Beato de Liébana
 

El Apocalipsis de Juan
 
 
 
Precedentes y fuentes del Beato de Liébana
 
 La idea del fin del mundo y la de venida del Mesías que salva a la Humanidad es recurrente en el Cristianismo. El Apocalipsis de Juan es la obra por excelencia cuando hablamos de estos temas, pero existe en el Cristianismo toda una tradición apocalíptica, que se hace  muy fuerte en los primeros siglos de la Edad Media.
 
 Así, la Crónica Mozárabe del 754 presenta la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica como la señal del fin de los tiempos, y a Mahoma como la encarnación de Anticristo.
 
 El libro de Henoch tuvo un gran predicamento entre los medios religiosos y culturares hasta la Edad Media; sin embargo sólo estaba aceptado por la iglesia cristiana etíope. La Iglesia Católica lo rechaza. Se escribió entre el siglo III y el siglo I a.n.e., de autor o autores desconocidos. Destaca por su contenido profético y apocalíptico.
 
 En el caso de Agustín de Hipona, como uno de los personajes más relevantes de la Iglesia, su opinión sobre el fin de los tiempos tiene una gran influencia y credibilidad entre los cristianos. El libro XX de su obra capital “De civitate Dei” está dedicado al Apocalipsis, basándose no sólo en el Apocalipsis de Juan sino en toda una larga lista de autores que habían tratado el tema: Isaías, Daniel, Pablo en la II Epístola a los Tesolanicenses, etc. Agustín de Hipona sostiene que el fin de los tiempos vendrá marcado por el Anticristo, que obrará con engaño para atraerse a las gentes: “Su venida será, como se ha dicho, con todo el poder de Satanás, con señales y prodigios falsos y engañosos, para seducir a los perdidos y réprobos; porque entonces estará suelo Satanás, y obrará por medio del Anticristo prodigios admirables, pero falsos”. También están presentes en la obra agustiniana todos los temas que serán los ejes de la tradición apocalíptica medieval: “permisión divina de la actuación del Anticristo; predicación de Elías contra el mismo; destrucción del mundo; Gog y Magog; muerte del Anticristo a través del Espíritu que emana de la boca divina; el Cielo nuevo y la Tierra nueva …” (1)
 
 El papa Gregorio Magno también forma parte de la corriente apocalíptica. Sus fuentes son, al igual que Agustín de Hipona, los textos de Daniel, el Apocalipsis de Juan, la Epístola II de Pablo a los Tesalonicenses, Isaías, etc.
 
 “Beato maneja, además de la Biblia, obras de San Gregorio, Isidoro de Sevilla, Victorino, Primasio, Ticonio, Apringio, Jerónimo, Agustín de Hipona, Ambrosio, Fulgencio, Orígenes, Casino, Cipriano, Cirilo, Euquerio, Filastro, Gregorio de Elvira y Hegesipo. La fuente principal es el comentario de Ticonio, que sin duda manejó directamente. Para los cinco primeros capítulos y los cinco últimos del Apocalipsis utiliza también a Aprigio de Beja, y para los intermedios se sirve de Victorino” (2)
 
 Beato copia textualmente los textos que le interesan y de esta forma confecciona con mucha habilidad una obra única a base de enganchar una multitud de citas. Tan sólo dos páginas de sus “Comentarios…” son obra original suya.
 
 
Beato de Seu d'Urgell. La revelación a Juan
 
 
 
El Apocalipsis de Juan
 
Sus orígenes están en el Antiguo Testamento, particularmente en el Libro de Daniel, del  167 a.n.e. La obra de Juan se sale de la temática propia de los textos de los otros Evangelistas y por ello también la Iglesia tardó varios siglos en aceptarlo como libro propio. El Apocalipsis recuerda más a las tradiciones semíticas que apuntan a creencias aún más antiguas en otras culturas de Oriente, que a lo que entendemos como Cristianismo.
 
Fue escrito en el siglo I, y su detonante pueden ser  las persecuciones de los cristianos que realizaron Nerón y anteriormente Domiciano. Ambos –Nerón y Domiciano- encarnan en esos momento al Anticristo, de la misma forma que el Imperio Romano sería el reino del Anticristo. Al final, la intervención divina hará que el Bien triunfe sobre el Mal, o, dicho en términos históricos, el Imperio Romano se hundirá el vendrá el Reino de Dios.
 
