Las pinturas de la Tía Chula y la Puerta del Sol
Equinoccios y Solsticios
en la Tía Chula
Equinocio de otoño: durante varios días, el sol atraviesa la "puerta del sol". La foto está tomada el 20 de septiembre de 2005 a las 9:28 |
Equinocio de primavera: durante varios días, el sol atraviesa la "puerta del sol". La foto está tomada el 28 de marzo de 2005 a las 9.29 h. (horario de verano, en realidad 8:29) |
DESCRIPCION
Muy cerca de Oliete, en la ladera de montaña que da sobre el río Martín, encontramos una roca de unos 8 m. de altura de forma cónica. En la pared de la roca que da al río se hallan las pinturas de la Tía Chula.
El estudio de las pinturas fue realizado hace unos años por Antonio Beltrán y José Royo. "El conjunto está formado por cuatro trazos gruesos, irregulares, de color rojo, verticales, cuyas medidas son de 25 cm. de largo de promedio (...) y además de ellos por un signo formado por tres cortos trazos verticales y uno horizontal que los cierra por su parte superior (...), un hombrecillo cornudo esquemático a la derecha del espectador de los trazos anteriores y dos manchas o confusos signos de apariencia circular, esteliformes o en forma de astro". (1)
"Es indudable que las pinturas fueron realizadas en dos momentos distintos, con una pequeña variedad en los colores, tal como se distingue en las dos manchas o 'astros' y respondiendo a dos técnicas diferentes, una que se valió de pinceles gruesos y gran embebimento de pigmento, tal como aparece en todos los trazos, y otro de pinceladas finas, rápidas y muy regulares, denunciadas por la figura esquemática humana". (2)
El primer signo esteliforme "es un astro o estrella en el que se aprecian ocho lóbulos que dibujan una forma sensiblemente circular". (3)
El segundo signo esteliforme es "muy semejante al signo anterior, aunque más confuso y más defectuosamente delimitado por su peor conservación". (4)
"El conjunto descrito está formado por pinturas esquemáticas que se sitúan cronológica y culturalmente entre el Eneolítico y el Bronce medio". (5)
Justo debajo de las pinturas, un saliente de la roca sugiere un pequeño altar.
A unos 10 metros de distancia si sitúa una roca de formas redondeadas, de unos 3 metros de ancho por unos 2,5 metros de alto, en la que aparecen dos aberturas rectangulares verticales de aproximadamente 1,5 m de alto y 40 cm. de ancho cada una de ellas. La abertura de la derecha atraviesa la roca de parte a parte. La de la izquierda da la impresión de que en alguna época también atravesó la roca, pero que luego quedó rellena de piedras, bien a causa de algún desprendimiento interno, bien porque quien la construyó juzgó que no cumplía las expectativas que se pretendían (sería un intento fallido), bien porque se trata de una ritualización de alguna forma de dualidad (la "puerta" que se abre, que es la de la derecha, y la "puerta" que está cerrada, que es la de la izquierda).
Lo primero que salta a la vista es que la roca con dos aberturas aparece dibujada esquemáticamente en el conjunto de las pinturas.
Por su significado e importancia, que más adelante explicaremos, a la abertura de la derecha (mirando desde las pinturas) la llamaremos "la puerta del sol".
En los alrededores del lugar figuran otros elementos, que describiremos al final, a saber:
- una fuente que mana de una cueva recogiendo aguas subterráneas que provienen de la montaña, situada unos 100 metros más abajo y en línea con el frontón de la Tía Chula si nos situamos en el río
- una caída de agua (funciona sólo cuando llueve) a unos 250 m de Tía Chula, en dirección opuesta a la anterior, y hacia el interior de la montaña,
- la gran planicie al pie de la Tía Chula y la proximidad tanto de la fuente como del río hacen pensar en un poblamiento postpaleolítico en la zona
SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS
Si observamos cada día la salida del sol, apreciaremos cuatro posiciones a lo largo del año:
a) una posición máxima a nuestra izquierda en el solsticio de verano, hacia el 22 de junio, formando un ángulo de 23º27' con el Este geográfico. Es el día más largo del año, en el que el sol alcanza su mayor altura en el cielo.
b) una posición máxima a nuestra derecha en el solsticio de invierno, hacia el 21 de diciembre, seis meses más tarde, formando un ángulo de 23º27' con el Este geográfico. Es el día más corto del año, en el que el sol alcanza su menor altura en el cielo.
c) una posición intermedia a las anteriores, coincidente con el Este geográfico, hacia el 21 de marzo (equinoccio de primavera) y, seis meses más tarde, el 23 de septiembre (equinoccio de otoño). En los equinoccios los días y las noches tienen la misma duración. El sol alcanza una altura intermedia entre las de los dos solsticios.
Estas cuatro posiciones del sol marcan las cuatro estaciones del año. Desde el neolítico, todas las culturas agrícolas han ritualizado los equinoccios y solsticios, bien sea a la salida del sol o a su puesta, pues constituyen el calendario que marca inexorablemente el ciclo agrícola año tras año.
Los solsticios
Solsticio" viene del latín "sol-sticius" ó "sol inmóvil", debido a que, en las fechas en que se produce, el sol sale por el mismo punto durante una semana aproximadamente (es decir, el sol "no se mueve" en su salida)
Los equinoccios
"Equinoccio" viene del latín "aequi-noctium", es decir, noches iguales o, por extensión, ‘noches iguales a los días’. Pero también se puede afirmar que el "aequinoctium" recibe este nombre porque las noches son iguales en todo el planeta en las fechas indicadas, a diferencia del resto del año.
LOS SOLSTICIOS Y LOS EQUINOCCIOS EN LA TIA CHULA
Hemos hecho observaciones de la Tía Chula desde mayo de 2004. Hemos llegado a la conclusión, convenientemente documentada, que la Tía Chula señala el solsticio de verano en la puesta del sol (hacia las 20,15 h de la tarde) y los equinoccios de primavera y otoño en la salida del sol (entre las 9,15 y 9,30 h de la mañana, según los días). No hemos podido documentar ningún indicativo del solsticio de invierno.
Seguimos haciendo observaciones mensuales de las salidas y puestas de sol. Una mayor información puede matizar o ampliar las conclusiones a las que, de momento, hemos llegado.
Puesta del sol en el solsticio de verano .- Durante unos minutos, hacia las 20,15 h., unas piedras del interior de la "puerta del sol", que a simple vista parecen colocadas al azar, "cortan" los rayos de sol de tal manera que se forma un único rayo de un grosor de unos 2 cm. que recorre transversalmente el interior unos 40 cm: Se puede apreciar cómo este rayo se forma y va creciendo, alcanza su máximo y retrocede hasta desaparecer. Para ampliar su recorrido, se ha hecho una hendidura en ángulo en la pared interior, hacia la mitad de la misma.
