La ermita de Sant Pol, Arens de Lledó


La ermita de Sant Pol (San Hipólito)


La ermita de Sant Pol (San Hipólito)



Un edificio del siglo XVIII


La ermita es de una sola nave con tejado a dos aguas, una capilla lateral y un coro a los pies. Por encima de la puerta encontramos una espadaña de un solo ojo.  La portada tiene la forma de arco de triunfo, con la inscripción “JHS” (acrónimo de “Jesucristo”) y unos signos que oficialmente se identifican con el año 1711, una tesis difícil de mantener ya que los signos tienen un gran parecido con letras del alfabeto árabe colocadas al revés. Puede ser un acrónimo de un mensaje de los constructores del templo, que serían descendientes de los mudéjares convertidos al catolicismo pero que en realidad continuaban practicado la religión islámica. Abunda en este sentido el arco que está sobre la puerta, hecho de ladrillo, un elemento de construcción mudéjar, a diferencia de los constructores cristianos, que usaban la piedra como materia prima y no el ladrillo. A ello se añade una pequeña ventana de la fachada principal, que presenta decoración polilobulada, propia de la arquitectura musulmana.

La portada, con el arco de ladrillo por encima, que podría ser de origen mudéjar



El escudo de la portada, con los dos acrónimos: uno cristiano y el otro posiblemente musulmán

El polilobulado de encima de la ventana abunda en la idea de que la construcción de la ermita del siglo XVIII fue obra de profesionales musulmanes que, aunque oficialmente convertidos al catolicismo, dejaron la huella de sus verdaderas creencias en esta fachada.


Entre Calaceite y Arens de Lledó


La ermita se ubica sobre el antiguo camino que unía a Calaceite con Arens de Lledó y contigua a un pequeño montículo, un poco más al norte, que contiene un asentamiento íbero. Como está construida sobre una plataforma elevada, permite un amplio dominio visual de la zona. En su forma actual, el edificio data del siglo XVIII, aunque todo indica que hubo un construcción medieval anterior.

La casa del ermitaño es mayor que la propia ermita y está adosada a ésta.

Cartel informativo de la ermita: “La ermita conocida en la zona como San Pol, ocupa una posición privilegiada en lo alto de un pequeño cerro, paso obligado del antiguo camino entre Calaceite y Arens desde el que se dominan los términos municipales de varias poblaciones de la comarca y la muralla natural que forman los Puertos de Beceite.

“El actual edificio se construyó en el siglo XVIII, aunque el culto se remonta a fechas anteriores. (...)

“A la construcción, de planta rectangular y única nave, se accede a través de la puerta de arco de medio punto dovelado y enmarcado en dos pilastras. Encima de la portada, una sencilla espadaña alberga la campana. Casi de igual tamaño y anexa a la ermita está la casa del ermitaño, actualmente habilitada para uso social, con un amplio salón con hogar de leña en el piso bajo.”

En el acceso a la ermita, cerca de una fuente hoy seca,  encontraremos una pieza tallada octogonal con la inscripción “INRI” ("Jesús Nazareno, rey de los judíos")- Lleva varios grabados: unas palmas, un cuervo y una cabeza posiblemente femenina coronada.

Como la ermita está construida sobre una plataforma elevada, permite un amplio dominio visual de la zona




La cruz templaria y la inscripción 1721


En la fachada occidental encontramos una ventana muy curiosa. Aparece grabada una cruz templaria y la fecha 1721, una fecha 400 años posterior a la disolución de la Orden del Temple, lo que, en buena lógica y dado el tiempo transcurrido, no deja de extrañar. No es normal que en el siglo XVIII alguien recuerde a una organización desaparecida hace tanto tiempo; lo normal sería su olvido.

¿A qué obedece esta inscripción? Posiblemente a la presencia de algún grupo que en estas fechas se reclama del Temple y que tuvo que ver con la construcción de la ermita. Recordemos que en el siglo XVIII renacen y salen a la luz en toda Europa todo tipo de organizaciones masónicas y neotemplarias.

La pregunta es obligada: ¿qué papel tuvo este grupo en la construcción de la actual ermita?

