Catedral del Tortosa
Una
catedral que se construyó durante 600 años
La actual catedral de Tortosa es un edificio gótico
comenzado en 1347, aunque su fachada principal es barroca de 1757. Está
edificado sobre un templo románico y, a su vez, fue anteriormente mezquita
árabe, templo visigótico, fórum romano y lugar de cultos prehistóricos.
Cuando Ramón Berenguer IV conquistó Tortosa a los
musulmanes en 1148, concedió al arzobispo de Tarragona y obispo provisional de
Tortosa, Bernard Tort, la mezquita tortosina y sus posesiones. Bernard Tort
convirtió la mezquita en catedral y las construcciones musulmanas anexas las
transformó en un dependencias de uso religioso católico.
Los templarios jugaron un papel decisivo en Tortosa.
Aunque enfrentados –a veces violentamente- con la familia de los Montcada, la
Sentencia de Flix de 1241 les concedió el dominio de la casi totalidad de la
ciudad. Posteriormente, en 1291, los templarios cambiaron Tortosa por otras
posesiones en el Maestrazgo. Pero la huella de los templarios se deja ver a
cada paso que se da por la Tortosa medieval.
Las obras de construcción de la catedral duraron 6
siglos, hasta la finalización de la fachada principal en el siglo XVIII.
La catedral románica se comenzó a construir en 1158 con
el nombre de Santa María y fue consagrada en 1178. La denominación de la
catedral nos introduce en la polémica de si estos centros religiosos estaban
dedicados a la Virgen María o a María Magdalena, polémica en la que parece ser
más plausible la segunda opción y nos indicaría la presencia templaria. Una
placa que antes estaba en la escalera que va del Claustro a la Plaça del Palau
decía: ANNO INCARNACIONIS D[OMI]NI CE M L VIII COEPIT HOC TEMPLU[M] AEDIFICARI
ET XX ANNIS EDIFICATU[M] FUIT (En el año de la encarnación del Señor mil ciento
cincuenta y ocho empezó a edificarse este templo y fue edificado en veinte
años).
El claustro y las dependencias canónicas se construyeron
en los siglos XII y XIII. El palacio episcopal se construyó en tiempos de
Berenguer de Prat (1316-1340).
La diócesis de Tortosa llegó a abarcar territorio del
Reino de Valencia: el obispo Ponç de Torrella (1213-1254) incorporó los
territorios de Morella y Burriana.
La orientación del templo es de 77º que corresponde a
la posición más espiritual del ser humano. Stéphane Cardinaux, en
"Geometrías Sagradas" nos explica que esta orientación es conocida
desde la antigüedad: "Este ángulo (o azimut)
era perfectamente conocido por los Antiguos porque es el ángulo del dromos, la
avenida de acceso a la Gran Pirámide. En Europa, numerosas iglesias muy
antiguas están orientadas en esta dirección."
Añade que esta orientación u "ola de Isis"
corresponde a la orientación más espiritual para el ser humano: "A este
azimut particular se le llama “la ola de Isis”. Si uno se sitúa frente a esta
dirección, nuestro cuerpo etérico será mayor que frente a cualquier otra
dirección. Si uno se gira poco a poco, va disminuyendo, con un valor mínimo al
opuesto de la ola de Isis. Cualquiera que sea el lugar donde uno se sitúa en la
Tierra, este ángulo beneficioso es siempre el mismo."
Finalmente, S. Cardinal afirma que el color
púrpura-magenta está asociado con esta orientación, que "ha sido desde los
tiempos más remotos el color de la espiritualidad, y es, pues, normal que se
oriente la mirada hacia esta vibración-color. Los monjes budistas se visten
siempre de púrpura que es también el del séptimo chakra."
Desde el punto de vista astronómico, la orientación
de 77º marca la salida del sol cuando entra en
la constelación de Virgo. Es una alusión a la Madre Tierra y a los cultos
maternales, y nos lleva necesariamente a los templarios, que levantaron muchos
edificios religiosos con esta orientación. Hay que concluir, pues, que
intervinieron en la obra personas que estaban influidas en mayor o menor medida
por el sistema de creencias templario.
