Santiago de Agüero (Huesca)
La portada
El tímpano
representa la escena de la Adoración de los Reyes Magos. Está realizada con un
dinamismo que anuncia ya el estilo gótico.
El artista traza una serie de líneas sirviéndose de las manos de los protagonistas y de la vara de san José. Estas líneas confluyen en un punto. Hay aquí un planteamiento de geometría sagrada y astronomía que desarrollamos en otro apartado de este estudio. El conjunto de figuras dibuja el triángulo áureo (la relación entre la base del tímpano y el lado que va de un extremo a la cabeza de la Virgen).
El artista traza una serie de líneas sirviéndose de las manos de los protagonistas y de la vara de san José. Estas líneas confluyen en un punto. Hay aquí un planteamiento de geometría sagrada y astronomía que desarrollamos en otro apartado de este estudio. El conjunto de figuras dibuja el triángulo áureo (la relación entre la base del tímpano y el lado que va de un extremo a la cabeza de la Virgen).
La Adoración de los Reyes Magos encierra un planteamiento de geometría sagrada y astronomía.
En el resto de la portada encontramos 8 capiteles, 2 modillones (las figuras en la puerta de entrada) y 6 ménsulas (las figuras encina de la portada).
La portada, con el tímpano y los 8 capiteles.
Los capiteles. Lado izquierdo del pórtico
Capitel 3:
Bailarina en contorsión extrema. La danza, que se inicia en el capitel 2, ha
llegado a su punto álgido y la bailarina ha entrado en un estado alterado de
conciencia.
Capitel 4: Dos guerreros enfrentados (parece uno cristiano y el otro musulmán), contemplados por otros dos personajes. Dos grupos de dos personas.
Los capiteles. Lado derecho del pórtico
Capitel 5: Dos fieras de cuerpo de felino y cabeza humana.
Capitel 6: Dos fieras devorando un rumiante.
Capitel 7: Dos fieras a modo de canes.
Capitel 8: Es un capitel doble. Aparecen dos centauros (¿o es Sagitario?, ¿o es Orión?), el uno contra un grifo y el otro contra un soldado.
Modillones: los dos modillones, a ambos lados de la puerta de entrada, son dos enormes dragones de cuya boca salen en un caso un personaje masculino (guerrero con espada) y en el otro a uno femenino en forma de sirena. Los rasgos chinos de los dragones son más que evidentes. Los pies de los personajes aún están en la boca de los monstruos, aún no han acabado de salir. También puede interpretarse que estos personajes están 'aún' sujetos a los monstruos antes de entrar al templo; la entrada en el recinto religioso significa su liberación.
La mujer-sirena tiene su mano en posición del Mudra Abhaya, lo que nos indica que este ser nos protege y que invita a librarnos de todo temor para entrar en el templo. Los Mudras son propios del budismo y del hinduísmo; transmiten a la mente del receptor conceptos e ideas sirviéndose de la posición de las manos.
El personaje masculino a punto de liberarse del dragón a la entrada de la iglesia.
El personaje femenino a punto de liberarse del dragón a la entrada de la iglesia.
La escena nos revela que, entrando en este templo, las personas
experimentaremos un cambio sustancial: nos liberamos de todos nuestros temores y accedemos a un nivel superior de conciencia.
Las obras de Santiago de Agüero se paralizaron sin que sepamos el motivo. La nave en su parte oeste se cerró de la forma que vemos en la fotografía.
Las ménsulas debieron ser 7, pero por
necesidades de construcción se quedaron en 6 (una columna impide que se
complete la serie de figuras). A destacar el dragón o serpiente enroscada en
forma de espiral, símbolo geométrico del eterno devenir: es un animal asociado a
la Madre Tierra, pues vive en el subsuelo (en el seno de la Madre tierra) y,
como muda de piel cada año, nunca muere. La ménsula central la forman dos
mujeres, mientras que, en la de al lado, un saltimbanqui se contorsiona en
forma extrema.
El número siete sintetiza lo temporal y lo espiritual (es la suma de 4 + 3); hay siete cielos, siete planetas, siete notas musicales, siete días de la semana o fase lunar (lo que relaciona el número 7 con la Madre Tierra), siete metales en el proceso alquímico…
El número siete sintetiza lo temporal y lo espiritual (es la suma de 4 + 3); hay siete cielos, siete planetas, siete notas musicales, siete días de la semana o fase lunar (lo que relaciona el número 7 con la Madre Tierra), siete metales en el proceso alquímico…