Las iglesias del Serrablo, Huesca
Lárrede, iglesia de San Pedro
Data del 1050. Está construida al abrigo de una torre defensiva musulmana, modificada tras la conquista cristiana y conocida como “la Torraza”. Al lado, la “Casa Isabel” nos muestra la típica chimenea altoaragonesa.
El templo está construido al abrigo de una torre defensiva musulmana. La torre-campanario posiblemente se inspira en la torre de la mezquita siria de El-Omaria, en Bosra.
El templo tiene planta de cruz latina, lo que la hace diferente al resto de iglesias del Serrablo, que son de planta única. La estructura de cruz latina se ha conseguido al edificar dos capillas laterales. Cartel informativo: “La parroquial de Lárrede ha sufrido pocas modificaciones. Al repertorio de elementos comunes a todas las iglesias del Serrablo, añade soluciones más complejas y enriquecedoras, de ahí su importancia. En lugar de la nave rectangular única o doble, en el caso de los monasterios, su planta es de cruz latina debido a dos estancias laterales que crean una falsa nave crucero.”
Esta es la iglesia que marca el estilo del resto de templos de la zona, que por ello recibe el nombre de “círculo larredense”.
Planta del templo (foto: cartel informativo)
Cartel informativo: “Constituye todo un emblema para la comarca, al ser el exponente más refinado de un conjunto de iglesias típicas de la margen izquierda del Alto Gállego. Son iglesias que mantienen peculiaridades formales de la arquitectura prerrománica hispánica. El investigador Durán Gudiol las consideró mozárabes, bien de factura o de tradición. Según esta interpretación, fueron construidas por cristianos bajo dominio musulmán, en la segunda mitad del siglo X, o por sus continuadores, una vez que el territorio fue conquistado por los reyes de Pamplona o cuando ya pasó a formar parte del primitivo Reino de Aragón, a finales del siglo X y comienzos del XI. La parroquial de Lárrede sería de las primeras en construirse.”
Hay que destacar su torre-campanario. Tiene unos 17 metros de altura y se puede divisar desde una distancia considerable. Posiblemente se inspira en la torre de la mezquita siria de El-Omaria, en Bosra. En la parte superior dispone de ventanales con falsos arcos de herradura. El cartel informativo dice lo siguiente: “Las torres airosas son otro elemento destacado. La base es cuadrada, su perfil en ligero talud y las triples ventanas que las coronan aumentan su gracilidad. Su tejado es a cuatro aguas, aunque al interior se cubre con una bóveda esquifada, fabricada mediante aproximación de hiladas en espiral cuadrangular”.
Fachada sur. Los arcos de herradura en puertas y ventanas se han convertido en una seña de identidad para estos edificios.
Cartel informativo, sobre los arcos de herradura del Serrablo: “Los arcos de herradura en puertas y ventanas se han convertido en una seña de identidad para estos edificios. En realidad, la mayoría son de medio punto y falsean su forma gracias a una pieza biselada situada en el arranque de la curva. Su presencia es una pervivencia de la arquitectura hispano-visigótica que también pudo transmitirse a través de los códices mozárabes existentes en el cercano monasterio de San Andrés de Fanlo. Las ventanas dobles y triples también son de tradición hispana. Totalmente románicas son las ventanas en arco de medio punto con doble derrame, es decir, en forma de embudo al exterior y al interior para poder captar y difundir mayor cantidad de luz”.
El ábside está decorado con siete arcos ciegos apeados en lesenas. Otro más en cada una de las capillas laterales y tres más en la capilla sur. Cartel informativo: “El ábside recibe unos motivos de gran éxito en la zona, que consisten en un basamento recorrido por una moldura redondeada, una arquería ciega apoyada en unas pilastras llamadas lesenas, de nuevo una moldura similar a la anterior sobre la que se dispone un friso de rollos o baquetones, y, por último, una cornisa de sillarejos”.
El interior culmina con una bóveda de piedra. Esto la diferencia del resto de iglesias del Serrablo, donde la nave se cubre con techumbre de madera y, todo lo más, la bóveda pétrea se reduce a la zona de la cabecera.
Encontraremos en el interior los restos de un crismón pintado del siglo XII.
El interior (foto: cartel informativo)
En cuanto a su construcción, el cartel informativo dice lo siguiente: “El material es sencillo y extraído de canteras locales. Se trata de pequeños bloques prismáticos de caliza gris o color miel trabajados ligeramente a maza. Su regularidad permite colocarlos en hiladas horizontales con poca argamasa y prácticamente sin ripios. En los muros, podemos ver unos huecos llamados mechinales que indican el uso de andamios. La unión de la nave con el ábside está reforzada mediante contrafuertes.”
La iglesia de San Pedro fue declarada Monumento Nacional en 1931, durante la II República.
La orientación del templo es de 90º, es decir, a la salida del sol en los equinoccios.