Posiblemente esta inscripción se debe a la presencia de algún grupo que en estas fechas se reclama del Temple y que tuvo que ver con la construcción de la ermita.


También llama la atención las pequeñas dimensiones de la ventana, ya que apenas da luz al interior del templo. Con toda seguridad, no se ha tratado de facilitar la iluminación del edificio, sino que tiene otra finalidad.

Una explicación podría ser que el sol (en la puesta de sol) entra perpendicular a la ventana el 1 de marzo y el 11 de octubre, recorre toda la nave y va a iluminar la zona del altar mayor donde, que sepamos, se hallaba la imagen de la Virgen del Refugio de los Pecadores. Este hecho se produce en las fechas que indicamos, a las 18:50 de la tarde, cuando el sol está a 259,8 grados. No sería casual, pues, que la fecha de la fiesta de la Virgen del Refugio de los Pecadores y de la entrada del sol sea la misma: 11 de octubre.

La Orden del Temple fue una organización religioso-militar que, tras el contacto en Oriente Medio con otras religiones y creencias, incorporó muchos elementos de ellas a su propio credo y pretendió crear una República Universal donde reinaría la paz y la prosperidad. Con todo ello, se apartaba de los dogmas de la Iglesia católica. La Orden alcanzó una gran difusión en Europa y logró un gran poder económico. Por todo ello -por sus creencias y por su potencial económico-, fue disuelta violentamente a instancias del Papa y del rey de Francia.



Los rituales de fertilidad femenina de la ermita de Sant Pol


En la fachada occidental encontramos esta oquedad de la que parece que manaba agua desde el interior del edificio. El cartel informativo no dice que se trata de una “pequeña fuente que se nutre de un aljibe que hay en el interior de la vivienda que almacena el agua de lluvia. El depósito del aljibe también está conectado con la fuente que hay en la subida a la ermita”.

En la memoria colectiva, aún en la actualidad, esta fuente está asociada a ritos de fertilidad femeninos: cualquier mujer que tenga dificultad para tener hijos, si bebe agua de este lugar quedará embarazada, o, si está embarazada y bebe de esta agua, tendrá una buena maternidad. Y se cuentan casos de hace pocos meses de mujeres que han conseguido su embarazo de la manera que explicamos.

La magia de este lugar no es exclusiva de Sant Pol. En los pueblos de los alrededores (Calaceite y Caseres) existen también leyendas de ermitas con sus zonas rituales de fertilidad.

La fuente está atravesada por la única Línea de Dragón que hace su recorrido sin juntarse con las otras 10 líneas en el punto de alta energía. Esto crea una dualidad energética entre este punto de fertilidad y el punto de alta energía (quizá energía femenina/masculina, una especie de Yin/Yang).

Junto con el hecho de la romería que aglutina a todos los pueblos del alrededor, el tema de los rituales de fertilidad es un indicativo del fuerte atractivo mágico que la ermita de Sant Pol ejerce sobre las habitantes de esta zona del Matarraña.

En la memoria colectiva, aún en la actualidad, esta fuente está asociada a ritos de fertilidad femeninos



Los rituales de fertilidad del agua en diversas culturas


En las islas del Pacífico se cuentan leyendas como la de la joven que perdió su virginidad y quedó embarazada cuando una gota de agua tocó su cuerpo (isla Wakuta), o de la muchacha que se hizo mujer cuando unas gotas de agua le cayeron encima desde una estalagmita (islas Trobriand).

Para los indios de Nuevo México, la Madre Tierra fue fecundada cuando una gota de agua cayó desde una nube.

En Bretaña (Francia) la fuente sagrada de la iglesia de Saint-Melars es un punto de peregrinación nuestros días.

Todavía en 1791 las gentes acudían a la fuente de Saint-Fillan, en Comrie (Escocia), buscando sanar de sus enfermedades, daban tres vueltas alrededor, echaban una piedra blanca en un lugar determinado y dejaban una ofrenda al espíritu del lugar que consistía en un trozo de su ropa.

Algo parecido sucedía en las islas de Loch Maree, también en Escocia. De hecho, es rara la iglesia en Escocia o en Irlanda sin su fuente milagrosa y su genio protector.

