Castillo
de Loarre
Los capiteles o el pensamiento dualista
En
los capiteles abundan los elementos duales, en los que dos elementos (muchas
veces aves) se 'enfrentan' uno con el otro. Ello nos lleva al pensamiento dual
o dialéctico, que fue propio de las cultas antiguas, que eclosionó en el
románico en este tipo de capiteles y que aparentemente desapareció hasta el
siglo XVIII, cuando lo recuperaron las corrientes filosóficas alemanas a partir
de Hegel.
El
pensamiento dialéctico explica el devenir de las cosas por la oposición o lucha
de contrarios, lo que da lugar a una nueva realidad, que en su interior lleva
otros elementos contrarios y así sucesivamente. Normalmente ello va asociado a
los sistemas de creencias cíclicos (que tienen su raíz en el ciclo agrario),
donde los conceptos de 'muerte' y 'resurrección' son los motores del acontecer
de las cosas. En oposición al pensamiento dialéctico encontramos el pensamiento
metafísico -dominante en las sociedades actuales- en el que el devenir se
explica de forma lineal por una serie de 'causas' y 'efectos'.
Encontramos
el pensamiento dual o dialéctico en la China milenaria con el Yin y el Yang.
Son dos fuerzas opuestas y complementarias, presentes en todas las cosas. El
yin es femenino y representa a la tierra; el yang es masculino y representa al
cielo.
Para
el hinduismo la realidad se muestra en forma de contradicciones, que son las
manifestaciones del Todo.
El
mazdeísmo o zoroastrismo data de mediados del segundo milenio a.n.e. y es
originario del actual Irán. Explica la realidad por la eterna batalla entre el
Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas. Dos espíritus -uno bueno y otro malo-
están presenten en todos las seres vivos y en todas las cosas, originando el
día y la noche, la muerte y la vida, etc.
En
la Grecia clásica, Heráclito nos dice que el movimiento de las cosas obedece a
la oposición de elementos contrarios, que se niegan unos a otros. Platón
utiliza la dialéctica en sus 'Diálogos', donde nos presenta a Sócrates y sus
preguntas, refutando ideas o afirmándolas y, en cualquier caso, acercándose a
la verdad a través de este proceso. Aristóteles sostenía que la dialéctica es
necesaria para establecer la base filosófica de la ciencia.
El
dualismo también forma parte de los sistemas de creencias maniqueos así como de
los gnósticos. El Gnosticismo fue una corriente de pensamiento muy importante
en el cristianismo de los primeros siglos, hasta que fue declarado herético y
perseguido; la lucha entre el Bien y el Mal explica al devenir de la realidad.
El catarismo, que alcanzó su mayor difusión en los siglos XII y XIII en el sur
de Francia, también recoge estas ideas. En otro orden de cosas, el hecho de que
un símbolo templario sea el de dos jinetes sobre un caballo puede querer
expresar esta forma de pensamiento dual.
Finalmente,
en el siglo XVIII, el filósofo alemán Hegel recupera el pensamiento dialéctico
y sus tres conocidos momentos de la realidad: la 'tesis', que se opone a la
'antítesis', de lo que se origina como resultado la 'síntesis', una nueva
realidad superior a las dos anteriores.
La
física cuántica también sigue las leyes de la dialéctica.
Dos aves
Dos animales
Dos serpientes entrelazadas y dos personajes
Dos animales
Dos personajes a ambos lados de un tercero
Plantas
Dos personajes que sostienen a sendos animales entorno a un personaje central de cuya boca salen unas espirales, a modo de los 'hombres verdes' celtas. El personaje central crea la realidad, que sale de su boca como consecuencia de la lucha de los elementos que le rodean.
Dos animales
Dos aves y un personaje
Dos personajes femeninos del bestiario medieval
Dos animales y un personaje
Dos seres fantásticos
El mismo motivo del ser creador que hemos visto más arriba
Dos aves
Dos personajes en torno a un ser fantástico
Dos aves
Dos leones y un personaje
Dos aves
Dos aves y dos leones
Dos aves
También hay que señalar la presencia de monos en las capiteles de la entrada al castillo. Los monos suelen representar motivos de burla.