Románico y gótico de la costa de Cantabria


  Bareyo, iglesia de Santa María.


            La iglesia

    

Constructores posiblemente mozárabes


Santa María de Bareyo es un templo románico, conservando en este estilo el ábside semicircular, el presbiterio, el pseudo-crucero y la linterna. Su cabecera se remata por unos absidiolos (ábside más pequeños que el central), que no se aprecian desde el exterior y que le dan un aspecto trebolado que seguramente tiene que ver con arquitectos mozárabes. Los mozárabes son las gentes que vivieron en principio en territorio peninsular dominado por los musulmanes y que posteriormente se trasladaron a territorio cristiano, llevando consigo una gran aportación cultural y de conocimientos adquiridos de los árabes.

Santa María de Bareyo 


Sus constructores debieron ser equipos de canteros que levantaron varias iglesias tanto por estas comarcas como por el valle de Mena (Santa María de Siones) y norte de Burgos  (San Pantaleón de Losa). Se trataba de canteros que alcanzaron gran fama y renombre en estas tierras a finales del siglo XII y comienzos del XIII.

En el siglo XVI se construyó la capilla, la sacristía y las bóvedas de crucería de la nave.

Al lado del templo tenemos un encima centenaria de más de 13 metros de altura.

Cartel informativo: “Esta iglesia está considerada como una de las mejores muestras del románico costero de Cantabria, aunque a lo largo del tiempo ha experimentado diferentes modificaciones y añadidos de otras épocas.

“El edificio, de una sola nave, cuenta con un presbiterio destinado a resaltar el precioso ábside puramente románico que se estructura en dos pisos de arquerías ciegas y cubiertas de bóveda de horno. El conjunto integra un crucero rematado por un cimborrio y una bóveda de crucería de dos tramos."

Su construcción seguramente tiene que ver con arquitectos mozárabes.



Escenas eróticas en el exterior


La cornisa del ábside está decorada con canecillos con motivos geométricos, vegetales, animales y humanos: dos cabezas masculinas, escenas eróticas, cuadrúpedos afrontados… 

La torre-campanario neorrománica sustituyó en 1930 a la original románica.

La linterna se ubica sobre la cúpula del centro del transepto.


Escenas eróticas. En la Edad Media la sexualidad era algo mucho más natural que lo que nos han querido hacer creer. Hay motivos muy evidentes: las familias campesinos vivían en una sola habitación, por lo que las relaciones sexuales deberían ser absolutamente naturales (más “públicas”, podríamos decir) y desinhibidas. Los rituales sexuales tienen su origen en los cultos a la fertilidad, de los que hay noticias en el Neolítico, pasando luego a las grandes civilizaciones: Egipto, Grecia, Roma… 




Cabezas masculinas




Escena erótica y representación de un bóvido. El erotismo está muy presente en el Románico “como esos falos de cera que los devotos de San Cosme y San Damián ofrecían cada 27 de septiembre, o aquellos de azabache que colgaban al cuello, o aquellos gigantescos en piedra que sobresalían en los portales de las iglesias italianas y francesas, o los más modestos –aunque apreciables- de los canecillos españoles de Valdelomar y Perrozo (Cantabria) o de Artaiz (Navarra). Falos pétreos que los goliardos acostumbraban adornar con guirnaldas al son de sus canciones báquicas, y ante los cuales, las sencillas mujeres del pueblo se arrodillaban a rezar para pedirles un pronto embarazo o un buen parto” (Rafael Alarcón, Sexo en las iglesias medievales, Internet).


La pila bautismal es uno de los mejores ejemplos del románico de Cantabria


En el ábside y en el presbiterio tenemos una de las mejores muestras del románico cántabro. Los capiteles del ábside presentan cabezas humanas (podrían ser los apóstoles con un Cristo imberbe en el centro), un personaje masculino a modo de cariátide, decoración vegetal y temas bíblicos (Adán y Eva). En las capillas laterales tenemos el capitel del sacrificio de Isaac y otros.  En la zona del presbiterio podemos contemplar los capiteles de las Tres Marías en la tumba de Cristo.


