Besalú (Girona)

Un poco de Historia


"Besalú" deriva del término celta "Bisuldunum", que quiere decir "fortaleza entre dos ríos", porque efectivamente son dos los cursos de agua en esta localidad: el Fluvià y el Capellades. Ubicada en un cruce de comunicaciones entre Girona y Francia, se convirtió en los tiempos medievales en un importante centro comercial y artesanal, siendo el mercado de Besalú fue el de mayor entidad en estas comarcas hasta el siglo XIV. También contó con una importante comunidad judía, de la que nos ha quedado el edificio de los baños rituales, los únicos conservados en España y uno de los tres de Europa.

El puente es la marca de identidad de Besalú.


En la actualidad podemos contemplar varias edificaciones de la Edad Media: el puente, los baños judíos,  la iglesia del monasterio de Sant Pere, el Hospital de Sant Julià, la iglesia de Sant Vicenç, la casa Cornella,  la sala gótica del Palacio de la Curia Real, restos de las murallas... Besalú es hoy uno de los conjuntos medievales más importantes y mejor conservados de Catalunya. En 1931, con la II República, fueron declaradas monumentos histórico-artísticos las iglesias de Sant Pere, Sant Vicenç y Santa Maria.

RESTOS PROTOHISTÓRICOS Y DE LA DOMINACIÓN ROMANA. Se ha encontrado una necrópolis de incineración del 800 a.n.e. en Can Barraca. En Can Bellsolà había restos de cerámica ibérica. La villa romana de Can Ring o Can Llandric es la única que se conoce en la comarca y se ocupó desde finales del siglo II a.n.e. a la primera mitad del siglo III.

Besalú es hoy uno de los conjuntos medievales más importantes y mejor conservados de Catalunya.


LA MARCA HISPÁNICA, ORIGEN DE BESALÚ. En el 785 los francos conquistaron Girona y comenzaron a organizar la Marca Hispánica, en la que Besalú quedaba dentro del condado gerundense. En sus orígenes era un 'pagus' o territorio con un gobierno descentralizado del condado de Girona.  La Marca Hispánica fue creada por Carlomagno a finales del siglo VIII al sur de los Pirineos como territorio de contención defensiva de la expansión musulmana.

En Besalú se construyó un castillo sobre un cerro donde hoy se tenemos la Canónica de Santa María. El castillo está documentado en el siglo X, pero ya no queda vestigio alguno. 

BESALÚ SE DESVINCULA DE LOS CAROLINGIOS. En el 894 Besalú se convirtió en condado "independiente" de la mano de Guifré el Pilós (Wifredo el Velloso), que hizo conde del territorio a su hermano Radulf (894-913), con la condición de que a la muerte de éste el condado pasaría a los descendientes del conde de Girona.

Guifré el Pilós tenía este sobrenombre por su abundante cabellera, de la que se dice que le llegaba hasta los pies. Es considerado como "el padre de Catalunya" al desarrollar un política propia en la Marca Hispánica tanto frente a los musulmanes como a los francos. Gobernó sobre el Urgell, la Cerdanya, Barcelona, Girona y Osona. Como respuesta a la crisis general de la monarquía carolingia, fue el primer conde que dejó sus posesiones en herencia a sus hijos, rompiendo la norma por la que eran los reyes francos quienes nombraban a los gobernantes de la Marca Hispánica. De esta manera se creó la casa condal de Barcelona y la independencia de facto de los condados catalanes.

Guifré el Pilòs (Wifredo el Velloso) es considerado como "el padre de Catalunya" 


A la muerte de Guifré el Pilós sus dominios fueron heredados por sus hijos, en principio gobernando en forma conjunta, pero poco a poco haciéndose cada uno de ellos con una parte de la herencia, creando sus propios condados.

LA DINASTÍA DE OLIBA CABRETA. En el siglo X, Oliba Cabreta (920-990) era conde de Cerdanya y Besalú. A su muerte, sus posesiones se dividieron entre sus hijos, correspondiendo Besalú a Bernat Tallaferro (988-1020), conocido con este sobrenombre porque se cuenta que en una batalla contra los musulmanes san Martín le hizo entrega de una espada celestial con la que incluso se podía cortar el hierro. Consiguió que Besalú se convirtiera en obispado y así reafirmar la posición de la localidad en el norte de la actual Catalunya, aunque el obispado no sobrevivió a la muerte del conde y sólo duró 3 años  (1017-1020). En estos momentos el condado de Besalú comprendía amplios territorios en la actual provincia de Girona y Barcelona y sur de Francia.

Bernat Tallaferro tenía una espada celestial con la que incluso se podía cortar el hierro


ANEXIÓN POR LA CASA DE BARCELONA. Bernat III (1066-1111) se casó con la hija del conde de Barcelona. El de Besalú tenía más de 50 años y su esposa apenas 7 u 8. Su madre era la hija del Cid. La condición del enlace era que si el matrimonio no tenía descendencia, todos los territorios pasaban al condado de Barcelona, como así fue. 

Hasta este momento, el condado de Besalú emitía moneda propia.

LOS PROBLEMAS DEL SIGLO XIV-XV. A mediados del siglo XIV Besalú fue asediado por el conde Armanyac y se resistió heroicamente bajo el mando de Bernat de Cabrera. También fue uno de los focos de la rebelión de los campesinos de 'remença' en el siglo XV, que atacaron Besalú sin éxito hasta que su dirigente Francesc de Verntallat consiguió rendir la plaza. La rebelión de los 'remences' fue una de las grandes revoluciones campesinas de la Europa medieval. En la guerra civil catalana de este siglo fue la última localidad en rendirse a Joan II en 1472.

El siglo XVI fue un siglo tranquilo y ello redundó en un fuerte impulso económico.

La rebelión de los 'remences' fue una de las grandes revoluciones campesinas de la Europa medieval.


A PARTIR DEL SIGLO XVII, EPIDEMIAS Y GUERRAS. En la segunda mitad del siglo XVII Besalú fue atacada por una epidemia de peste entre 1651 y 1652 que diezmó a una parte importante de la población. También en el siglo XVII sufrió varias ocupaciones de las tropas franceses en las guerras franco-españolas, perdiendo, en el Tratado de los Pirineos (1659) las tierras de Vallespir, en la actual sur de Francia. En el siglo XVIII continuaron repetidamente los ataques franceses en la Guerra de Sucesión (1700-1714) y en la Guerra Grande (1793-1795). Durante la Guerra de la Independencia, a comienzos del siglo XIX, Besalú fue el escenario de una importante batalla, con victoria de los españoles al mando de Joan Clarós. De esta guerra sobresale un personaje llamado Boquica, jefe de bandoleros y espía de los galos, que fue ahorcado al finalizar la contienda en 1815.

Igualmente, las guerras carlistas del siglo XIX afectaron muy seriamente a toda esta comarca.