Las tribus del río Zambeze dejan ofrendas sobre determinadas rocas para apaciguar a los espíritus del agua.

Los dakotas de Norteamérica tienen a un dios de las aguas llamado Unktahe, que es el que otorga su poder a los hechiceros. Cuando estos indios llegan a una fuente, lago o río, hacen sus ofrendas al espíritu del lugar. Los ritos de agua están muy extendidos en las religiones de los pueblos originarios de América Central y del Sur.

En la religión yoruba -de raíces africanas, pero muy extendida en el Caribe y Brasil-, de la diosa de las aguas y del mar Yemayá nacen los dioses y todas las cosas creadas.

En muchos casos el espíritu de las aguas es femenino: las ninfas griegas, las ondinas europeas, las rusalkas eslavas, las apsaras indias…

En algunos villancicos medievales encontramos la asociación mujer-agua:

- “Porque duerme sola el agua / amaneze elada”

- “A mi puerta nasce una fonte”



Zona con cazoletas en las inmediaciones, un culto que viene del Neolítico


Muy cerca de la ermita encontraremos una zona rocosa donde podemos ver una serie de cazoletas., unas oquedades hechas en la piedra que recogen el agua de lluvia. Estas cazoletas se ubican sobre puntos de alta energía, superior a 25.000 bovis, por lo que el agua que contienen cuando llueve se energiza, se hace “sagrada”, lo que permite un ritual de fertilidad de las personas, los animales y los campos. En concreto, cuando el chamán/sacerdote vierte esta agua sobre los campos, ejecuta un ritual de fertilidad de la tierra. Un agua con tanto poder energético sólo puede provocar que el campo dé cosechas abundantes.

Zona de cazoletas, en las inmediaciones de la ermita


Las cazoletas se ubican sobre puntos de alta energía, por lo que el agua que contienen cuando llueve se energiza, se hace “sagrada”.


Esta forma de culto al agua debió originarse en el Neolítico y se ha mantenido en todas las culturas a partir de entonces. Nos cuenta Mercia Eliade que “podríamos decir en síntesis que las aguas simbolizan la totalidad de las virtualidades; son 'fons et origo', matriz de todas las posibilidades de existencia. "¡Agua. Tú eres la fuente de todas las cosas y de toda existencia!", dice un texto indio, sintetizando así la larga tradición védica". (…) "¡Que las aguas nos traigan el bienestar!", exclamaba en sus oraciones el sacerdote védico.

Sigue diciendo Mercia Eliade que “en sumerio 'a' significa ‘agua’, pero significa a la vez ‘esperma, concepción, generación’.” (Mercia Eliade, Tratado de Historia de las Religiones vol. 1, Ed. Cristiandad)

Esta forma de culto al agua debió originarse en el Neolítico y se ha mantenido en todas las culturas a partir de entonces.


El cristianismo incorporó el ritual del agua bendita y trató de liquidar los cultos paganos al agua que aún pervivían en la Edad Media. Los concilios de Arlés (443 ó 452) y de Tréveris (1227), en fechas muy distantes, abundan en esta dirección, así como muchas cartas y textos de autoridades religiosas a lo largo de los siglos.



La romería del primer sábado de mayo, una fiesta de primavera


A esta romería acuden las gentes de los pueblos vecinos: Calaceite, Arens de Lledó y Cretas. Cartel informativo de la ermita: “El primer sábado de mayo se celebra una tumultuosa romería a la que acuden habitantes de todas las localidades vecinas. Algunos todavía conservan la tradición de llegar a pie por los antiguos caminos para asistir a misa y la posterior comida popular."

Como en muchos otros lugares por estas fechas, ésta es una fiesta de celebración de la primavera, la estación de la resurrección de la vida. En todas las culturas, desde la Prehistoria, se realizan rituales que representan la regeneración de la vegetación y del ciclo vital.





Lugar de encuentro de intelectuales de fama internacional


A partir de los años 70 del siglo pasado y durante unas 3 décadas, Sant Pol fue un punto de encuentro de grandes artistas que se reunían en la ermita para hablar de sus temas de literatura, pintura o escultura.

Varios escritores de fama internacional han vivido en Calaceite y tenían a la ermita de Sant Pol con un centro de reunión. 

