Monasterio de Poblet. 

                La iglesia


Es un edificio originariamente románico del siglo XII con  modificaciones posteriores a lo largo de los siglos. Tiene planta basilical de cruz latina, tres naves y bóveda de cañón apuntado en la central y de crucería en las laterales. En la cabecera  se encuentran 7 capillas absidiales. El cimborrio, magnífico, se construyó en el siglo XIV. Las dimensiones son de gran amplitud: 85 metros de largo, 21 metros de ancho y 28 metros de alto. La decoración de este templo es casi inexistente, siguiendo las normas del Císter; para  Agustí Altisent, «produce el estremecimiento de un contacto con la serenidad de lo inefable, la comunión con el reino de la paz».


Las dimensiones son de gran amplitud: 85 metros de largo, 21 metros de ancho y 28 metros de alto.


La puerta exterior es barroca. Desde allí se accede a un atrio románico de finales del siglo XIII. El rosetón de la fachada occidental también es de estas mismas mismas fechas. La fachada que hoy contemplamos es el siglo XVII con una modificación en el siglo siguiente, en estilo barroco.

En su forma actual, la iglesia fue consagrada en 1695 por el arzobispo de Tarragona. En el tímpano de la puerta tenemos una inscripción en latín, cuya traducción al castellano es la siguiente: «En el año del Señor 1695, mientras gobernaban felizmente la sede apostólica Inocencio XII, Pontífice Óptimo y Máximo, y los reinos de las Españas y del nuevo mundo el católico, potentísimo y deseadísimo Carlos II: este sagrado y real archicenobio el muy ilustre Dom fray Pedro Albert: el ilustrísimo y reverendísimo señor fray José Llinás, de la sagrada y real Orden de la Bienaventurada María de la Merced de la Redención de Cautivos, arzobispo de Tarragona y primado de las Españas, consagró esta basílica en honor de la Bienaventurada Virgen María Madre de Dios con el título de la Asunción, en los idus de noviembre, día señalado del Patrocinio de la misma Virgen Madre.»

La orientación del templo es de 93º, prácticamente a la salida del sol en los equinoccios.

 El rosetón de la fachada occidental es del siglo XIII



Atrio de la iglesia o galilea


El pórtico de la iglesia es del siglo XIII, que en siglo siguiente se cerró, quedando como una especie de vestíbulo. Las dimensiones son: 22,60 metros de largo por 7 metros de ancho. Destaca el crismón, de grandes dimensiones, con el Cordero Místico.

Una inscripción nos habla de la consagración de la iglesia en 1695 por el arzobispo de Tarragona José Llinás.

El retablo del Santo Sepulcro es del siglo XVI y realizado por Andrés Ramírez, que vivía en l’Espluga de Francolí. Este retablo se sitúa a mano derecha del atrio.

Un Calvario de procedencia castellana lo vemos en la antigua capilla de la Virgen de los Ángeles. Anteriormente había un retablo dedicado a esta Virgen.

En el atrio destaca el crismón, de grandes dimensiones, con el Cordero Místico.



La maravilla del retablo de Damià Forment


El retablo está hecho en alabastro de Sarral y de Ollers y se terminó en 1527. Supone la introducción en la Península del estilo renacentista.

La Virgen es la figura central, rodeada de los santos, a la izquierda, y de santas, a la derecha. En la parte inferior del retablo tenemos escenas de la Pasión de Cristo, y en la parte superior, escenas de la vida de la Virgen y de Jesús. Arriba de todo, Cristo rodeado de los apóstoles. En el ático, el Calvario.


El retablo de Poblet supone la introducción en la Península del estilo renacentista.


La Virgen es la figura central, rodeada de los santos, a la izquierda, y de santas, a la derecha. 


La obra no estuvo exenta de problemas. El presupuesto era de 4.060 ducados y una mula, algo que los monjes consideraron excesivo, pero no el abad Caixat, que es quien aceptó tal cantidad. La comunidad de religiosos mostró su disconformidad aduciendo que no estaban de acuerdo con las medidas ni con la calidad del alabastro del retablo ni con el hecho de que los trabajos los hubieran hecho empleados de Forment y no el artista mismo. Damià Forment se defendía diciendo que le habían hecho introducir cambios sobre la marcha, cuando los trabajos se estaban realizando y una vez programados. La realidad era que la construcción del retablo se hizo en medio de un escándalo de corrupción de grandes dimensiones. Caixal era un abad muy corrupto: no se abstenía de comer carne, suprimió la caridad a los pobres, cogía dinero del monasterio y lo enviaba a sus parientes y tenía una concubina. Finalmente, el abad fue destituido por los monjes en 1531, cuando a Forment aún se le debían 960 ducados y la mula, que los monjes se negaron a pagarle argumentando que el precio de los trabajos era excesivo y que Forment había sobornado al abad con regalos escultóricos. Aunque el artista inició un pleito contra Poblet, jamás percibió el pago final… ni tampoco la mula.



Detalles del retablo