Aparte del solsticio, se marcan las puestas de sol a comienzos de mayo y a mediados de agosto.- En este caso, un rayo de luz cruza el interior de la "puerta del sol" de parte a parte pegado a la pared. Las piedras del interior juegan el mismo papel que en el solsticio: rompen los rayos del sol de forma que un único rayo de apenas unos milímetros de espesor va recorriendo todo el interior de la "puerta del sol" (va creciendo) para, a continuación, retroceder y desaparecer.
Los equinoccios .- El momento más espectacular se produce en los equinoccios, cuando el sol hacia las 9,15 / 9,30 de la mañana (horario de verano) atraviesa la "puerta del sol". Nos hemos de situar en la planicie, a una cierta distancia del lugar, lo que nos hace pensar que la contemplación del sol en los equinoccios debía ser un acontecimiento social.
El sol naciente pasa por la "puerta del sol" desde el equinoccio de primavera hasta finales de abril en el equinoccio de primavera y desde finales de agosto hasta el equinoccio de otoño. Los momentos de mayor fuerza y especutacularidad coinciden con los equinoccios, mientras que el fenómeno va decayendo en los días siguientes (primavera) o anteriores (otoño), a medida que nos alejamos de esas fechas. En estos casos, las observaciones se han de hacer acercándose cada día más (primavera) o alejándose (otoño) a la roca donde está la "puerta del sol".
Mi primera observación documentada data del 27 y 28 de marzo de 2005, pues los días anteriores las nubes ocultaban el sol durante varias horas en las mañanas. En el equinoccio de otoño de 2005, he podido hacer buenas observaciones del 20 al 22 de septiembre; posteriormente, un cambio de tiempo me dificultó el trabajo.
Asimismo, el 23 de septiembre de 2004 pude observar cómo los rayos del sol, durante unos minutos, iluminaban el conjunto de la roca desde dentro (como una lámpara -la roca- con una bombilla -el sol- dentro). Este fenómeno ya no sucedía el 24 de septiembre. En los equinoccios de los años siguientes no puede documentar estos hechos debido a que los días fueron particularmente nublosos, hasta que lo ví de nuevo el 24 de marzo de 2007, no pudiendo apreciarlo al día siguiente a pesar de que (como había sucedido el 24 de septiembre de 2004), las condiciones climáticas eran óptimas.
Conclusiones:
- la puesta de sol tiene un significado máximo en el solsticio de verano, formándose un rayo de sol que recorre la puerta trasversalmente.
- un rayo del sol cruza la "puerta del sol" de lado a lado aproximadamente un mes y 3 semanas antes y un mes y tres semanas después, en las puestas de sol. No obstante, en el interior de la roca se producen otras trayectorias de la luz en otras fechas, que aún no he podido analizar y que requieren más observaciones por mi parte.
- la salida del sol tiene su significado máximo y más espectacular en los equinoccios de primavera y otoño, y va decreciendo en intensidad desde el equinoccio de primavera hasta finales de abril y creciendo en intensidad desde finales de agosto al equinoccio de otoño
- otro fenómeno curioso es la serpiente que se forma con la sombra de la roca en que están las pinturas y las colinas adyacentes. Se trata de una serpiente de unos 40 m. de longitud, que se “mueve” conforme el sol va haciendo su trayectoria y que presenta un parecido muy acusado con la serpiente pintada en los Estrechos de Albalate.
- finalmente, en los días en torno a los equinoccios, cuando los rayos del sol inciden más verticalmente en la “puerta del sol”, aparece en la planicie un espacio iluminado (como si de un foco se tratara). Por la espectacularidad del fenómeno, es muy posible que este “foco de luz” tuviera alguna significación añadida, como puede ser iluminar algún objeto sagrado o persona situado en la planicie.
Equinocio de otoño, 20-sept-2005: El paso de la luz del sol por la "puerta del sol" es tan fuerte que produce un "foco" en la planicie. Mi sombra es la que aparece en el centro del "foco" |
- si relacionamos todos estos hechos, tenemos un calendario solar de 6 meses cada año, en el que parecen subrayarse las fechas siguientes:
a) hacia el 21 de marzo, equinoccio de primavera: momento en que la luz del sol pasa con más fuerza por la "puerta del sol"; la roca se ilumina; la sombra de la roca donde se encuentran las pinturas y el conjunto de las montañas forman en la llanura la silueta de una serpiente parecida a la de los Estrechos de Albalate.
b) finales de abril / comienzos de mayo: el sol ya no pasa por la "puerta del sol" en su salida. Sin embargo, a la puesta del sol se forma el "rayo" en el interior de la "puerta del sol", que la atraviesa de parte a parte.
c) hacia 22 de junio, solsticio de verano: máximo grosor y mínima longitud del "rayo" de sol que se forma a las puestas de sol, que cruza el interior de la "puerta del sol" transversalmente.
d) mediados /finales de agosto: A la puesta del sol se forma el "rayo" en el interior de la "puerta del sol", que la atraviesa de parte a parte . A partir de ahí, comienza a verse, cada día con más fuerza y desde mayor alejamiento de la roca, cómo el sol va atravesando por la mañana la "puerta del sol".
e) hacia el 22 de septiembre, equinoccio de otoño: momento en que la luz del sol pasa con más fuerza por la "puerta del sol"; la roca se ilumina; la sombra de la roca donde se encuentran las pinturas y el conjunto de las montañas forman en la llanura la silueta de una serpiente parecida a la de los Estrechos de Albalate.
Parece confirmarse que el fenómeno se produce únicamente entre equinoccios. Es decir, que surge cada año hacia el 21 de marzo (tan sólo en unos pocos días inmediatamente anteriores los rayos del sol atraviesan muy débilmente y muy angulados la “puerta del sol”) y que a partir del 23 de septiembre desaparece (en correspondencia al equinoccio de primavera, tan sólo los días inmediatamente posteriores los rayos del sol atraviesan muy débilmente y muy angulados la “puerta del sol”, para no repetirse el fenómeno hasta el año siguiente).
Cabe lanzar la hipótesis de que el papel del sol en este semestre primavera - verano lo haga la luna llena en el otro semestre otoño - invierno, pues la luna ocupa posiciones parecidas y opuestas a las del sol en las salidas y en las puestas, a lo largo del año. No hemos hecho comprobación alguna en este sentido.
a) hacia el 21 de marzo, equinoccio de primavera: momento en que la luz del sol pasa con más fuerza por la "puerta del sol"; la roca se ilumina; la sombra de la roca donde se encuentran las pinturas y el conjunto de las montañas forman en la llanura la silueta de una serpiente parecida a la de los Estrechos de Albalate.
b) finales de abril / comienzos de mayo: el sol ya no pasa por la "puerta del sol" en su salida. Sin embargo, a la puesta del sol se forma el "rayo" en el interior de la "puerta del sol", que la atraviesa de parte a parte.
c) hacia 22 de junio, solsticio de verano: máximo grosor y mínima longitud del "rayo" de sol que se forma a las puestas de sol, que cruza el interior de la "puerta del sol" transversalmente.
d) mediados /finales de agosto: A la puesta del sol se forma el "rayo" en el interior de la "puerta del sol", que la atraviesa de parte a parte . A partir de ahí, comienza a verse, cada día con más fuerza y desde mayor alejamiento de la roca, cómo el sol va atravesando por la mañana la "puerta del sol".
e) hacia el 22 de septiembre, equinoccio de otoño: momento en que la luz del sol pasa con más fuerza por la "puerta del sol"; la roca se ilumina; la sombra de la roca donde se encuentran las pinturas y el conjunto de las montañas forman en la llanura la silueta de una serpiente parecida a la de los Estrechos de Albalate.
