Berlanga de Duero y comarca



Berlanga de Duero, el palacio


El Palacio: sólo queda la fachada

La fachada es el único elemento del Palacio que queda en pie. Destaca su sobriedad por su falta de elementos decorativos. Es de tres plantas. En la portada principal aparece el escudo de los Tovar y de los Enríquez con la leyenda “SAPIENTIA AEDIFICABITUR DOMUS, ET PRUDENTIA ROBORABITUR”. La única torre que ha quedado es actualmente la oficina de turismo y un centro de exposiciones.

Data del siglo XVI. En principio, la intención era construir el palacio junto a la Colegiata, en el interior de la villa, pero Juan de Tovar, cuando se convirtió en señor de Berlanga, cambió el proyecto y el palacio se edificó en la parte baja del castillo.


La fachada es el único elemento del Palacio que queda en pie. Data del siglo XVI. 


Cartel informativo: "El palacio, residencia de los señores de la villa, fue construido en el siglo XVI por Juan de Tovar y Juan Enríquez junto al antiguo edificio palaciego que tenían sus padres, María de Tovar e Iñigo Fernández de Velasco. De sobrio estilo renacentista y construido en sillería, el único adorno que ostenta la fachada es el escudo de los Marqueses de Berlanga y una galería de arcos de medio punto.



Fue destruido durante la guerra de la independencia por las tropas francesas de Napoleón, conservándose sólo la fachada principal, una de las torres que flanqueaban y los restos de la otra (dibujo: cartel informativo)



"Sabemos que contaba con un gran petril delante de la fachada desde donde se accedía por la puerta principal a un amplio zaguán, antesala de un patio central de columnas. Este patio, eje desde donde se distribuía todo el palacio, contaba con dos alturas, la galería interior tenía columnas de piedra con arcos de medio punto y la superior zapatas y dinteles de piedra. El piso principal albergaba las estancias más destacadas del palacio como los salones o dormitorios. Desde este piso se podía acceder a los magníficos jardines situados a levante del palacio.

Fue destruido durante la guerra de la independencia por las tropas francesas de Napoleón, conservándose sólo la fachada principal, una de las torres que flanqueaban y los restos de la otra."


En la portada principal aparece el escudo de los Tovar y de los Enríquez con la leyenda “SAPIENTIA AEDIFICABITUR DOMUS, ET PRUDENTIA ROBORABITUR”. 




Los Jardines del Palacio fueron la admiración de reyes y cortesanos

Cartel informativo: "De los Jardines del Palacio de los Duques de Frías, creados durante los siglos XVI y XVII, que antaño fueron la admiración de reyes y cortesanos, aún se conserva su distribución original que se adapta a la ladera del cerro. Estos, estructurados en 6 terrazas escalonadas, permitían desde ellas disfrutar de unas impresionantes vistas".

Cartel informativo: "En la zona más alta de la ladera se distinguen dos terrazas alargadas, llamadas en el plano histórico, "Lonja" y "Banco para verduras", estando esta última destinada a la producción hortícola. En la zona más baja se encuentran cuatro jardines dispuestos en forma de L, llamados "Jardín más alto", "Jardín alto", Jardín "en ondo" o como se conoce actualmente Jardín de invierno, y otro "jardín en alto". Estos últimos tienen un marcado carácter ornamental, debido a la existencia de fuentes centrales en todos ellos, algunas de las cuales ya han sido encontradas en los trabajos de arqueología llevados a cabo en estos jardines.


De los Jardines del Palacio de los Duques de Frías, creados durante los siglos XVI y XVII, que antaño fueron la admiración de reyes y cortesanos, aún se conserva su distribución original que se adapta a la ladera del cerro. Estos, estructurados en 6 terrazas escalonadas, permitían desde ellas disfrutar de unas impresionantes vistas



"Para surtir de agua a los jardines, existía una noria entre el Jardín "en ondo" y el "Jardín alto", actualmente desaparecida, que la trasladaba desde la zona exterior de la muralla hacia el interior del recinto. Esta surtía a unas acequias que se encontraban en la muralla y que por gravedad abastecía a las diversas fuentes".


Para surtir de agua a los jardines, existía una noria entre el Jardín "en ondo" y el "Jardín alto"



Entre los jardines destaca el Jardín de Invierno. Cartel informativo: "El Jardín de Invierno se localiza en la zona más baja de la ladera, en un espacio hundido respecto del resto de jardines, residiendo su singularidad en las condiciones que proporciona esta situación. El soleamiento de la mañana, el resguardo de viento y su gran privacidad hacía de este jardín un lugar perfecto para el disfrute de los Duques de Frías durante esta estación del año.

"En la actualidad ha sido objeto de varios trabajos como la consolidación de sus muros o una campaña arqueológica que ha revelado información fundamental acerca de este singular espacio. Destacan el grutesco y el vaso de su fuente, actualmente protegidos, los restos de una fuente circular, diversas conducciones hidráulicas y la balaustrada que remataba el muro perimetral del Jardín Alto, en el que se ha encontrado la base de una fuente central que en su día organizaba un espacio cubierto desde el que contemplar el espacio circundante."


El Jardín de Invierno se localiza en la zona más baja de la ladera, en un espacio hundido respecto del resto de jardines