Románico de Benavente y Tierra de Campos, Zamora
Monasterio de Moreruela.
El monasterio
El monasterio ha tenido grandes modificaciones a lo largo de los siglos, por lo que ahora podemos contemplar una mezcla de varios estilos: románico tardío, gótico y arquitectura del siglo XVIII. La construcción, inicialmente románica, evolucionó rápidamente hacia un gótico temprano.
La iglesia en la actualidad. La construcción, inicialmente románica, evolucionó rápidamente hacia un gótico temprano. |
Cartel informativo: “La belleza y sobriedad de esta gran obra arquitectónica cisterciense sobrecogen. Caminar por lo que fue el claustro regular, disfrutar del refectorio en la penumbra del atardecer o de la insuperable belleza del ábside de su iglesia, permite al visitante revivir la austera vida de aquellos monjes blancos que lo habitaron a lo largo de sus más de siete siglos de historia. ‘Ora et labora’, la máxima del Císter, parece no encontrar mejor lugar donde aplicarse”.
Plano del monasterio en la actualidad (foto: viajarconelarte.blogspot.com) |
Las obras comenzaron inmediatamente después de que el monasterio se adscribió a la orden del Císter y se alargaron en un periodo relativamente corto, los siglos XII y XIII. El núcleo del conjunto monacal lo constituían la iglesia y las dependencias de los monjes organizadas en torno a un claustro, a las que se podían añadir diversas edificaciones, como instalaciones para el ganado, talleres, fraguas…
Uno de los maestros de obra en el siglo XIII fue Pedro Moro (magister operis), que seguramente y a juzgar por su apellido, era un musulmán converso originario de estas tierras. Los musulmanes de la época eran mucho mejores profesionales de la construcción que los cristianos.
La iglesia es de planta de cruz latina con tres naves de nueve tramos. La bóveda central es de cañón apuntado. Como es normal en el Cister, este conjunto monástico destaca por su austeridad ornamental, pues prácticamente carece de esculturas o pinturas y las ventanas son transparentes.
Uno de los maestros de obra en el siglo XIII fue Pedro Moro (magister operis), que seguramente y a juzgar por su apellido, era un musulmán converso originario de estas tierras. |
Cartel informativo: “El monasterio medieval (siglos XII-XIII). Se conservan la iglesia y algunas dependencias originales del monasterio cisterciense, con una planta similar a la de otros monasterios como Oseira o Veruela.
“La iglesia: de estilo cisterciense, posee tres naves, crucero marcado en planta, cabecera con girola cubierta con béveda de crucería y siete absidiolos.”
Los monjes estaban sometidos a la Regla de San Benito que marcaba su horario de cada día, normas de convivencia, vestimenta… en 72 capítulos. Cada monje tenía un trabajo específico (cocina, huerto…), que tenían que acudir a la iglesia a realizar sus oraciones 7 veces al día.
Mosquerula conserva las tumbas de algunos personajes medievales, como Fernán Pérez Ponce de León, nieto de Alfonso IX de León, y su esposa Urraca Gutiérrez de Meneses. También fueron enterrados aquí hasta cuatro generaciones de los miembros de la familia fundadora del cenobio, con su panteón familiar consiguiente. Hubo enterramientos nobiliarios hasta la época de Carlos III (finales del siglo XVIII).
Plano del monasterio medieval (foto: Wikipedia) |
Cartel informativo: El monasterio moderno (siglos XVI a XVIII). Durante la etapa moderna se acometen grandes reformas: el claustro de la hospedería y el dormitorio de novicios; también sobre las construcciones medievales.
“La iglesia: se hacen obras en el triforio, el coro y la galería; sólo pervive esta última, formada por grandes arcos de ladrillo y destinada a ‘solarium’.
“En el claustro regular se modifican las pandas norte y oeste. En la primera, se sitúan en el piso bajo el horno de pan y la cocina, la bodega y el almacén, y sobre éstas, en el piso alto, el refectorio y otras dependencias. Bajo los contrafuertes de la fachada norte discurre un pasaje. El pabellón de conversos desaparece para dar paso a la escalera principal. En la panda este se añaden bodega y almacén de grano; en su planta superior se instala una nueva sala capitular, un calefactorio, dormitorios de oficiales, la letrina sobre el colector principal y a librería. Se accedía a este piso desde la iglesia a través de la escalera de maitines.
Durante la etapa moderna se acometen grandes reformas: el claustro de la hospedería y el dormitorio de novicios; también sobre las construcciones medievales. |
“Claustro de la Hospedería: en el lateral sur se localizaban la portería en la planta baja y las alcobas del abad en el piso superior; al oeste estaba la botica; en la planta alta de las pandas este y norte, construida ya en el siglo XIX, estaba la cillerería, donde se llevaban las cuentas del monasterio, y alcobas de oficiales; en la planta baja de las mismas, seguramente habitaciones de criados o “muchachos”.
