Pinturas del claustro
Estas pinturas están muy deterioradas. El motivo funerario se explica porque servían para decorar los enterramientos del claustro. “Las pinturas mejor conservadas con las de galería oriental. Entre ellas se encuentra la Historia de San Miguel: el arcángel con alas extendidas se representa como caballero enfrentado a un dragón. Sobre él y a la izquierda se ve a un pequeño toro sobre fondo negro (como si de una cueva se tratase) que porta una gran pluma. Esta pintura posiblemente se basa en la leyenda de la aparición de San Miguel en el monte Gargano (primer lugar en el que según la tradición se apareció el santo) y el milagro del toro.
San Miguel |
“También esta representado un Calvario. Cristo, en el centro; la Virgen María y Longinos, a su derecha; y san Juan y Stéfaton a su izquierda. La cruz está flanqueada en su parte superior por el sol y la luna con rasgos humanos.
“A continuación se dispone una imagen de la Virgen con el Niño flanqueada por dos caballeros calatravos postrados en actitud de orar, con una disposición similar a la de los donantes. La Virgen sostiene con su mano izquierda uno de sus pechos para amamantar al Niño; se identifica por tanto como la Virgen de la Leche.” (Folleto explicativo del castillo de Alcañiz). En la parte inferior aparecen los escudos de los calatravos y de Rueda, con un enterramiento de un noble de este linaje, don Pedro Garcés de Rueda. Es una pintura mural gótica de los siglos XIV-XV.
El tema de la ‘lactatio’ o amamantamiento del Niño (a veces es de otro personaje, como el caso de Bernardo de Claravall en la ermita de Torre de Arcas) representa la transmisión de la sabiduría y la elocuencia de la Madre Tierra a los seres humanos. Es una clara evocación de los cultos maternales que vienen desde la Prehistoria, en los que, en este caso, establecemos la relación entre el Hombre y la Madre Tierra en el terreno del conocimiento. Las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio recogen el milagro de un monje que resucita (adquiere una nueva vida) cuando la Virgen le da su leche, «narrando el prodigio de la resurrección de un monje cisterciense, que obró la Virgen dándole leche de su seno». También se menciona este tipo de milagro en el Cancionero de Úbeda (1558).
La escena la la 'lactatio', muy deteriorada |
El tema de la ‘lactatio’ o amamantamiento del Niño (a veces es de otro personaje, como el caso de Bernardo de Claravall en la ermita de Torre de Arcas) representa la transmisión de la sabiduría y la elocuencia de la Madre Tierra a los seres humanos. Es una clara evocación de los cultos maternales que vienen desde la Prehistoria, en los que, en este caso, establecemos la relación entre el Hombre y la Madre Tierra en el terreno del conocimiento. Las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio recogen el milagro de un monje que resucita (adquiere una nueva vida) cuando la Virgen le da su leche, «narrando el prodigio de la resurrección de un monje cisterciense, que obró la Virgen dándole leche de su seno». También se menciona este tipo de milagro en el Cancionero de Úbeda (1558).
En la ‘lactatio’ "el pecho izquierdo representa el aspecto más emocional, más afectivo de la faceta maternal y las emociones inhibidas en la mujer (el papel de mujer y la madre en ella), y los sentimientos interiores que la mujer vive con relación a cada uno de ambos papeles. En cambio el pecho derecho se asocia al papel y a las responsabilidades de la mujer en la familia o en la sociedad, representa la mujer responsable y lo que se espera de ella hacia el “exterior”.(Cristina López, Ermita de Torre de Arcas)
Escena de la 'lactatio'. Fuente: plafón explicativo del claustro del castillo de Alcañiz |