Parece confirmarse que el fenómeno se produce únicamente entre equinoccios. Es decir, que surge cada año hacia el 21 de marzo (tan sólo en unos pocos días inmediatamente anteriores los rayos del sol atraviesan muy débilmente y muy angulados la “puerta del sol”) y que a partir del 23 de septiembre desaparece (en correspondencia al equinoccio de primavera, tan sólo los días inmediatamente posteriores los rayos del sol atraviesan muy débilmente y muy angulados la “puerta del sol”, para no repetirse el fenómeno hasta el año siguiente).
Cabe lanzar la hipótesis de que el papel del sol en este semestre primavera - verano lo haga la luna llena en el otro semestre otoño - invierno, pues la luna ocupa posiciones parecidas y opuestas a las del sol en las salidas y en las puestas, a lo largo del año. No hemos hecho comprobación alguna en este sentido.
Parece que el registro de los equinoccios está más solemnizado que el del solsticio de verano. Vamos a analizar las pinturas desde este punto de vista.
Vamos a trazar dos hipótesis de interpretación, sin descartar la posibilidad de que la combinación de ambas es igualmente viable.
HIPOTESIS A)
El dibujo representa simplemente un sol esquemático lanzando sus rayos a una roca con dos aberturas, mientras un chamán ejecuta un rito. La raya horizontal sería el centro del sol y las rayas verticales serían los rayos. No hay que perder de vista el hecho de que sean 8 los rayos, número que se repite en muchas culturas cuando representan los rayos del sol, lo qu eequivaldría a dar un significado numérico a la representación.
HIPOTESIS B)
Dado que el sol entra "desde arriba" en la "puerta del sol", la deducción que se puede hacer es que este hecho está dibujado en las pinturas de la Tía Chula mediante las 4 rayas verticales (rayos solares) situadas encima de la "puerta del sol". A ésto hay que añadir el dibujo del brujo bailando (realizando un ritual) y dos signos circulares (dos soles = dos días).
La pintura trata de representar en dos (o tres) dimensiones unos hechos que están pasando: los rayos del sol, en lo más alto, caen sobre la roca de la "puerta del sol" y, al lado (detrás?, en la planicie?) el brujo ejecuta una danza ritual. La pintura "cuenta" unos hechos que se producen en los equinoccios. Podríamos hacer, pues, una primera "traducción" de las pinturas diciendo lo siguiente:
"Los rayos del sol pasan por la puerta del sol, mientras el brujo ejecuta un ritual, dos días (soles) al año".
Hay que precisar un poco más. Los rayos del sol, verticales, están cruzados por una raya horizontal justo en su mitad; en los equinoccios, el recorrido del sol está justo en su mitad entre los dos solsticios (mitad en el tiempo y mitad en la altura del sol). Por lo tanto, podemos componer la frase:
"Los rayos del sol, en el punto medio de su recorrido, pasan por la puerta del sol, mientras el brujo ejecuta un ritual, dos días (soles) al año".
La importancia de estas pinturas estaría en dos aspectos: en lo que representan (culto al sol) y en cómo lo representan (un relato complejo, que constituye una forma de pre-escritura).
En cuanto al culto al sol, se trata de ritualizar el ciclo solar. Todas las sociedades agrarias prehistóricas desarrollan sus cosmogonías en torno al sol (también en torno a otros astros: la luna, planetas, constelaciones... pero el sol no falta nunca). El sol es vida, fertilidad, garantía de que el ciclo agrario anual se va a cumplir. El momento decisivo del ciclo agrario sucede justo entre los dos equinoccios: con el de primavera la naturaleza renace y da sus frutos; con el de de otoño, las cosechas ya se han recogido y la naturaleza se prepara para el período de "letargo" invernal.
El año comienza con el equinoccio de primavera en muchas culturas antiguas. Ya lo señala la Biblia: Yahvé dijo a Moisés y Aarón en tierra de Egipto que "este mes (el del equinoccio de primavera) será para vosotros el comienzo del año, el mes primero del año" (6).
Por otra parte, Tía Chula revela la existencia de unas "matemáticas prehistóricas", pues aparecen elementos que numéricamente pueden tener algún significado (los 4 rayos del sol) , así como el concepto de 'mitad' (los rayos partidos por el medio).
Tía Chula no expresa simplemente un concepto (la fertilidad, el ciclo agrario...) de interés vital para el hombre prehistórico, sino que narra unos hechos que se producen dos veces al año. En este sentido, es, más que una pintura, una forma de escritura pre-jeroglífica. Es un logograma.
La magia simpática se hace presente en estas pinturas: los hombres de la prehistoria creían que, cuando se tiene una imagen, se tiene poder sobre lo que la imagen representa. El papel de las pinturas de la Tía Chula, pues, no es otro que tener la seguridad de que el ciclo solar se va a cumplir cada año; o, más extactamente, que el chamán que aparece en las pinturas tiene el poder para que el ciclo solar (garantía de cumplimiento del ciclo agrario) no se interrumpa jamás.
Estamos ante un calendario y un observatorio solar: se marcan las posiciónes del sol en los equinoccios y en el solsticio de verano , y se establecen, además de las anteriores, unas fechas intermedias de profundo significado aún en la actualidad: el primero de mayo (la fiesta de los mayos) y mediados-finales de agosto (las fiestas para celebrar el resultado de las cosechas). Se ritualiza el ciclo agrario con un calendario definido por las posiciones que va tomando el sol a lo largo de 6 meses. El calendario de la Tía Chula permite saber si está cerca el momento de las lluvias, o la estación seca, o el verano caluroso, o el comienzo de la época de los fríos, o el tiempo de la siembra o la recolección, o el momento de llevar el ganado a los pastos de verano.
Se sabe que el primero de mayo era muy importante entre los celtas. Era el momento propicio para llevar los ganados a los pastos de verano. Al mismo tiempo, era el momento propicio para celebrar matrimonios, establecer alianzas entre tribus, asambleas, ferias y fiestas en general.