 El libro está lleno de símbolos y acontecimientos proféticos, por lo que su interpretación ha sido objeto continuo de debate en los últimos 2.000 años. Así, se ha identificado al Anticristo con diversos personajes de la Historia. Mahoma, Napoléon, Hitler, el presidente de los EEUU … En la actualidad, se asocian las crisis, los desastres naturales y las guerras con los males que anunciaba el Apocalipsis.
 
 El Apocalipsis se puede dividir en varias secciones:
 
 “- Introducción y presentación (Ap 1). Presenta la visión de todo el libro e introduce la siguiente sección (el mensaje a  las Iglesias) como venido de parte de un … hombre de larga túnica, cuyas cabellos eran blancos. En su mano tenía siete estrellas y de su boca salía una espada de doble filo … en referencia a Cristo resucitado.
 
 “- El mensaje a las Iglesias (Ap 2-3). Es una serie de evaluaciones buenas y malas, a siete comunidades que terminan en un reto a la inspiración para vencer (…)
 
 “- Las Teofonías de Dios (Ap 4). Se presenta un conjunto de símbolos que representan la majestad de Dios, haciendo alusión a las teofonías más importantes del Antiguo Testamento: la zarza ardiente, el monte Sinaí, la vocación de Isaías y la visión de Ezequiel en el río Quebar.
 
 
 
Beato de San Andrés de Arroyo. Las Cuatro Bestias
 
 
  “- el Cordero (Ap 5) (…) como el único que es capaz de entender al principio el designio de Dios y por lo tanto de abrir el libro de los siete sellos.
 
 “- Los siete sellos (Ap 6-8). En esta sección abundan los símbolos numéricos y cromáticos. La sección comienza con la famosa descripción de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a  la Humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el Juicio Final.
 
 “- Las siete trompetas (Ap 8-11). Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas, y el surgimiento de la primera bestia que guerra con dos Testigos.
 
 “- El Dragón y las Bestias (Ap 12-13) (…) Se narra el surgimiento del Dragón, que combate con una Mujer que da a luz un Niño. Después, el Dragón convoca a dos Bestias que le sirven.
 
 “- Los Vencedores (Ap 14-15). Entran en escena los que serán vencedores del Dragón y las Bestias. Aunque en esta parte no se indica aún que los venzan, sí se indica que están de parte del Cordero, y que de hecho éste los dirige, dispuestos a vencer.
 
 “- Las siete copas (Ap 16). De nuevo en un simbolismo numérico, se habla de catástrofes y de la batalla final que comienza con la reunión de los ejércitos en un lugar llamado Armagedón.
 
 “- La Prostituta y la Caída de Babilonia (Ap 17-19). Entra en escena la Prostituta (denominada la Gran Babilonia), que está sostenida por las Bestias y el Dragón. Entra entonces en escena Cristo montado en un caballo blanco, la Gran Prostituta es vencida y las Bestias son capturadas y echadas al fuego.
 
 “- La Derrota (Ap 20). Se menciona que el Dragón queda encerrado por mil años luego de la victoria de la sección anterior y que al final volverá a salir reuniendo a todas las naciones representadas por Gog y Magog para ser vencido de nuevo, esta vez de manera definitiva.
 
 “- La nueva Jerusalén (Ap 21-22). La visión concluye con esperanza: la tierra y el cielo son hechos de nuevo, Jerusalén, como símbolo de la ciudad de Dios, es toda la Tierra donde ahora Dios habita directamente en medio de todos los hombres. El libro (…) concluye con una bendición y una petición que apremian a Jesús a volver pronto” (2)
 
 Detengámonos un poco en algunos símbolos que aparecen en la obra:
 
 
 
El Cordero de Dios
 
 Jesucristo es representado como un cordero, pues será sacrificado por los pecados de todos los hombres, de la misma forma que los judíos sacrificaban y comían un cordero durante la Pascua.
 
 
Los Cuatro Seres Vivientes
 
 En la Biblia aparecen como seres alados, asociado cada uno de ellos a un león, un toro, un rostro humano y un águila. Al mismo tiempo, se les asocia con los cuatro evangelistas.
   
 
Armagedón
 
 Se refiere al lugar de Megido (Har Megido, en hebreo), en Oriente Medio, donde se  libraron grandes batallas a lo largo de la Historia, comenzando por la de los egipcios contra los hititas en el siglo XV a.n.e.
 