En el ábside y en el presbiterio tenemos una de las mejores muestras del románico cántabro. (foto: Wikipedia)


Cartel informativo: "La nave de crucería es de finales del siglo XVI y de estilo gótico, y adosadas al lado del Evangelio se abren dos capillas. Al lado dela Epístola se encuentra la sacristía y el pórtico. En el oeste se sitúa la torre de campanas, que ocupa parte del pórtico."


Enigmático personaje masculino a modo de cariátide (foto: Arteguias)

Abraham e Issac (foto: Arteguias)

Decoración de los capiteles del templo (foto: Arteguias)




Escena de los bueyes (foto: Wikipedia)

Arpías (foto: Arteguias). Las arpías son una figura que tiene su origen en la mitología griega y que en el Románico son muy habituales. Representa la degradación del mundo femenino en las sociedades clasistas: la mujer como representación de todo lo maligno y depravado.


Caras (foto: arteguias). El culto a las cabezas viene de los celtas. La cabeza cortada entre los celtas tiene un significado religioso, ya que se cree que en la cabeza reside el espíritu. La cabeza de un enemigo decapitado era un trofeo muy importante; se colocaban en las murallas o a la entrada de las casas y cumplían una función protectora frente a los invasores y los malos espíritus, al tiempo que garantiza al poblado bienestar y riqueza y nuevas victorias militares en el futuro. Asimismo, las cabezas de los grandes guerreros celtas tienen un gran poder.




Caras (foto: arteguias)


Animales afrontados (foto: Arteguias). El pensamiento dualista nos presenta la realidad como el enfrentamiento de dos elementos iguales, que se oponen y se complementan a la vez. Angelus Silesius (siglo XVII) dice: "Dos hombres hay en mí: uno quiere lo que Dios quiere; el otro, lo que quiere el mundo, el demonio y la muerte."  Anteriormente,  Tomás de Aquino señalaba: "duo sunt in homine" (dos [realidades] están en el hombre). 


La pila bautismal data de finales del siglo XII ó comienzos del XIII (como la iglesia) y se ubica a la izquierda del acceso al templo. Es una pila de grandes dimensiones que conserva restos de policromía y profusamente decorada con temas vegetales, geométricos y dos leones andrófagos. Entre los temas vegetales destaca el tejo, árbol sagrado para las tribus cántabras. 

Cartel informativo: “En el interior se conserva su pila bautismal también románica, uno de los elementos más importantes de esta iglesia y considerada como una de las más bellas de todo el románico montañés. Está formada por una cuba cuatrilobulada y monolítica, colocada sobre un par de leones, que muerden un brazo humano. El interior está tallada con acanaladuras y el exterior con palmas verticales, nudos de Salomón, tallos con hijas inscritas y entrelazos tupidos en cestería”.


 La pila bautismal es una de las más bellas de todo el románico montañés (foto: Arteguias) En la base están representados leones andrófagos. El proceso de iniciación se realiza a través de la muerte/resurrección del iniciado, que debe morir simbólicamente para renacer como Hombre Nuevo. En el Tíbet, en el rito del 'tchoed' el iniciado invoca a la diosa para que trocee su cuerpo y sea devorado por las bestias y los demonios. En la Edad Media son conocidos los ritos iniciáticos en los gremios de constructores y herreros, así como en ciertas sociedades (los Templarios, por ejemplo).


En el arco triunfal veremos dragones luchando y un caballero enfrentado a una serpiente.

En la capilla frente a la entrada está representado un pelícano. Una imagen de la Virgen con Niño  es del siglo XV, ya en estilo gótico. También cabe destacar el sarcófago de Munio,  con la inscripción “OBIIT FAMULO DEI MUNIO… ERA CXXII PS MLA” (Aquí yace Munio, el siervo de Dios); debió tratarse de algún personaje relevante que murió en el 1084.