José Donoso, que pertenece al "boom" de la literatura hispanoamericana del siglo pasado, era una de las personas que asistía a las reuniones de intelectuales en la ermita de Sant Pol.


Señalemos los siguientes: el escritor chileno José Donoso y su esposa, María del Pilar Serrano (de 1971 a 1975), Mauricio Wacquez y Francesc García-Cardona (de 1986 y 2000), Didier Coste (de 1970 a 2000), el poeta, traductor y catedrático Ángel Crespo, el periodista italiano Giorgio della Roca, el escritor argentino Alberto Cousté y el traductólogo australiano Anthony Pym; pintores como Romà Vallès, Albert Ràfols Casamada, Maria Girona...



San Hipólito, patrón de los caballos


San Hipólito fue un prolífico escritor que vivió en Roma, elegido como el primer antipapa en el 217 y murió martirizado habiendo regresado al seno de la iglesia católica en el 235.

Los problemas con la Iglesia vinieron del hecho de que Hipólito acusó a las autoridades eclesiásticas de favorecer a la herejía de los monarquianistas, que sostenían que en Dios hay una sola persona. Fundó una congregación al margen de la estructura religiosa católica y así permaneció durante unos 10 años. Perseguido por el emperador romano Tracio, en el 235 fue deportado a Cerdeña, ya reconciliado con su religión de origen, donde murió. Fue enterrado en Roma un 13 de agosto, de ahí que su fiesta se celebra en esa fecha.

La historia de Hipólito acabó confundiéndose con la del mito griego del hijo de Teseo, del mismo nombre que el santo. “Hipólito” en griego significa “el que desata los caballos”, ya que Teseo murió arrastrado por estos animales, y por ello en la Edad Media, nuestro santo se convirtió en el santo patrón de estos animales.

Retablo del siglo XIII que se conserva en el Museo del Louvre de París, que representa el martirio de san Hipólito. En realidad, es una trasposición del mito del hijo de Teseo, en la mitología griega.



Retablo de San Hipólito, obra de Joan de Borgonya, 1522. 



Joan de Borgonya nació en Austria o en Alemania y pasó a vivir en la Corona de Aragón desde finales del siglo XV. Trabajó en varios lugares: Orihuela, Valencia, Gerona, Barcelona y las tierras del Ebro. Fue uno de los mejores pintores extranjeros de se establecieron en nuestro país en el siglo XVI.

Este retablo fue pintado tras terminar otro en la iglesia de Horta de Sant Joan, población vecina. Hilari Muñoz ha investigado la historia y vicisitudes de esta obra. Los jurados de Arens de Lledó estimaron que 200 libras era un precio excesivo, cantidad que les pedía Joan de Borgonya por hacer su trabajo, a lo que el párroco de Horta de Sant Joan les prometió que pagaría 50 libras del total. El cura murió sin haber cumplido su promesa y los jurados de Arens de Lledó reclamaron el importe a sus herederos.

Detalle del retablo, en la actualidad en la iglesia del pueblo. Su autor, Joan de Borgonya nació en Austria o en Alemania y pasó a vivir en la Corona de Aragón desde finales del siglo XV.

Otra tabla del retablo, también en la actualidad en la iglesia del pueblo. Su autor, Joan de Borgonya, fue uno de los mejores pintores extranjeros de se establecieron en nuestro país en el siglo XVI.


El retablo de Arens de Lledó se ha conservado en parte. En principio, fue trasladado a la ermita de Sant Pol, ya que en la iglesia parroquial se había instalado un retablo barroco. Eran un total de 10 tablas con varias escenas: siete tablas representan la vida de la Virgen y tres la de los santos, entre ellos san Hipólito. Durante o después de la guerra civil 1936-1939 se vendió una parte de este conjunto a anticuarios, de forma que, en la actualidad sólo quedan 4 escenas de la vida de la Virgen, ubicadas en la iglesia parroquial: Natividad, Adoración de los Reyes, Resurrección de Cristo y Pentecostés.