En las culturas primitivas a mediados- finales de agosto se celebraba una gran reunión de las tribus de la zona, con intercambios comerciales, fiestas y celebraciones religiosas. Es el origen de muchas romerías y fiestas locales. El cristianismo conmemora el estas fechas a la Virgen de la Asunción.
* * * *
Vale la pena detenerse en el análisis de cada uno de los elementos de las pinturas:
LA ROCA CONICA, que contiene el conjunto de pinturas.
El haber elegido esta roca no es casual: tiene una forma cónica, diferente a todas las rocas del entorno. Puede relacionarse con los menhires y/o con la creencia en los "ejes del mundo" (elementos que partían de la Tierra y sobre los que se apoyaba la bóveda celeste para poder hacer su giro diario).
Por ejemplo, para los indios kwakiutl (Columbia británica), el eje del mundo era un poste de cedro de 10 a 12 m. de altura, que atravesaba los tres niveles cósmicos: el mundo subterráneo, la Tierra y el Cielo. . "Estoy en el centro del mundo, ... estoy junto al pilar del mundo", decían los indígenas. Para los germanos, el eje del mundo era el mítico árbol de Irmensul.
La variante del "eje del mundo" es la "montaña cósmica", que tiene la misma función de vínculo entre la Tierra y el Cielo. En muchas culturas aparecen montañas consideradas como el Centro del Mundo: Meru en India, Haraberezaiti en Irán, el 'Monte de los Países' en Mesopotamia, Gerizim en Palestina, también llamada 'Ombligo de la Tierra' ... y Tía Chula en Oliete.
Los templos son réplicas de la Montaña Cósmica. La roca sobre la que está edificado el Templo de Jerusalén es el 'ombligo del mundo'. El monte Sión, consagrado a Baal, era el centro del mundo. Muchos santuarios babilonios se llaman Dur-an-ki, 'vínculo entre el cielo y la tierra'
LOS RAYOS DEL SOL
Parece que el conjunto de las pinturas tiene una significación numérica: 8 rayos verticales cruzados por uno horizontal (9 = 8+1 rayas en total); 8 lóbulos en el primer signo de la parte inferior.
En los rayos del sol aparece, pues, el número 9. Su importancia puede venir de que 9 es tres veces tres y que el tres es un número de fuerte contenido religioso desde la Prehistoria. También 9 es el periodo de meses lunares y solares de gestación. Para los celtas, su número central tiene 8 direcciones, donde el centro es el noveno punto; está asociado a ritos del fuego del dios Beltane, a los que asisten 81 hombres, de 9 en 9 cada vez. Para los chinos, su número central tiene también ocho direccciones, con el centro como punto noveno. Para los hindúes, el 9 es el número de Agni, el fuego; el 9 al cuadrado forma el mandala de 81 cuadrados, que conduce al universo y lo encierra.
La relación entre el "fuego" y el "sol" no puede pasar, pues, desapercibida.
También se puede pensar que al dividir por la mitad las 4 rayas, tenemos 8 rayas y que muchos calendarios prehistóricos tienen 8 meses. Abunda en esta hipótesis el hecho de que el signo de la parte inferior (un sol) tiene 8 lóbulos. Si a los solsticios y equinoccios les añadimos 4 subdivisiones más, tenemos un año de 8 meses. Esta división coincide con el calendario celta.
LA ROCA CONICA, que contiene el conjunto de pinturas.
El haber elegido esta roca no es casual: tiene una forma cónica, diferente a todas las rocas del entorno. Puede relacionarse con los menhires y/o con la creencia en los "ejes del mundo" (elementos que partían de la Tierra y sobre los que se apoyaba la bóveda celeste para poder hacer su giro diario).
Por ejemplo, para los indios kwakiutl (Columbia británica), el eje del mundo era un poste de cedro de 10 a 12 m. de altura, que atravesaba los tres niveles cósmicos: el mundo subterráneo, la Tierra y el Cielo. . "Estoy en el centro del mundo, ... estoy junto al pilar del mundo", decían los indígenas. Para los germanos, el eje del mundo era el mítico árbol de Irmensul.
La variante del "eje del mundo" es la "montaña cósmica", que tiene la misma función de vínculo entre la Tierra y el Cielo. En muchas culturas aparecen montañas consideradas como el Centro del Mundo: Meru en India, Haraberezaiti en Irán, el 'Monte de los Países' en Mesopotamia, Gerizim en Palestina, también llamada 'Ombligo de la Tierra' ... y Tía Chula en Oliete.
Los templos son réplicas de la Montaña Cósmica. La roca sobre la que está edificado el Templo de Jerusalén es el 'ombligo del mundo'. El monte Sión, consagrado a Baal, era el centro del mundo. Muchos santuarios babilonios se llaman Dur-an-ki, 'vínculo entre el cielo y la tierra'
LOS RAYOS DEL SOL
Parece que el conjunto de las pinturas tiene una significación numérica: 8 rayos verticales cruzados por uno horizontal (9 = 8+1 rayas en total); 8 lóbulos en el primer signo de la parte inferior.
En los rayos del sol aparece, pues, el número 9. Su importancia puede venir de que 9 es tres veces tres y que el tres es un número de fuerte contenido religioso desde la Prehistoria. También 9 es el periodo de meses lunares y solares de gestación. Para los celtas, su número central tiene 8 direcciones, donde el centro es el noveno punto; está asociado a ritos del fuego del dios Beltane, a los que asisten 81 hombres, de 9 en 9 cada vez. Para los chinos, su número central tiene también ocho direccciones, con el centro como punto noveno. Para los hindúes, el 9 es el número de Agni, el fuego; el 9 al cuadrado forma el mandala de 81 cuadrados, que conduce al universo y lo encierra.
La relación entre el "fuego" y el "sol" no puede pasar, pues, desapercibida.
También se puede pensar que al dividir por la mitad las 4 rayas, tenemos 8 rayas y que muchos calendarios prehistóricos tienen 8 meses. Abunda en esta hipótesis el hecho de que el signo de la parte inferior (un sol) tiene 8 lóbulos. Si a los solsticios y equinoccios les añadimos 4 subdivisiones más, tenemos un año de 8 meses. Esta división coincide con el calendario celta.
LA PUERTA DEL SOL
También las "puertas del sol" aparecen en muchas culturas. Los incas las utilizan en sus templos para marcar la salida del sol en momentos del año, como es el caso de Tihuanaco. Gilgamesh pasa entre dos montañas-columnas como si pasara por una puerta para entrar en los infiernos. San Pedro tiene dos llaves: una para la puerta del paraíso y otra para la puerta de los infiernos. Para los hindúes, la fase ascendente del sol (que comprende el equinoccio de primavera) se relaciona con el deva-yâna o puerta de los dioses, y la fase descendente del sol (que comprende el equinoccio de otoño) se relaciona con el ptr-yâna o puerta de los hombres.
