Románico de los Valles Pasiegos, Cantabria
Castañeda, colegiata de la Santa Cruz.
Un poco de Historia: una iglesia en un lugar estratégico
La Colegiata de la Santa Cruz está ubicada en Socobio, lugar que pertenece a Castañeda (Cantabria). Ocupa un lugar estratégico singular, en el control del paso de los valles pasiegos y la costa. Formaba parte de una ruta primitiva del Camino de Santiago. Su nombre viene del hecho de que guardaba una reliquia de la cruz de Cristo.
Castañeda ocupa un lugar estratégico singular, en el control del paso de los valles pasiegos y la costa |
La iglesia fue construida por esclavos negros en el siglo IX como monasterio benedictino, en tiempos de repoblación de estas tierras. Para M. A. García Guinea “la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda tuvo que tener, casi con seguridad, una historia, que ya en el siglo IX enlazaría con la conocida repoblación del conde Gundesindo, en el año 816, cuando refuerza el monasterio de San Vicente de Fístoles (Esles) a pocos kilómetros de Castañeda”.
Gundesindo, conde en Asturias de Santillana y Transmiera (f. s. VIII – p. s. IX) Gundesindo es un noble del reino asturiano que a principios del siglo IX ostenta el título de conde y cuyas posesiones se encuentran en las comarcas de Transmiera, Asturias de Santillana y Las Bardulias, la incipiente Castilla, aunque nunca se cita expresamente qué zona es la que administraba como conde. Pertenecería a una familia noble con arraigo en la zona, no solo por su volumen de posesiones, sino porque él mismo dice que ya pertenecían a sus padres y abuelos (que avi meis et gens mea tradiderunt post morte).
Solo se conoce su existencia por su testamento, un documento del 30 de noviembre de 816. Reinando Alfonso II de Asturias, el conde Gundesindo determina que será sepultado en el hoy desaparecido monasterio de San Vicente de Fístoles (Esles, Cantabria). En su lugar se alza, hoy en día, la ermita de San Vicente Mártir en el término que actualmente pertenece a la vecina localidad de Lloreda. texto: www.condadodecastilla.es |
Músico, en un canecillo de la colegiata. La Colegiata de Santa Cruz formaría parte en el siglo IX de la repoblación de la zona por el conde Gundesindo |
Madoz nos cuenta que “en Socobio… está fundada la antiquísima iglesia de Santa Cruz, reformada cerca de la edad media, que por haber sido siempre y ser en la actualidad la única parroquia de todo el valle… Como aparece probado en el pleito habido con el Conde de Castañeda, sobre la unión que intentó de esta iglesia a la de Aguilar, su fundación es debida a los moradores del valle: fue erigida colegiata con 1 abad y 6 canónigos, titulándose aquel abad de Castañeda… Esta colegiata se suprimió el año 1541, por bula de Paulo III, espedida a instancias de D. Juan Fernández Manrique, segundo Conde de Castañeda y primer marqués de Aguilar, hallándose embajador en Roma, con el objeto de agregar sus pingües rentas a la iglesia de Aguilar que el fundó en aquella Villa (se refiere a la Colegiata de San Miguel de Aguilar de Campoo); cuya bula si bien no tuvo efecto por haberse declarado su nulidad en Burgos, hizo se transigiese, y Aguilar se llevó las 7 duodécimas partes de sus rentas, quedando las cinco restantes al nuevo cabildo de Castañeda, reducido a cuatro canónigos, y medio racionero. A fines del siglo XVIII, se entabló un pleito por el valle y su clero para dotar los curatos de Aguilar, y después de varios sucesos se radicó el plan que actualmente subsiste; estableciéronse 5 beneficiados para todo el valle, iguales entre sí en cargos y utilidades, y sin preminencia ni superioridad alguna…”.
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Interior de la iglesia. Los incendios que sufrió en los siglos XVI, XVIII y XIX liquidaron gran parte de la documentación medieval que se guardaba en sus archivos. (foto: Arteguias) |
La primera mención es del 1073, en que el abad Juan aparece como testigo en un documento. En el siglo XII la colegiata y todas sus posesiones fueron donados a la orden de Cluny, aunque esta abadía mostraría muy poco interés por las tierras cántabras, por lo que, en este mismo siglo, se convirtió en colegiata bajo la orden de San Agustín. En 1851 pasaría a ser parroquia local.
Perteneció a la familia de los Lara, hasta que en 1131 Alfonso VII la expropió. Siguió como propiedad real hasta 1369, en que el Alfonso XI la cedió a su hijo Tello, para, a continuación, pasar a la familia Manrique en el siglo XV, según consta en la documentación: “La villa de Aguilar de Campoo con sus fortalezas y alfoces, y las villas y lugares de Liébana, Campoo de Suso, Alfoz de Bricia y el Valle de Castañeda, con sus monasterios y los solariegos y lo que pertenecía al señorío de Castañeda”
A medida que la frontera con los musulmanes se trasladaba hacia el sur, las tierras cántabras fueron perdiendo importancia estratégica. A ello hay que añadir los incendios de los siglos XVI, XVIII y XIX en la colegiata, en los que desapareció gran parte de la documentación medieval que se guardaba en sus archivos.