Románico del Valle del Najerilla, La Rioja
Monasterio de la Valvanera
La iglesia es tardogótica del siglo XV y sustituye a otra anterior románica que, a su vez, se levantó sobre un templo visigótico. Sólo queda del Románico el ángulo inferior del templo y la torre.
En los primeros siglos medievales estos lugares se vieron plagados de ermitaños, que se organizaron entre ellos y eligieron un superior, lo que con el tiempo daría lugar a una congregación monástica que en el siglo X adoptaría la Regla de San Benito, situación que se mantiene en la actualidad. Se conoce un tal Sancho como primer abad, así como que un tal Nuño ocupaba este cargo en el siglo XI.
Vista interior del templo. Al fondo, iluminada, aparece la talla de la Virgen |
Ya en la primera mitad del siglo XI la Valvanera había alcanzado un gran prestigio. Fue la época de su máximo esplendor. Las donaciones se sucedían y los monarcas le concedían grandes privilegios. Hasta 32 granjas llegaron a depender de este monasterio, en un territorio que iba de las actuales provincias de Segovia a Soria. Está documentada una donación del rey navarro García III en el siglo X, así como la compra de una viña a comienzos del siglo XI. Santo Domingo de la Calzada se hizo monje aquí. Muchos personajes de la época quisieron enterrarse en este lugar (dignatarios eclesiásticos, nobles, ricos…). Isabel la Católica vino a la Valvanera en peregrinación en 1482.
Un incendio destruyó la iglesia románica en 1111 y otra nueva fue consagrada en 1183, que de nuevo se incendiaría en 1413 para no quedar casi restos de ella. A partir de ahí, se edificaría el templo que actualmente podemos contemplar.
A finales del siglo XVI se construyó una hospedería para acoger a los peregrinos que en gran cantidad acudían al santuario. En 1782 se edificó una ermita en el lugar en que se cree que el bandido Nuño encontró la imagen perdida de la Virgen.
El monasterio fue saqueado y quemado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, en 1809. Se llevaron 30 arrobas de plata y otros objetos de valor. La Desamortización de 1835 fue un fuerte golpe a la Valvanera: todo se abandonó y amenazó la ruina. La imagen de la Virgen fue trasladada a otro lugar.
Pero hacia 1880 la cosa cambió. Varios religiosos de La Rioja comenzaron a restaurar el monasterio y muchas autoridades y personas acabaron apoyándoles. Tres años después regresaron algunos monjes y en 1885 se trajo de nuevo la imagen de la Virgen.
Cartel de una romería al Monasterior. Foto: lavozdelnajerilla.com |
Nuestra Señora de la Valvanera
La imagen de la Virgen es el elemento central del monasterio. Es la patrona de La Rioja y objeto de una gran devoción. Podríamos decir que la Valvanera es el corazón de La Rioja. Numerosas romerías y peregrinaciones llegan a este lugar para rezar ante esta imagen. En la Edad Media la afluencia de peregrinos eran tanta que se colocaron cruces en el camino para que desde ellas las gentes elevaran su rezos sin acercarse a la iglesia, pues ello resultaba imposible. En la actualidad, los pueblos riojanos que realizan sus romerías han elegido un día diferente cada uno de ellos, para así evitar las aglomeraciones. Aún pervive alguna costumbre curiosa, como la de los naturales de Torrecilla, que recogen piedras que luego lanzan al cielo para evitar las malas tormentas.
Nuestra Señora de la Valvanera está elaborada en una sola pieza de madera. Sus dimensiones son: 109 cm de altura y hasta 40 cm de ancho. Tiene un Niño Jesús en su regazo. Este Niño mira hacia la derecha mientras mantiene sus pies girados hacia la izquierda. Es una postura no habitual en las tallas románicas. Las ramas de un roble constituyen el marco de la imagen.
La Virgen de la Vaslvanera es la patrona de La Rioja. |
Es una talla románica. Aunque se desconoce su datación, seguramente es de finales del siglo XI o comienzos del XII.
La influencia asturiana se ve en el ropaje. Seguramente se inspira en alguna talla de Asturias. La vestimenta de la Virgen y el Niño corresponden a la “moda real” de la monarquía de Asturias.
De la importancia de esta Virgen en la Edad Media nos da idea el hecho de que una de las carabelas de Colón cuando descubrió América se llamase Santa María de la Valvanera.
El cartel informativo dice lo siguiente:
"La talla que se conserva es románica, datada en la segunda mitad del siglo XII. Está en actitud sedente con el Niño en el regazo; lleva túnica talar y manto, y aparece sentada en un trono de silla de tijera. El Niño mantiene una postura que resulta una peculiaridad iconográfica con respecto a otras tallas de la misma época. A lo largo de su historia se efectuaron diversas restauraciones."
Valvanera = el Valle de Venus
El nombre de “Valvanera” significa el “Valle de Venus”. La diosa Venus fue una diosa romana. Entre los griegos su equivalente es la diosa Afrodita. Simbolizan el amor, la belleza y la fertilidad y son herederas de los cultos matriarcales a la Madre Tierra del Neolítico y de la Edad del Bronce. De hecho, Lucrecio equipara a Venus con la madre naturaleza. En la mitología germánica, el poeta Tannhäuser encontró el Venusberg (montaña de Venus), donde la diosa tenía su residencia en una cueva. Es la historia que Wagner recogió en la ópera del mismo nombre.
Otras hipótesis dan otros orígenes para el nombre de la Valvanera. Sería “valle de las venas”, aludiendo a las venas de agua que abundan en estos lugares; “valle del perdón” (vallis veniae, en latín), aludiendo a un origen cristiano, o ”valle de caza” (vallis venationis, en latín).
