La alquimia china. El elixir de la inmortalidad

La alquimia en la Antigüedad



La alquimia china. El elixir de la inmortalidad


El objetivo de la alquimia china es el elixir de la inmortalidad, el equivalente a la Piedra Filosofal en Occidente. Por tanto, la alquimia china se relaciona íntimamente con la medicina, aunque hay algunos alquimistas que sólo se interesaron por la consecución del oro y plata como metales preciosos. De hecho, los chinos distinguen entre "weitan" (alquimia externa) o simple transmutación de metales, y "neitan" (alquimia interna) o prácticas para conseguir el elixir de la vida e inmortalidad. Los textos alquímicos dicen que jamás se ha de explicar por escrito los secretos de la alquimia; estos secretos deben pasar oralmente de maestro a alumno.

El objetivo de la alquimia china es el elixir de la inmortalidad, el equivalente a la Piedra Filosofal en Occidente.


Es hacia el siglo VII cuando la alquimia china se centra definitivamente en el hombre y la inmortalidad: la "neitan" destierra a la "weitan". Su Tung-po escribe: "el dragón es el mercurio. Es el semen y la sangre. Viene del riñón y es conservado en el hígado… El tigre es el plomo. Es el aliento y la fuerza corporales. Surge del espíritu, y es conservado por los pulmones… Cuando es espíritu se mueve, el aliento y la fuerza actúan al mismo tiempo que él. Cuando los riñones se hinchan, el semen y la sangre corren al mismo tiempo que ellos". 

El proceso alquímico es, pues, el camino de purificación del alma humana que nos hace alcanzar la inmortalidad. El "neitan" o alquimia interna se alcanza con la suma o combinación de tres técnicas. 

La primera técnica se basa en el nombre de algunos metales, como el mercurio, el plomo y el cibrabio, e incide sobre determinados centros energéticos de la persona, denominados "dantian" o "campos de cinabrio". Esta técnica, pues, trabaja no con los metales físicamente sino con el concepto de estos metales. 


El proceso alquímico es el camino de purificación del alma humana que nos hace alcanzar la inmortalidad.


La segunda técnica se basa en el Huanglao, que es una rama del taoísmo. La palabra "Huanglao" está formada de otras dos: Huangdi (emperador, el padre de la nación China, siglo III a.n.e.) y Lao-tsé (el Viejo Maestro, fundador del taoísmo, siglo VI a.n.e.). El Huanglao tuvo una presencia muy relevante en la China del siglo II a.n.e. El tema de la inmortalidad es un tema central para esta disciplina. "El pensamiento de Huang-Lao contiene varios conceptos filosóficos aparentemente no relacionados pero en realidad totalmente integrados: una visión cosmológica del Camino (tao) como la fuente primordial de inspiración; una técnica administrativa (fa-li ), basada en el principio y modelo de la naturalidad del Camino; una preocupación por el cultivo de una visión penetrante (kuan), para que un rey pueda reinar sin imponer su visión limitada y centrada en el orden de las cosas originalmente manifestadas en la naturaleza; y la necesidad de lograr un tipo de equilibrio dinámico (ch'eng) para garantizar un flujo constante, por así decirlo, del sistema político como una imagen especular del cosmos." (Wikipedia).

Gran parte de la clases dirigente de la época era partidaria del Huanglao y la vida intelectual china llegó a estar impregnada de esta corriente de pensamiento. A nivel político, el Huanglao agrupó a los señores de la nobleza partidarios de acaparar todo el poder, pretendiendo que el emperador fuera tan sólo una figura decorativa. 


El Huanglao, una rama del taoísmo, tuvo una presencia muy relevante en la China del siglo II a.n.e. El tema de la inmortalidad es un tema central para esta disciplina.


La tercera técnica se basa en el I Ching, el "Libro de los Cambios". Se cree que el I Ching data del 1200 a.n.e. Es un libro oracular que informa de cuál es la situación actual de la persona que lo consulta y cómo será el desenlace, siempre que el interesado tome las medidas correctas. "Es un libro adivinatorio, sapiencial y moral, a la vez que por su estructura y simbología es un libro filosófico y cosmogónico (...). La posibilidad de descubrir y desenmascarar las contradicciones que se esconden tras las apariencias y llegar a comprender los cambios que se producen en nuestra vida, es principalmente lo que nos ofrece el I Ching a través de la estructura de ideas representadas en los diferentes símbolos y hexagramas y de las relaciones que se establecen entre las mismas" (Wikipedia). Karl Jung mostró un gran interés por el I CHing.

Con estas tres técnicas la persona cambia, tanto interiormente (emocional y síquicamente, el "xing") como en su aspecto físico, el "Ming". Antes de nacer, cuando estamos en el vientre de nuestra madre, tanto el xing como el ming está unificados; se van separando en cuanto nacemos, el xing va hacia la cabeza y el ming hacia los genitales. Cuando se separan del todo es cuando morimos.


Hexagramas del I Ching, el "Libro de los Cambios". Es un libro oracular que informa de cuál es la situación actual de la persona que lo consulta y cómo será el desenlace, siempre que el interesado tome las medidas correctas.


