Románico de las Viejas Merindades, Burgos
Almendres, iglesia de San Millán Abad |
Un poco de Historia, escasas referencias documentales
La primera referencia escrita de este lugar es del 1280, en un documento que hace referencia a “Iohan Gonzalez d’Almendres (o d’Almendras)”. Al año siguiente se habla del “arroyo que descende de Almendres”. Posiblemente la localidad dependiera del monasterio de San Millán de la Cogolla.
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En el “Becerro de las Behetrías” a mediados del siglo XIV, “Almondres” pertenece a la merindad de Castilla la Vieja bajo el dominio de Pedro Ruiz de Soto. En 1438 el hospital de Medina de Pomar cobraba como impuesto 200 maravedís “en Almendres e Sant Xristoual”.
Cartel informativo: "Las referencias documentales medievales sobre este lugar son escasas y en casi todas ellas Almendres aparece de forma indirecta. Los documentos más antiguos en los que se puede rastrear algunas referencias son de los siglos XIII y XIV. No existe entramado urbano organizado pero todavía se pueden apreciar algunas casonas blasonadas con grandes portadas de piedra y elementos de la arquitectura popular."
La iglesia, una de las portadas más bellas de Burgos
El templo es de planta rectangular, una sola nave y espadaña. De época románica sólo quedan algunos restos, además de su magnífica portada. Data de la segunda mitad del siglo XII. La torre no es románica, sino que fue levantada en época posterior.
Cartel informativo "Sencillo edificio, de finales del siglo XII, reformado en diversas ocasiones. La planta, de nave rectangular única rematada en una cabecera rectangular, se completa con la sacristía, un modesto pórtico y la espadaña a la que se adosó una torre.".
De época románica sólo quedan algunos restos, además de su magnífica portada (foto: romanicodigital.com)
En el exterior destacan la serie de canecillos: motivos vegetales y animales, persona con libro, hombre encapuchado, músico y bailarina y una figura masculina con un extraño bonete.
En todas las religiones los monstruos se oponen a los héroes, en pruebas que han de superar. es el caso del Minotauro en las creencias greco-romanas. Los monstruos representan la opresión y la tiranía. En realidad, están representando a nuestro otro-yo, nuestros monstruos interiores, a los que hemos de superar para alcanzar un nivel superior de conciencia.
El bóvido, si es masculino, representa al sol y a la vida; en el zodíaco se le coloca en la primavera, en algunas religiones, se inmolaban toros como sacrificio. Si es femenino (vaca, por ejemplo) se asocia a la Madre Tierra: en Egipto la vaca era la madre del Sol y las mujeres llevaban un amuleto de vaca para tener muchos hijos; en la mitología germánica la vaca es la nube que trae el agua para que la tierra de sus frutos; en la India, las vacas simbolizan la divinidad y están libres por las calles, no se pueden matar; en China, en el I Ching, la vaca representa la Tierra y la Madre, en el trigrama k'un.
En el interior, pese a la sencillez del conjunto, hay que mencionar su decoración escultórica y una pila bautismal troncocónica de 87 cm de diámetro por 90,5 cm de alto.
Cartel informativo: "En el interior destacan las arquerías apuntadas ciegas del paramento interno de la cabecera. La nave, que conserva su traza románica, se cubre con bóvedas de arista modernas. En el hastial occidental se ha reutilizado una ventana románica de buena factura labrada en bloque monolítico".
La nave conserva su traza románica (foto: romanicodigital.com)
La iglesia de San Millán tiene una de las portadas más bellas de todo el románico de Burgos. Son 3 las arquivoltas, con un zodíaco, figuras humanas, monstruos y arpías, animales que engullen personas y motivos geométricos y vegetales. En el alero, varios canecillos destacando el de Adán y Eva en el árbol de Paraíso.
Una de las portadas más bellas de todo el románico de Burgos.

Cartel informativo: "Un ejemplo de ornamentación románica. A pesar de sus modestas ambiciones arquitectónicas y su humilde traza, este templo constituye uno de los ejemplos más sobresalientes de ornamentación románica de la comarca. Una profusa decoración escultórica se concentra en los canes de los aleros y sobre todo en la magnífica portada. Esta aparece decorada con medallones con figuras inscritas (interpretados por algunos expertos con un sentido zodiacal), motivos vegetales, animales fantásticos, figuras humanas (dos de ellas representan a San Pedro y San Pablo). Remata la portada un tejaroz profusamente ornamentado y sostenido por seis canecillos figurados. En su parte, inferior destaca la escena del Pecado Original."