La Fresneda
forma parte de “la Ruta de las Cárceles del Matarraña” junto con otras
localidades de la comarca. La mayoría fueron construidas en el siglo XVI, en el
marco de la política represiva de los Reyes Católicos (el rey Fernando trajo la
Inquisición a la Corona de Aragón) y de los Austrias, que trataban de ahogar
toda disidencia (judíos conversos, moriscos, creencias paganas herederas de
cultos ancestrales muy arraigadas en la comarca…).
Son muy
interesante los grafittis de estas cárceles, muy abundantes en La Fresneda. A
destacar sus grafittis de juegos (tres en raya…) en el suelo, y otros varios en
las paredes: un arquero a caballo, una imagen religiosa de la Virgen, cruces,
una especie de diablo de considerables dimensiones y otras más.
Encontraremos
en la villa dos cárceles: la de los ricos y la de los pobres. La de ricos era
para los nobles, clérigos y militares, estaba ubicada en la planta noble del
Ayuntamiento. Tenía un ventanuco desde donde se alimentaba a los presos previo
pago de la cantidad correspondiente por parte de sus familias. A la cárcel de
los pobres se entraba por la calle Mayor; una primera sala era la residencia
del carcelero (un preso más) y su familia; un agujero en el suelo de la
habitación contigua comunicaba con una celda del subsuelo, completamente cerrada, sin iluminación ni
casi ventilación. Algunos grafittis, como el del humanoide, cipreses o una
capilla completan el terrible espectáculo.