“Dormitorio de novicios. Construido a principios del siglo XVII, en este ala se halla la nueva sacristía; sobre ella un espacio de tránsito entre el claustro regular y el nuevo edificio; en la planta superior estaban las celdas de los monjes junto al calefactorio; en la planta baja estaban la escalera de novicios, la escalera principal, la panera, hierbera y cuadras; por último, al extremo este, el identificado como cuarto de los carreteros”.
Madoz relata que en 1844 fue encontrada la momia de una mujer, en un estado de conservación muy bueno, que posiblemente era la esposa de Alonso Meléndez de Bornes, caballero portugués que había hecho importantes donaciones al monasterio.
Varios intelectuales han visitado Mosqueruela en diversas épocas. Miguel de Unamuno cuenta en “Recuerdo de la Granja de Moreruela”: “¡Qué majestad la de aquella columnata de la girola que abre hoy al sol, al viento, y a las lluvias! ¡Qué encanto el de aquel ábside! ¡Y qué inmensa melancolía la de aquella nave tupida hoy de escombros sobre que brota la verde maleza!”. Gómez Moreno: "Moreruela ocupa un lugar tan preeminente en el desarrollo de la arquitectura del siglo XII que bien puede juzgarse irresoluble el problema de lo ogival en León y Castilla sin su conocimiento.". Chueca Goitia: "La obra más grande de nuestra arquitectura medieval".
Cartel informativo: “Cuando el eminente arqueólogo Gómez-Moreno visitó en 1904 el monasterio de Moreruela, reclamó a los arqueólogos que se dejaran “de rebuscar minucias cuando gigantes de nuestro arte aún yacen desconocidos”.
En el exterior abundan las marcas de cantero. Quedan algunos canecillos y los capiteles decorados. La espadaña con campanario es del siglo XVIII.
En el exterior abundan las marcas de cantero. |
Las dependencias monacales se ubicaban en torno al claustro |
Era de planta rectangular, de 25 x 35 metros, y tenía dos puertas, una para los monjes y otra para los conversos. En el siglo XVII se hicieron obras de reforma, elevando la altura.
Las dependencias monacales se ubicaban en torno al claustro, que se convertía así en el centro de la vida monacal. El claustro de Moreruela está en la zona más septentrional, para facilitar el acceso del agua, aunque lo habitual son los claustros en las zonas meridionales, para aprovechar las horas de sol.
Cartel informativo: “El claustro regular, en cuya panda este encontramos la antigua sacristía; el ‘armarium’, donde los monjes guardaban sus libros al salir del templo; la sala capitular, cubierta con bóveda de crucería, donde se celebraban las reuniones importantes de la comunidad; la escalera ‘de día’, acceso al dormitorio de monjes en la planta superior; el locutorio, donde el prior repartía el trabajo diario; el pasaje de las huertas; la sala de monjes, cubierta por seis bóvedas vaídas, en la que se realizaban diversas actividades: copia de manuscritos, engrasado de botas, zurcido de prendas, rapado de pelo…; una última dependencia ha sido interpretada como letrina.
El claustro era de planta rectangular, de 25 x 35 metros, y tenía dos puertas, una para los monjes y otra para los conversos. |
“Gracias a la arqueología, sabemos que en la crujía norte estaba el calefactorio; el refectorio, el comedor de los monjes, que estaba en el centro y dispuesto perpendicularmente, y al oeste del mismo, la cocina.
“De la panda oeste, pabellón de conversos, apenas subsisten restos del refectorio de conversos, del pasaje de conversos y de la cilla. Sobre cilla y pasaje estaría el dormitorio de conversos.”
Cartel informativo: “En el mismo siglos XVII se construye un nuevo claustro de hospedería anejo par separarlo del claustro regular. De este modo, se podía dar cobijo a los peregrinos que pasaban por el monasterio, sin que perturbaran la tranquilidad y el recogimiento de los monjes, Junto a este nuevo claustro, se construyen dependencias relacionadas con la atención a los peregrinos: portería, botica, alcobas, etc.
“Se construye una nueva sacristía en la iglesia y un pabellón de novicios en la parte oriental del monasterio. Este nuevo pabellón se componía de dormitorio, calefactorio y otras estancias, como panera, hierbera, cuadras o el cuarto de carreteros”.
En primer plano, el claustro. En torno al mismo se distribuían las estancias del monasterio, en dos plantas. |
Cartel informativo: “En torno al claustro reglar se distribuían las estancias del monasterio, en dos plantas. En las pandas (galerías) oriental y meridional se hallaban las dependencias propias de la vida monacal, como la sala capitular, el locutorio, la sala de monjes, etc. En su galería techada los monjes leían los libros devocionales, y en la fuente realizaban el lavatorio de manos previo a las comidas.