Virgo (la Virgen, la Mujer en sentido amplio) es la
constelación de la Diosa Madre. Se la asocia con todas las diosas de las
grandes culturas de la Antigüedad: Deméter, Isis... Está relacionada con el
ciclo agrario -colocada al final del mismo-, como lo revela el que su estrella
principal se llame Espiga. Como cristianización de este culto, muchas Vírgenes
cristianas llevan una espiga en su mano. Su forma nos sugiere un ser
antropomorfo con alas. En las cosmogonías de la Antigüedad, se dice que la
Justicia reinaba en la Tierra hasta que nació la Raza del Bronce (es decir, en
la Edad de los Metales, cuando la sociedad se divide en clases, surge el
esclavismo, las guerras desvastadoras y la explotación del hombre por el
hombre); entonces la Justicia dejó la Tierra y ascendió con unas alas a los
cielos formando la constelación de Virgo.
“Los sumerios llamaban a la constelación Bad-Tibira y a
su estrella principal Sib (la Spica actual). Los primeros agricultores relacionaron
la constelación de Virgo con la diosa de la fertilidad –Démeter, Ceres,
Perséfone y los distintos nombres de la Diosa Madre que, andando el tiempo, se
ha transformado en la Virgen o Madre Divina. (...) El hombre primitivo observó
que la estrella Spica, la principal de la constelación que hoy llamamos Virgo,
desaparece en el horizonte del cielo nocturno el quince de agosto, lo que
coincide con el agostamiento de la vegetación. Era el tiempo de recoger el
trigo ya seco y maduro. Spica vuelve a aparecer en el cielo nocturno el ocho de
septiembre, coincidiendo con el momento de la sementera. (...) La mente asoció
el ciclo agrícola, del que dependía la fecundidad de las cosechas, con el de la
misteriosa estrella Spica que de algún modo mágico regía la alternancia
estacional que hacer crecer el cereal. Por eso precisamente la llamaron Spica,
espiga.” (Nicolas Wilcox, Los templarios y la mesa de Salomón).
El
escudo del archivo diocesano, adjunto a la catedral, es muy rico en simbología
y está presidido por una cruz del temple
- La catedral gótica
La catedral gótica fue comenzada a construir en 1347 cuando
el obispo Bernat d’Oliver colocó la primera piedra en el centro del ábside.
Este es el lugar de un gran valor energético y donde tradicionalmente se
ubicaba en la Prehistoria (hacia unos 4.000-5.000 años) el dolmen o menhir
sobre el que luego las civilizaciones posteriores han construidossus templos.
La catedral gótica sustituyó a la catedral románica, que
se iba derruyendo a medida que avanzaba la primera. Hubo al menos de
proyectos; se guarda el de Antoni Guarc: contemplaba tres naves con deambulatorio
y ábside y 9 capillas radiales. La cifra de capillas nos introduce en el mundo
de la numerología y, una vez más, en los templarios. El primer maestro de obras
fue Bernat Dalguaire, que parece se basó en el proyecto de Guarc.
El altar mayor se terminó en 1351. El ábside y el
presbiterio fueron construidos entre 1366 y 1381; estas obras fueron
dirigidas por Andreu Julià, autor de la “torre del Micalet” de la catedral de
Valencia. Las capillas radiales se terminaron hacia 1400. Desde este año a 1416
los maestros de obras eran Pascual de Xulbi y su hijo Joan de Xulbi, que
trabajaron en el ábside y terminaron las capillas absidiales. En 1430 el
maestro de obras era Joan Folquer, quien construyó las bóvedas de la girola.
