San Bartolomé de Ucero (Soria)




 El exterior, los 10 canecillos de la portada




Los 10 canecillos centrales de la portada, en la fachada sur

Los canecillos centrales son 10, un número de especial significado en San Bartolomé y que volvemos a encontrar en sus pentágonos invertidos.


Vista de conjunto de los canecillos



Haremos una descripción, de izquierda a derecha:

1. Tres rollos musulmanes, como referencia a la cultura árabe, tan presente en este templo.

2. Hombre con un barril alquímico. Es el hombre sabio que domina la transmutación de la materia. Tiene grandes orejas, con lo que muestra su gran capacidad para comprender la realidad. El barril sirve para contener vino en la vida real; asociado al Grial, en el mundo esotérico contiene la ambrosía o bebida asociada a los dioses, y como elemento de la alquimia sería el contenedor del “oro alquímico”.


Los rollos musulmanes y el barril alquímico


3. Personaje en mal estado, difícil identificación. Parece que está en actitud de levantar algo (¿el mundo, una especie de dios Atlas?)

4. Cabeza humana, con la parte superior plana (chakra 7), que representa a un caballero templario. El chakra 7 conecta al ser humano con su plano espiritual. Es la representación del ser humano que ha alcanzado el nivel de conciencia más elevado.



Personaje y cabeza templaria


5. Letra H. Inicial de Hiram, el maestro constructor del templo de Salomón, que es el edificio que los templarios toman como inspiración en sus construcciones. En su parte interior aparecen representados lo femenino y lo masculino, una vulva y el glande de un pene, referencia, por tanto, a la fertilidad y al placer sexual. Este canecillo ocupa un lugar central en la fachada del templo, justo sobre la puerta, entre un canecillo de un personaje templario y otro de un lobo.


6. Cabeza de lobo, referencia al dios celta Lug, de donde toma el nombre esta zona (Cañón de Río Lobos), y también el nombre que tiene uno de los grados de iniciación de los canteros medievales. Este lobo lleva una cruz en la cabeza. El zorro y el mono simbolizan asimismo grados iniciáticos.

La palabra “lobo” significa “luz” y evoca la divinidad. Es el Lug celta, y de la misma forma el “light” inglés o el “licht” alemán tienen el mismo origen que el “lux” (luz) latino. El dios griego Apolo, dios de la luz, era un Lykegenes (‘nacido de una loba’), al igual que una loba amamantó a Rómulo  y Remo, los fundadores de Roma. Lobo era también uno de los tres grados de iniciación en las Cofradías de Constructores medievales.


La "H" y el lobo, dos personajes centrales en San Bartolomé



7. Barril alquímico.

8. Cruz formada por cuatro cabezas bafométicas con la parte superior plana (chakra 7, como el caballero templario anterior), a imitación del dios hindú Brahma, dios creador del mundo y al se le representa con cuatro cabezas. Brahma tiene varios elementos comunes con el esoterismo occidental: sostiene un recipiente que es fuente de vida (el Grial, en Occidente) y cabalga sobre un cisne a lo largo y ancho del universo (la Oca, en occidente).

Asimismo, en la representación de las cabezas tenemos como referencia al Bafomet templario, a san Juan Bautista, a los ritos celtas de culto a esta parte del cuerpo humano, o incluso al propio dios egipcio Osiris,  a quien descuartizó su enemigo el dios Seth. Según cuenta Ángel Almazán,  Zósimo de Panopolis, alquimista gnóstico del siglo III, decía que los alquimistas eran los “Hijos de la Cabeza de Oro”, en donde la cabeza es “lo redondo”, que simboliza la materia primigenia de la transformación.


Barril alquímico y cabezas bafométicas


9. Templario con casco y parte superior de la cabeza plana. Nueva referencia al chakra 7 a la vida espiritual.

10. Canecillo de difícil interpretación. En la parte superior se bifurca en dos líneas y en la inferior en 3, semejando la pata de la oca.


Caballero templario y canecillo final



Otra vista de los canecillos