Románico de las Viejas Merindades, Burgos
Castillo de Frías |
Un poco de Historia Historia. Unas de las primeras fortalezas cristianas de la zona
El nombre de Frías proviene de “Aguas Fridas” (aguas frías) haciendo referencia a la baja temperatura del agua de sus ríos y fuentes.
Castillo de Frías (foto: cronicadelasmerindades.com)
El castillo de Frías forma parte de las primeras fortalezas cristianas construidas en la zona en el siglo IX para hacer frente a los musulmanes, que dominaban La Rioja, y llevar adelante la repoblación. Una crónica árabe del 865 nos habla de una embocada que permitió que los musulmanes conquistasen el castillo. La primera referencia cristiana escrita de esta localidad es del 867, en medio de las tareas de repoblación de estas comarcas, conquistadas poco antes a los musulmanes: “alia terra in Valle de Fridas iuxta Demeno; una vinea in Valle de Fridas iuxta limite de Saborito”. De esta época es posible que sean una serie de tumbas antropomorfas en roca, halladas en las inmediaciones del castillo.
Forma parte de las primeras fortalezas cristianas construidas en la zona en el siglo IX para hacer frente a los musulmanes (foto: Internet)
El castillo de Frías está ubicado sobre una roca y ocupaba un lugar estratégico muy importante en el naciente condado de Castilla, tanto frente a los sarracenos como frente al reino de Navarra. La cercanía al río Ebro y al valle de Tobalina y el papel de Frías como lugar de paso entre la costa cantábrica y la meseta, han hecho de esta localidad un lugar próspero y cargado de monumentos e historia. Llegó a contar con una importante judería, documentada desde finales del siglo XIII; en 1387 un documento nos habla de un tal Nahamías y en 1574 aparece un judío converso como “recaudador de Frías” de nombre cristiano Juan Sanz de Ussa, que fue represaliado (quemado o reconciliado) por practicar su religión a escondidas.
No quedan restos del castillo pre-románico original. De época románica tenemos los magníficos ventanales y capiteles. El castillo actual es obra de los siglos XII al XVI.
El castillo ocupó un lugar estratégico muy importante en el naciente condado de Castilla (foto: Internet)
En el siglo XI Frías pertenecía al conde Sancho García, “el de los buenos fueros”. Tras la muerte del conde, la ciudad se integra en el reino de Pamplona con Sancho Garcés III el Mayor.
En 1201, con Alfonso VIII, el castillo pasa a ser el centro del control de este territorio. Se construyó una muralla “de illis hereditatibus quas uendimus… ad opus uallationis uel muros eiusdem uille”. Se acababa de vencer a los navarros en 1199 y había que reforzar las tierras limítrofes con ellos, entre ellas la zona de Frías; por ello, Alfonso VIII hizo una permuta con el señor feudal de la localidad “pro illo uestro castello de Fridas… cum sua villa et cum omni iure eidem castro pertinente”. En 1202 el monarca otorgó a los vecinos de Frías el Fuero de Logroño y les concedió mercado.
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En 1202 Alfonso VIII otorgó a los vecinos de Frías el Fuero de Logroño y les concedió mercado (foto: Arteguias)
En los siglos XIII y XIV se produjeron enfrentamientos entre los vecinos de Frías y las autoridades eclesiásticas, con el abad de Oña a la cabeza. Un documento de este abad trata de desprestigiar a los fredenses: “los castelleros que tienen el mio castillo de Frías que fazien e mandavan fazer muchas premias a los vasallos de las aldeas tomandoles la ropa e la lenna e la carne e quebrantándoles las casas”.
En 1435 Juan II concedió a Frías el título de ciudad (de hecho, es la ciudad más pequeña de España). En 1446 la localidad fue donada a Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, a cambio de la villa de Peñafiel. Este personaje hizo importantes reformas en el castillo; en las décadas siguientes se adaptaría su estructura al uso de la artillería construyendo cañoneras y troneras. Era momento de luchas civiles en Castilla y de esta forma se premiaban las fidelidades a la monarquía.
En los siglos XIII y XIV se produjeron enfrentamientos entre los vecinos de Frías y las autoridades eclesiásticas (foto: Arteguias)
A mediados del siglo XV, se produjo la rebelión popular contra el conde Velasco debido a los impuestos abusivos y que no respetaba los derechos de las gentes contenidos en el Fuero local. Los lugareños se hicieron fuertes en el castillo, bajo el mando de un Capitán elegido democráticamente. Velasco asedió la fortaleza durante meses, hasta que los allí refugiados tuvieron que rendirse por hambre y sed. A partir de entonces, los Velasco pasaron a titularse “duques de Frías” y en 1520 Carlos V les concedió el título de “Grandes de España”. En recuerdo de esta gesta del pueblo de Frías, se celebra cada año por San Juan (24 de junio) la “Fiesta del Capitán”, declarada de interés turístico.