También las "puertas del sol" aparecen en muchas culturas. Los incas las utilizan en sus templos para marcar la salida del sol en momentos del año, como es el caso de Tihuanaco. Gilgamesh pasa entre dos montañas-columnas como si pasara por una puerta para entrar en los infiernos. San Pedro tiene dos llaves: una para la puerta del paraíso y otra para la puerta de los infiernos. Para los hindúes, la fase ascendente del sol (que comprende el equinoccio de primavera) se relaciona con el deva-yâna o puerta de los dioses, y la fase descendente del sol (que comprende el equinoccio de otoño) se relaciona con el ptr-yâna o puerta de los hombres.
EL BRUJO
En la figura del brujo destacamos:
- la cabeza va provista de un cuerno de ciervo (en realidad, un gran cuerno del que sale otro) y una especie de gorro cónico de grandes dimensiones
- del cuerpo salen tres apéndices, por lo que hay que pensar que a los dos brazos se añade algún elemento que forma parte del vestido
- las piernas nos indican con claridad que el chamán está bailando
- el brujo está mirando hacia la "puerta del sol" de la pintura; su cuerpo aparece de frente, mientras que la cornamenta y la cabeza aparecen de perfil
Los brujos con cabeza de animal y concretamente de ciervo son conocidos desde muy antiguo. Del Paleolítico francés es famoso el chamán descrito por el abate Breuil; muy cerca de aquí, en el Cerro Felío de Alacón, tenemos otro brujo con cabeza de animal, en un entorno de pintura levantina.
Una de las características de la Tía Chula es precisamente esta aparente contradicción: que combina la representación de un chamán (propio de sociedades de cazadores), con un culto al ciclo solar (propio de sociedades de agricultores). La explicación es que estamos ante una sociedad de agricultores con fuerte peso de la caza: una sociedad neolítica poco avanzada, como reflejan los restos arqueológicos de las excavaciones que se han relizado en el Bajo Aragón.
El ciervo permite entrar en contacto con las fuerzas de la naturaleza. Como el ciclo agrario, el ciervo también se regenera (sus cuernos) cada año: las semillas mueren cuando se plantan y resucitan en los frutos; los cuernos del ciervo mueren y vuelven a salir... Esta simbiosis llega hasta los celtas, pueblo en el que la caza era muy importante: Cernunnos es el dios celta de la Naturaleza, de forma humana y cabeza de ciervo, señor de los bosques y de todos los animales, que muere y renace cada año.
El gorro cónico del chamán de Tía Chula se puede relacionar con la forma de la roca, que es también cónica. Es curioso señalar que el ritual de la Semana Santa cristiana se celebra hasta nuestros días con gorros cónicos prácticamente iguales al de la pintura de la Tía Chula. Más curioso aún es que la Semana Santa forma parte de los ritos en torno al equinoccio de primavera y que la Semana Santa del Bajo Aragón (aunque Oliete no cae en la actualidad exactamente en esta área) tiene un enraizamiento popular enorme.
Los ritos del equinoccio de primavera están asociados a la purificación y la renovación en prácticamente todas las culturas del mundo. El sol "nuevo" (= el fuego) es el agente que logra tales efectos. Las Fallas valencianas y las fiestas chinas de primavera con abundancia de petardos tienen la misma motivación. Los mismos objetivos se consiguen con el ruido: las "tamboradas" de la Semana Santa del Bajo Aragón persiguen esta finalidad de renovar y purificar.
En rigor, pues, el brujo de la Tía Chula y la Semana Santa están celebra7ndo los mismos hechos y en las mismas fechas.
Posiblemente estamos ante un caso de diferenciación social: el chamán, que "domina" el ciclo solar, ocupa un papel económico, social y político más elevado que el resto de la sociedad.
No podemos saber si el chamán es hombre o mujer: no hay signos ni masculinos ni femeninos que nos indiquen su sexo. Aunque no seria de extrañar que fuera mujer, porque los cultos neolíticos sobre el ciclo agrario giran en torno a la Madre Tierra.
En la figura del brujo destacamos:
- la cabeza va provista de un cuerno de ciervo (en realidad, un gran cuerno del que sale otro) y una especie de gorro cónico de grandes dimensiones
- del cuerpo salen tres apéndices, por lo que hay que pensar que a los dos brazos se añade algún elemento que forma parte del vestido
- las piernas nos indican con claridad que el chamán está bailando
- el brujo está mirando hacia la "puerta del sol" de la pintura; su cuerpo aparece de frente, mientras que la cornamenta y la cabeza aparecen de perfil
Los brujos con cabeza de animal y concretamente de ciervo son conocidos desde muy antiguo. Del Paleolítico francés es famoso el chamán descrito por el abate Breuil; muy cerca de aquí, en el Cerro Felío de Alacón, tenemos otro brujo con cabeza de animal, en un entorno de pintura levantina.
Una de las características de la Tía Chula es precisamente esta aparente contradicción: que combina la representación de un chamán (propio de sociedades de cazadores), con un culto al ciclo solar (propio de sociedades de agricultores). La explicación es que estamos ante una sociedad de agricultores con fuerte peso de la caza: una sociedad neolítica poco avanzada, como reflejan los restos arqueológicos de las excavaciones que se han relizado en el Bajo Aragón.
El ciervo permite entrar en contacto con las fuerzas de la naturaleza. Como el ciclo agrario, el ciervo también se regenera (sus cuernos) cada año: las semillas mueren cuando se plantan y resucitan en los frutos; los cuernos del ciervo mueren y vuelven a salir... Esta simbiosis llega hasta los celtas, pueblo en el que la caza era muy importante: Cernunnos es el dios celta de la Naturaleza, de forma humana y cabeza de ciervo, señor de los bosques y de todos los animales, que muere y renace cada año.
El gorro cónico del chamán de Tía Chula se puede relacionar con la forma de la roca, que es también cónica. Es curioso señalar que el ritual de la Semana Santa cristiana se celebra hasta nuestros días con gorros cónicos prácticamente iguales al de la pintura de la Tía Chula. Más curioso aún es que la Semana Santa forma parte de los ritos en torno al equinoccio de primavera y que la Semana Santa del Bajo Aragón (aunque Oliete no cae en la actualidad exactamente en esta área) tiene un enraizamiento popular enorme.
Los ritos del equinoccio de primavera están asociados a la purificación y la renovación en prácticamente todas las culturas del mundo. El sol "nuevo" (= el fuego) es el agente que logra tales efectos. Las Fallas valencianas y las fiestas chinas de primavera con abundancia de petardos tienen la misma motivación. Los mismos objetivos se consiguen con el ruido: las "tamboradas" de la Semana Santa del Bajo Aragón persiguen esta finalidad de renovar y purificar.
En rigor, pues, el brujo de la Tía Chula y la Semana Santa están celebra7ndo los mismos hechos y en las mismas fechas.
Posiblemente estamos ante un caso de diferenciación social: el chamán, que "domina" el ciclo solar, ocupa un papel económico, social y político más elevado que el resto de la sociedad.
