Las iglesias del Grial



Sant Climent de Tahull, Lleida






















    Panoramica general






Debajo del Pantocrátor, a la izquierda, aparece la figura de María con el Grial en su mano, que lleva velada para no entrar en contacto físico con el cáliz. La boca de María está cosida, como para indicarnos que guarda secretos que no puede desvelar. Conoce los secretos del contenido del cáliz (el Grial) que lleva en su mano izquierda y del que salen unos extraños rayos.





La boca cosida de María




Introducción

A comienzos del siglo IX esta zona fue conquistada a los musulmanes por parte del conde de Toulouse. Después de varios siglos de enfrentamientos entre los señores feudales (tanto laicos como eclesiásticos) de esta parte de los Pirineos, se conoció una cierta estabilidad a partir del siglo XII por la influencia positiva del rey de Aragón, Alfonso I el Batallador (1073-1134): los señores feudales de la zona participaron en la guerra contra los musulmanes dentro de las filas del monarca aragonés y con ello pudieron tomar nuevas tierras en lo que hoy se conoce como Catalunya. De esta forma, como muestra de una época de expansión económica y territorial, en el siglo XII se construyeron en Tahull las iglesias de Sant Climent y de Santa María. Parece ser que la construcción de estas iglesias obedece a la celebración de la conquista de Barbastro y Zaragoza y otras localidades de importancia en Aragón por parte de Alfonso I el Batallador; el conde de Pallars y la familia Erill (que dominaba el valle de Bohí) participaron en estos hechos bélicos y debieron recibir un fuerte botín a cambio. 

Hay que recodar que Alfonso I el Batallador es el monarca del Grial, que se guardaba en San Juan de la Peña (Huesca). En este ambiente de colaboración con el Reino de Aragón, en los Pirineos de la actual Lérida tomó cuerpo la leyenda del Grial y se reflejo en varias iglesias.

En el Valle de Bohí encontramos la mayor concentración de iglesias románicas de toda Europa, con un templo cada 25 km2.



La iglesia de Sant Climent, vista desde la parte exterior del ábside.





La nave de la iglesia. Al fondo, las famosas pinturas del ábside



Sant Climent de Taüll

Data de comienzos del siglo XI. Tal como aparece inscrito en una de sus columnas, fue consagrada el 10 de diciembre de 1123:

ANNO AB INCARNACIONE
DNI: M: C: XX: III: III: IDUS: DBR
VENIT RAIMVNDUS EPC BARBASTRE
NSIS CONSECRAVIT HAC ECLESIA IN HONORE
SANCTI CLEMENTIS MARTIRIS ET PONENS RELIQUIAS
IN ALTARE SANCTI CORNELLI EPISCOPI ET MARTIRIS.

El año de la Encarnación
del Señor 1123, el 10 de diciembre
vino Ramón, Obispo de Barbastro
consagró esta iglesia en honor
de san Clemente mártir y puso reliquias
en el altar de san Cornelio obispo y mártir.

EN 1931, con la República, fue declarada Monumento Histórico-Artístico, y en el 2000 la UNESCO otorgó el título de Patrimonio de  la Humanidad al conjunto de las iglesias románicas del Valle de Bohí.

El templo es de tres naves, con un ábside central y dos absidiolos a los lados. La torre es exenta, a diferencia de la de la iglesia de Santa María de Taüll. El exterior tiene decoración lombarda, al modo de las iglesias italianas de la época de Mantua y Verona.





El Pantocrátor, rodeado de ángeles y de los Evangelistas, en el Juicio Final. Su mano derecha reproduce un Mudra del budismo tibetano, posición mediante la cual -según los budistas-  nos hace llegar su energía y que en el catolicismo se interpreta como la bendición del Señor.





Las pinturas

Todas las paredes y las columnas del interior de la iglesia estaban recubiertas de pinturas. En la actualidad, sólo quedan las del ábside central, uno de los absidiolos y de las claves de los arcos. Las originales están en el Museu Nacional d'Art de Catalunya; en Sant Climent podremos contemplar las réplicas de estos originales.

