La alquimia en la India

La alquimia en la Antigüedad


La alquimia en la India

El objetivo de la alquimia hindú es lograr la perfección y la inmortalidad: se cuentan muchas historias de alquimistas que vivieron largo tiempo gracias a su arte, aunque la alquimia hindú es poco conocida. 


La alquimia hindú "restaura la salud de aquellos que estaban enfermos más allá de la esperanza, y devuelven a los jóvenes a la vejez que se desvanece ..."


Al-Buruni, alquimista persa, siglo XI: la alquimia hindú devuelve la salud a aquellos enfermos que estaban desahuciados y la juventud a los marchitos ancianos. "Tienen una ciencia similar a la alquimia que es bastante peculiar para ellos. Lo llaman Rasâyana, una palabra compuesta con 'rasa', es decir, oro. Significa un arte que es restringido a ciertas operaciones, medicamentos y medicamentos compuestos, la mayoría de los cuales se toman de las plantas. Sus principios restauran la salud de aquellos que estaban enfermos más allá de la esperanza, y devuelven a los jóvenes a la vejez que se desvanece ..."



Rasayana

Rasayana significa 'camino (ayana) de esencia (rasa)'. Trata de los métodos para prolongar la vida humana -con lo que se emparenta con la medicina ayurvédica- y, a partir del siglo VIII, identifica a la alquimia hindú.


La medicina ayurvédica se relaciona íntimamente con la alquimia hindú, pues aplica tratamientos para todas las enfermedades a base de aplicación de aceites, los remedios con plantas y la dieta.


Ayurveda es la medicina tradicional de la India. Está documentada desde hace 3.000 años. "Tiene como objetivo común la unificación de cuerpo-mente y espíritu, proclamando que la enfermedad y la salud son el resultado de la confluencia de tres aspectos principales de la existencia o doshas" (Wikipedia). La realidad está formada por cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter. El cuerpo humano es la combinación de 'tres humores' (la teoría de los humores pasará a Grecia, al Islam y finalmente a la Europa medieval): vata ('aire'), pittá ('bilis') y kapha ('moco' o agua). 

La medicina ayurvédica se relaciona íntimamente con la alquimia hindú, pues aplica tratamientos para todas las enfermedades a base de aplicación de aceites, los remedios con plantas y la dieta. Los médicos ayurvedas hacían una especie de juramento hipocrático y debían observar una vida de castidad y ser vegetarianos.

Rasayana está fuertemente influenciado por la escuela tántrica Kaula. El Kaula plantea la burla de las convenciones sociales como forma de liberación. Se puede decir que los miembros del Kaula buscan deshacerse de las limitaciones mentales y de los hábitos sociales, para lograr la libertad y la identificación con la conciencia suprema. La libertad se logra con el despertar de la Kundalini. Los discípulos se agrupan en torno a su gurú, para seguir el impulso espiritual de éste, por lo que el Kaula es algo que se practica en grupo. La sexualidad y el arte son vehículos de liberación. Un personaje muy relacionado con la escuela Kaula es Matsyendra, que vivió en el siglo X.



El Kaula plantea la burla de las convenciones sociales como forma de liberación. 



Alquimia, yoga y tantrismo

Por otra parte, la relación entre alquimia, yoga y tantrismo es clara. El yoga es una disciplina que se basa en ejercicos físicos y mentales (meditación). El tantrismo se enmarca dentro del hinduismo y del budismo tibetano; el tantra del "sendero de la mano derecha" utiliza la meditación y las prácticas sexuales que integran las energías masculina y femenina. El tantra busca la identidad de la conciencia del ser humano como la conciencia divina, es decir, el nivel más elevado o "superconciencia". Por su parte, para el alquimista hindú, la alquimia es una purificación y un despertar, un sacar afuera todas las potencialidades de su cuerpo.

Testimonios de viajeros occidentales nos hablan de yoguis con conocimientos alquímicos que prolongaban su vida más allá de lo que era normal en la existencia humana. Se trata de un preparado a base de mercurio, lo que se asemeja a las prácticas alquímicas chinas. Este preparado producía primero efectos negativos para la salud (pérdida de fuerza, caída de cabello y dientes...) pero luego tenía lugar la regeneración (recuperación de la salud, el cabello volvía a crecer y los dientes volvían a salir...); era como una muerte y renacimiento del iniciado, el 'solve et coagula' tradicional de la alquimia. Marco Polo explica que tuvo conocimiento de un brebaje de azufre y mercurio que se bebía dos veces al mes y que provocaba la longevidad de los yoguis. 


Testimonios de viajeros occidentales nos hablan de yoguis con conocimientos alquímicos que prolongaban su vida más allá de lo que era normal en la existencia humana.


Otro método de conseguir una larga vida era el Pranayama, una técnica de respiración de yoga. La misma técnica se conocía en China con el nombre de 'lianqi'. La respiración se va haciendo cada vez más lenta y así el yogui experimenta los estados de conciencia a los que no se puede llegar en situación normal, sobretodo los estados de conciencia que corresponden al sueño. Lo que se pretende es paralizar la respiración y la función de los órganos vitales para unificar la conciencia. 

Se cuentan muchas leyendas sobre los yoguis: prolongan su vida más allá que el resto de humanos o incluso alcanzan la inmortalidad, predicen el futuro, se elevan en el aire, se hacen invisibles, caminan sobre el agua y obtienen oro a partir de otros metales.


Se cuentan muchas leyendas sobre los yoguis: prolongan su vida más allá que el resto de humanos o incluso alcanzan la inmortalidad, predicen el futuro, se elevan en el aire, se hacen invisibles, caminan sobre el agua y obtienen oro a partir de otros metales.



Nagarjunacharya 

Nagarjunacharya fue un monje budista que practicó la alquimia y llegó a convertir el mercurio en oro. Dirigía la universidad de Nagarjuna Sagar. Su libro, Rasaratanakaram, es una de las aportaciones más importantes de la antigua medicina de la India, con una influencia que se extiende a los tiempos actuales.