Otras dependencias
Torre del homenaje
Data entre los siglos IX y X, de origen árabe. Es el único vestigio que nos ha quedado del primitivo castillo musulmán. Con los templarios pasó a ser la residencia del comendador.
Es de planta
cuadrada, de unos 10 m. de lado. Está construida con aparejo de cantos rodados
al modo 'opus spicatum' o 'espina de pez'. Esta técnica de construcción se
conoce desde tiempos de los romanos -utilizada muchas veces como pavimento- y se llama así porque los ladrillos o piedras
se colocan en forma de 'espina de pez'. En muchos casos tiene una función
decorativa, pero en las construcciones militares sirve para dar mayor
estabilidad a los edificios.
Originariamente era
mucho más alta que lo que vemos ahora, pero se rebajó en el siglo XVIII para
evitar que sirviera de referencia a los artilleros enemigos en caso de asedio
al castillo.
La puerta de acceso
original estaría situada en la primera planta del lado NE, para evitar el
acceso del enemigo.
En siglos recientes,
con el castillo usado como cuartel, se destinó a almacén y habitaciones de la tropa.
La Torre del Homenaje. A la izquierda, la Sala Capitular, con la que comunica mediante un arco; a la derecha, la iglesia.
Sala Capitular
Edificada por los
templarios en los siglos XII-XIII y
modificada a partir del siglo XVI
para adaptarla para dar alojamiento a las tropas. Es una nave de grandes
dimensiones (35 x 12 metros) y gruesos muros, con cubierta de cañón apuntado.
Su función era la de
servir de sede a las reuniones de la Junta o Capítulo templario y aprobar la
admisión de nuevos miembros en la Orden. También se usó como Refectorio o
comedor.
Está unida a la
Torre del Homenaje por un arco, que a su vez servía como canal que conducía
agua de lluvia al aljibe que está justo debajo de la Sala Capitular.
Se usó como cuartel
en el siglo XVII, lo que produjo bastantes modificaciones en su estructura.
Exterior de la Sala Capitular
Exterior de la Sala Capitular
Sala Capitular. En la parte superior, en dos extremos, aparecen estos ventanales que nos muestran unas escaleras de subida.
Dormitorios
Edificio levantado por los
templarios en el siglo XII. Tiene dos plantas y sótano. Sirvió de dormitorio
para los caballeros del Temple. Constaba de dos pisos. En las paredes hay gran cantidad de
grafitos góticos.
Del sótano parte un
subterráneo que llega hasta el río Cinca.
Dormitorios. Fachada principal
Cárcel
Adosada
al dormitorio.
La cárcel tiene dos dependencias
Torre de Jaime I
Según la tradición,
aquí se alojó Jaime I cuando era niño. La estancia del monarca en Monzón
durante 3 años hizo que su relación con el castillo y con la Orden del Temple
fuera muy estrecha a lo largo de toda su vida.
Lo que sí es seguro es que sirvió de cárcel en
época templaria; en los ventanales de la primera planta aún pueden observarse
los restos de pinturas y graffitti de los allí encarcelados.
Es un edificio del
siglo XII.
Interior de la Torre de Jaime I.
Caballerizas
Están
excavadas en la roca. Han tenido distintos usos: almacén de armas, calabozo,
refugio antiaéreo en la Guerra Civil de 1936…
Interior de las caballerizas
Aljibes
Son dos los aljibes:
- Aljibe de la zona de las caballerizas. Junto a la puerta de las caballerizas hay un pozo que recoge las aguas de lluvia de la rampa de entrada y de él parte un canal que llega a un aljibe un poco más abajo. Este aljibe tiene 8 metros de profundidad y 95 m3 de capacidad y fue construido por los templarios.
- Aljibe de la Sala Capitular. Ocupa el subsuelo de la Sala Capitular y tiene una capacidad de 240 m3. La entrada se sitúa entre los ventanales del muro de acceso a la Sala. Recoge el agua de lluvia que proviene del edificio de la Sala Capitular así como de la Torre del Homenaje, a través del arco que una la Sala a este edificio.
El aljibe debajo de la Sala Capitular. Fuente: cartel informativo del castillo de Monzón
Túneles subterráneos
Se conocen
perfectamente los subterráneos que parten de la iglesia y de los dormitorios.
Fueron realizados por los templarios en el siglo XII. Estos subterráneos fueron
ampliados en las guerras del siglo XIX.
En los dormitorios
podemos observar cómo una escalera llega hasta la bodega, donde un pozo
comunica con un tunel de entrada en forma de laberinto. Llega hasta el río
Cinca.