Carlos Auruch, el misterioso militar-ermitaño que trajo la Virgen del Refugio de los Pecadores


En 1647 desde Calaceite llegó a Arens de Llédo un alférez italiano llamado Carlos Auruch portando una imagen de la Virgen del Refugio de Pecadores. Es una fecha anterior en unas décadas a la construcción de la ermita actual.

Cartel informativo de la ermita: "En 1647 el alférez italiano Carlos Auruch se retiró a este lugar como ermitaño, portando a la ermita varias imágenes religiosas entre las que destaca la de la Virgen del Refugio, patrona de Arens de Lledó junto a San Hipólito. La talla fue robada de la ermita en el año 2000."

En 1647 llegó a Arens de Llédo un alférez italiano llamado Carlos Auruch portando una imagen de la Virgen del Refugio de Pecadores. (dibujo de Serafín María de Sotto)



La llegada de Carlos Auruch se produjo en el marco de la Guerra dels Segadors (1640-1652) y parece presentarnos a este personaje como un militar harto de los horrores de la guerra y de los desmanes que cometían los ejércitos con la población civil. Rafael Vidiella, en sus “Recitaciones de la vida política y eclesiástica de Calaceite”, explica que "un enviado de Tortosa a Zaragoza halló los pueblos destruidos por los soldados y los caminos poco seguros por robar en ellos a cada paso" y que “con los días de 1648 crece la miseria, crecen los desmanes de las tropas acuarteladas".

Carlos Auruch se quedó en Sant Pol como ermitaño. Rafael Vidiella nos lo cuenta: “(…) inspira pensamientos de plácida poesía la memoria del italiano alférez de caballos D. Carlos Auruch destinado de la Providencia a nuestra tierra para engendrar una de sus más poéticas tradiciones.


Éste pudo ser el aspecto de Carlos Auruch



Desentonaba mucho el alférez por la dulzura de su carácter, su piedad y su afición al retiro, del aire indiferente y endurecido de sus demás compañeros, soldados mundanos y disolutos, que así atentaban contra la honra de las familias para jactarse de ello, como presenciaban insensibles la profanación de una iglesia, o fomentaban el pillaje para entregarse a juegos y vicios escandalosos. No se apartaba de él una pequeña imagen de la Virgen Santísima, de cuya compañera y poderosa abogada contaba recibidos muchos favores; y como desease con anhelo retraerse a una soledad para vivir libre de cuidados terrenos, entregado por entero a la contemplación y amistad de Dios, enfervorizado acaso por la experiencia de los males presentes, quiso resueltamente poner en práctica su proyecto separándose de los suyos y buscando en el apartamiento de un despoblado lugar acomodado a sus intentos. La ermita de San Hipólito de Arens empinábase entonces como ahora sobre una colina al sudeste de nuestra villa cual si quisiera curiosear las profundidades de la ‘Val Rovira’, o ambicionar para sí la compañía del piadoso soldado y su preciosa carga; diríais que disputaba a nuestro San Cristóbal la preferencia echándole en cara su proximidad al poblado y fundando ella sus mejores títulos en la rusticidad pintoresca de sus alrededores. ¡Cuántas veces D. Carlos desde la muralla de Calaceite contemplaría cual los rayos del sol naciente besaban amorosos las blanqueadas paredes de la ermita, como el ósculo de Dios acaricia amoroso al alma cándida del justo! Este lugar eligió para palacio de su compañera y ara de sus afectos. Refiere el maestro Faci este curioso llamamiento de la divina Gracia, y apunta que el militar penitente instituyó en la ermita altar a su dulce amiga bajo el título de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, promoviendo su culto en la comarca y viviendo allí algunos años con el permiso y bendición del obispo de Tortosa D. Juan Bautista Campaña”.

Virgen del Refugio de los Pecadores de Arens de Lledó.  La talla fue robada de la ermita en el año 2000. La imagen de la foto es una reproducción en la iglesia del pueblo.





Los milagros de la Virgen del Refugio de los Pecadores


El carmelita Roque Alberto Faci publicó en dos volúmenes en Zaragoza entre 1739 y 1750 un libro de apariciones y milagros en Aragón. En la página 534 del primer volumen habla de la Virgen del Refugio de los Pecadores, traída por el alférez italiano Carlos Auruch y la presenta como una imagen muy milagrera.

