaso que contiene la sangre del dios viviente Agni, lo que no lleva directamente a la tradición cristiana, con el cáliz que contiene la sangre de Cristo. El vaso del Taoísmo es el símbolo de la sabiduría.
La Venus de Laussel puede ser el referente más antiguo conocido de la leyenda del Grial, con unos 25.000 años
El Grial y los Pirineos
La tradición del Grial ha permanecido en esta parte de los Pirineos como en ningún otro lugar del planeta. Hasta doce iglesias del siglo XII contienen frescos en los que los Virgen María (¿o es María Magdalena?) sostiene una escudilla o una especie de cáliz en su mano. En otros tres casos son un ángel u otros personajes los que aparecen con el Grial:
- Sant Climent de Tahull (Valle del Bohí, Lérida),
- Santa María de Tahull (Valle del Bohí, Lérida); en esta ocasión el Grial aparece solo y custodiado por un ángel, en una escena impresionante
- la iglesia de Sant Pere de Sorpe
- la iglesia de Ginestarre (Valle de Cardós, Lérida),
- santa Eulalia de Estaón (Valle de Cardós, Lérida),
- la iglesia de Sant Pere del Burgal (Lérida),
- Santa Eugenia d'Argolell (Anserall, Lérida)
- Frontal de la iglesia de Lles (Martinet, Lérida)
- la iglesia de Sant Romà de Les Bons (Andorra)
- Santa Coloma, Andorra la Vella
- Sant Cristòfol d'Anyós, La Massana (Andorra)
- Sant Joan de Caselles, Canillo (Andorra)
En algunos casos, del cáliz salen unos misteriosos rayos verticales. La investigación del tema del Grial en estos templos fue realizada por la norteamericana Betty
W. Al-Hamdani. Por mi parte, además de aportar nuevos datos sobre las 9 iglesias conocidas, he podido añadir la de Santa María de Tahull, Sant Pere de Sorpe y Sant Joan de Caselles.
La leyenda del Grial tiene como escenario histórico a los Pirineos de Huesca, de Lérida y de Andorra
Cuando en el siglo III el Papa Sixto II fue asesinado en las persecuciones del emperador Valeriano, su diácono Lorenzo, natural del actual Aragón, se llevó el cáliz a su tierra. El cáliz de la Última Cena lo habría traído a Roma el propio san Pedro, según la tradición.
Cuando en el siglo III el Papa Sixto II fue asesinado en las persecuciones del emperador Valeriano, su diácono Lorenzo, natural del actual Aragón, se llevó el cáliz a su tierra. El cáliz de la Última Cena lo habría traído a Roma el propio san Pedro, según la tradición.
Tras la invasión musulmana de la Península Ibérica en el 711 el cáliz sería enviado a San Juan de la Peña, en el Pirineo de Huesca pasando por varios lugares, como la cueva de Yebra de Basa, San Pedro de Siresa, San Adrián de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo y la catedral de Jaca. A San Juan de la Peña llegaría en el 1071, donde permanecería hasta el 1399, cuando Martín I lo trasladó primero a Zaragoza, luego a Barcelona por un corto espacio de tiempo para terminar en 1437 donde actualmente lo podemos encontrar: en la catedral de Valencia.
Otros investigadores creen que el cáliz llegó a España en el siglo VI como regalo del Papa al rey de los visigodos, como reconocimiento por su conversión al catolicismo.
El escenario histórico de la leyenda del Grial son los Pirineos de Huesca, Lérida y Andorra. En San Juan de la Peña (Huesca) tomó cuerpo la leyenda como lugar donde se custodió el cáliz sagrado durante siglos. En las iglesias de Tahull (Lérida) encontramos en Sant Climent una enigmática figura de María sosteniendo el Grial y con la boca cosida, como indicándonos que es poseedora de conocimientos que no puede revelar; en Santa María, la impresionante imagen del Grial custodiado por un ángel que le ofrece incienso junto a la 'Dextera Dei' (la mano derecha de Dios) que le da energía y poder.
Los templarios asumieron como propia la leyenda del Grial. Y hubo varios reyes templarios en los territorios de los que estamos hablando: Alfonso I el Batallador (siglos XI-XII), rey de Aragón, Ramon Berenguer III (siglo XII) y Jaime I (siglo XIII), reyes de la Corona de Aragón, que agrupaba a Aragón y Catalunya, así como García Ramírez (siglo XII), rey de Navarra y nieto del Cid, y el hijo de este monarca, Sancho IV (siglo XII). Es un hecho único en Europa, pues ningún país contó con monarcas templarios.
La relación entre el temple, el Grial y nuestra Historia es, pues, mucho más estrecha de lo que nos han contado. Es algo que tenemos que esforzarnos en explicar, tanto más cuanto que el tema de Grial, que tiene una dimensión internacional y una gran notoriedad, se ha asociado a lugares que nada tienen que ver con nuestras tierras y con la evidencia histórica: es el caso de la famosa novela 'El Código da Vinci' o de las películas de Indiana Jones. El situar la leyenda lejos de los Pirineos se debe a que fue tomada por autores
que la reescribieron en el marco de sus propios países, adaptándola a intereses
políticos y económicos de sus monarcas.
Sea como sea, estamos en el terreno de la leyenda. El Grial es algo muy nuestro, independientemente -por eso es una leyenda- de que sea o no cierto que el cáliz es el de la Última Cena o que tiene tales o cuales propiedades milagrosas.
Mapa de las iglesias del Grial en los Pirineos de Lérida y Andorra
Estudio energético
Estudio energético de estos algunos de estos templos:
iglesia |
ábside central (altar mayor)
| valor medio del templo |
Sant Climent de Tahull
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
22.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Santa María de Tahull
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
21.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Santa María de Ginestarre
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
21.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Santa Eulialia de Estaón
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
23.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Sant Pere de Burgal
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
23.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Sant Romà de Les Bons, Andorra
|
32.000 ubv (equivale a 9,5 sobre 10)
|
23.000 ubv (equivale a 8 sobre 10)
|
Los valores son muy altos, especialmente los de la zona del altar mayor. Estos valores corresponden a lugares de culto desde la Prehistoria y en ellos el ser humano se encuentran más armonizado y con su 'espíritu más elevado.
En las iglesias que disponen de cementerio, éste se halla sobre un terreno con muy baja energía, en torno a los 3.000 ubv (equivale a un 3 sobre 10), que es la adecuada para que los restos orgánicos se descompongan más rápidamente.