Románico del Valle de Yerri, Navarra


Monasterio de Irantzu

Data del siglo XII, aunque estuvo en construcción hasta el siglo XIV, por lo cual combina elementos románicos con góticos. Anteriormente, en el siglo XI, existía una pequeña iglesia con algunos monjes benedictinos. Es un monasterio cisterciense, que se constituyó con doce monjes procedentes de Cour-Dieu (Loiret, Francia). El número de doce no es casual, pues alude a los doce apóstoles, lo cual, a su vez, nos traslada a los colegios sacerdotales de la Antigüedad (tanto celtas como egipcios, por ejemplo), que tenían doce miembros. La congregación de Cour-Dieu (la Curia de Dios) era filial de Citeaux, siendo Irantzu el primer monasterio de esta casa madre en España.


El monasterio


Dibujo del monasterio.
Fuente: cartel informativo


La iglesia es de tres naves y tres ábsides de planta rectangular. El claustro fue construido entre los siglos XII y XIV. Es de grandes dimensiones y tiene dos fuentes. La cocina data del siglo XIII, destacando su enorme chimenea.


La iglesia es de tres naves y tres ábsides de planta rectangular. 


El cartel informativo dice lo siguiente: “La visita al monasterio permite conocer el inspirado y sereno claustro, construido entre los siglos XII y XIV, lo cual explica la variedad de estilos. Desde el claustro, que conserva el lavatorio gótico con una original fuente hexagonal, se accede a la cocina, de estilo medieval y con una gigantesca chimenea; el refectorio transformado en el XVII; la cillerería que servía de almacén; la casa abacial restaurada en el barroco; las celdas de castigo, en las que monjes y conversos pagaban sus culpas y pan y agua; la sala capitular, construida a finales del siglo XII, que se conserva en toda su originalidad; y la iglesia de Santa María, construida a finales del siglo XII. Este templo , de planta de cruz latina con una capilla central y dos laterales, sorprende por su iluminación, gracias a la disposición de sus ventanales”.


El claustro


A partir de 1512, en que Navarra es anexionada a la Corona de Castilla, los abades serán por nombramiento real. Importantes reformas tuvieron lugar en los siglos XVI y XVII. De la época de su construcción nos ha quedado el claustro, la sala capitular, las celdas de castigo, el locutorio y la cocina. 

En referencia a la cocina, el cartel informativo dice que “el consumo de carne, excepto para los enfermos, estuvo prohibido hasta el siglo XV. Cada mañana se repartía entre pobres y estudiantes la “sopa boba”, cuyo dicho ha llegado hasta nuestros días. Los monjes más jóvenes o enfermos desayunaban “mixtum” (pan mojado con vino). Habas, lentejas, nueces, vino y pan eran los alimentos más consumidos en este monasterio. (…) En el exterior sobresale la monumental chimenea de la cocina, obra del siglo XIII. En el interior se abre un espacio diáfano donde un fuego y una olla parecen esperar las buenas artes de los monjes”. 


La gran cocina


Respecto al lavatorio del claustro, el cartel informativo explica: “De planta hexagonal y adosado al claustro, constituía una parte fundamental  en el aseo de los monjes. El agua pura de un manantial se canalizaba hasta él para que los monjes en grupos se asearan”.


El lavatorio del claustro. El agua pura de un manantial se canalizaba hasta él para que los monjes en grupos se asearan.


Sobre las celdas de castigo, leemos en el cartel informativo: “En la sala capitular los monjes debían reconocer públicamente los incumplimientos de la regla. La penitencia era pasar uno o dos días en las celdas de castigo a base de pan y agua”.

Y sobre la sala capitular: “Construida a la vez que la iglesia, en el siglo XII, es de planta cuadrada con cubiertas de crucería que apoyan en dos columnas centrales. En ella se reunían los monjes con el abad todas las mañanas para repasar la regla y organizar la vida del monasterio”.


La Sala Capitular. En ella se reunían los monjes con el abad todas las mañanas para repasar la regla y organizar la vida del monasterio.


El obispo que promovió la construcción del monasterio fue Pedro de París, quien trajo a Navarra las reliquias de San Fermín e introdujo el culto a este santo en Pamplona. Su apellido “de París” viene de que había estudiado en la capital francesa.

El monasterio llegó a ser dueño de vastos territorios en Navarra y en diversos lugares de España, sobretodo en Alava, Guipúzcoa y La Rioja. En el siglo XIV, con la guerra civil navarra y la Peste Negra, pasó por una época de crisis, que remontaría en la centuria siguiente. En la guerra civil navarra los monjes de Irantzu apoyaban a la facción “agramontesa” frente a la facción “beamontesa”, que resultó vencedora. Una parte importante de su patrimonio fue vendido. Tras el conflicto, a finales del siglo XV tan sólo tres sacerdotes y cuatro frailes formaban la congregación religiosa. Con la Desamortización de 1835 los monjes no abandonaron el lugar, pues tenían la protección de los carlistas; pero en 1839, tras el Convenio de Vergara tuvieron que abandonar Irantzu, abriendo un periodo de ruina que duró un siglo. Irantzu ha sido el monasterio navarro más afectado por la desamortización. Actualmente está ocupado por una comunidad de monjes teatinos.



Imagen de la Viregen y el Niño


En vasco, “irantzu” significa “helecho”. El helecho es una planta mágica que se consagra en la noche de San Juan (cristianización del solsticio de verano) y era habitualmente utilizada por las brujas medievales. Tiene un carácter protector de los hogares, atrae la lluvia (pues crece en lugares húmedos) y la buena suerte. En las noches de luna creciente, si le ponemos tres velas de color verde, sirve para encontrar pareja. La infusión de helecho nos trae la eterna juventud.

La orientación del templo es de 115º, la misma que la de la primitiva iglesia de San Adrián, con posibles efectos lumínicos en los equinoccios y en el solsticio de verano.



Se conservan una serie de estelas funerarias.