La Obarenia (La Rioja)


Castilseco


Castilseco (castillo seco) toma su nombre de la desecación de zonas pantanosas del río Roganto en los siglos XI y XII. Entonces cambió su nombre de ‘Castriello’ a ‘Castello Sicco’ (Castilseco). Es así que en 1152 se cita en los documentos con el primer nombre y en 1170 con el segundo.


Iglesia de Castilseco

La iglesia de San Julián data de finales del siglo XII o comienzos del XIII, aunque la portada y la nave datarían de muy entrado el siglo XIII. El cartel informativo nos dice: “Aunque la iglesia no está documentada, posee caracteres tardíos que inducen a considerar su cabecera como de finales del siglo XII o principios del XIII. La nave y la portada se terminarían ya en el siglo XIII bastante avanzado, al igual que las de Villaseca, iglesia con la que guarda grandes semejanzas”.


Capiteles de la portada, muy deteriorados

La portada tiene 8 columnas con capiteles figurados muy deteriorados por la erosión. Destaca la figura de un león amenazador, que alude a la transformación del espíritu de todo el que traspase el umbral del templo.


Capiteles de la portada, muy deteriorados

En la fachada destacan los rostros humanos, tanto de hombres como mujeres, en actitud tranquila y ligeramente sonriente, como muestra de la influencia del gótico francés. Una cabeza doble que mira en direcciones opuestas es una alegoría del dios romano Jano, el dios que mira al pasado y al futuro: “Es el dios de las puertas, los comienzos, los portales, las transiciones y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes que derivó de su nombre (…) Al igual que Prometeo, Jano es una clase de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero, la navegación y la agricultura. Según los romanos, este dios aseguraba buenos finales”. (Wikipedia)


Rostro humano sonriente y modillón árabe

Rostros humanos. El de la derecha parece evocar al dios Atlas, que sostiene el mundo sobre sus hombros


Rostro humano doble, evocación del dios Jano, dios de las puertas, los comienzos, los portales, las transiciones y los finales, que mira hacia el pasado y hacia el futuro.


En general, abunda la decoración vegetal, lo que revela la influencia cisterciense. El cartel informativo sigue diciendo: “El ábside semicircular es uno de los más bellos de esta comarca. Es similar al de Villaseca, pero su decoración es mucho más rica. (…) La cornisa del tejaroz del ábside y del presbiterio posee canecillos decorados con motivos geométricos (rollos) y figurados (rostros humanos)”.


Rostros humanos en los canecillos de la fachada

Rostros humanos


Rostros humanos. El de la derecha, otra evocación del dios Jano


Rostros humanos: de nuevo, el dios Jano. A ambos lados, modillones árabes


xEn el interior destacaremos otros rostros humanos. El arco triunfal de influencia languedociana con capiteles en los que destacan tres hombres coronados junto a otro personaje (es el llamado “capitel de los reyes”). El arco triunfal sigue el modelo hispano-languedociano, como en otros templos de la Obarenia.


Rostros humanos en el interior del templo. Foto: baulitoadelrte.blogspot.com

Arco triunfal. Foto: riojaromanica.com

Recientemente se han descubierto pinturas góticas, en estilo gótico lineal, único ejemplo en La Rioja.


Pinturas góticas recientemente descubiertas.
Foto: riojaromanica.com

El cartel informativo describe la iglesia de la siguiente manera: “Consta de la típica estructura de ábside semicircular cubierto con bóveda de cañón apuntada y nave de tres tramos muy rehecha, enfoscada y cubierta con bóvedas de arista en el siglo XIX, aunque inicialmente se pensó para cubrirse con madera. Cuenta con dos espadañas, una románica sobre el arco triunfal con un hueco de medio punto, parcialmente mutilada, y otra posterior sobre el hastial oeste, de dos huecos de medio punto. En el siglo XVIII se añadió en el muro norte del presbiterio una sacristía y en el centro del muro sur de la nave un pórtico para proteger la portada”.


El ábside de la iglesia


La orientación del templo es de 90º, es decir, a la salida del sol en los equinoccios.




Geometría sagrada en Castilseco

La estructura de la iglesia de Castilseco gira continuamente en torno al número áureo, como indica el estudio de F.J. Ignacio López de Silanes Valgañón, resumido por Fernando Díaz: 


Ventana exterior del ábside

“Si lo contemplamos desde el exterior vemos que el espacio entre el alero del tejado o tejaroz y el banco inferior está dividido horizontalmente por una imposta (pequeño saledizo) desde la que arrancan las ventanas, siendo la división vertical cuatro columnas adosadas, que configuran tres tramos de iguales dimensiones, cada uno con su ventana. Cada tramo, enmarcado por tejaroz, banco y columnas, es un cuadrilongo, figura muy común en la geometría sagrada, que consiste en un rectángulo que mide el doble de largo que de ancho y cuya diagonal, por tanto, es la raíz cuadrada de cinco veces su lado menor. Esta figura ha sido muy utilizada desde la Antigüedad por su relación con el número de oro, el número Φ (se lee “fi”).”


Ventana exterior del ábside

“Pues bien, en el ábside de Castilseco la imposta está situada en la sección áurea de los tramos absidiales, es decir, al dividir la altura de los rectángulos (cuadrilongos) entre la distancia de la imposta al tejaroz obtenemos el número de oro.”

“Además la altura de las ventanas es también la sección áurea del rectángulo que las acoge y, por tanto, la razón entre la longitud de las columnas y la altura de las ventanas es el cuadrado del número de oro.”

“Pero hay más. Las ventanas cuelan la luz por una aspillera protegida por una moldura en funciones de guardalluvias, pues bien, la longitud de la aspillera es también la sección áurea de la altura del guardalluvias.”


Planta de la iglesia. Fuente: riojaromanica.com

“Pero hay más. Si pasamos al interior del templo podemos seguir encontrando la proporción áurea en las medidas, alturas y formas de diversos elementos: presbiterio, arco de acceso, bóveda, cornisas…”

Wikipedia dice lo siguiente sobre el número áureo: “Se trata de un número algebraico que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como relación o proporción. Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza en elementos tales como caracolas, nervaduras de las hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas, etc. Asimismo, se atribuye un carácter estético especial a los objetos que siguen la razón áurea, así como una importancia mística. A lo largo de la historia, se le ha atribuido importancia en diversas obras de arquitectura y otras artes, aunque algunos de estos casos han sido objetables para las matemáticas y la arqueología. (...)

“En 1509 el matemático y teólogo Luca Pacioli publica su libro ‘De Divina Proportione’ (La Proporción Divina), en el que plantea cinco razones por las que considera apropiado considerar divino al Número áureo.”




La ermita de Castilseco

Se trata de la ermita rupestre de San Martín. Tiene planta rectangular, con 6 metros de profundidad por 2,5 metros de ancho y 3 metros de alto. En el cerro con el nombre de este santo se ubicaba el primitivo enclave de Castilseco. La ermita puede remontarse hasta el siglo V, momento en que florece la vida eremítica.


La ermita de Castilseco. Foto: www.condadodecastilla.es