Podemos unir el xing y el ming utilizando los Tres Tesoros: la Esencia o Jing (cuerpo físico), la Energía o Qi (energía vital y respiración) y el Espíritu o Shen (mente). El pensamiento es el que funde estos tres elementos; el pensamiento, pues, hace la función del fuego alquímico. Cuatro etapas tiene este proceso de unión del xing y el ming: 

"Fundir la esencia y transmutarla en energía (lian jing hua qi) 
"Fundir la energía y transmutarla en espíritu (lian qi hua shen) 
"Fundir el espíritu para retornar al Vacío (lian shen huan xu) 
"Fundir el Vacío para unirse con el Tao (lian xu he Dao)"

Es una fusión de cuerpo, respiración y mente. Las técnicas son varias: respiratorias, meditación, dieta... En la respiración, el cuerpo no delata que estamos respirando, no hay movimiento. Es la respiración embrionaria o 'tai xi', lo que se consigue con un ritmo determinado (respiración controlada o 'lianqi'), como hacen los yoguis con el pranayama. Se denomina 'respiracion embrionaria' porque es la que hace el feto, con lo que estamos haciendo una regresión al útero materno. La dieta comprende el ayuno prolongado ('bi gu', no comer cereales). Se retiene la eyaculación en los hombres y la menstruación en las mujeres. Con todo ello, tres actividades esenciales, como son la respiración, la alimentación y la procreación, ya no se hacen "hacia afuera" sino hacia el ser interior. Como resultado, alcanzamos el Elixir de Oro o Flor de Oro. Cuando se acaba el proceso alquímico, el Elixir de Oro abandona el cuerpo y sube al Cielo.

Liu Yiming, alquimista de los siglos XVIII-XIX:  "No existe ningún Elixir de Oro fuera de nuestra propia naturaleza fundamental. / Cada ser humano posee este Elixir de Oro completo en su interior: / todo el mundo lo posee totalmente completado. / Un sabio no posee más cantidad, ni una persona ordinaria tiene menos. / Es la semilla de la inmortalidad y el estado de Buda, / la raíz de la nobleza y la sabiduría".

Liu Yiming, alquimista de los siglos XVIII-XIX:  "No existe ningún Elixir de Oro fuera de nuestra propia naturaleza fundamental. 



Elementos alquímicos

En la China entre los siglos I a.n.e. y I d.n.e. era normal la ingesta de mercurio como método para conseguir la inmortalidad. Se dice que un gobernador tomó mercurio durante 5 años y que "era capaz de desplazarse volando", según el Lie-sien-tchuan, libro que cuenta la historia de 70 inmortales. 

Wei Po-yang, en el siglo II a.n.e., fabricó unas píldoras con las que él, sus discípulos y su perro abandonaron este mundo y se hicieron inmortales. Este personaje fue el primero en documentar la composición química de la pólvora. De hecho, los alquimistas chinos inventaron la pólvora; los textos chinos del siglo IX nos hablan de este invento y de los fuegos artificiales (siglo X). La pólvora llegó a Europa en el siglo XIV. 

Luan Tai hizo aparecer físicamente a los Inmortales delante del emperador. Li Chao-kiun daba consejos al emperador para llegase a hacerse inmortal en base al uso del cinabrio (que tiene un gran contenido de mercurio): "Haced sacrificios al horno, y podréis hacer acudir a seres sobrenaturales; cuando hayáis hecho venir a los seres sobrenaturales, el polvo de cinabrio podrá ser transmutado en oro amarillo; cuando el oro amarillo haya sido producido, podréis hacer con él utensilios para beber y para comer, y entonces tendréis una longevidad prolongada. Cuando gocéis de vuestra longevidad prolongada, podréis ver a los bienaventurados de la isla Pong-lai, que está en medio de los mares. Cuando los hayáis visto, y efectuado los sacrificios 'fong' y 'chang', entonces no moriréis".

Con toda seguridad, muchos experimentos de ingesta de mercurio o cinabrio acabaron  con la muerte de la persona que los tomaba. En estos casos, el alquimista era ajusticiado y sustituido por otro de quien se creía mayor pericia en estos trabajos de conseguir la inmortalidad. En el siglo X, con la dinastía Song, muchos miembros de la corte tomaban cinabrio. Este mineral, tomado en pequeñas dosis, no es letal, pero no siempre se tomaba la dosis correcta; muchos morían en estos intentos.

El cinabrio contiene un 85% de mercurio, el elemento que nos llevaría a la inmortalidad. De hecho, el cinabrio aparece en muchas tumbas de la Antigüedad, pues se creía que aseguraba una nueva vida para el difunto. También se pensaba que el cinabrio se obtenía por destilaciónd el esperma: el iniciado se colocaba con la cabeza para abajo y los pies arriba y de esta forma llegaba la esencia de su esperma al cerebro.

El jade es otro elemento importante. Para los alquimistas chinos, el oro y el jade impedían la corrupción de los cuerpos. Ko-Hung: "Si se pone oro y jade en los nueve orificios del cadáver, será preservado contra la putrefacción".

En la China entre los siglos I a.n.e. y I d.n.e. era normal la ingesta de mercurio como método para conseguir la inmortalidad.






Los seres perfectos

Lo que busca el alquimista chino es comunicarse con unos "Seres Perfectos" que viven en una isla y poder llegar a vivir en este lugar y con estos personajes. La alquimia utilizará métodos relacionados con la astrología, la medicina, las técnicas respiratorias, la geomancia, la adivinación, la música y la metalurgia para lograr tal fin. Liu-Chao-Chun, siglo II a.n.e., dirigiéndose al emperador:  "Si ofrecéis sacrificios al horno, podréis convertir el cinabrio, la piedra de tan, en oro. Una vez obtenido este oro, podréis hacer con él utensilios para comer y beber, prolongaréis vuestra vida y podréis ver a los Inmortales de las Islas de los Bienventurados, situadas en medio del mar. Cuando hayáis visto a los Inmortales, ofreceréis un sacrificio, y vos mismo seréis Inmortal. Este es el camino que ha seguido el Emperador amarillo".

Una cofradía llamada "fangshi" o maestros de las artes ocultas era la encargada de encontrar la isla de los Seres Perfectos.

Lo que busca el alquimista chino es comunicarse con unos "Seres Perfectos" que viven en una isla y poder llegar a vivir en este lugar y con estos personajes.