No podemos saber si el chamán es hombre o mujer: no hay signos ni masculinos ni femeninos que nos indiquen su sexo. Aunque no seria de extrañar que fuera mujer, porque los cultos neolíticos sobre el ciclo agrario giran en torno a la Madre Tierra.
La "serpiente" proyectada en la planicie y comparación con la serpiente pintada (colocada en sentido inverso al real, para facilitar la comparación) en los Estrechos de Albalate. |
LA SERPIENTE
No podemos dejar de mencionar este fenómeno por su espectacularidad y porque la serpiente es un animal mítico esencial en las cosmogonías prehistóricas matriarcales.
La serpiente vive en las profundidades de la Tierra, es decir, en el interior de la Madre Tierra. Es, pues, un animal directamente asociado a la creencia más importante del hombre neolítico. Además, la serpiente es el símbolo de la inmortalidad: los cambios de piel hacen que se renueve constantemente y que no muera nunca.
Todavía se conservan costumbres relacionadas con el culto a las serpientes:
"En los primeros días del mes de mayo, los habitantes de un pueblo del sur de Italia salen a cazar serpientes que cogen vivas con las que rodean la imagen del santo patrono; una vez terminada la procesión, las sueltan. (...) En Hungría se cree que las serpientes salen en torno a la fiesta de San Jorge, hacia el 24 de abril. En alguna parte de Bulgaria, hacia las mismas fechas, las gentes salen al bosque para asistir a la salida de las serpientes." (7)
"En Galicia, las serpientes no mueren; cuando son viejas echan alas y se van volando al río Jordán". (8)
Conforme la división en clases sociales en más patente, la serpiente se va convirtiendo en un animal maldito (incluso culturalmente repulsivo). En la Biblia, la serpiente es un ser maligno, desencadenando nada menos que el ‘pecado original’. "Con el cambio de la divinidad -en la agricultura regular, cría del ganado, formación del Estado primitivo- del animal al dios, los dioses (masculinos) matan a las fieras, las destituyen, les quitan el gobierno de las aguas, y se ponen ellas a regirlas como conviene al (posterior) agricultor y al criador de ganado: así la serpiente Vitra es vencida por el poderoso dios Indra". (9)
Un fenómeno del que nos dimos cuenta hace unos meses hace que el conjunto de Olietesea aún más espectacular, si ello es posible. Como decimos, la sombra de las montañas dibuja una enorme serpiente en la planicie. Conforme el sol se va desplazando, la sombra se va moviendo a lo largo de un centenar de metros; cuando el sol pasa por el agujero de la roca, la luz del astro se proyecta en la planicie justo en lo que sería el ojo de la serpiente. Es decir, a lo que asistimos es a una serpiente con los ojos cerrados hasta que, en un momento dado, abre su ojo (despierta) justo en el instante que el sol atraviesa la roca. Este despertar de la serpiente en un momento mágico (cuando el sol pasa por la roca) nos hace pensar en la técnica de la Kundalini, hoy sólo radicada en Oriente, por el que el yogui (en nuestro caso el chamán) asciende a un nivel superior de conciencia y controla la vida y la muerte.
Para ilustrar más el significado de nuestra Kundalini de Oliete, veamos algunas líneas de Wikipedia sobre esta técnica:
Para ilustrar más el significado de nuestra Kundalini de Oliete, veamos algunas líneas de Wikipedia sobre esta técnica:
Kundalini
En el marco del hinduismo, la kundalini es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a veces por un dragón), que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los chakras —los siete círculos energéticos—, que está ubicado en la zona del perineo). Se dice que al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte. Varias doctrinas utilizan este concepto de la kundalini: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y el gnosticismo. - Representación simbólica Respecto a la representación simbólica de la kundalini, anteriormente mencionada, cabría recordar que en muchas culturas la serpiente ha sido venerada como un animal sagrado. Así pues en la antigua civilización egipcia, la serpiente que los faraones llevaban en sus coronas, representaba su divinidad y alta iniciación (era símbolo de alta maestría). También en las culturas maya y azteca se veneraba a la serpiente emplumada. En el Génesis de la Biblia la serpiente representa la mentira, esta alegorizada en la serpiente negra (como opuesto al dios Yahveh) La serpiente blanca es la serpiente sagrada de las civilizaciones antiguas, poseedora de nuestros mágicos poderes. También en los mismos mitos, está el ejemplo de la serpiente de los israelitas, que sanaba en el desierto. La serpiente aparece también representada en el conocido caduceo de Esculapio, símbolo de la medicina. - Doctrina Con la alquimia, la energía kundalini subiría verticalmente por medio del fluido espinal, a través de la columna vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro, modulando su actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de activación en el individuo, condicionaría su estado de conciencia. La serpiente tiene su base en el muladhara, enrollada tres veces y media alrededor de él, y allí se encuentra, normalmente, dormida. De modo que, tras obtener la apertura de los chakras, puede ser despertada con técnicas como el tantra y el kundalini yoga. La finalidad del kundalini yoga es, por tanto, despertar a la serpiente y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara (el chakra superior) para unir cuerpo y espíritu, en un intento de integrar los dos principios, habitualmente opuestos, de materialidad y espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano individual. En términos tántricos estos principios serían Shivá (el principio masculino o conciencia) y Sakti (principio femenino o energía). (…) - El despertar de la kundalini El gran objetivo de las prácticas yóguicas y tántricas es el desbloqueamiento de los nadis (ríos) y el despertar de la energía kundalini. (...) |
LA SIMBOLOGÍA DEL 8+1=9
El dibujo de los rayos del sol (ocho rayos verticales en torno a uno horizontal que cruza a los otros por la mitad) está lleno simbolismo, sin duda. Una hipótesis puede ser que nos está diciendo que el sol señala el equinoccio cuando describe una órbita justo en la mitad de su recorrido (siendo los solsticios los dos extremos). Quizá se recurra al 9 porque 9 son los meses lunares y solares de la gestación. O que 9 es tres veces tres, siendo el tres un número de gran significado en todas las culturas prehistóricas. Todo son hipótesis.
Pero lo que sí es cierto es que la simbología del 8+1=9 está presente en todo el mundo, en épocas diversas y con significados múltiples. Para los celtas, su número central tiene 8 direcciones, donde el centro es el noveno punto; está asociado a ritos del fuego del dios Beltane, a los que asisten 81 hombres, de 9 en 9 cada vez. Para los chinos, su número central tiene también ocho direcciones, con el centro como punto noveno. Para los hindúes, el 9 es el número de Agni, el fuego; el 9 al cuadrado forma el mandala de 81 cuadrados, que conduce al universo y lo encierra. En la India, un monasterio dedicado al sol reproduce ruedas con 8 radios en torno a un eje central. El mismo dibujo aparece en la isla de Gotland, en Suecia. La Rueda de la Doctrina budista se representa de la misma forma. Los trigramas de I Ching (filosofía china) son 8, agrupados alrededor del eje central del yin y el yang. La misma simbología figura en el disco de los Benin (Guinea, Africa). Representaciones de los navajos (actual Estados Unidos) también constan de 8 elementos en torno a un eje central... al igual que la svástica (signo solar).