Su autor es desconocido, pero las pinturas son de tal calidad que han acuñado el nombre de 'Maestro de Tahull' para el pintor que las realizó y la denominación de 'capilla Sixtina del arte románico' para el conjunto de pinturas de Tahull (Santa María y Sant Climent), pues aquí podemos contemplar una de las obras maestras del románico europeo. De hecho, el 'Maestro de Tahull' está considerado como el pintor románico más importante de Europa.

"Todo el cascarón del ábside central (de 4 m de diámetro) estaba recubierto de pinturas murales que se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Representan el Pantocrátor metido en una mandorla perlada, sentado en una franja transversal que está decorada con dibujos vegetales. A la altura de sus hombros están dibujadas las letras griegas Α y Ω, simbolizando a Cristo como principio y fin de todas las cosas. El Pantocrátor está en actitud de juzgar con su mano derecha mientras que en la izquierda sostiene un libro abierto en el que puede leerse: «Ego sum lux mundi» Yo soy la luz del mundo.




Magnífica reproducción de las pinturas del ábside, que se puede contemplar en esta iglesia.

"Está vestido con una túnica grisácea y envuelto en un manto azulado. Sus pies desnudos descansan sobre una semiesfera, saliéndose de la mandorla. A su alrededor se ven cuatro ángeles que llevan los atributos de los cuatro evangelistas el Tetramorfo y dos serafines de seis alas en las que se han dibujado seis ojos. La zona inferior muestra un fondo de tono azulado sobre el que están dibujadas las figuras de la Virgen y cinco apóstoles, bajo arcos rebajados que se apoyan sobre capiteles foliados. Se reconoce a San Juan Evangelista por ser el único imberbe. La Virgen está vestida con una toca blanca y un manto azul. Porta en su mano izquierda el Santo Grial." (Wikipedia)

 La escena del ábside central combina "elementos de diferentes visiones bíblicas –las del Apocalipsis, Isaías y Ezequiel– para presentarnos al Cristo del Juicio Final. Éste aparece desde el fondo provocando un movimiento centrífugo de la composición, en la que domina el sentido ornamental de los perfiles y la habilidad en la utilización del color para dar volúmenes." (Wikipedia)





El Pantocrátor.  Debajo a la izquierda aparece María con el Grial en la mano. Las pinturas originales que están en el MNAC de Barcelona.


Las influencias artísticas son variadas:

 "• Bizantino: caracterizado por el hieratismo de las figuras, la simetría y la concepción plana de la composición. Las figuras muestran claramente el aspecto antinaturalista de la obra: la posición en que se encuentran es estática y queda bien remarcada la frontalidad del dibujo. Además, los cuerpos muestran bastante rigidez y en algunos casos, severidad. Demuestra un claro carácter hierático.

• Mozárabe: común en el arte románico del norte de la península ibérica, que otorga vitalidad y expresividad, como vemos en los rostros de las figuras: el autor enfatizó los ojos y los colores de la cara. Se centró en la nariz, en los ojos, las cejas y la boca, jugando con el dinamismo que ofrecen las líneas: las cejas abiertas se unen con las líneas de la nariz, que nos llevan hacia los labios, enmarcados por el bigote caído ; este último, nos dirige hacia la barba que, a la vez, nos lleva hacia el pelo.

• Árabe: en oposición a la corriente bizantina, rompe con el hieratismo y expresa deseo de asimetría. Se puede observar esta influencia en los arabescos y las líneas curvas que recrean las sinuosidades de la ropa y el pelo, especialmente en el Pantocrátor, al que el autor da énfasis en el movimiento de los mismos. Todos estos detalles que completan el Pantocrátor remarcan su magnificencia y superioridad. La voluntad de romper con la frontalidad se hace patente en los símbolos de los evangelistas, dibujados con una leve perspectiva que nos permite ver dos partes diferenciadas del elemento, la cara interior y la exterior, diferenciadas a la vez mediante dos colores diferentes." (Wikipedia)

Las influencias artísticas en Sant Climent son varias


Cartel informativo: "Ábside lateral izquierdo. Los ábsides laterales de la iglesia también fueron pintados en época románica.

