Románico de La Cerdanya (Girona y Lleida)


Bellver, iglesia de Santa Maria de Talló


 Un poco de Historia: la "catedral" de la Cerdanya

La Cerdanya debe su nombre a la tribu de los ceretanos. Los romanos sometieron el territorio alrededor del 200 a.n.e. y establecieron la capital en Iulia Lybica (actual Llivia). El papel estratégico de la Cerdanya se revela en el hecho de que por aquí pasaba la calzada romana “Strata ceretana”, que comunicaba las tierras de la actual Lleida con el actual Rosellón francés, al otro lado de los Pirineos.

Condados de la Marca Hispánica en el siglo IX


En 1994 tuvo lugar una prospección dentro de la iglesia. Se encontraron restos de tegulae y de terra sigiliata africana, evidencia de la ocupación del territorio en época romana. También se llegó a la conclusión de que este lugar tuvo  funciones religiosas en tiempos de los visigodos.

Tras la ocupación musulmana, los carolingios conquistaron estas tierras en el siglo VIII, y así se constituyó el condado de la Cerdanya, dentro del conjunto de condados que darían origen a la actual Catalunya. La Cerdanya era una ruta secundaria del Camino de Santiago, que pasaba por Puigcerdà e iba hacia Jaca (Huesca), donde ya tomaba el camino principal que venia de Francia.

En la guerra civil catalana del siglo XV, se cedió al rey francés los condados del Rosellón y la Cerdanya a cambio de su ayuda. Con esta donación se garantizaba el pago en metálico que se había acordado por tal ayuda. Fernando el Católico recuperó estos condados a cambio de neutralidad de España en los conflictos de Francia en Italia contra los turcos. El acuerdo se rompió al cabo de dos años. La mala situación económica y los conflictos políticos y sociales provocaron que los bandoleros reinaran a sus anchas en zona zona entre los siglos XVI y XVII, período en que se enfrentaron los nyerros (partidarios de los señores feudales) y los cadells (partidarios de los campesinos y ciudadanos).

Con el Tratado de los Pirineos, 1659, Francia se volvió a anexionar el Rosellón y la parte norte de la Cerdanya, aunque se mantuvo el enclave de Llivia de titularidad española dentro de territorio francés. Fueron 33 los pueblos que quedaron en la parte francesa, formando la comarca de la Alta Cerdanya, mientras que la parte catalana forma la comarca de la Baixa Cerdanya. Se sucedieron varios intentos de ocupación francesa hasta la Paz de Basilea de 1795. Finalmente, en 1868 quedó definitivamente fijada la frontera con Francia en el Tratado de Bayona.

Fue el obispado de Urgell el que tuvo siempre la jurisdicción religiosa en la Cerdanya. Las iglesias de la comarca eran dadas para su administración a monasterios cercanos, como Cuixà y Canigó.

Durante muchos siglos a esta iglesia se la ha conocido como Santa Maria Cabanaria, debido a las cabañas de pastores que abundaban en la zona. El lugar se denominaba “pagus tollonensis”, de ahí el nombre de este templo; el término de “pagus tollonensis” aparece en un documento del 941 y representa una primera división del territorio en época romana. En 1993 fue declarada Bien de Interés Cultural.

Aparece documentada en el 891, cuando su arcediano Eufradario y sus seis clérigos estuvieron presentes en la consagración de la iglesia de Sant Andreu de Baltarga, también de Bellver. Figura en primer lugar en la lista de iglesias del documento de consagración de Santa Maria d’Urgell en el 839, lo cual remarca la importancia de esta iglesia entre todos los centros religiosos de La Cerdanya. Desde el siglo X estuvo bajo la dependencia de la catedral de la Seu d’Urgell.

La "catedral de la Cerdanya"


Santa Maria de Talló era la cabeza o decanato de varias iglesias de la Cerdanya y, de hecho, era el templo más importante de la comarca, lo que llevó a denominar a esta iglesia como “catedral de La Cerdanya”. En los siglos XI y XII recibió muchas donaciones, lo que reforzó su poder hegemónico en la comarca. Este decanato fue organizado en 1299 por el obispo Guillem de Montcada, dominico. El primer decano, Raimon de Morer, era también representante del rey de Mallorca, a quien pertenecían estas tierras en esta época. Con Raimon de Morer, cuyo sarcófago está en la actualidad cerca de la puerta de entrada del templo,  se amplió la iglesia y se convirtió en la Colegiata que actualmente podemos contemplar. Particularmente importante es la dotación (diezmo, así como bienes y derechos) que hace el conde Ramon Guifrè de Cerdanya, hermano del obispo de Urgell de nombre Guillem, a mediados del siglo XI. También está documentado el testamento de un tal Arnau en el 1059. que dona un mancuso “ad eius opera” (para su obra), así como el de un tal Bernat Guillem en 1156, que quiere que lo entierren en Santa Maria y da 5 sueldos a la iglesia y 12 dineros a los clérigos y presbíteros.

En el siglo XVI entró en decadencia, debido a que sus monjes pasaron a residir en el pueblo de Bellver y también a las diversas incursiones francesas en el norte de Catalunya. En 1842 desapareció la comunidad religiosa y Santa Maria se convirtió en una iglesia rural y, sobre todo, santuario mariano. Se celebran importantes festejos en varias fechas a lo largo del año.

Cartel informativo (traducido del catalán): "S. XI. Aparece en el ACCU (s.IX-X) a la cabeza de todas las iglesias de Cerdanya y da nombre al 'pagus tollonensis'. La documentación testimonia la existencia de una comunidad canonical desde el s.X. En el s. XIII se transforma en  la archidiaconal de Cerdanya hasta el s.XVI en que la comunidad se traslada a Bellver. En el s.XIX la comunidad se extingue y se transforma en parroquia rural y centro de culto mariano".