Monasterio de Ripoll
Un poco de Historia
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La primera consagración de Santa María de Ripoll data del 888. El conde Wifredo el Velloso (en catalán, Guifré el Pilós) y su esposa Winilda o Guinedilda fueron los impulsares de la construcción y dotaron al monasterio de tierras y otras posesiones, como derechos sobre las pesquerías, un tercio del impuesto del mercado, “el monasterio fue declarado exento de la jurisdicción de los tribunales condales en materia de homicidios, raptos y otros delitos, al tiempo que a los monjes les fue reconocido el derecho de elegir libremente su abad” (wikipedia).
Wifredo
el Velloso llegó a dominar los condados de Urgell, Cerdaña, Barcelona, Girona,
Besalú y Osona: eran territorios de la Marca Hispánica, dependiente de los
reyes francos, aunque la crisis de la monarquía carolingia permitió un
funcionamiento prácticamente independiente. Wifredo fue el último conde catalán
designado por las autoridades francas y, por consiguiente, el primer monarca de
hecho que dejaba sus dominios a sus hijos: es el origen de la Casa de Barcelona
y de los primeros pasos de la formación de Catalunya. Wifredo el Velloso puso
especial atención en repoblar los territorios en torno a Ripoll y Vic, más al
sur. La zona de los Pirineos sufría de superpoblación por toda la gente que se
había refugiado en la zona huyendo de los musulmanes y era conveniente una
expansión hacia tierras más meridionales.
Santa María de Ripoll se levantó sobre un templo visigodo que había sido destruido por los musulmanes. Ello nos hace suponer que, como en otros tantos casos, se trata de un lugar de culto que viene de la Prehistoria.
La
importancia que tuvo Ripoll en la Edad Media viene reflejada en el hecho de que
hubo tres consagraciones más, lo que es muestra de nuevas edificaciones y
nuevas donaciones y derechos: en el 935, en el 977, cuando la iglesia alcanza dimensiones importantes: 5 ábsides y 5 naves.
También se construyó un claustro. Las servicios del monasterio se completaron
con un molino y una red de conducción de agua que regaba los huertos
interiores. En el 1032, con el abad Oliba (1008-1046), hijo del conde Oliba Cabreta, es el
momento de mayor esplendor, con Ripoll convertida en uno de los centros
culturales más importantes de Europa. La cabecera del templo llega a tener 7
ábsides. Oliba fue también el impulsor del monasterio de Montserrat.
Santa María de Ripoll es, pues, el centro religioso y cultural que prestigiaba y consolidaba el dominio de la nueva dinastía que inauguraba Wifredo el Velloso. Ripoll se encuentra en medio de un valle que constituye una ruta natural que facilita la actividad comercial en las tierras pirenaicas, además de constituir una “cabeza de puente” para lanzarse a la repoblación de las tierras más al sur, en la comarca de la actual Osona. A Wifredo el Velloso “se debe la fundación de Ripoll, que más tarde se convertiría en el foco religioso e intelectual de Cataluña y se desarrollará al mismo ritmo que la conciencia nacional. Como el Escorial siete siglos más tarde, era ahora una acción de gracias para su fundador y un santuario para su dinastía en el futuro, porque se convirtió en el mausoleo de Wifredo y sus descendientes» (Whitehill). En Ripoll se enterraron los condes de Besalú y los condes de Barcelona desde Wifredo el Velloso (siglo IX) hasta Ramon Berenguer IV (siglo XII).
El noreste peninsular en el siglo X (fuente: corazonleon.blogspot.com) |
Santa María de Ripoll es, pues, el centro religioso y cultural que prestigiaba y consolidaba el dominio de la nueva dinastía que inauguraba Wifredo el Velloso. Ripoll se encuentra en medio de un valle que constituye una ruta natural que facilita la actividad comercial en las tierras pirenaicas, además de constituir una “cabeza de puente” para lanzarse a la repoblación de las tierras más al sur, en la comarca de la actual Osona. A Wifredo el Velloso “se debe la fundación de Ripoll, que más tarde se convertiría en el foco religioso e intelectual de Cataluña y se desarrollará al mismo ritmo que la conciencia nacional. Como el Escorial siete siglos más tarde, era ahora una acción de gracias para su fundador y un santuario para su dinastía en el futuro, porque se convirtió en el mausoleo de Wifredo y sus descendientes» (Whitehill). En Ripoll se enterraron los condes de Besalú y los condes de Barcelona desde Wifredo el Velloso (siglo IX) hasta Ramon Berenguer IV (siglo XII).