Reproducimos la transcripción del texto realizada por Manel Gallén Castillo (manelgallen.com):

Nuestra Señora del Refugio de Pecadores en la villa de Arens.


Roque Alberto Faci nos cuenta en este libro que la Virgen del Refugio de los Pecadores era muy milagrera.



Venera la villa de Arens (o Arenes), situada en las riberas del río Algas, al San Hipólito Mártir en su Ermita, distante de su población como una legua* y en la misma desde el año 1647. Es singular la devoción de Nª. Sa. del Refugio de Pecadores. Con este título la apellidó la devoción desde los primeros años de su culto. El modo de venir la Santa imagen a este sitio fue el siguiente. En el año dicho de 1647 hallábase alojada en la vecina villa de Calazeyte una compañía de caballería y como su alférez don Carlos Auruch, italiano, desease vivir en soledad lo restante de su vida se retiró aquella Ermita, con la bendición del Ilmo. señor Obispo de Tortosa fray Juan Bautista de Campaña y vivió en ella con mucho ejemplo. Había llevado dicho alférez siempre consigo una hermosa imagen de N. Sa. y recibido de ella muchos favores y agradecido la formó altar en dicha Ermita y con el dinero que tenía de sus sueldos procuró su adorno. Luego fue venerada de la villa de Arens y de su comarca. Porque se explicó nuestra señora con raros beneficios en aquel País. Dos años vivió en esta soledad aquel ermitaño militando en la campaña espiritual y aumentando el culto a N. Sa. Y con la bendición de esta, su patrona, caminó peregrino a Roma de dónde volvió a su soledad trayendo indulgencia plenaria para el día de la fiesta de nuestra señora que se celebra el domingo segundo de octubre. Después de permanecer algunos años en dicha Ermita, aquel militar solitario se ausentó dejando ya muy adelantado el culto de la Santa Imagen en dicho altar. Sin que se haya tenido jamás noticias de su fin. Sin duda buscó mayor soledad aquel cuya vida fue tan ejemplar.

Así quedó rica y gozosa la villa de Arens con su S. Imagen y amplificó su culto con experiencia de mayores favores. En el año de 1673, habiéndose robado en el obispado de Lérida una Santa Imagen, vinieron un canónigo de esta catedral y un jurado de dicha ciudad a Arens con orden del señor Obispo de Tortosa a examinar y ver si la imagen de Arens era acaso la que se había perdido en Lérida. Miráronla con atención y no teniendo las señas que la robada dejaron contentos a los de Arens, que habían tenido no poco sentimiento de su venida. En el año 1728 y en el 27 de noviembre vino a la Ermita de S. Hipólito un hombre indigno y en traje de bandolero y robó la S. Imagen. Fue universal en Arens el sentimiento. Se hicieron cuantas diligencias dictó la devoción. Y después de mucho tiempo se vio premiada la de Arens, restituyendo aquel sacrílego hombre la S. Imagen a Carlos Monreal, vecino de Fatarella y de conocida Nobleza, el que la entregó a la Villa de Arens y fue celebrado este Hallazgo con fiestas y universal regocijo de la Villa y su Comarca.

En todas las necesidades es N. Sa. el Refugio de pecadores y así en las de agua, se lleva la S. Imagen a la Iglesia Parroquial y jamás se restituyó a su Ermita, sin lograrse el consuelo de la lluvia. Es la S. Imagen de madera, entallada de medio relieve, tiene en alto como un geme**. Tiene N. Sa. en Niño Jesús en sus brazos, el vestido de ambos está matizado de flores con mucha gracia. Consta todo por las Memorias de la Iglesia Parroquial de la Villa de Arens”.


El texto de Roque Alberto Faci 


Notas de Manel Gallén (trad.del catalán):

* Legua: antigua medida de distancia que venía a representar unos 5.575 metros o su equivalente a la distancia que se podía hacer en una hora de camino.

** Geme: probablemente Jeme, medida antigua equivalente a la distancia entre la extremidad del dedo pulgar a la del índice separados el uno del otro todo lo posible. Vendrían a ser unos 12 cm. Lo que nos hace pensar que algo no cuadra, pues son muy pocos centímetros por una talla de madera.