Las Cinco Villas, Zaragoza


Biota, iglesia de San Miguel: 

portada oeste


La portada oeste data de fines del siglo XII. Es la entrada principal al templo. Tiene 4 arquivoltas, capiteles decorados y tímpano con la escena de la Adoración de los Reyes Magos, que tiene como modelo el de Santiago de Agüero. 

El número cuatro se relaciona con la figura geométrica del cuadrado, los puntos cardinales, los cuatro elementos... El Tetragrama o cuadratura del círculo ha sido una de las preocupaciones de todos los tiempos. La 'tetraktys' pitagórica es el número básico. El cuatro suele ser el número simbolizado en los mandalas y en los dibujos de los indios Pueblos.

La portada oeste es la entrada principal al templo

El tema de los  Reyes Magos apenas se menciona en los Evangelios oficiales en un pasaje breve de san Mateo. En cambio, en los Evangelios apócrifos  se hace referencia a ellos repetidamente. Asimismo, es un tema muy habitual en los capiteles del Románico y con mucha fuerza en las costumbres de las sociedades occidentales (la fiesta del 6 de enero). Los magos venían de oriente, y eran "magos", es decir, iniciados. Si recurrimos a la alquimia, el tema está más claro: en el proceso alquímico llega un momento en que la materia que se va transformando en una masa hojaldrada, en la que aparece dibujada una estrella de 6 puntas, y de donde saldrá la piedra filosofal. La fiesta que se celebra el 6 de enero, en Egipto, era "la manifestación del nuevo sol". 

Los capiteles reproducen a hombres contra monstruos, fieras contra corderos, un cantero trabajando la piedra, aves, un Pantocrátor con el Tetramorfos, monstruos andrófagos en las ménsulas que sostienen el tímpano...


Leones a ambos lados de la portada. El león tiene un significado protector. Hay leones en los tempos mesopotámicos y egipcios. Se cree que Mahoma domesticó al león y al lobo para proteger la entrada al Paraíso. También se cree que hace resucitar a sus crías -que nacen muertas- a los 3 días de nacer, por lo que simboliza el ciclo muerte/resurrección.


El tímpano representa la adoración de los Reyes Magos. La fiesta que se celebra el 6 de enero, en Egipto, era "la manifestación del nuevo sol". 


Capiteles del lado izquierdo

Cantero y aves afrontadas. Las figuras de los canteros son muy poco representadas en la iconografía románica. El ave, por vivir en las alturas, se relaciona con el mundo superior, el espíritu, el mundo del más allá, la sabiduría, la conexión con los dioses.

Dos lobos devorando un cordero y Pantocrátor, dentro de una mandorla, con los Evangelistas o Tetramorfos. En las religiones precristianas la mandorla es la representación de la Diosa Madre, pues tiene la forma de una vulva. La escena que se reproduce en el Románico representaría a Dios saliendo de la vulva de la Madre Tierra. Los pitagóricos tienen la mandorla como una figura sagrada: dividiendo su altura por su altura tenemos la relación 265:153, que es la raíz cuadrada de 3. Son precisamente 153 el número de peces que se pescaron en un milagro de Jesucristo. 
Son antecedentes del tetramorfos los cuatro hijos de Horus, representados también por tres animales (chacal, mono y halcón) y un hombre y también relacionados con los puntos cardinales. Los hijos de Horus custodian el alma de este dios, lo mismo que el tetramorfos rodea a Cristo. Tenían la función de guardar las vísceras del personaje que estaba siendo embalsamado, así como de colaborar con Osiris en el pesaje de las almas. Parece ser que, a su vez, el tetramorfos egipcio se basa en otro  sumerio.


Pantocrátor y modillón con monstruo andrófago. Los monstruos que devoran indican el proceso de muerte/resurrección que se da cuando entramos en un templo. Este proceso de iniciación se realiza a través de la muerte/resurrección del iniciado, que debe morir simbólicamente para renacer como Hombre Nuevo. En el Tíbet, en el rito del 'tchoed' el iniciado invoca a la diosa para que trocee su cuerpo y sea devorado por las bestias y los demonios. En la Edad Media son conocidos los ritos iniciáticos en los gremios de constructores y herreros, así como en ciertas sociedades (los Templarios, por ejemplo).

Monstruo andrófago enfrente del anterior

Capiteles del lado derecho

Guerreros y monstruos. Los monstruos se refieren a nuestras pasiones más profundas. El hecho de que sean dos y enfrentados nos lleva al pensamiento dualista, que nos presenta la realidad como el enfrentamiento de dos elementos iguales, que se oponen y se complementan a la vez. Angelus Silesius (siglo XVII) dice: "Dos hombres hay en mí: uno quiere lo que Dios quiere; el otro, lo que quiere el mundo, el demonio y la muerte."  Anteriormente,  Tomás de Aquino señalaba: "duo sunt in homine" (dos [realidades] están en el hombre). 

Arquero y guerreros. El arqueo puede ser Sagitario, en lucha contra las pasiones (monstruo). Sagitario simboliza la conciencia superior. Pertenece al elemento fuego, junto con Arias y Leo, y está regido por Júpiter. Sagitario simboliza la conciencia superior. Pertenece al elemento fuego, junto con Arias y Leo, y está regido por Júpiter.