Santa María de Eunate (Navarra)



Un poco de Historia

El Camino de Santiago tuvo un papel decisivo en el desarrollo del románico en todo el norte de España, y muy especialmente en Navarra. En los siglos XI y XII los caminos y vías que conducían a Santiago procedentes de toda Europa llenaron estas tierras de peregrinos, así como de monasterios, iglesias y catedrales, gracias a la prosperidad económica que tal movimiento de gentes trajo consigo. Del románico navarro hay que destacar  como algo genuino sus dos templos poligonales (Eunate y Torres del Río) y las portadas muy decoradas.

Santa María de Eunate. Es uno de los pocos templos cristianos poligonales.

Dos eran las rutas jacobeas que recorrían Navarra: la que venía de Roncesvalles y la que venía de Jaca. Ambas se unían en Puente la Reina, formando a partir de allí un único camino para los peregrinos.

En el siglo XV se creó una Cofradía cuya finalidad era cuidar y preservar la iglesia de Eunate. Tal era la devoción que había en la comarca por la Virgen de Eunate.

De la importancia de Eunate es buena muestra el hecho de que al menos hasta 1840 se celebraban aquí las reuniones de los representantes de los pueblos de Valdizarbe.

Dibujo de Santa María de Eunate, según el cartel informativo. El templos se estructura en torno a figuras octogonales irregulares.



Los templarios en Navarra

La presencia templaria en Navarra fue muy relevante. Sancho el Sabio, siglo XII, primer rey en denominarse “rey de Navarra”, mantuvo muy buenas relaciones con los caballeros del Temple: les hizo importantes donaciones de terrenos y otras propiedades. La casa central de los templarios en Navarra se estableció en Puente la Reina, muy cerca de Eunate.

En tiempos de este rey fue cuando se edificó la iglesia de Eunate. La planta octogonal, su ubicación en el Camino de Santiago cerca de Puente la Reina y la simbología apuntan claramente a un origen templario.


Santa María de Eunate. Foto Google

Su semejanza con la Cúpula de la Roca de Jerusalén es evidente. Construida en el siglo VII por los musulmanes, se creía que desde aquí Mahoma ascendió a los cielos. Es, por lo tanto, un templo islámico. También fue en este lugar fue donde Abraham casi sacrificó a su hijo Isaac (o Ismael, para los musulmanes) y donde Jacob vio la escalera que llegaba cielo. Este templo islámico se levantó sobre el Santa Sanctorum del templo de Jerusalén, que había sido destruido por los romanos en el año 70. 

En 1181, cuando estas tierras habían sido conquistadas por los cruzados cristianos, el rey de Jerusalén, Balduino, donó la Cúpula de la Roca a unos caballeros que acababan de fundar una nueva Orden y que por ello -por estructurarse en torno a un templo o AL TEMPLO- se denominaron templarios.

La Cúpula de la Roca, en Jerusalén, es el lugar en que nació la Orden del Temple y que sirvió de referente para construir la iglesia de Eunate.

Las marcas de cantero de Eunate también lo relacionan con el Temple.

El primer documento conocido es de 1520. No hay documentación anterior. Esta ausencia de documentación tan sólo indica que la que debió haber se destruyó para impedir una posible reclamación de los templarios si alguna vez se recomponía la Orden.




¿La reina de Saba o la reina Sancha?

La leyenda dice que fue la reina Sancha de Navarra la constructora del complejo religioso de Eunate. Parece ser que el motivo fue que en esta zona los peregrinos del Camino eran objeto de muchos robos y agresiones. Un documento que se guarda en la Catedral de Pamplona, fechado en 1520, dice que "entre otras sepulturas ay una muy seynalada e principal en la que fue enterrada la Reina o aquella señora que fizo e mando hedificar la dicha yglesia y cada anno suelen soltar aquella sepultura muy honorificamente en suffragio é conmemoración della, assi al tiempo de las letanías como de las conmemoraciones que fazen e suelen fazer los cofrades”.

Esta leyenda es el reflejo de otra, que dice que aquí está enterrada la reina de Saba, cuyos restos habrían sido trasladados aquí por los templarios. Parece ser que alguno de los grabados de la iglesia, si lo pudiéramos descifrar, nos indicaría la ubicación de esta tumba. 

Según la leyenda, los templarios habrían traído hasta aquí los restos de la reina de Saba