Dibujo del monasterio |
De
esta forma, Ripoll fue el principal centro religioso de Catalunya hasta el
siglo XV. En este momento, comenzó la decadencia: la pérdida del control sobre
Montserrat (1402) y el fuerte terremoto de 1428 (uno de los más fuertes que ha
padecido Catalunya y que que causó graves daños en el monasterio de Ripoll) son
las primeras señales de este declive.
La
invasión francesa de 1794 supuso el saqueo de las dependencias monásticas. A
continuación, las reformas que tuvieron lugar entre 1826 y 1830 liquidó gran
parte de la herencia románica que aún mantenía el templo, pues se hizo en
estilo neoclásico. La iglesia pasó a tener 3 naves.
En
1835 se produjo un incendio y posterior saqueo de estas dependencias. Eran los
tiempos de la Desamortización y la consiguiente ruina total para Santa María de
Ripoll, como sucedió en tantos edificios religiosos. Las tumbas condales fueron
profanadas y destrozadas.
En
1886 comenzó la restauración del monasterio de la mano de Morgades, obispo de
Vic. Sin embargo, las obras modificaron profundamente la estructura tradicional
del edificio, pues se añadieron nuevos elementos y se alteró irremisiblemente
el carácter románico del conjunto: poco queda hoy del templo medieval.
Importancia cultural del monasterio de Ripoll
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Como decimos, el scriptorium ripollense fue un centro cultural de referencia a nivel europeo, sin nada que envidiar a Saint Denis, Fleury o a Montecassino. Es precisamente en Montecassino donde el abad Oliba residió una larga temporada y sin duda debió servirle como modelo cuando se hizo con las riendas del monasterio de Ripoll. Mientras que en el siglo X eran 66 los manuscritos del centro, a la muerte del abad Oliba (siglo XI) su número era de 246, de diversas procedencias (visigodos, mozárabes, árabes…)
La
“Biblia de Ripoll” es una de las obras más importantes realizadas en estos
siglos en toda Europa. Tiene 465 folios y actualmente se guarda en la
Biblioteca Vaticana. Se la define como “una gran enciclopedia ilustrada
medieval”.
EL
“Corpus agrimensorum” es un tratado de geometría que contiene el mapa de España
más antiguo que se conoce.
La
“Gesta comitum Barcinonensium” (siglo XII, con añadidos posteriores) recoge,
como su nombre indica, la historia de los condes de Barcelona y, de hecho, la
primera historia de Catalunya.
La nave de la iglesia
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Cuando
comenzó la restauración de 1886 el estado de Santa María de Ripoll era ruinoso:
algunos muros, los ábsides y una torre eran los únicos testimonios en pie que
quedaban del antiguo esplendor del monasterio.
Las
obras liquidaron los restos arqueológicos y levantaron un nuevo templo: nuevos
elementos (cimborrio, las columnas de separación de las naves laterales), que
no habían formado parte nunca de la estructura del templo. Recientemente se ha
abierto al público una necrópolis de tumbas de los dos primeros siglos de vida
del monasterio (siglos IX y X).
Las
dimensiones de la nave son de 60 metros de largo por 40 metros de ancho, en una
relación de 1,5, que es la misma que la de las dimensiones de la fabulosa
portada románica del templo.
Como todos los centros sagrados de la época, la construcción del monasterio de Ripoll sigue criterios energéticos. A grandes rasgos, éste sería el mapa de las zonas energéticas:
A destacar:
-> los puntos más altos son: la zona del altar mayor y el centro del claustro, entre 25.000 y 30.000 ubv (zonas sagradas)
-> les siguen en importancia: los dos ábsides contiguos al altar mayor, los pasillos del claustro y la zona de la portada, entre 20.000 y 25.000 ubv (zonas muy favorables para el ser humano)
-> la nave y los dos ábsides de los extremos estarían entre 10.000 y 15.000 ubv (zonas bastante favorables para el ser humano)
-> la zona entre la nave y el claustro, dibujada en rojo, es de muy baja energía, 3.000 ubv (zona de enterramientos).
La nave |
Estudio energético
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Como todos los centros sagrados de la época, la construcción del monasterio de Ripoll sigue criterios energéticos. A grandes rasgos, éste sería el mapa de las zonas energéticas:
A destacar:
-> los puntos más altos son: la zona del altar mayor y el centro del claustro, entre 25.000 y 30.000 ubv (zonas sagradas)
-> les siguen en importancia: los dos ábsides contiguos al altar mayor, los pasillos del claustro y la zona de la portada, entre 20.000 y 25.000 ubv (zonas muy favorables para el ser humano)
-> la nave y los dos ábsides de los extremos estarían entre 10.000 y 15.000 ubv (zonas bastante favorables para el ser humano)
-> la zona entre la nave y el claustro, dibujada en rojo, es de muy baja energía, 3.000 ubv (zona de enterramientos).