"En el paño superior de la pared se representa un animal de grandes dimensiones, un perro o un lobo, enmarcado por cenefas.

"Detrás del altar, aún pueden apreciarse las distintas franjas de colores que adornaban el zócalo. En el Museo Nacional de Arte de Catalunya, se conserva un fragmento de ese sector, que muestra a unos ángeles.

"La decoración pictórica de la iglesia de Sant Climent fue realizada por dos grupos distintos de pintores. El primero se ocupó del ábside central y de los pilares, mientras que el segundo pintó el ábside de la izquierda.

"Este ábside albergaba un retablo dedicado a san Miguel (1572) y un frontal de altar románico dedicado a Sant Climent. El retablo se conserva en el Museo Diocesano de la Seu d’Urgell, y el frontal, en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, en Barcelona.

La reconstrucción informática del ábside central (foto: cartel informativo)


"La pintura del ábside. Pintura antes de la pintura. En el ábside mayor, se superponen distintas decoraciones pictóricas que permiten apreciar un progreso en la elaboración. Así, la más antigua corresponde a una simple línea blanca entre las juntas de los sillares. Después, las tres ventanas inferiores se decoraron con cenefas rojas y, posteriormente, hacia el año 1123, todo el conjunto del ábside fue cubierto con una nueva pintura. De esta pintura, aquí sólo se conserva una parte, ya que en 1920 se extrajeron los fragmentos principales, que actualmente se exponen en el Museo Nacional de Arte de Catalunya de Barcelona, para evitar su exportación a Estados Unidos. En Sant Climent, se conservan otros vestigios de pintura original en los laterales, los arcos triunfales y el frontis superior, mientras que, en la cuenca del ábside, se pueden ver las huellas de los niveles más profundos de la pintura que fue extraída en su capa superficial.

"¿Un Dios cruel o un Dios amable? ¿Qué significa la imagen de Dios del ábside de Sant Climent? ¿Y la presencia de los otros personajes, los apóstoles, los ángeles, Caín y Abel? ¿Qué mensaje transmitían a los fieles del siglo XII?

"Las respuestas están en el texto sagrado del cristianismo: la Biblia.  Las imágenes tienen su origen en distintos pasajes bíblicos, como la historia de Caín y Abel, que es ejemplo de buena y mal conducta. O en el Apocalipsis, que relata la visión de Juan de la llegada del Juicio Final, con el retorno de Dios para hacer justicia entre los hombres. Pero también es el Dios Creador (“Soy el  principio…”), el Dios que promete la vida eterna (“el que me siga tendrá la luz de la vida…”) y también el Dios todopoderoso (en griego, ‘Pantocrátor’), que tiene la Tierra a sus pies.

"Citas

“Yo soy el Alfa y Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin” Apocalipsis 22,13
“Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que  tendrá la luz de la vida” San Juan 8,12
“¡Tocad la trompeta (…) porque llega el Día de Yahvé, porque está cerca!” Joel 2.1
“Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahvé una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel hizo una ofrenda de los primogénitos de su rebaño y de la grasa de los mismos. Yahvé miró propicio a Abel y su ofrenda, mas no miró propicio a Caín y su ofrenda” Génesis 4,3-5
“Caín dijo a su hermano Abel: “Vamos afuera”. Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató” Génesis 4,8"





Líneas Ley en el valle de Bohí


 Las iglesias de Sant Climent de Tahull, Sant Joan de Bohí y Santa Eulalia de Erill la Vall están en línea recta a lo largo de unos 20 km. Estas alineaciones se conocen como Líneas Ley. Encontramos centros de culto en línea recta en todo el mundo (Gran Bretaña, Bolivia...). En nuestro país tenemos, entre otras, las Líneas Ley del Matarraña, en la provincia de Teruel (que unen de forma radial una veintena de ermitas) o la Línea Ley de Horta de Sant Joan, en la provincia de Tarragona (que une el Convent de Sant Salvador con 3 ermitas y 2 cuevas). 


