Románico de los Valles Pasiegos, Cantabria

Santa María de Cayón, iglesia de la Asunción. 

El exterior: los canecillos

Destacan los canecillos del exterior. Los del ábside presentan monstruos, personas (músicos…). Los capiteles son de motivos vegetales, personas y animales enfrentados y otros.

Sobre el pórtico se construyó una torre. Su primera planta es de románico tardío y el resto de los siglo XVI y XVII.

La espadaña es románica, con modificaciones en siglos posteriores.

Foto de la izquierda: personajes mirando a ambos lados. Es una representación de Jano, un dios de la mitología romana. Se le representa con dos caras mirando a lados opuestos. Es el dios de la dualidad: de las puertas abiertas y cerradas, de los buenos finales, del comienzo y el final. Por ello se le relaciona con el primer día del año y al primer mes se le da su nombre ('enero' deriva de 'janus'). Se cree que Jano fue el inventor del dinero, la navegación y la agricultura.

Foto de la derecha: tres cabezas humanas. El significa puede ser muy variado. Normalmente, tres cabezas humanas representan el devenir del tiempo: pasado, presente y futuro, en un movimiento cíclico. En la Edad Media hay algunas representan de Cristo por triplicado, haciéndose eco de representaciones anteriores paganas: el can Cerbero (mitología griega), guardián de los infiernos, tiene tres cabezas, lo mismo que el malvado dragón Zmey Gorýnych (milotogía eslava), que seguramente se inspira en los dragones chinos también provistos de tres testuces.

Animales que devoran. Indican un proceso de iniciación de muerte/resurrección. En la Edad Media son conocidos los ritos iniciáticos en los gremios de constructores y herreros, así como en ciertas sociedades (los Templarios, por ejemplo).

Personajes

Ave y aves afrontadas. Un indio cherokee dijo a su nieto: "Hijo mío, dentro de cada uno de nosotros hay una batalla entre dos lobos- Uno es Malvado. Es la ira, la envidia, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras y el ego. El otro es Benévolo. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la bondad, la empatía, la verdad". El niño pensó un poco y preguntó: "Abuelo, ¿qué lobo gana?". El anciano respondió: "El que tú alimentes".

Parto, monstruo y músico