San Benito de Orante



La ermita de San Benito de Orante

La primera sorpresa es la estructura energética de esta ermita. Resulta que he podido constatar hasta 3 mediciones energéticas diferentes, acompañadas de distintas disposiciones de las líneas Hartmann, según desde dónde hacía la percepción y cuál fuera mi actitud hacia el vórtice situado justo delante del altar mayor.

En primer lugar, hice una medición desde mi casa, con el resultado siguiente: 


El nivel energético del conjunto de la ermita es de 13,000 ubv, tanto en el interor como en el espacio exterior inmediatamente contiguo. El vórtice tiene el mismo nivel de 13,000 ubv. Las líneas Hartmann Norte-Sur están algo más separadas de los normal, cerca de ls 3 metros en la mayoría de los casos, mientras que las líneas Hartmann Este-Oeste están muy distanciadas, entre 4 y 5 metros. El vórtice está en un cruce de líneas Hartmann. Las líneas Curry no pasan por la ermita y por ello no las consideraremos. De la misma manera, se detectan dos corrientes de agua subterránea a ambos lados de la ermita, con un cierto alejamiento; tampoco las consideraremos. 

Cuando visité la ermita por primera vez en agosto de 2019 y me acerqué al vórtice, percibí una negatividad muy fuerte. En efecto, es ese momento, estando yo en el interior de la ermita y sobre el vórtice, el nivel era de 5,000 ubv y la sensación de rechazo y malestar era muy potente. Mi reacción fue salir inmediatamente de la ermita. Inexplicablemente, pues, el nivel había bajado de 13,000 ubv a 5,000 ubv.

Aparentemente, no había ningún cambio relevante en la estructura energética de la ermita des cuando percibí el vórtice a 13,000 ubv  a cuando lo percibí a 5,000 ubv. Lo único que había cambiado era mi posición: de estar lejos de la ermita había pasado a entrar en la ermita. Este es el gráfico del momento del primer contacto con el vórtice, un gráfico exactamente igual al anterior, hecho desde mi casa:


A continuación, estuve como una media hora hablando con Antonio, el guía, un hombre sabio y auténtico “sacerdote laico” de este lugar. Me contó que a mucha gente la brújula se le vuelve loca (yo he sido uno de ellos) o que las baterías de los equipos fotográficos o de medición magnética se descargan... Pasada  la media hora, Antonio me invitó a que entrase de nuevo. Mi sorpresa fue mayúscula: el vórtice estaba a 27,000 ubv, la sensación de bienestar físico y espiritual era total y algo comenzaba a “removerse” dentro de mí. Las líneas Hartman del interior de la ermita habían desaparecido. Ahora el nivel energético había pasado de 5,000 ubv a 27,000 ubv en media hora.

Inmediatamente, midiendo el exterior, observé que las líneas Hartman se habían concentrado alrededor del edificio. Las líneas Hartmann Norte-Sur, en un espacio de unos 11 metros, eran 10; las líneas Hartmann Este-Oeste, en un espacio de unos 5 metros, eran 5. Prácticamente a cada paso dabas con una línea energética. El nivel energético del espacio exterior inmediatamente contiguo a la ermita seguía siendo de 13,000 ubv, pese a la gran concentración de líneas Hartmann. Este es el gráfico:



Antonio me comentó entonces que a mucha gente la había pasado lo que a mí: en la primera visita notaban una sensación de rechazo pero que  en la visita posterior la sensación era diferente: la gente entraba en estados alterados de conciencia y tenía reacciones como una gran sensación de bienestar, o lloros y/o una cierta “histeria”, momento en que afloraban muchos problemas emocionales que tenían escondidos en lo más profundo y, finalmente, se liberaban de ellos.

Se puede pensar que los benedictinos utilizaban este lugar para que sus novicios, antes de hacerse monjes, se liberaran de sus problemas emocionales. De la misma forma, y dado que este lugar tiene una antigüedad de milenios según lo atestiguan estudios arqueológicos, tendría esta función de liberación emocional desde la Prehistoria, pues para ello fue creado: las características de Orante apuntan a ritos de tránsito, es decir, a los ritos propios de los cambios de edad (de la niñez a la pubertad, por ejemplo).



Orante y el perfil emocional del ser humano

Por el nivel energético de 13,000 ubv, pensamos que Orante está diseñada para trabajar el perfil emocional de las personas. 

Nos estamos refiriendo a nuestras reacciones emocionales puntuales ante situaciones dadas: al estar en un lugar, ver a una persona, recordar un hecho pasado... Son las reacciones de miedo, asco, ira/odio, tristeza... Y también, alegría y felicidad. Nuestro perfil emocional “normal” está entre 13,000 ubv y 15,000 ubv. Un perfil emocional por debajo de 13,000 ubv debe llevar a preocupación.