“Mientras que los monjes de coro ocupan gran parte del claustro reglar, los conversos se emplazan en su costado occidental, en el ‘pabellón de conversos’, separados físicamente de aquéllos. En esta panda, los conversos disfrutaban de un comedor y dormitorio propios, así como de un locutorio donde el cillerero dictaba diariamente las tareas correspondientes a los conversos y a los sirvientes de la casa.”
Sala capitular, donde se reunían los monjes a diario |
La sala capitular, anexa al claustro, era una de las dependencias más importantes, ya que allí se reunían los monjes diariamente para tratar de sus temas cotidianos, distribuir los trabajos, confesiones públicas y leer artículos de su regla monástica benedictina. Los conversos escuchaban desde las ventanas. Tenía la forma de un cuadrado de 10,6 metros de lado. Desde esta estancia se accedía a los dormitorios.
En la sala capitular se enterraban normalmente a los abades o personajes de especial relieve, como lo indica una inscripción de principios del siglo XIII en la parte norte de esta sala: «Hic iacet Pelagius Tabladelli et hic filius eius Petrus Pelagii» (Aquí yace Pelagio Tabladelli y su hijo Pedro Pelagio).
En la sala capitular se reunían los monjes diariamente para tratar de sus temas cotidianos (foto: Wikipedia) |
Sala de los monjes, para trabajos colectivos |
Era una sala donde los monjes hacían trabajos colectivos. Tenía unas dimensiones de 10 x 14 metros y estaba dividida en dos naves. Aquí estaba el “scriptorium”, donde se copiaban los libros o documentos. Quizá en siglos recientes tuvo la función de almacén.
En la sala de los monjes era donde se hacían trabajos colectivos (foto: Wikipedia)
Espacios domésticos: cocina, el horno de pan, los refectorios, el calefactorio... |
Son los constituidos por la cocina, el horno de pan, los refectorios y el calefactorio. Quedaron muy modificados en las obras del siglo XVII. Se ubican en la panda norte del claustro.
Otras dependencias eran: la cilla o almacén, atendida por los conversos; los dormitorios de los monjes, situados en la primera planta, y los dormitorios de los conversos. En el siglo XVII se edificaron nuevos dormitorios.
Se tienen noticias de una hospedería en Moreruela desde 1252. Los monjes estaban obligados a dar cobijo a cualquier peregrino, fuese laico o religioso. Recordemos que el monasterio se hallar en plena ruta del Camino de Santiago. También se atendían en la hospedería a los monjes enfermos. En los siglos XVI y XVII se construyó un nuevo edificio para estos fines.
Se tienen noticias de una hospedería en Moreruela desde 1252 (foto: Wikipedia)Una iglesia del tamaño de una catedral |
Cartel informativo: “Por la iglesia se inició la construcción del monasterio en 1162. Es considerada una de las mayores joyas arquitectónicas del cisterciense, de estilo románico con alguna innovación gótica. Destaca por su belleza la cabecera. Sus ábsides se encontraban tapizados de sepulcros y esculturas yacentes de nobles castellanos y portugueses benefactores del monasterio. En sus altares se custodiaban reliquias como la mitad del cuerpo de San Froilán e imágenes como las de San Bernardo, Santiago o San Froilán.”
El interior es de planta de cruz latina, con tres naves, un crucero muy amplio y una gran cabecera con girola de siete capillas radiales. La iglesia parece recibir el influjo de la arquitectura de la Borgoña y del noreste de Francia.
La iglesia es considerada una de las mayores joyas arquitectónicas del cisterciense, de estilo románico con alguna innovación gótica. |
Una inscripción encontrada en la cabecera del templo, “ERA: MCC” señala el año 1200 de la era hispánica o 1162 de la era cristiana, momento en que darían comienzo las obras.
Las dimensiones del templo siguen el sistema de medida de los pies carolingios (34 cm) y los pies castellanos (28 cm. aprox.). La longitud es de 100 pies carolingios y el área que abarca los absidiolos y el transepto es de 66 pies castellanos, en forma de cuadrado. Las dimensiones totales son de 63 metros de largo por 26 de ancho, lo que equivale a las medidas de una catedral.
En su altar se veneraban los restos de san Froilán. Se conservaba la mitad de su cuerpo.
Las dimensiones del templo siguen el sistema de medida de los pies carolingios (34 cm) y los pies castellanos (28 cm. aprox.). |
Son varias las puertas y cada una con una función específica: la puerta norte que conduce a la sacristía; en la parte alta, la puerta que conduce al dormitorio de los monjes; la puerta por la que los monjes entraban en el claustro después de los rezos; la puerta de los muertos, que daba acceso al cementerio; a los pies, la puerta de los conversos...
Había dos coros: el de los monjes, cercano al altar mayor, y el de los legos, en la parte más alejada de la nave.