Románico del Baix Empordà, Girona



Bellcaire, iglesia de Sant Joan de Bedenga


Un poco de Historia

En Bellcaire se han encontrado restos de la cultura íbera y romana, del primer milenio a.n.e., seguramente relacionados con el importante núcleo de Ampurias. El yacimiento de Mas Gusó tendría una datación aún más antigua, entre los siglos VIII-VII al III a.n.e. 


Iglesia de Sant Joan de Bedenga. En Bellcaire hay restos arqueológicos de casi 3.000 años.


Hacia el 881 se conocía a esta población con el nombre de Bedenga y Bitinga. Así se indica en un documento que recoge un litigio de tierras entre el obispado de Girona y un particular llamado Andreu. La población aparece como  "la vil.la Quarto que en diuen Bedenga", o también 'Bitinga'.

En un documento de 1309 tenemos la denominación 'Bellicadro', que en catalán sería Bellcaire. Sobre el origen de la palabra hay una hipótesis latina, que la hace derivar de 'bellus quadrus' (campo bien delimitado), y una hipótesis árabe, por la que derivaría del nombre propio Abu-l-Khair. En cualquier caso, el término 'Bedenga' se mantuvo como apelativo de la iglesia de Sant Joan.


Un sarcófago con una inscripción, en el exterior.


El conde Ponç Hug levantó un castillo en Bellcaire con la intención de hacer de esta población la capital de su condado. Pero la idea nos prosperó: sus dos hijos murieron son descendencia. Ponç Hug dispuso en su testamento de 1309 ser enterrado en la capilla del castillo; destinó 5.000 sueldos para tal obra, otras cantidades para misas por su alma y un legado de 50.000 sueldos. También, según el testamento, su heredero tendría que residir en esta población.


La fachada principal. El conde Ponç Hug quiso hacer de Bellcair la capital de su condado.




La iglesia

La iglesia de Sant Joan aparece denominada como "Sant Joan en Bedenga" en un documento del papa Silvestre II en 1002. Se la menciona como perteneciente a las propiedades de la catedral de Girona. 


Interior de la iglesia. La primitiva construcción dataría del siglo VII, en época visigoda.


En el siglo V ya existía en este lugar un mausoleo de alguna familia noble de la zona. En las excavaciones arqueológicas se han encontrado algunos restos de esta construcción. Hacia el siglo VII se reformaría la construcción y se convertiría en iglesia; el transepto dataría de este momento. Entre los siglos IX y X habría un ábside rectangular, según los testimonios arqueológicos. Del siglo X son las tres naves prerrománicas, la bóveda de cañón y los arcos de herradura que comunican a las naves. En el siglo XI se construyó la actual cabecera románica, con decoración lombarda. En el exterior, una pequeña columna de mármol es en realidad el reaprovechamiento de un elemento de un altar romano. 

En los siglos XIII y XIV se hicieron algunas reformas, como la puerta con tímpano y el rosetón. Se conserva la pila bautismal románica.

La orientación del templo es de 82º aproximadamente. Posibles efectos lumínicos en el solsticio de verano.


El ábside. En el siglo XI se construyó la actual cabecera románica, con decoración lombarda.




Las pinturas

En el ábside había pinturas románicas del siglo XII. Estas pinturas fueron trasladadas al Museu d'Art de Girona, a la colección Batlló y a la de Antonio Gallardo, quien finalmente las donó al Museu Nacional de Catalunya. Las escenas representan el Pentecostés, muy poco o nada frecuente en la iconografía románica, y la Santísima Trinidad. Las pinturas pertenecen al denominado maestro de Osomort.

El conjunto representa a Dios y al Espíritu Santo en forma de paloma. Debajo, los apóstoles. Los colores utilizados son: rojo, verde, azul, negro, amarillo y ocre. Los tres primeros son poco habituales, debido a su coste económico.


Las pinturas. Las escenas representan el Pentecostés, muy poco o nada frecuente en la iconografía románica, y la Santísima Trinidad. (foto: wikipedia)


Detalle de los Apóstoles. (foto: wikipedia)