EL ENTORNO: LA CUEVA CON AGUA Y UN POSIBLE POBLADO NEOLITICO
La cueva con agua no tiene otra particularidad que sugerir la posibilidad de un asentamiento postpaleolítico en la planicie que está debajo de la Tía Chula, dada, además, la proximidad del río Martín.
"Al pie de las pinturas, a unos 40 m. más abajo de éstas, se abre una profunda cueva de la que brota un manantial en situación muy parecida a la de la Fuente de Caroz, éste a unos mil metros aproximadamente de distancia del abrigo de la Higuera del barranco de Estercuel, en Alcaine, y repite un fenómeno análogo al de las Fuentes de Gaspar, renacimiento del río Martín, situadas al pie de la montaña de Benicozar frente al abrigo de la Cañada de Marco del mismo pueblo, mostrando una interesante y repetida relación de las pinturas con el agua y los manantiales, que se acentúa en este caso por la noticia recogida de los pastores de que mana otra fuente en un estrecho de la barrancada, muy cerca de las pinturas de Tía Chula" (10)
No he encontrado evidencias de algún asentamiento. No obstante, parece ser que en algún momento sí las hubo en esta zona. "La 'Carta Arqueológica de Teruel' recoge una noticia muy escueta de la "Rocha de la Tía Chula" que, indudablemente, debe ser puesta en relación con el lugar de las pinturas, con el siguiente texto que copiamos: "Poblado eneolítico asentado sobre una de las elevaciones de la Sierra de Los Moros, de forma circular y pequeñas dimensiones. El material recogido superficialmente, se reduce a varios fragmentos de cerámica a mano sin decorar, tres núcleos de sílex, siete láminas con retoque lateral, ventidós hojitas, un segmento y un molino barquiforme" ". (11)
Además, "no lejos (de Tía Chula), al pie, José Royo, al investigar el entorno de las pinturas, encontró una lasca atípica de sílex, sin señales de uso, con fracturas y desgastes naturales a pesar de su apariencia que, aunque hubiese sido utilizado, lo que no creemos, no debe relacionarse con las pinturas ni postular su sincronismo ni siquiera con el poblamiento de la Edad de los Metales en la zona al que podría referirse un pequeño fragmento de bronce hallado también en las inmediaciones" (12)
Un poco más lejos, "a 250 metros de las pinturas, aguas arriba y en el mismo barranco, tal vez constituyendo un estímulo más para la selección del frontón donde se ejecutaron las figuras rojas, existe un enorme cortado rocoso donde, en tiempo de lluvias, sobretodo cuando son abundantes, se forma una cascada y al pie del salto de agua hay una oquedad que configura a modo de una balsa abierta por la fuerza erosiva de las aguas al caer desde lo alto, actualmente colonizada por junqueras, zarzales y hiedra trepadora por el cortado, con la consecuencia de una gran humedad que resulta de las aguas intermitentes y que ha permitido establecer en tiempos modernos una plantación de oliveras. El fenómeno y aspecto físico es similar al de la cabecera del barranco del Mortero en Alacón, donde aún se conserva la balsa al pie del acantilado que debió facilitar el abrevadero de los animales y convertir el lugar en un punto muy adecuado para la caza. En el de la Tía Chula la vegetación ha colonizado el espacio y cambiado su aspecto primitivo que corresponderería a un privilegiado cazadero como lugar de abrevadero de los animales añadiéndose esta circunstancia práctica al atractivo del agua y de los cortados rocosos". (13)
LOS EQUINOCCIOS DE PRIMAVERA Y OTOÑO EN DIVERSAS CULTURAS
En Longhcrew, cerca de Dublín, una tumba megalítica permite que un rayo de luz a la salida del sol en los equinoccios atraviese un pasillo largo e ilumine un muro adornado con símbolos astronómicos.
En el túmulo de Knowth, Irlanda, se iluminan dos cámaras en su interior en los equinoccios. También queda iluminado en las mismas fechas el Túmulo de Cairn T.
Ostara, la diosa germánica de la fertilidad se unía con el dios solar en el equinoccio de primavera; al cabo de nueve meses, en el solsticio de invierno, nacería un hijo. 'Ostara' está en el origen de la palabra 'Oestern' (Este), que es el punto por donde nace el sol en los equinoccios.
En Chichen Itza, México, las escaleras del lado norte del 'Castillo' están rematadas en su base con dos grandes cabezas de serpientes emplumadas. El 20 de marzo y el 21 de septiembre, a la puesta del sol, la luz del astro forma en la balaustrada una sombra con forma de cuerpo de serpiente, que va descendiendo, llegando a tener un total de siete triángulos invertidos, como resultado de la sombra de las nueve plataformas del edificio. Es el descenso del Dios Kukulcan (ave-serpiente) a la tierra y el comienzo y fin del ciclo agrícola, según el equinoccio (primavera u otoño). En la zona se han encontrado ofrendas de cerámica.
En distintas fechas durante el mes de marzo según el grupo, los indígenas mexicanos encienden en sus casas un fogón, al que consideran la "casa del sol". También los romanos asociaban "el fuego nuevo" a la llegada de la primavera.
En el Yucatán, en el Templo de las Siete Muñecas, en Dzibilchaltún, el sol cruza por el centro de la puerta principal del templo al amanecer de cada uno de los equinoccios. Las entradas norte y sur del edificio marcan los solsticios de verano, 22 de junio, y de invierno, 21 de diciembre. Todas las edificaciones religiosas mayas están relacionadas con los movimientos del sol y otros astros (luna, planetas...).
Una agujero natural en la montaña frente a la iglesia de Elm, en los Alpes, es atravesado por un rayo de luz que llega hasta esta iglesia el día del santo al que está consagrada.
En diversas islas del Archipiélago Canario, especialmente en Gran Canaria, se están estudiando indicadores prehistóricos de los solsticios y equinoccios.
En lo que respecta a Oliete, la ritualización de los equinoccios se mantiene hasta la actualidad con la Semana Santa (primavera) y la novena de la Virgen del Cantal (otoño).
En Longhcrew, cerca de Dublín, una tumba megalítica permite que un rayo de luz a la salida del sol en los equinoccios atraviese un pasillo largo e ilumine un muro adornado con símbolos astronómicos.
En el túmulo de Knowth, Irlanda, se iluminan dos cámaras en su interior en los equinoccios. También queda iluminado en las mismas fechas el Túmulo de Cairn T.
