loarre. la magia de la luz

Castillo de Loarre



La magia de la luz: la Virgen y el sol



Las fotos reproducen el momento en que el sol incide perfectamente en el rostro de la Virgen: las 18:05 h del 13 de mayo de 2017. Esta situación se volverá a repetir el 31 julio- 1 de agosto, aproximadamente 40 días antes y después del solsticio de verano. Son los dos únicos momentos del año en que este fenómeno tiene lugar. Evidentemente, un día o dos anterior y posterior a estas fechas, como el sol se va moviendo lentamente, también es posible la observación que comentamos o, al menos, muy cerca de la precisión que se da en los días que señalamos.

Otro momento a considerar sería el solsticio de verano, el 21 de junio.  Por la tarde, el sol ilumina el suelo justo delante del altar. Es decir, el sol, en el día en que alcanza más fuerza, está "a los pies" del altar ("a los pies" de la imagen y de toda la simbología religiosa que hay en el ábside)

Otras investigaciones han llevado a la conclusión de un fenómeno lumínico el 1 de julio, dos días después de San Pedro. El sol ilumina el centro de la base del altar. Más información aquí.







Ahora se trata de analizar estas fechas, el 13 de mayo y el 30 de julio.


Romería en Loarre el 13 de mayo

El mismo 13 de mayo de 2017 ha tenido lugar en Loarre la Romería a la ermita de Santa Marina en honor a san Isidro. Aunque la fecha tradicional es el 16, martes, se ha pasado al sábado anterior para facilitar la asistencia de la gente. Asimismo, también el 13 de mayo, en el vecino pueblo de Aniés, se ha hecho la romería a la ermita de la Virgen de la Peña.

EL 15 de mayo es la festividad de san Isidro, patrón de los agricultores. Hay que indicar, no obstante, que en Aragón el patrón de los campesinos es san Lamberto, que se celebra el 19 de junio,  cristianizando el solsticio de verano, que tiene lugar 2 días después. En cualquier caso, la romería de Santa Marina nos sindica que estas fechas son de celebración de ritos relacionados con la agricultura.

El 8 de mayo de 2016 se hizo una romería de las gentes de Loarre al castillo. Si lo que conmemora es la fiesta de la Ascensión, se irá moviendo a lo largo del mes de mayo, pero las más de las veces caerá en la primera quincena.

También en estos días se iniciaba la trashumancia anual hacia pastos más templados situados más al norte. 

Parece, pues, que cuando la Virgen se ilumina en mayo en Loarre tienen lugar una serie de actos sociales relacionados con el ciclo agrario. El origen de todo ésto era la "bendición de términos", por la que se pide a la divinidad que favorezca las cosechas que se han de recolectar en ese año. Esta era en principio una costumbre pagana -quizá con miles de años de antigüedad- y que se ha ido cristianizando con los ritos y el santoral católico. En cualquier caso, es difícil resistirse a relacionar el fenómeno solar de iluminación de la Virgen con los actos de la romería a san Isidro y la romería de la Ascensión, como ritos de fertilidad de los campos.



Fiestas de Loarre, el último fin de semana de julio

Son las fiestas de Santiago, cuya festividad es el 25 de julio. Para favorecer la asistencia de gente, la fiesta en Loarre se hace el último fin de semana de este mes.

Las fiestas de Santiago del 25 de julio se celebran en Loarre desde épocas relativamente recientes. No sabemos en qué fechas tenían lugar las fiestas mayores anteriormente a que se instaurasen las actuales de este santo. Pero como la fecha en que el sol incide en el rostro de la Virgen (31 de julio-1 agosto) se sitúa entre finales de julio y comienzos de agosto, que son los días en que se celebran las fiestas mayores en prácticamente todos los pueblos de España coincidiendo con el final de las cosechas, es lógico pensar, pues, que en Loarre sus fiestas mayores se han celebrado siempre en estos días de julio-agosto que señalamos.

En realidad, estamos ante celebraciones del ciclo agrario que se remontan miles de años atrás. Estas son fechas de final de las cosechas, en que se dan gracias a la divinidad por el fruto obtenido del campo. Más habituales y conocidas son las fiestas de agosto (la Virgen de Agosto) en muchísimos pueblos de España. Para los celtas, el 1 de agosto era LUGHNASAD, en el que se daba gracias al dios Lugh por las cosechas obtenidas. La palabra 'lugh' tiene la misma raíz indoeuropea que 'luz' ('lux' en latín, 'light' en inglés, 'licht' en alemán). Y es que, en efecto, en ese fin de semana se va a producir el milagro de la luz.