Pero cuando sentimos miedo desproporcionado porque estamos a oscuras o por el recuerdo de una experiencia vivida, o el que siente ira/odio ante la persona diferente (xenofobia, homofobia...), un asco irrefrenable ante una serpiente, etc., entonces nuestro perfil emocional  tiene un problema. Seguramente en estos casos estaremos emocionalmente por debajo de los 13,000 ubv. Es el mundo de lo irracional más profundo. Son reacciones que no podemos controlar. Tenemos un emoción porque tratamos de adaptarnos y comprender una situación dada: un lugar, un recuerdo, una persona...


Sello de los benedictinos, en uno de los bancos a la entrada de la ermita


En el caso de Orante, este proceso de rechazo-aceptación y de modificación de niveles energéticos y de líneas Hartmann hoy por hoy no tiene explicación lo miremos por donde lo miremos. Se abren muchas preguntas:

→ ¿estos cambios energéticos son simplemente una característica de los lugares con 13,000 ubv?

→ ¿se deben a una intervención humana (de un chamán/sacerdote) que ha establecido un proceso, a partir de lugares con 13,000 ubv, donde podemos liberar emociones?

→ ¿es la observación y la presencia o no presencia del ser humano la que produce todas estas modificaciones?

→ cuando el nivel del vórtice llega a 27,000 ubv y cambia el observador, ¿se mantiene el mismo nivel o baja a 13,000 ubv o a 5,000 ubv según el caso?

→ ¿puede haber percepciones diferentes y al mismo tiempo de diversas personas según sea su “actitud” y ubicación respecto al vórtice?

En mi caso, yo percibo desde mi casa que el nivel en estos momentos es de 13,000 ubv, pero que si yo estuviera ahora en el vórtice de Orante, el nivel sería de 27,000 ubv. Es decir, dos niveles de energía al mismo tiempo según sea mi posición. Sería posible, pues, que varias personas, al mismo tiempo, desde posiciones y actitudes diferentes, obtuviesen mediciones distintas del nivel energético del vórtice de Orante.

Mi opinión es que es el observador el que, según su posición y actitud, “interactúa” con el vórtice y ambos -observador y vórtice- modifican en nivel energético y mueven las líneas Hartmann del interior de la ermita. La presencia humana es, pues, la condición para que este proceso de cambios se produzca.

Se podría decir, pues, que el vórtice de Orante adopta tres posiciones: a) de “reposo”, cuando nadie interactúa con él o se contempla desde la distancia, 13,000 ubv; b) de “negación”, al primer contacto humano, quizá porque la persona no está en la actitud apropiada, 5,000 ubv; c) de “aceptación”, cuando la persona, después de un rato de permanecer en el lugar, ha entrado en el estado de conciencia adecuado, 27,000 ubv.

Estas alteraciones magnéticas que se producen en la ermita de Orante no tienen paralelo con nada de lo que yo haya podido contemplar en ningún otro sitio. 




La extraña orientación de la ermita de Orante

La orientación de la ermita es hacia el Oeste. Es una orientación totalmente atípica, pues los centros de culto cristiano en la Edad Media tienen una orientación al Este, tratando de asimilar cultos solares precristianos. Por otra parte, en una ventana de la pared occidental de la ermita están marcadas las posiciones solares en los equinoccios y en el solsticio de verano.

Esta es otra de las particularidades de Orante: difícilmente encontraremos otro templo cristiano de origen medieval orientado al Oeste y, mucho menos, una pequeña ventana en el Oeste como observatorio solar.

Esta orientación tan anómala se explica, sin embargo, si tenemos en cuenta la estructura energética de la ermita. El vórtice delante del altar y el espacio donde se produce el movimiento de líneas Hartmann definen un espacio energético que es justo el que ocupa este edificio, aunque su orientación no sea la habitual. Los constructores benedictinos respetaron este espacio energético, aunque la orientación del templo fuera totalmente atípica. Una ermita en este lugar y con la finalidad que se construyó (trabajar las emociones) sólo podía tener la dimensión y orientación que ahora tiene.

Aquí no se acaba todo. Todavía Orante nos deparará más sorpresas. Sentados en un banco en el exterior de la fachada sur, podemos observar que hay una ausencia total de ruido. No percibiremos ni los coches de la carretera general, que pasa muy cerca de la ermita. Asimismo, se observa que, cuando nieva, la nieve no cubre nunca un amplio espacio en la zona de la fachada Oeste. No se ha encontrado explicación científica alguna ni para el fenómeno del ruido ni para el de la nieve.


La fachada principal de la ermita, con el óculo en forma de pentágono invertido



Los testimonios

En Internet podemos encontrar frases como éstas:

“Siento unas ganas de llorar terribles”

“Sentí la energía tan fuerte que me “desenchufé” muy pronto. Me fui al otro lado. Perdí la noción del tiempo.”

“Personas que están cinco minutos y personas que están tres horas. Personas que lloran, o se desmayan...”

“Tendría que salir ya porque hay fuera otros visitantes esperando... mmm... Pero me cuesta moverme.... Estoy tan a gusto aquí....”

“Comencé a llorar emocionada.”

“Influía, incluso, en personas no sugestionadas que acudían hasta este lugar, provocándoles distintas reacciones fisiológicas, no muy comunes, alterando, incluso, en algunos casos su conciencia en cierto modo”.