 “La batalla de Armagedón se llevará a cabo justo al final de la gran tribulación y al principio del milenio (reinado mesiánico en la Tierra de mil años). Los reyes de la Tierra se reunirán en Megido para luchar contra Dios, pero serán derrotados por Jesucristo y sus ángeles, arrojando por último la Bestia junto el falso profeta, al lago del fuego, mientras Satanás será atado en los profundo del abismo por el tiempo que dure el reinado de Jesús y el Espíritu Santo en la Tierra”(2)
   
 
La marca de la Bestia
 
 Es el número 666, aunque investigaciones recientes indican que la Biblia se refiere al número 616.
 
 “Una teoría al respecto se basa en que los romanos expresaban los números en letras con distinto valor. Así, la cifra 666 es, en numeración romana, DCLXVI. Este acrónimo vendría a significar: Domitius (o Domitianus) Caesar Legatos Xti Violenter Interferit, que traducido es: Domicio ( o Domiciano) César mató vilmente a los enviados de Cristo. Domicio es el nombre del emperador Nerón antes de ser adoptado por el emperador Claudio como hijo suyo. La cifra apunta a Nerón o al emperador Domiciano, famosos ambos por sus persecuciones a los cristianos, como el Anticristo.
 
 “El que San Ireneo y luego investigaciones modernas, indiquen que la cifra de la Bestia es el 616, y no el 666, supone eliminar la L de Legatos, con lo que el acrónimo significaría: “Domicio (o Domiciano) César mató vilmente a Cristo, que hace que el sentido de la frase sea más genérico, pero sigue apuntando a Nerón o a Domiciano como los responsables de los males de los cristianos” (3)
 
 En tiempos modernos se asocia a Internet con la marca de la Bestia. “Los primeros indicios de esta vinculación surgieron a finales del siglo XX, cuando, tras la realización de unas excavaciones arqueológicas que intentaban buscar los restos arqueológicos de las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra en las cercanías del Mar Muerto, se encontraron restos de una antigua cultura semítica, hasta el momento desconocida, que, en sus grabados identificaba el fin del mundo en el futuro a un ser ligado a tres símbolos repetidos, muy parecidos a la letra omega griega (símbolo además, en la tradición cristiana, con el final de los tiempos) y a los que atribuyeron la posible pronunciación [uom]: la señal de ese ser sería, por tanto, uom, uom, uom. Esto llevó a su identificación con la letra [waw, presente en los alfabetos semíticos arameo, hebreo y árabe, que representa a la w del alfabeto latino y que es, precisamente, la sexta letra en la ordenación de los alfabetos hebreo ( ו ), arameo ( ), fenicio ( ) y también en la ordenación alfabética árabe tradicional (و), es decir, en el orden del adjab. El número 6, por tanto, indicaría sencillamente la sexta letra de los alfabetos en que se escribieron originalmente los textos bíblicos y representaría la letra w. Así, 666 no sería más que www (World Wide Web). En favor de esta hipótesis, aducen que, explícitamente, en el Apocalipsis se dice que, en el futuro, nadie podrá comprar ni vender si no es con el número de la Bestia, lo cual lo relacionaría con el comercio electrónico, cada vez más extendido a través de la red (Ap 13:17).” (3)
   
 
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
 
 Dios los envía para traer terribles plagas a la Humanidad. El que sean 4 (símbolo de la Tierra) quiere decir que las plagas se extenderán por todo el planeta. Cada jinete va sobre un caballo de distinto color, cuyo significado sería:
 
-      Caballo blanco: la guerra
-      Caballo negro: la pobreza
-      Caballo verde o amarillo: la muerte o la enfermedad
-      Caballo blanco: la muerte
 
 
 Los 144.000
 
 La cifra equivale a 12 x 12 x 1000, es decir, el pueblo de Dios (el número 12) al cuadrado y por 1000, o sea, una gran multitud.
   
 
Babilonia y la Gran Prostituta
 
 Babilonia fue la ciudad a la que fue deportada la élite de la sociedad hebrea en el 585 a.n.e. Es el símbolo de la invasión extranjera y del pecado, y de ahí que aparezca la figura de la prostituta.
 
 
 
Beato de la Biblioteca Nacional. El Arca de Noé
 
 
 
Notas
 
1- (José Guadalajara Medina, Las profecías del Anticristo en la Edad Media, ed. Gredos)
2 - (Wikipedia, Comentarios al Apocalipisis)
3-  (Wikipedia, Marca de la Bestia)