La última vez que el castillo de Frías desempeñó una función militar fue durante la Guerra de la Independencia, a comienzos del siglo XIX.
A mediados del siglo XV, se produjo la rebelión popular contra el conde Velasco debido a los impuestos abusivos y que no respetaba los derechos de las gentes contenidos en el Fuero local.
El castillo, en lo alto de una peña
La fortaleza se levanta sobre lo alto de una peña, lo que incrementa su capacidad defensiva, dominando la entrada a la ciudad. Presenta un aspecto espectacular. Las murallas, de un amplio y alto considerable, están provistas de numerosas saeteras, su foso está excavado en la roca y cuenta con el correspondiente puente levadizo. La planta es poligonal, adaptándose al terreno sobre el que se ubica el castillo.
La fortaleza se levanta sobre lo alto de una peña, lo que incrementa su capacidad defensiva (foto: Internet)
En el interior encontramos el patio de armas, de planta prácticamente cuadrada, en torno al cual se sitúan las dependencias del castillo: al norte, los graneros y la bodega y las zonas de servicios; en el centro, un pozo que corresponde a un gran aljibe subterráneo, y al sur, la zona de vivienda. En la torre sur de la zona de acceso tenemos un reloj, posiblemente del siglo XVI ó XVII, que ha marcado las horas de los habitantes de Frías en las últimas centurias.
En torno al patio de armas se sitúan las dependencias del castillo
(foto: Arteguias)
La fachada de acceso es la única que que no se encuentra al borde del precipicio de la peña y por ello es la más vulnerable ante un ataque. Por ello, en el siglo XV se adaptó para el uso de la artillería, construyendo cañoneras y troneras.
La muralla del castillo (foto: Arteguias)
Zona residencial, con ventanales románicos
En lo que fue la residencia de los señores del castillo destacan tres ventanales románicos con capiteles de los siglos XII y XIII. Estos capiteles presentan varios motivos: arpías con una serpiente, guerreros, una centaura dando de mamar a su cría, grifos y motivos vegetales.
En lo que fue la residencia de los señores del castillo destacan tres ventanales románicos (foto: Internet)
Arpías (foto: Arteguias). Las arpías son una figura que tiene su origen en la mitología griega y que en el Románico son muy habituales. Representa la degradación del mundo femenino en las sociedades clasistas: la mujer como representación de todo lo maligno y depravado.
Centauro dando de mamar (foto: Arteguias). El centauro es un personaje de la mitología griega. La palabra 'centauro' se puede traducir como 'matador de toros'. Representan los bajos instintos, la ausencia de normas ni leyes, la barbarie (en realidad, las sociedades igualitarias neolíticas) frente a la civilización (en realidad, las sociedades clasistas). Se los presenta como seres salvajes.
Águila (foto: Arteguias). El águila es un ser espiritual, vive en el cielo, junto a los dioses. Por su capacidad de caza y su agresividad es el ser que manda en las alturas. Este animal cobra simbolismo en las sociedades patriarcales, frente a la serpiente, que era un símbolo del mundo matriarcal.
Torre del Homenaje, conectada al castillo
La torre del homenaje conecta con el castillo por una empinada escalera, ya que es independiente de la fortaleza, aumentando con ello su capacidad defensiva. La parte superior es del siglo XV y la inferior pertenece a la edificación original, varios siglos antes. Dispone de un aljibe adosado
Las tropas de Napoleón volaron una de las puertas durante la Guerra de la Independencia provocando la caída de la torre del homenaje y ocasionando 30 muertos.
La torre del homenaje es independiente de la fortaleza
(foto: rutasconhistoria.es)
Patrimonio de Frías: una calzada romana y un puente medieval
Lo que primero llama la atención son sus casas colgantes, algunas directamente sobre la roca. Las murallas, del siglo XII, rodean a la ciudad y tienen tres puertas de acceso: Medina, Postigo y la Cadena o de la Villa, de los que sólo quedan las dos primeras. Nos queda también un lavadero medieval junto al río Molinar.
También es destacable la calzada romana, que atravesaba el Ebro por un vado situado unos 500 metros más abajo del actual puente medieval y servía de vía de comunicación entre el norte de España y la Meseta.