Iglesia del Santo sepulcro. Torres del Río (Navarra)



Un poco de Historia

De época romana se encontraron los restos de una villa en las cercanías del pueblo, con abundantes fragmentos de cerámica de ‘terra sigillata’. Tras la invasión musulmana, estas tierras quedaron bajo el dominio de los Banu Qasi en el siglo IX, quienes dominaron el valle medio de Ebro entre los siglos VIII y X. El origen de esta dinastía fué el conde visigodo Casio (de ahí el nombre de ‘Banu Qasi’ o ‘hijos de Casio’) convertido al Islam y que con ello pudo conservar sus posesiones.

En el siglo X Sancho Garcés arrebató este territorio a los musulmanes. Sancho Garcés fue rey de Pamplona en el primer cuarto del siglo X y sus conquistas le llevaron hasta la actual Rioja.

Fachada sur de la iglesia



Orígenes de la iglesia del Santo Sepulcro

La iglesia del Santo Sepulcro data de la segunda mitad del siglo XII. Por su forma octogonal y características tiene con seguridad un origen templario, aunque en la actualidad asistimos a un aluvión de hipótesis que tratan de demostrar lo contrario, como en otros tantas iglesias y ermitas de nuestra geografía. Se aduce que no hay base documental para asegurar tal origen, pero se olvida la gran destrucción de documentos que se produjo tras la disolución de la Orden del Temple.

Hay quien sostiene el origen de la iglesia de Torres del Río en la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, fundada por Godofredo de Bouillón y que podría considerarse (¡qué casualidad!) un antecedente de la Orden del Temple. En España, la Orden del Santo Sepulcro tuvo su centro en Calatayud y una presencia importante en territorios de la Corona de Aragón.


El templo tiene una magnífica bóveda de inspiración musulmana

Otros investigadores dicen que fue el cercano Monasterio de Irache el que promovió la construcción de la iglesia de Torres del Río. También el Monasterio de Iranzu tenía importantes posesiones en esta localidad, pues eran propietarios de la granja conocida como la Monjía.

La iglesia de Torres del Río se llama así en recuerdo de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, levantada sobre el lugar “donde —según los Evangelios— se produjo la Crucifixión, sepultura y Resurrección de Cristo. (…) Es uno de los centros más sagrados del Cristianismo y ha sido un importante centro de peregrinación desde el siglo IV.” (Wikipedia).



Primeras referencias escritas

La primera referencia escrita de la población del Torres del Río es del 1100, cuando Jimeno Galíndez hace una donación de un monasterio (“monasteriolo”) a Irache “en el camino” ("uno monasteriolo in Torres justa illo kamino”), con todas las tierras que le pertenecían. Este monasterio incluía una iglesia, que no es la que nos ocupa, aunque este documento ha servido para afirmar erróneamente que fueron los de Irache los que edificaron la iglesia del Santo Sepulcro. Las posesiones de Irache se vieron acrecentadas por la donación en 1147 de la mitad de  la herencia de la noble navarra María de Lehet en Torres del Río.

En otro documento de 1172, el papa Alejandro III toma bajo su protección al monasterio de Irache y confirma sus posesiones, entre ellas las del Torres del Río (“Turres”). Otra mención aparece en el bula de Gregorio VIII, de 1187. La bula ‘Quotiens a nobis’ de Inocencio III en 1215 habla por primera vez de la iglesia de Torres: “iglesia y casa del Santo Sepulcro de Torres con el hospital y todas las libertades y pertenencias suyas”.

En el interior, aparece grabada una cruz patriarcal templaria similar a la veremos en la portada



El Camino de Santiago

Torres del Río es desde esta época medieval y hasta nuestros días una parada importante en el Camino de Santiago. El Fuero de Los Arcos (Torres pertenece al partido de Los Arcos), de 1175, dará un gran impulso a la repoblación de la zona. “El rey del Reino de Navarra Sancho VI el Sabio concedió a Los Arcos Fuero Propio equiparando en sus prestaciones a “francos” y “labradores” y estableciendo garantías para la celebración del mercado semanal” (web del ayuntamiento). Otro documento, de 1222, habla de una pieza de tierra “super Torres, in camino Sancti Iacobi”.

En los siglos XII y XIII unas 500.000 personas hacían anualmente el Camino de Santiago, una cifra muy superior a la que lo hace en la actualidad.

Un Cristo preside el ábside



La crisis del siglo XV

En el siglo XV estamos en la época de crisis general del feudalismo en toda Europa, y también en Navarra. La población de Torres del Río había disminuido fuertemente, por lo que el monarca Carlos III en 1414 les redujo los impuestos durante unos años. En la segunda mitad del siglo XV se vivió la guerra civil entre Juan II y el Príncipe de Viana. Torres del Río y varios pueblos de la comarca se pusieron del lado del rey de Castilla, que apoyaba al de Viana. Tras la crisis, que se resolvió con la muerte del Príncipe, la merindad de Estella (que comprendía el término de Torres) pasó a reino de Castilla, pero sus habitantes se negaron a ello y manifestaron su oposición en diversas ocasiones. Finalmente, en 1753 (300 años después), la merindad de Estella volvió al reino de Navarra.