Vemos, pues, que la iluminación de la cara de la Virgen coincide con el comienzo y el final de las cosechas en este momento del ciclo agrario. Se trata de bendecir los campos para que la divinidad propicie que el campo de buenos frutos (mayo) y, finalmente, de agradecer a este ser superior por los alimentos obtenidos (julio).



El problema de la imagen

Hay un tema sobre el que hemos de tratar: no sabemos si la imagen de la Virgen que tenemos hoy es la misma (o de dimensiones y ubicación similares) a la que había en el siglo XI y siguientes; ni siquiera sabemos si había alguna imagen.

No obstante, es mi opinión que las variables que esto pueda traer no modifican el análisis que venimos haciendo; tan sólo lo varían las fechas unos pocos días según la hipótesis que tomemos, sin afectar a las conclusiones finales.

Caso de que hubiera otra imagen, la posición de su cabeza variaría unos centímetros con respecto a la actual Virgen, pues ha de mantener una centralidad en el arco y en el ábside en que se cobija. 

En el caso de que no hubiera ninguna imagen, la centralidad de la iluminación nos hace pensar que el sol daría en la de la parte superior del arco, unos centímetros más arriba de lo hoy hemos considerado con la actual Virgen. Por las observaciones que hemos hecho en estos días, estamos hablando de una zona justo encima de la cabeza de la actual Virgen. En cualquier caso, podemos afirmar que, como máximo, estamos ante una varias de un par de días, y el fenómeno se produciría hacia el 11 de mayo y 1 de agosto.



La importancia del culto al sol en la iglesia de Loarre

El óculo de la iglesia de Loarre se sitúa en medio del templo y no en la pared occidental, como es la norma en todos los templos cristianos románicos. De hecho, Loarre es el único caso en el mundo en que el óculo no está en esa pared. Se han dado diversas justificaciones: que no había espacio (de hecho, la pared occidental se levanta sobre una masa rocosa dejando libre unos 3 metros en su parte superior), que como el óculo daría al patio de armas no reuniría las condiciones de seguridad suficientes… Ninguno de estos argumentos es una razón de peso: el óculo se pudo colocar perfectamente en el mismo sitio que el resto de templos románicos del mundo. No hay ningún motivo arquitectónico u otro criterio para que el óculo no esté en la pared occidental, siguiendo la norma de construcción de todos los templos románicos.

De lo que sí nos damos cuenta es de que el óculo, estando donde está, permite la iluminación de la parte central del ábside (haya o no imagen) en las fechas en que hemos indicado y que parece ser que esto es lo que pretendían sus constructores. Con el óculo en la pared occidental nunca el sol daría en el centro del ábside hacia primeros-mediados de mayo y finales de julio. Todo parece indicar que el óculo se ha situado en un punto en que permite que la luz del sol entre en el templo y lo ilumine en la forma y fechas que señalamos. Los constructores se tuvieron que adaptar al terreno de que disponían, aunque con ello contravinieran los criterios de construcción que les marcaba la Iglesia Católica. Era más importante conseguir este efecto lumínico.

Por otra parte, también hay que hablar del tema de la cúpula. Si el templo se hubiera acabado sin cúpula, con la elevación que supone el óculo en la mitad del templo, quedaría un tejado  extremadamente escalonado y muy poco armónico con todo el conjunto. Si no hubiera cúpula la impresión que daría esta iglesia nos causaría extrañeza, pues presentaría un aspecto inusual e inarmónico a causa de la forma de su tejado a dos niveles. La cúpula, pues,  es un elemento imprescindible para "ocultar" el escalonado que se ha hecho para ubicar el óculo.

Todo esto nos lleva a pensar en que el efecto lumínico que produce el sol es el elemento determinante que se ha tenido en cuenta para levantar la estructura del templo de Loarre. El motivo de construir esta cúpula tan poco habitual fue precisamente para lograr que el sol incidiese de la forma que lo hace en esas dos fechas del año.