El templo
Esta es una iglesia de una sola nave, bóveda de medio cañón y ábside semicircular, con algunas reformas posteriores: en el siglo XVI se construyó una capilla y en el siglo XVIII se edificó una torre. La decoración es lombarda con arcuaciones ciegas.
La orientación del templo es de 115º, es decir, prácticamente a la salida del sol en el solsticio de invierno.
Cartel informativo: "Presenta una nave única rematada en un ábside ultrasemicricular. en el lado norte se adosa, en el siglo XVI, la capilla de la Virgen del Rosario y, en la zona de los pies, ya en el siglo XVIII, se construyeron un pórtico (desaparecido en la última restauración) y la torre campanario"
La serie de figuras del muro sur: cabeza de caballo, escena de lucha, abad, cabeza y personaje con el Evangelio |
El exterior
En el muro sur aparecen una serie de bajorrelieves, que seguramente provienen de una construcción anterior: una cabeza de caballo, un personaje con unos Evangelios y seis dedos en su mano derecha, dibujo geométrico, cabeza humana con un clavo en su ojo izquierdo y un abad con báculo de peregrino.
Hay una escena de lucha en una especie de capitel, aunque la erosión ha hecho estragos en la piedra. Uno de los implicados lleva una espada y el otro lo que parece una piedra.
El pórtico fue desmontado en 1981. Los relieves esculpidos han sido recolocados en el interior de la iglesia: un arcaico crismón dentro de un rectángulo (en lugar de estar dentro de un círculo, como es lo habitual), dos animales (toros o carneros) y figuras geométricas.
Cartel informativo: "El aspecto exterior se enriquece por el juego de volúmenes que crean las distintas alturas del presbiterio y la nave y los añadidos posteriores. Y también por el friso de arquillos ciegos que recorren el perímetro exterior del templo, apeando a intervalos irregulares sobre pequeños resaltes denominados lesenas. Todos estos elementos, al igual que las pequeñas dimensiones de los sillares empleados, denotan la influencia de maestros lombardos, activos en la zona en esta época. Hay que destacar el hecho de que algunos de los arquillos cobijan elementos decorativos en relieve, constituyendo un caso excepcional en la comarca. Su temática es variada, presentando decoración de entrelazados, animales y figuras humanas."
El interior
Encontraremos una pila bautismal del siglo XIII. Está decorada con tres peces, en alusión a Cristo, motivos geométricos y un personaje difícil de identificar.
También veremos en el interior del templo un crismón grabado en la piedra. Hay restos de pintura mural.
Cartel informativo: "El interior se cubre con bóveda de cañón en la nave y con bóveda de cuarto de esfera en el ábside. La capilla de la Virgen del Rosario muestra una bóveda de crucería estrellada y alberga nueve sillares con decoración en relieve que originariamente ornaban los muros exteriores del templo. Entre ellos destacan dos, con las representaciones de un buey y un carnero, y con un crismón inscrito en un rectángulo, en lugar de la habitual circunferencia. En esta misma capilla se conserva una pila bautismal del siglo XV decorada en al parte superior con botones y rosetas.
"En uno de los tramos de la bóveda de la nave se localizaron restos de pinturas murales con decoración en base de rosetas encerradas en círculos entrelazados. En la actualidad estas pinturas, trasladadas a otro soporte, se exponen en el muro norte de la nave.
"En conjunto la iglesia destaca por su sobriedad y recogimiento, favorecidos por la escasa iluminación. En este contexto hay que mencionar el vano en forma de cruz que preside el arco triunfal que da acceso al presbiterio. Su disposición y forma poseen un significado simbólico que identifica a Cristo con la luz que ilumina la Iglesia."
Crismón cuadrangular (lo habitual es el crismón circular) |
Carnero (¿constelación de Aries?) y motivo geométrico |
Motivo geométrico y bóvido (¿constelación de tauro?) |
Las ánforas de resonancia
(información tomada de A.García Omedes)
Destaca este templo por sus cuatro ánforas de resonancia situadas en el techo del ábside, con unos diámetros entre 9 y 12 cm. y una profundidad de igualmente entre 9 y 12 cm. Las ánforas son un sistema para reverberar la música en un espacio determinado (en este caso hablamos de las salmodias medievales, en un momento en que la liturgia debería ser cantada y no hablada); por el contrario, con la palabra las ánforas dificultan su entendimiento.
Junto con el relieve del abad, que contemplamos en el muro exterior, la presencia de ánforas de resonancia puede ser la prueba de que aquí hubo una comunidad monástica.
Diversos sistemas de aumentar la sonoridad de un espacio son conocidos desde la Antigüedad. Se emplearon en el teatro griego; incluso la forma del teatro (en semicírculo y con bancadas en orden ascendente) es ya una forma de aumentar la reverberación del sonido.