El acceso a las mujeres estaba prohibido desde el siglo XI: “…ninguna mujer entre hasta el término (…) y si entra, quede detenida hasta que pague sesenta sueldos al procurador del rey”, decía un cartel en una cruz. Esta prohibición nos hace pensar que este lugar fue el escenario de un culto femenino a la Madre Tierra -anterior al cristianismo- en el que las sacerdotisas serían mujeres y no hombres.
Fue el propio Papa quien sancionó esta prohibición en 1030. Alfonso VI la ratificó en 1102. Las mujeres sólo podían llegar hasta unas cruces blancas colocadas en los alrededores. Y la prohibición venía ya de antes, posiblemente del siglo X.
La medida se levantó parcialmente en el siglo XIV. Las mujeres podían visitar el santuario pero no podían permanecer en él más de 9 días, bajo pena de muerte. Se cuenta que cuando Isabel la Católica visitó la Valvanera respetó tal disposición pero dejó allí una de sus doncellas para ver qué pasaba. La doncella murió al noveno día.
Valvanera quiere decir "valle de Venus", haciendo referencia a un culto precristiano a la diosa Venus |
La historia del bandolero Nuño Óñez
Se cuenta que en el siglo IX el bandolero Nuño Óñez encontró la imagen de la Virgen en el interior de un roble. En este árbol había varios enjambres de abejas y de este lugar brotaba una fuente, la Fuente Santa, que aún hoy lleva agua.
Posteriormente, Nuño Óñez se retiró a una cueva para hacer vida de eremita. Allí le salió al paso una serpiente muy peligrosa. La mató haciendo la señal de la cruz.
El árbol representa el mundo sagrado, el eje del mundo, la unión entre el nivel inferior (la Tierra) y el superior (el Cielo), con toda la carga simbólica que aporta el roble.
La fuente, el agua, forma también parte de lo sagrado. «A esta multivalencia religiosa del agua corresponde en la historia un gran número de cultos y de ritos acumulados en torno a las fuentes, los arroyos y los ríos. Cultos que, en primer lugar, se deben al valor sagrado que tiene el agua como elemento cosmogónico, pero también a epifanías locales, a las manifestaciones de la presencia sagrada en una corriente de agua o en una fuente determinada. Estas epifanías locales son independientes de la estructura religiosa que se les superpone» (Mercia Eliade).
El tema de las abejas entronca con tradiciones ancestrales. Cuando muere el cabeza de familia de un caserío vasco se informa a las abejas y se cubre el panal de un manto negro. Es creencia que las abejas conducen al difunto al Más Allá. Por otra parte, la miel de las abejas es la fuente principal de la alimentación de muchos eremitas.
Este valle es rico en minerales: plata, oro, hierro, cobre, etc. «Recordemos que las grutas y cavernas eran asimiladas también a la matriz de la Madre Tierra..., si las fuentes, las galerías de las minas y las cavernas son asimiladas a la vagina de la Madre Tierra, todo cuanto yace en su vientre está aún vivo, bien que en estado de gestación. O dicho de otro modo; los minerales extraídos de las minas son, en cierto modo, embriones: crecen lentamente, con un ritmo temporal distinto al de los animales y vegetales; pero crecen, maduran en las tinieblas telúricas. Su extracción del seno de la tierra es, por tanto, una operación practicada antes de término. Si se les dejase tiempo para desarrollarse (al ritmo geológico), los minerales se harían perfectos, serían metales maduros» (Mercia Eliade)
La Virgen está rodeada de un roble, árbol sagrado en las culturas precristianas |
El simbolismo del roble
El roble es un árbol muy presente en la Valvanera. El marco donde se ubica la imagen de la Virgen y el Niño son unas ramas de roble. El árbol donde el bandido Nuño Ordóñez encontró en el siglo IX la imagen de la Virgen era también un roble.
En las culturas antiguas el roble llamó la atención del ser humano por que atraía al rayo. Era, pues, la conexión entre lo terrenal y lo divino, aquello que atraía el fuego del cielo cuando ése nos bendecía con su agua. El roble es el árbol de Zeus. El roble es el árbol sagrado en las mitologías celtas, germánicos y eslavos. Para los escandinavos el roble era el árbol de la vida de Thor.
Sus frutos, la bellota, fueron alimento de las gentes durante muchos siglos. Las bellotas tiene muchas propiedades nutritivas y con ellas se hacía pan y toda clase de tostadas. En Don Quijote leemos: "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto."
La corteza del roble contiene taninos, que se utilizan en el curtido de la piel.
Es un árbol muy longevo, que puede llegar a los 200 años, con lo que es una clara evocación de la eternidad y la vida. En latín, la palabra “robur” significa tanto “roble” como “fuerza”. Su madera es muy apreciada en la construcción por su dureza y resistencia.
Los celtas llamaban al roble “duir”, de donde viene la palabra “druida” o sacerdote celta. “Duir” significa “puerta”, y con ello se entiende que el roble es el lugar de paso hacia el plano espiritual. En el roble crece el muérdago, que era sagrado para los celtas.
Tanto en el País Vasco como en Cantabria y Asturias el roble era una árbol especial. Bajo un roble se legislaba, se hacían las juntas, se impartía justicia, se llegaba a acuerdos… La fórmula era “so el árbol de…”: “Sólo después de jurar "so el árbol" se es señor; sólo legislando "so el árbol" se hace ley; sólo convocando "so el árbol" un hombre puede ser acusado y condenado o absuelto de un modo legal” (Julio Caro Baroja). El árbol de Guernica es un roble.