Ciudades celtíbero-romanas de Soria



TIERMES. 

UN POCO DE HISTORIA


CIUDAD HISPANO-ROMANA, ALIADA A NUMANCIA. Tiermes se conocía como Termes o Tarmes, vocablo indoeuropeo que hace referencia a una zona montañosa y quizá cercana a un río. También se cree que el significado de esta palabra hace referencia a cuevas, pues la raíz indoeuropea term- significaría “taladrar”. De hecho en el siglo XVII las gentes la conocían como “Las Cuevas”, y así aparece ya en el Cantar del Mio Cid.

Tiermes fue una ciudad celtibérica y después romana, aliada con Numancia en las guerras celtibéricas. Hay restos de presencia humana en el Neolítico, siendo su primera ocupación estable en la Edad del Bronce y luego en la Edad del Hierro. Su atributo de “municipium” lo adquirió en época de Tiberio, en el siglo I.

Elementos visitables de Tiermes


UNA ECONOMÍA GANADERA. La riqueza económica de Tiermes era su ganadería ovina, tanto en época celtibérica como romana. Los ganados hacían la trashumancia entre la Meseta y la actual Extremadura. La ciudad acuñó moneda en la segunda mitad del siglo II y comienzos del siglo siguiente.

TIERMES, CIUDAD RUPESTRE. Cartel informativo: “Tiermes es un asentamiento de origen celtibérico perteneciente al pueblo de los Arévacos, aunque consigue su apogeo durante el periodo romano, al que corresponden la mayor parte de los vestigios arqueológicos visitables: el Foro, la Casa del Acueducto, el Graderío y el acueducto rupestres o la Muralla Tardoimperial.

La ciudad se asienta en un cerro, distribuyéndose los restos arquitectónicos en tres terrazas y en una llanura meridional. Los elementos más representativos del conjunto se encuentran en el entorno del cerro y en su parte superior. Su aspecto de ciudad rupestre se debe a que la parte trasera de las edificaciones se excavaba en la arenisca natural mientras que hacia el exterior la fachada se elevaba con muros de mampostería, estando distribuido el espacio en diferentes pisos.

Desde Bajo Imperio se difumina la historia del asentamiento.

Al siglo XII pertenece la ermita de Santa María de Tiermes, que preside el conjunto.

No se deben pasar por alto los elementos y sistemas que dotan al lugar de gran valor paisajístico y cultural: las canteras, el posible trazado exterior del acueducto, los diferentes caminos históricos, la ruta del Camino del Cid, los cañones, elementos de agua, arboledas, así como una rica fauna.”

De época celtíbera son originariamente una serie de casas rupestres o semirrupestres, construidas gracias a las areniscas rojizas blandas que componen el territorio. De época romana son la mayoría de restos que han llegado hasta nosotros: el castellum aquae, la casa del acueducto, el acueducto rupestre, la muralla bajoimperial, las viviendas, etc.

Su aspecto de ciudad rupestre se debe a que la parte trasera de las edificaciones se excavaba en la arenisca natural mientras que hacia el exterior la fachada se elevaba con muros de mampostería, estando distribuido el espacio en diferentes pisos.



TIERMES RESISTIÓ A LOS ROMANOS HASTA EL 98 a.n.e. Durante las guerras celtibéricas Tiermes resistió varias acometidas romanas para ser conquistada finalmente en el 98 a.n.e.; su población fue obligada a bajar al llano y se les prohibió amurallar la ciudad.

De época visigoda nos quedan las tumbas cercanas a la ermita. En época musulmana, Tiermes fue zona de frontera en los siglos VIII al XI. La ciudad quedó abandonada hasta que fue repoblada tras la conquista cristiana, aunque con poco éxito. En el siglo XVI fue abandonada definitivamente.

De la Edad Media nos ha quedado la ermita de Santa María de Tiermes (resto de un monasterio, hoy desaparecido), así como varias necrópolis.

Durante las guerras celtibéricas Tiermes resistió varias acometidas romanas para ser conquistada finalmente en el 98 a.n.e.; su población fue obligada a bajar al llano y se les prohibió amurallar la ciudad.