Esta costumbre de ubicar centros de culto en línea recta forma parte de la geometría sagrada y arranca de la Prehistoria. 




Las iglesias de Sant Climent de Tahull, Sant Joan de Boí y Santa Eulalia están en línea recta. 





Puig i Cadafalch en Sant Climent de Taüll. La expedición de 1907 del Institut d'Estudis Catalans

Cartel informativo de la iglesia de Sant Joan de Boí: “En las largas caminatas o cabalgadas de la expedición, Puig i Cadafalch y mosén Gudiol mantenían animadas discusiones artísticas. Uno de los términos de conversación era el de las transformaciones que habían sufrido, con el paso del tiempo, las iglesias que habían visitado en el Valle de Arán y, en particular, la sustitución de las hipotéticas cubiertas originales de madera por bóvedas de piedra, ,con todos los problemas estructurales que eso comportaba. No ha de extrañar, pues, “la alegría de todos al encontrar en Sant Climent de Taüll el prototipo con su cubierta de madera primitiva intacta”. Se comprende también la satisfacción del arquitecto al ver su hipótesis confirmada: Sant Climent de Taüll representaba la pervivencia de un sistema constructivo arcaico en el momento de su edificación, pero eso le permitía encadenar un discurso sobre la evolución de la arquitectura románica catalana.

Josep Puig i Cadafalch encabezó en 1907 una expedición a los valles pirenaicos con el fin de identificar y cuantificar el arte medieval catalán de la zona. Se trataba de buscar señales identidad para el naciente nacionalismo catalán. Ahí empezó toda la recuperación del románico de los Pirineos de Catalunya.


“Nuevamente, el cuaderno de notas de Puig i Cadafalch nos acerca a su personalidad al mostrarnos cómo recogía meticulosamente todos los detalles de la planta general del monumento. A la cubierta le dedicó una especial atención, con dos secciones de las naves en las que analiza los acoplamientos entre las vigas que conforman las cerchas y un croquis en perspectiva para entender mejor todo el sistema. Estos apuntes, una vez pasados a limpio, se convertirían en el conocido dibujo en perspectiva de la estructura de Sant Climent, en torno a la cual el arquitecto e historiador del arte articuló toda la información recogida durante la misión cuando la dio a conocer, primero en el mencionado artículo de 1907 y después en los tres volúmenes de “L'arquitectura romànica a Catalunya”.
“También mosén Gudiol tuvo motivo de grandes celebraciones con el descubrimiento de las pinturas que decoraban el ábside principal de la iglesia, excelentemente conservadas gracias a la protección del retablo mayor del siglo XVI, que las tapaba casi de todo. Realizadas por uno de los mejores muralistas del siglo XII, su excepcionalidad era aún más grande por la rarísima inscripción de consagración del templo por parte del obispo Ramon de Roda-Barbato (1067-1126), pintada en una de las columnas de la nave central y con fecha de 10 de diciembre de 1123. Esta obra maestra del arte internacional fue objeto de las campañas de arrancada de las pinturas de las décadas siguientes y es uno de los iconos del Museo d’Art de Catalunya. La proyección de un ‘mapping’ virtual sobre el ábside de Sant Climent desde el año 2013 representa una manera nueva y efectiva de restituir el efecto emocional de un conjunto tan singular en la ubicación para la que fue creado. Es una costosa operación que queda plenamente justificada, teniendo en cuenta las nuevas circunstancias de movilidad de la sociedad en general.