Ostara, la diosa germánica de la fertilidad se unía con el dios solar en el equinoccio de primavera; al cabo de nueve meses, en el solsticio de invierno, nacería un hijo. 'Ostara' está en el origen de la palabra 'Oestern' (Este), que es el punto por donde nace el sol en los equinoccios.
En Chichen Itza, México, las escaleras del lado norte del 'Castillo' están rematadas en su base con dos grandes cabezas de serpientes emplumadas. El 20 de marzo y el 21 de septiembre, a la puesta del sol, la luz del astro forma en la balaustrada una sombra con forma de cuerpo de serpiente, que va descendiendo, llegando a tener un total de siete triángulos invertidos, como resultado de la sombra de las nueve plataformas del edificio. Es el descenso del Dios Kukulcan (ave-serpiente) a la tierra y el comienzo y fin del ciclo agrícola, según el equinoccio (primavera u otoño). En la zona se han encontrado ofrendas de cerámica.
En distintas fechas durante el mes de marzo según el grupo, los indígenas mexicanos encienden en sus casas un fogón, al que consideran la "casa del sol". También los romanos asociaban "el fuego nuevo" a la llegada de la primavera.
En el Yucatán, en el Templo de las Siete Muñecas, en Dzibilchaltún, el sol cruza por el centro de la puerta principal del templo al amanecer de cada uno de los equinoccios. Las entradas norte y sur del edificio marcan los solsticios de verano, 22 de junio, y de invierno, 21 de diciembre. Todas las edificaciones religiosas mayas están relacionadas con los movimientos del sol y otros astros (luna, planetas...).
Una agujero natural en la montaña frente a la iglesia de Elm, en los Alpes, es atravesado por un rayo de luz que llega hasta esta iglesia el día del santo al que está consagrada.
En diversas islas del Archipiélago Canario, especialmente en Gran Canaria, se están estudiando indicadores prehistóricos de los solsticios y equinoccios.
En lo que respecta a Oliete, la ritualización de los equinoccios se mantiene hasta la actualidad con la Semana Santa (primavera) y la novena de la Virgen del Cantal (otoño).
LOS SOLSTICIOS EN DIVERSAS CULTURAS
Los incas esculpieron en el santuario de Ollantaytambo al dios Wiracocha: al amanecer del solsticio de verano el sol ilumina sólo la cabeza de la estatua (le despierta el conocimiento), para luego iluminar todo el templo dejando en penumbra el resto de la montaña.
Para los incas el solsticio del verano es la fiesta del sol ó Inti-raymi y de la Madre Tierra ó Pachamama. También se conmemora la aparición de las Pléyades. Las fiestas comenzaban con la invocación del Inca a la salida del sol, levantando los brazos y diciendo: "Oh mil sol Envíanos tu calor y que el frío desaparezca. Oh mi sol!"
Los aztecas tenían la Pirámide del Sol, en Teothiuacán, orientada al Este, en la que el sol se ponía exactamente frente a ella en el solsticio de verano.
El templo maya del Dios Descendente de Tulúm permite que la luz del sol entre por una ventana en el solsticio de invierno. Lo mismo sucede en la 'Casa del Gobernador' de Uxmal. Desde la plaza de Uaxactún se puede observar el llamado 'Grupo E', que consta de tres edificios que marcan la salida del sol en los equinoccios (el central) y en los solsticios (los laterales).
En el templo agipcio de Isis en Dendera, del 700 a.n.e., está escrito que "Isis (Sirio) brilla dentro de su templo el día del Año Nuevo (22 de junio) y mezcla su luz con la de su padre Ra (Sol) en el horizonte".
En Stonehenge, un menhir de más de 6 metros de altura situado en el exterior, marca la salida del sol en el solsticio de verano, si el observador se sitúa en el centro del círculo de piedras.
En el túmulo de Newgrange, Irlanda, del IV milenio a.n.e., el sol del amanecer del solsticio de invierno forma un rayo de 24 m. de largo en el interior del recinto. Conforme avanza el rayo va iluminando una serie de espirales grabadas en la roca. Por la tarde, el sol proyecto otro rayo en el túmulo de Dowth.
Externsteine es un santuario alemán desde la noche de los tiempos. Una capilla de una ermita cristiana tiene una ventana redonda de 37,5 cm de diámetro. La luz que entra por esta ventana en el amanecer del solsticio de verano proyecta la sombra de un gnomon del interior del recinto sobre un nicho del muro opuesto. Además, es casi obligado caer en el juego de palabras de que "externsteine" realmente provenga de "sternsteine", es decir, "piedras de las estrellas" (ó "piedras que reflejan/ reproducen las estrellas")
En Xochicalco, en México, en el solsticio de verano, el sol penetra desde el techo y forma una raya de luz en el interior.
En una zona de grabados rupestres del cañón del Chaco, Nuevo México, en el solsticio de verano, el sol forma como una daga de luz justo en el centro de una espiral grabada.
Para los celtas el solsticio de verano es la fiesta del sol, asociado a su Madre (la Tierra), que está embarazada (la cosecha). Los celtas encendían hogueras para "darle más fuerza" al sol.
El cristianismo ha integrado la tradición de los solsticios con San Juan Bautista (verano) y Jesucristo (invierno).
NOTAS
(1) a (5) y (10) a (13) "Las pinturas esquemáticas del Frontón de Tía Chula (Oliete) y del Recodo de los Chaparros (Albalate del Arzobispo)", Antonio Beltrán y José Royo
(6) Exodo 12, 1-14, 18-19, 21-23a
(7)"La serpiente y los habitantes del agua", Fina M. Antón y Manuel Mondianes
(6) Exodo 12, 1-14, 18-19, 21-23a
(7)"La serpiente y los habitantes del agua", Fina M. Antón y Manuel Mondianes
(8) "La serpiente y los habitantes del agua", Fina M. Antón y Manuel Mondianes
(9) "Las raíces históricas del cuento", V. Propp
Apéndice.
Hora
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descripción
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interpretación
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A partir de 21 marzo y unos días después
| 8.15 / 8,30 (ver nota)
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- el sol atraviesa la "puerta del sol", la roca se ilumina, se forma una serpiente con la sombra de las montañas
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marcaje del equinoccio de primavera
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Comienzos mayo
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20.15
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- el sol forma un rayo longitudinal largo en el interior de la "puerta del sol"
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marcaje de las conmemoraciones de primeros de mayo
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22 junio
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20.15
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- el sol forma un rayo transversal en el interior de la "puerta del sol"
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marcaje del solsticio de verano
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Mediados -finales agosto
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20.15
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- el sol forma un rayo longitudinal largo en el interior de la "puerta del sol"
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marcaje de las conmemoraciones de mediados-finales de agosto
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Hasta 23 septiembre y unos días antes
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9.15 / 9,30
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- el sol atraviesa la "puerta del sol" - la roca se ilumina
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marcaje del equinoccio de otoño
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NOTA.- El horario en el equinoccio de marzo es diferente al de septiembre por el cambio horario.