Santa María del Mar
El templo
Santa María del Mar es un templo de planta basilical y tres naves con deambulatorio y sin crucero. Constituye el ejemplo más representativo del gótico catalán. Se dice que es el único templo en gótico catalán puro. Su construcción en un espacio de tiempo muy breve, 55 años, hizo que no se mezclaran estilos arquitectónicos de épocas diversas. Lo normal en una construcción de este tipo es que hubiera durado al menos un siglo. Vidal y Domenge define la basílica como "una arquitectura racional y limpia que da una gran sensación de amplitud. Se consigue dando casi la misma altura a todas las naves y construyendo con unos pilares delgados y octagonales que no dejan espacio para los nervios de las bóvedas de crucería".
Interior. Sensación de espacio y armonía |
UN JUEGO DE PROPORCIONES PERFECTO. El juego de proporciones es perfecto. Las naves laterales miden la mitad cada una (6,5 metros) que la nave central (13 metros); las capillas laterales miden la mitad que las naves laterales, siendo estas relaciones matemáticas un sistema de construcción empleado en la Edad Media y que se conocía como “ad quadratum”; la anchura total de la planta es la misma que la altura de las naves laterales; la diferencia de la altura de la nave central y las laterales es igual a la anchura de las naves laterales… La longitud máxima de la planta es de 80 metros (100 pies) por 33 metros de ancho máximo, lo que hace que con la altura de la nave central (también de 33 metros), el diseño arquitectónico se ubique dentro de una circunferencia perfecta. Son proporciones necesarias para que el templo tenga consistencia y aguante a lo largo de los siglos y también para que el espectador que lo visita tenga una sensación de espiritualidad y armonía. Llama la atención la cantidad de luz y colores que recogen sus vidrieras, rosetón y óculos.
Según Màrius Vendrell, los arquitectos “realizaron unos cimientos muy pequeños, pudiendo hacerlos más grandes para obtener un apoyo más seguro. Montagut tenía una gran experiencia tras construir obras como la Seu y el Puente Viejo de Manresa (…). Fue un alarde de conocimiento empírico, ya que consiguieron distribuir el peso de todo el edificio entre los pilares y las paredes que separan las capillas laterales”.
En la construcción, según Màrius Vendrell, “los agujeros que se ven alineados son las marcas de los mechinales para aguantar las plataformas de trabajo. Los que comunicaban con el interior se taparon, pero el ritmo de sillares es distinto. Es fácil ver cómo fue creciendo el edificio con un ritmo ergonómico que permitía al operario poner piedras entre sus rodillas y los hombros, que facilitaba su trabajo”.
Aunque tiene tres naves, parece como si la intención hubiera sido de crear un templo que diera la impresión de tener una sola nave, para tener la sensación de gran espacio. Por eso los pilares están muy separados entre sí. Esta característica diferencia a Santa María del Mar del gótico europeo, que tiende a la compartimentación.
Zona del altar mayor |
UNA SONORIDAD IMPRESIONANTE. La sonoridad del templo es impresionante y ello permite que se celebran habitualmente conciertos de música. El 24 de diciembre de cada año se representa el Cant de la Sibil.la, drama litúrgico medieval declarado patrimonio inmaterial de la Humanidad en 2010.
DECORADA POR LOS MEJORES ARTISTAS CATALANES. Aunque la impresión general es de austeridad, en la decoración de Santa María del Mar participaron los mejores artistas catalanes desde que se acabaron la obras hasta el siglo XIX. Bernat Martorell es el autor de la pintura del retablo gótico del altar, hoy casi desaparecido; los hermanos Masriera realizaron varios vitrales...
EL EXTERIOR DEL TEMPLO. La fachada principal está enmarcada entre dos torres octogonales, y contiene el magnífico rosetón flamígero del siglo XV. Las superficies sin decoración y macizos contrafuertes de las fachadas son características del gótico catalán. Encontraremos en la fachada principal las figuras de san Pedro y san Pablo y un tímpano con un Cristo flanqueado por dos personajes. En los muros de la calle de Santa María destacan las gárgolas.
Tímpano con un Cristo flanqueado por dos personajes. |
Las gárgolas de la fachada lateral |
Los capiteles de la puerta principal “son parte del bloque de mármol romano que Alfonso el Benigno se encontró en 1329 en una playa de la isla de Cerdeña y mandó trasladar a Barcelona para construir la ‘nueva iglesia’, como determinó en un trabajo la profesora Francesca Español en 2017″, según Màrius Vendrell.