Románico del Valle del Río Oja, La Rioja
Zorraquín
Un poco de Historia
El término Zorraquín deriva del árabe. Fue repoblado por mozárabes en los siglos IX-X. La primera referencia documental es del 1084, en el Alfonso VI de Castilla cede el monasterio de Ojacastro al monasterio de San Millán de Suso: “monasterio S.Sebastián in valle, qui dicitur Ogga Castro Inter. Villa Moneo Zoraquín”. En 1312 Fernando VI concede un Fuero “al valle de la villa de Ojacastro, Ezcaray e Zorraquín e Valgañón”,con importantes privilegios que facilitaban la repoblación en una zona de interés estratégico por ser fronteriza con el Reino de Navarra. Este Fuero fue ratificado por diversos monarcas a lo largo de los siglos, hasta que fue anulado como todos los fueros del país en 1876.
El templo
Iglesia de Zorraquín.
Data de finales del siglo XII o comienzos del XIII. Era un templo de una sola nave, ábside rectangular y arco triunfal apuntado. Los herrajes de las puertas son también de época románica, del siglo XIII. En siglos posteriores el templo ha sufrido grandes modificaciones. La cabecera se sustituyó por otra gótica en el siglo XVI.
La portada es románica. Se representa la lapidación de san Esteban, a la izquierda, y lo que se cree como la cabeza de san Vitores, a la derecha. San Vitores fue un sacerdote burgalés del siglo IX. Predicó la resistencia armada a la invasión musulmana y que los cristianos de la zona no se convirtieran al Islam. Fue detenido por los musulmanes, crucificado y decapitado, tras lo cual san Vitores se levantó del suelo y cogió sus cabeza con las manos. Hasta sus verdugos se convirtieron al cristianismo. Siguió predicando y haciendo milagros y al cabo de un tiempo se recluyó en una cueva, donde murió definitivamente. Es patrón de muchos lugares a lo largo del Camino de Santiago, entre ellos Zorraquín.
La portada. Lapidación de San Esteban, a la izquierda, y cabeza de San Vitores, a la derecha.
En el interior encontraremos un retablo renacentista con la vida de san Esteban. Otro retablo representa a san Vitores con la cabeza en las manos. Una celosía mozárabe debió pertenecer a un templo primitivo, anterior al románico. Una pila bautismal data del siglo XIII. Una pila de agua bendita del siglo XII proviene del monasterio de San Sebastián de Ojacastro, hoy desaparecido.