La iglesia
Construida en el
siglo XII por los templarios. De estilo románico con alguna influencia gótica,
su ábside hace las veces de torreón defensivo. La pared interior sur tiene
dovelas con temática goda. En la pared exterior oeste destacan las decoraciones
con motivos geométricos y vegetales.
En el suelo del
ábside se abre una trampilla que comunica con un paso subterráneo que tiene
tres salidas. En la puerta principal encontramos un crismón.
En siglos recientes
el edifico fue utilizado como almacén de víveres para la tropa acuartelada en
el castillo.
La iglesia
Crismón de la fachada de entrada. A los lados, se observa cómo se han borrado todos los símbolos que en su día esculpieron los templarios.
Decoraciones vegetales y geométricas en la fachada occidental
En el ábside se abre una trampilla que comunica con un túnel subterráneo
Un baphomet a la entrada del templo
En la puerta de entrada, a ambos lados, nos contemplan un baphomet en el lado derecho y otro animal (¿un cánido?) en el lado izquierdo. El baphomet es un ídolo al que los templarios rendían culto.
El contacto de los templarios con las culturas orientales cambió su forma de ver el mundo. El sistema de creencias templario incorpora muchos elementos del gnosticismo, el hermetismo, la alquimia e hinduísmo, así como ideas presentes en las antiguas religiones europeas y orientales.
EL Baphomet se representa habitualmente -aunque no es el caso de Monzón- como un ser con cuernos. Las
mitologías de muchas culturas desde la Prehistoria tienen dioses cornudos. Es
el caso de Cernunnos celta, el Pan griego, el Hathor y Apis egipcios…
continuadores del culto al ciervo prehistórico, presente en muchas de las
pinturas rupestres. Son cultos a la Naturaleza y a la fertilidad. El diablo,
con sus cuernos, es la demonización (nunca mejor dicho) de todos esos cultos;
por eso se acusó a los templarios de rendir culto a Satanás a través del
Baphomet. Una hermosa representación de todo lo que decimos es el cuadro de
Goya "El gran macho cabrío", pues estos cultos siguieron en el tiempo
con las brujas y sus aquelarres.
A la entrada del templo, esta figura recuerda a un Baphomet
Frente al Baphomet, otra figura que parece un cánido
La nave del templo está construida siguiendo la proporción áurea
Las dimensiones del rectángulo donde se colocan los fieles sigue la proporción áurea: aproximadamente 8,20 x 13,30 m. El número áureo, redondeado a dos decimales, es 1,62
Las dimensiones del rectángulo donde se colocan los fieles sigue la proporción áurea: aproximadamente 8,20 x 13,30 m. El número áureo, redondeado a dos decimales, es 1,62
Se trata de un
número algebraico, descubierto en la antigüedad. Encontramos la proporción
áurea en las caracolas, relaciones entre diversas partes de nuestro cuerpo,
nervaduras de algunas de las hojas de los árboles… Muchos artistas (Leonardo da
Vinci por ejemplo) lo utilizaron en sus obras de pintura o arquitectura. Los
objetos que siguen la proporción áurea tienen unas propiedades especiales desde
el punto de vista estético (son agradables al ser humano) y, en consecuencia,
místico o espiritual.
En concreto, el
permanecer en un espacio áureo hace la estancia agradable y coloca a la persona
en mejor disposición de entender y hacer suyas las creencias que se estén
impartiendo en ese lugar.
El interior de la iglesia se ha convertido en un centro de interpretación de la Orden del Temple
Marcas de cantero de la iglesia. Fuente: cartel informativo del castillo
La nave del templo está orientada de tal forma para que el ser humano consiga su nivel espiritual más elevado
La orientación de la
nave es de 77º. Corresponde a la
posición más espiritual del ser humano. Es una orientación muy habitual en
centros religiosos templarios. Stéphane Cardinaux, en "Geometrías
Sagradas" nos explica que esta orientación es conocida desde la
antigüedad: "Este ángulo (o azimut) era perfectamente conocido por los
Antiguos porque es el ángulo del dromos, la avenida de acceso a la Gran
Pirámide. En Europa, numerosas iglesias muy antiguas están orientadas en esta
dirección." Añade que esta orientación u "ola de Isis"
corresponde a la orientación más espiritual para el ser humano: "A este
azimut particular se le llama “la ola de Isis”. Si uno se sitúa frente a esta
dirección, nuestro cuerpo etérico será mayor que frente a cualquier otra
dirección. Si uno se gira poco a poco, va disminuyendo, con un valor mínimo al
opuesto de la ola de Isis. Cualquiera que sea el lugar donde uno se sitúa en la
Tierra, este ángulo beneficioso es siempre el mismo."
Desde el punto de
vista astronómico, esta orientación marca la salida del sol cuando entra en la
constelación de Virgo. Es una alusión a la Madre Tierra y a los cultos
maternales. Virgo (la Virgen, la Mujer en sentido amplio) es la constelación de
la Diosa Madre. Se la asocia con todas las diosas de las grandes culturas de la
Antigüedad: Deméter, Isis... Está relacionada con el ciclo agrario -colocada al
final del mismo-, como lo revela el que su estrella principal se llame Espiga.
Como cristianización de este culto, muchas Vírgenes cristianas llevan una
espiga en su mano. Su forma nos sugiere un ser antropomorfo con alas. En las
cosmogonías de la Antigüedad, se dice que la Justicia reinaba en la Tierra
hasta que nació la Raza del Bronce (es decir, en la Edad de los Metales, cuando
la sociedad se divide en clases, surge el esclavismo, las guerras desvastadoras
y la explotación del hombre por el hombre); entonces la Justicia dejó la Tierra
y ascendió con unas alas a los cielos formando la constelación de Virgo. “Los
sumerios llamaban a la constelación Bad-Tibira y a su estrella principal Sib
(la Spica actual). Los primeros agricultores relacionaron la constelación de
Virgo con la diosa de la fertilidad –Démeter, Ceres, Perséfone y los distintos
nombres de la Diosa Madre que, andando el tiempo, se ha transformado en la
Virgen o Madre Divina. (...) El hombre primitivo observó que la estrella Spica,
la principal de la constelación que hoy llamamos Virgo, desaparece en el
horizonte del cielo nocturno el quince de agosto, lo que coincide con el
agostamiento de la vegetación. Era el tiempo de recoger el trigo ya seco y
maduro. Spica vuelve a aparecer en el cielo nocturno el ocho de septiembre,
coincidiendo con el momento de la sementera. (...) La mente asoció el ciclo
agrícola, del que dependía la fecundidad de las cosechas, con el de la
misteriosa estrella Spica que de algún modo mágico regía la alternancia
estacional que hacer crecer el cereal. Por eso precisamente la llamaron Spica,
espiga.” (Nicolas Wilcox, Los templarios y la mesa de Salomón).
Estudio
energético
Los puntos de energía más altos están en la zona del
altar mayor y a la entrada, justo al lado de las dos estatuillas templarias. El
nivel es de 32.000 ubs en ambos casos (equivale a 9,5 sobre 10).
Es el nivel que corresponde a los lugares sagrados, en los que el ser humano se encuentra armonizado y a gusto y en los que su plano espiritual alcanza las cotas más elevadas.
Es el nivel que corresponde a los lugares sagrados, en los que el ser humano se encuentra armonizado y a gusto y en los que su plano espiritual alcanza las cotas más elevadas.