Monasterio de Sant Benet de Bages




Un poco de Historia


El monasterio data del siglo X y se halla en el término municipal de Sant Fructuòs de Bages (Barcelona). Fue un noble llamado Sala quien promovió su construcción; su esposa pertenecía a la familia del vizconde Osona. Estos hechos se enmarcan en la repoblación cristiana de la cuenca del Llobregat, comenzada por el conde Guifré el Pilòs (Wifredo el Velloso) a finales del siglo IX y mantenida por sus sucesores; los enclaves fundamentales en esta tarea de colonización agraria y expansión territorial serían los monasterios de Montserrat y el de Sant Benet de Bages. 

Los monjes iniciales fueron dos hermanos, que buscaron un lugar de tierras muy fértiles y lo encontraron en una zona que se llamaba el Bages, palabra que se deriva del dios romano de la agricultura (y especialmente del vino) Bacus. Parece que es una zona frecuentada por el hombre desde muy antiguo, pues por los alrededores se han encontrado abundantes restos íberos y romanos.

EL monasterio se ubica en el estratégico espacio del cauce medio de Llobregat y casi en el límite entre la Catalunya Vella y la Nova. El río Llobregat fue el eje vertebrador en los siglos X-XI de la conquista y colonización de las tierras que en ese momento estaban en poder de los musulmanes.

También desde prácticamente su fundación, el monasterio guardaba las reliquias de san Valentín en una caja que actualmente se encuentra en la iglesia de Navarclés, un pueblo vecino.



El monasterio



En el 999 el monasterio sufrió un devastador ataque de Almanzor. En 1002 un documento nos habla de que la comunidad monástica la componían 14 monjes, 2 sacerdotes y un levita.

En un principio dependió directamente de Roma y se estipuló que sus abades se elegirían entre los descendientes del noble Sala. De esta forma se evitaba la dependencia del obispado de Vic, aunque este obispo había tenido un papel muy importante y gran interés en la fundación del conjunto monástico. El noble Sala estableció que los “servents de l'esmentada església de Sant Benet” (los sirvientes de la mencionada iglesia de Sant Benet) tenía que pagar anualmente 30 sueldos al Papado.

Pero los descendientes de Sala fueron pésimos gestores y tenían a todos los monjes en contra. El obispo de Vic aprovechó los años de confusión que había traído la invasión de Almanzor para liquidar la costumbre de que los abades fueran del linaje de los Sala. También logró que en 1016 una bula del papa colocara al monasterio bajo la jurisdicción directa de Roma, eximiéndolo de cualquier otra. La dependencia de Roma daba mayor libertad de movimientos y fue solicitada por otros muchos conjuntos monásticos medievales. El de Sant Benet de Bages fue uno de los primeros de Catalunya en conseguirlo.

Desde comienzos del siglo XI y hasta comienzos del siglo XII, el monasterio dependió del de Sant Ponç de Tomeres, de Narbona, Francia. Ello se debe a la reforma cluniacense. Por motivos que se desconocen, Sant Benet recobró su independencia tras este periodo.

En 1125 el ejército musulmán saqueó de nuevo el conjunto monástico. Las obras de restauración afectaron seriamente a la iglesia y al claustro y fueron financiadas  por una serie de nobles a cambio del derecho de ser enterrados en Sant Benet.


Situación política en el momento de construir Sant Benet, siglo X.
Fuente: reyesydinastias.blogspot.com.es

Hasta el siglo XII el monasterio de Sant Benet de Bages era el más importante de la Catalunya central. Sus posesiones alcanzaban el 30% de lo que fue la Catalunya Vella, en los condados de Barcelona, Osona, Urgell y Besalú-Vallespir-Fenolleda. Eran propiedad de Sant Benet los molinos del Llobregat, del Calders y del Marfà. En 1212 se hicieron nuevas obras de reconstrucción y el monasterio fue consagrado de nuevo. Se vivió el periodo de mayor esplendor de toda su historia durante los siglos XIII y XIV, hasta que vino la Peste Negra en 1348, de la que  tan sólo dos monjes sobrevivieron. Se abrió entonces un periodo de decadencia.

A finales del siglo XVI Sant Benet pasó a depender de Montserrat, a petición de Felipe II. A su vez, estaba bajo la autoridad de la congregación de San Benito el Real de Valladolid, del que dependía Montserrat. Entonces se creó una escuela de arte y filosofía, que se mantuvo hasta 1671, y a partir de esta fecha el monasterio sirvió de lugar de retiro para lo monjes de Montserrat. En 1633 el monasterio sufrió un terrible incendio que acentuó aún más su declive.

El abandono final se produjo tras la Desamortización de 1835. En 1907 fue comprado por la familia Casas, quienes realizaron una restauración y reforma de la que se encargó Josep Puig i Cadafalch. En 1931 la República lo declaró Monumento Nacional. Finalmente, desde el 2000 es propiedad de una entidad financiera.


Plano del monasterio. Fuente: cartel informativo de St. Benet

De la obra original sólo quedan la estructura de la iglesia y el claustro. Otras dependencias, como el segundo piso del claustro, el dormitorio, la despensa, la bodega del siglo XV, el palacio abacial del siglo XVII y diversas obras hechas por la familia Casas, son de épocas posteriores. Es uno de los conjuntos monásticos medievales mejor conservados de Catalunya.

Sant Benet es el primer monasterio en toda España que de dedica a san Benito, iniciador de la vida monástica en el Occidente cristiano en los siglos V y VI. Creó unas normas de funcionamiento de la vida monacal que trataba de corregir los abusos de una Iglesia que nadaba en la opulencia y que se había apartado del cristianismo primitivo. La “Santa Regla” de san Benito fue seguida por muchas comunidades religiosas europeas.