Catedral de Jaca




Portada Oeste o Lonja Mayor

Es la entrada principal. Se construyó como lugar de celebración de las ceremonias del Miércoles de Ceniza.

El tímpano de la portada es una de las piezas más importantes del románico europeo. El crismón presenta un círculo de 8 radios que, en las culturas antiguas, representaba a la rueda solar y, por consiguiente, el culto al dios-sol. También acompañan a esta rueda solar 8 margaritas de 10 pétalos: la margarita es la flor en que la ninfa Belides, protectora de bosques y praderas, se transformó para escapar del acoso de Vertumno, dios de los huertos; simboliza, pues, a la Madre Tierra (femenina) frente a los intentos masculinos en dominarla. Vemos aquí el enfrentamiento entre las sociedades recolectoras, matriarcales (Belides es la ninfa de bosques y praderas), que se niegan a desaparecer, y las sociedades agrícolas (Vertumno es el dios de los huertos), que acabarán siendo patriarcales. La margarita, pues, tendría que ver con los cultos matriarcales y el amor libre (¿ritos orgiásticos?).

Era costumbre medieval que las mujeres se colocaban en su frente una corona de margaritas para “dar esperanzas” a su caballero. En época victoriana (siglo XIX) las damas inglesas implantaron la costumbre de utilizarla como oráculo con el conocido juego del “me quiere - no me quiere” de sus pétalos. El número de 10 pétalos es el número perfecto de los pitagóricos.


Entrada principal. Era el escenario de las ceremonias de los Miércoles de Ceniza y, posiblemente, hacía las veces de esconjuradero (ceremonias para evitar las malas tormentas).

La escena del tímpano presenta, a la izquierda, a un león sobre un personaje que agarra a una serpiente y, a la derecha, a otro león con un oso y un basilisco. Varios textos acompañan a estas figuras:

-> “Lector, en esta escultura trata de reconocer ésto: que P es el padre, A el Hijo , la doble (W) el Espíritu Santo. Los tres son realidad el único y el mismo señor”

-> “Es un león fuerte, destruyendo el imperio de la muerte”

-> “Si quieres vivir, tú que estás sujeto a la ley de la muerte, ven aquí suplicante, desechando los placeres venenosos. Limpia tu corazón de pecados para no morir de una segunda muerte”.

La presencia de dos leones en las puertas de entrada es propia de la cultura egipcia y otras culturas de la Antigüedad (Micenas, Hatussa). Tenía un sentido de protección mágica del edificio, alejando a las fuerzas del mal.


El tímpano está cargado de simbología: leones (protección mágica), crismón (rueda solar), margaritas (matriarcado), resto de figuras (constelaciones)



Parte izquierda del tímpano. El león (protección mágica) y personaje con serpiente (constelaciones Ofiuco y Serpens)


Parte derecha del tímpano. El león (protección mágica), el oso (Osa Mayor) y el dragó (constelación de Draco)


También son de gran interés la serie de capiteles que decoran este espacio. Unos representan escenas de la vida del profeta Daniel, otros unos personajes uno de los cuales tiene un bastón y parece ser la imagen del constructor de la catedral y en otro aparece Moisés y su hermano Aarón que parecen ser una alegoría del rey Sancho Ramírez y su hermano el obispo García, quienes, al igual que sus homólogos bíblicos, estaban conduciendo a su pueblo hacia un destino que seguía los designios de Dios.


El personaje con un bastón (izquierda) puede ser la imagen del constructor de la catedral y  Moisés y su hermano Aarón (pareja de la derecha) parece ser una alegoría del rey Sancho Ramírez y su hermano el obispo García.



Escena relativa al profeta Daniel. El ángel ordena a Habacuc, que está llevando la comida a sus trabajadores, que alimente a Daniel. 


Daniel desenmascara a los sacerdotes, que se comían las ofrendas pero que decían que quien lo hacía era un dios-dragón (serpiente en el capitel). El rey condena a muerte a los sacerdotes.

Un elemento muy importante son las hendiduras que podemos observar en el lateral de la puerta de entrada. La hendidura de la izquierda contenía una pequeña pila con agua bendita. La hendidura de la derecha se ha hecho a lo largo de los siglos, cuando los feligreses rozaban la columna con sus dedos mojados por el agua. La interpretación oficial dice que este gesto se hacer para secar las manos, pero a nadie se le escapa que estamos ante un ritual. 

Dede el punto de vista radiestésico, aquí observamos un punto de energía neutro, cruce de corrientes de agua subterránea y que no es atravesado por líneas hartmann o Curry: son las carácterísticas de los lugares sobre los que se levantaban los menhires. Sobre este lugar, pues, se levantaría un menhir varios milenios atrás y la costumbre de rozarlo con la mano impregnada en agua formaría parte de los rituales asociados a este monumento megalítico.









Interpretación astronómica del tímpano de la portada oeste

El estudio de Enrique Ramón Corbacho es muy sugerente. Lo resumimos en las siguientes líneas.

Las figuras que aparecen en el tímpano son también representaciones de una serie de constelaciones conocidas desde la Antigüedad:

-> el león es Leo
-> el hombre que agarra a una serpiente es “Ofiuco” (el portador dela serpiente) y también “Serpens” (la serpiente)
-> el oso es la Osa Mayor
-> el dragón es Draco (el dragón).

En este contexto, la rueda central del tímpano representaría al sol.

El eje de la catedral tiene una orientación de 103º, según Corbacho. En las fechas de su construcción, estas constelaciones eran visibles cuando el sol se ponía en la vertical del tímpano hacia el 10 de agosto (que se corresponde con el 4 de agosto en el calendario juliano, vigente en ese momento).

Las constelaciones de la izquierda (Ofiuco y Serpens) acaban desapareciendo, siguiendo al sol en su recorrido, lo mismo que el pecador va tras Cristo para conseguir su salvación. También se podría interpretar, creemos nosotros, como la marcha de las serpientes -animal sagrado- hacia el interior de la Tierra, es decir, su vuelta al seno de la Madre Tierra.

Las constelaciones de la derecha (Osa Mayor y Draco), como constelaciones circumpolares (que giran toda la noche alrededor de la Estrella Polar) no desaparecen sino que son visibles hasta el amanecer. En la Antigüedad, estas constelaciones eran el hogar de los dioses y los héroes inmortales; para el cristianismo, sería el símbolo del triunfo sobre la muerte y la vida eterna.

Otras constelaciones están presentes en el momento que se indica. Es el caso de Virgo, pero resulta que es difícilmente visible por la luminosidad del sol que se está poniendo. Leo Menor, Lince o Jirafa no son visibles a simple vista y sólo se conocen desde el siglo XVII.

La posición en el cielo de las distintas constelaciones. La de Leo estaría en el eje que divide a los dos grupos.