En 1433 Francesc Martí digirió las obras de la clave de bóveda central
del presbiterio y la pavimentación. El altar fue consagrado en 1441 siendo
obispo Ot de Montcada i de Luna (1415-1473). En 1487 se acaba la primera bóveda
de la nave después del altar, con las donaciones de Miquel Terga; en 1496 se
pinta la clave de bóveda de este tramo y pavimentación. En 1586 se levantan los
pilares del tercer y cuarto tramos y una puerta que comunicaba el tercer tramo
con el claustro.
En 1597 tiene lugar la consagración de la catedral por el
obispo Gaspar Punter i Barreda, aunque las obras no estaban terminadas, pues
faltaba la torre y la fachada. En 1597 se coloca la primera piedra del
baptisterio y de la torre. Hasta el siglo XVIII durarían las obras de
adecuación de la fachada, ya en estilo barroco, que ha quedado inacabada para
siempre, pues el peso de todo el edificio pone en peligro su estabilidad, al
estar levantado en las cercanías del río Ebro sobre un terreno poco sólido. De
1672 a 1725 se construyó la capilla de la Verge de la Cinta, en estilo
barroco.
Espectaculares
gárgolas de la fachada exterior. Su función es proteger el templo, ahuyentando
los males que vienen del exterior.
- La puerta del Olivo
Formado parte de la Canónica (conjunto de edificios religiosos
en torno a la Catedral), la puerta del Olivo, tiene un fuerte acento
matriarcal. De un lado, y presidiendo el conjunto, encontramos a la Verge de la
Cinta, que, para mantener la susodicha cinta la virgen hace una figura de yoga
(¿casualidad?), que es el Mudra Chin o mudra del conocimiento que, mediante la
meditación equilibra el flujo de energía personal.
La
puerta del Olivo y detalle de la Virgen de la Cinta
En la parte inferior y formando un triángulo isósceles con la Virgen de la Cinta encontramos dos santas, son santa Cándadia y santa Córdula, provistas de libros cerrados e instrumentos de escritura. Es decir, en realidad nos encontramos ante dos mujeres sabias, que han ido transmitiendo el conocimiento y el saber desde tiempos prehistóricos, en las que el libro cerrado indica que son portadoras de un mensaje que ha de ser secreto.
Las figuras masculinas de la puerta del Olivo son san Pedro y san Pablo.
En la parte inferior y formando un triángulo isósceles
con la Virgen de la Cinta encontramos dos santas, son santa Cándadia y
santa Córdula, provistas de libros cerrados e instrumentos de escritura. Es
decir, en realidad nos encontramos ante dos mujeres sabias, que han ido
transmitiendo el conocimiento y el saber desde tiempos prehistóricos, en las
que el libro cerrado indica que son portadoras de un mensaje que ha de ser
secreto.
Las figuras masculinas de la puerta del Olivo son san
Pedro y san Pablo.
- Los subterráneos
Los tramos del subterráneo visitables abarcan unos 100
metros. Los no-visitables deben ser muchos metros más. Están constituidos por
largos pasillos formando un laberinto en el que podemos ver de tanto en tanto
pequeñas e inquietantes celdas o habitáculos.
La construcción de estos subterráneos data de los siglos
XIII y XIV y tenían oficialmente la finalidad de servir de lugar de
enterramiento. En verdad, ¿qué función habrán tenido a lo largo de los siglos?
Seguramente esconden muchos enigmas y no siempre agradables. Aún hay más:
un constructor de Tortosa nos comentó que, cuando los albañiles iban a hacer
obras en ciertas partes de la catedral, se les conducía con los ojos vendados y
cada día por una ruta diferente; los operarios contaban los pasos a diario y
siempre las distancias recorridas eran distintas, pues se les llevaba por rutas
diferentes para despistarlos.
En rojo, superficie que abarcan los subterráneos
visitables. Sin embargo, la superficie de los mismos debe ser muy superior,
abarcando prácticamente el conjunto de la canónica, con lo que la parte
visitable es tan sólo una pequeñísima parte del total. Algo de éso se aprecia
en la visita a los mismos, pues se ven tramos de subterráneos que no están
abiertos al público.