Berlanga de Duero y comarca

San Baudelio. Las pinturas de la nave



Pinturas profanas en las partes bajas y religiosas en las partes altas

Las pinturas son de una calidad extraordinaria y combinan temas religioso y profanos. En los muros de la nave tenemos, en las partes bajas, motivos profanos y, en las partes altas, escenas de la Vida de Cristo. Cartel informativo: "El proyecto decorativo de la iglesia estaba centrado en utilizar todo el espacio disponible para ofrecer la mayor información posible sobre los misterios y dogmas (…). Cuando una persona accediese a la nave quedaría completamente envuelta por imágenes de vivos colores que le servirían de catequesis e ilustración de los sermones sagrados, componiendo una lección estética, didáctica y de reflexión religiosa.”


 En los muros de la nave tenemos, en las partes bajas, motivos profanos y, en las partes altas, escenas de la Vida de Cristo. 



Cartel informativo: "Los muros internos de esta peculiar iglesia fueron cubiertos inmediatamente después de su construcción por un simple enlucido donde se pintaron, en rojo, las cruces de consagración del templo. Años más tarde se produjo una gran renovación del edificio: se creó un oratorio en la tribuna, se abrió una acceso desde el exterior y se decoraron los muros y cubiertas con un ambicioso programa iconográfico.”


Pinturas del muro sur. 



Pinturas del muro sur.- En la zona inferior, bóvidos enfrentados. Zona media, desaparecida. Zona superior, las Tres Marías en el Sepulcro (Museo de Boston), curación del ciego y resurrección de Lázaro (Museo Nueva York).



Las Tres Marías en el Sepulcro (foto: centro de interpretación)



Curación del ciego y Resurrección de Lázaro  (foto: centro de interpretación)



Pinturas del muro oeste (sobre la tribuna).- Milagros de Cristo, Bodas de Caná (Museo Indianápolis) y Tentaciones de Cristo (Museo Nueva York).

Pinturas del muro norte.- Zona media, escena caza del ciervo y escena de caza de liebre con perros (Museo del Prado). Zona superior, entrada en Jerusalén (Museo Indianápolis) y Última Cena (Museo Boston).



Última Cena (foto: centro de interpretación)


Pinturas del muro Este.- Zona media, halconero (Museo Cincinnatti). Zona superior, Calvario, muy deteriorado.

Pinturas columna central, fuste.- Muy deteriorado, parece que representaba el tronco de una palmera.

Pinturas de la bóveda.-  Están muy deterioradas. Tratan de la infancia de Jesús: Anunciación, Visitación, Nacimiento, Pastores, Epifanía, Reyes Magos, Matanza Inocentes, Presentación en el Templo y Huída a Egipto.



Huída a Egipto (foto: centro de interpretación)





Datación de las pinturas, probablemente obra de un mismo taller

Hay quien defiende que las pinturas son obra de tres maestros diferentes y desconocidos. El llamado Maestro de Maderuelo o Primer Maestro de Casillas sería el autor de los temas decorativos de arquerías y bóvedas, escenas bíblicas y las pinturas del ábside. El llamado Maestro de San Baudelio habría pintado las escenas cinegéticas de la zona baja. Un tercer maestro sería el autor de las pinturas del interior del coro.

Otros hablan de dos talleres, según se trate de las pinturas altas y las pinturas bajas. Hay quien dice que fueron distintas cuadrillas dentro de un mismo taller.


Escena de caza




Escena de caza. Original Museo del Prado (foto: centro de interpretación)



“Milagros Guardia, 1982. Sostiene que las dos series de frescos, la considerada hasta entonces mozárabe y la propiamente románica, además de ser contemporáneas, sean probablemente obras de un mismo taller, aunque no necesariamente de un mismo maestro. Por lo demás, ambos registros, pese a las diferencias temáticas y estilísticas observables, pueden ser explicados en el marco de una tradición común acrisolada en algún círculo pictórico que trabaja en la zona fronteriza entre la Corona de Aragón y el Reino de Castilla, que a su vez sería deudor de los modos de hacer que marcaron las creaciones artísticas de Centcelles y de Santa María de Taüll en Catalunya.” (Escolano A., San Baudelio de Berlanga, Necodisne Ediciones).

Cartel informativo: "La mezcla de escenas religiosas y profanas que forman el conjunto de San Baudelio ha generado numerosas hipótesis sobre la autoría y la datación, aunque se ha generalizado el criterio de que las pinturas deben datarse en el tercer decenio del siglo XII, en base a los modelos artísticos románicos gestados a ambos lados de los Pirineos centrales, que habían llegado al Valle del Duero en la década anterior. Pueden establecerse claros paralelismo con los murales de Santa María de Taüll (Lérida) y con las actuaciones pictóricas llevadas a cabo posteriormente en otros conjuntos de Castilla como San Miguel de Gormaz (Soria), la Vera Cruz de Maderuelo (Segovia) y San Martín de Ávila."

Pese a todos los contratiempos (deterioro, venta de pinturas) San Baudelio de Berlanga está considerado como “la Capilla Sixtina del arte mozárabe”.


Pese a todos los contratiempos (deterioro, venta de pinturas) San Baudelio de Berlanga está considerado como “la Capilla Sixtina del arte mozárabe”.




Temas de las pinturas profanas, cargados de simbología pagana

Bóvidos enfrentados.- El tema de los bóvidos es una manifestación del pensamiento dualista, que nos presenta la realidad como el enfrentamiento de dos elementos iguales, que se oponen y se complementan a la vez. Angelus Silesius (siglo XVII) dice: "Dos hombres hay en mí: uno quiere lo que Dios quiere; el otro, lo que quiere el mundo, el demonio y la muerte."Anteriormente, Tomás de Aquino señalaba: "duo sunt in homine" (dos [realidades] están en el hombre). El origen de esta forma de entender el mundo está en el Neolítico, cuando se observa que, dentro de un ciclo anual y eterno, el sol brilla con todo su esplendor (solsticio verano) para luego decaer (solsticio invierno), la semilla muere para dar paso a la vida de una planta, se cree que la muerte es un renacer… la realidad se explica por la lucha de contrarios que a la vez que se oponen se identifican.


El tema de los bóvidos es una manifestación del pensamiento dualista, que nos presenta la realidad como el enfrentamiento de dos elementos iguales, que se oponen y se complementan a la vez.



El ciervo. Animal sagrado desde la Prehistoria, muy presente en las pinturas levantinas, por ejemplo. El ciervo, al renovar su cornamenta cada año, simboliza la eternidad, la continua regeneración. Cazar un ciervo simbolizaría acceder a la eternidad.


El ciervo, al renovar su cornamenta cada año, simboliza la eternidad, la continua regeneración. (foto: centro de interpretación)



La liebre. Al vivir bajo tierra, tiene una relación muy estrecha con la Madre Tierra. Cazar una liebre simbolizaría acceder a los valores y los dones de la Madre Tierra.

El halcón. La caza del halcón fue muy practicada en la Edad Media, tanto entre los cristianos como entre los musulmanes. El halcón, como animal aéreo, simbolizaría las divinidades que están en los cielos.


El halcón, como animal aéreo, simbolizaría las divinidades que están en los cielos. (foto: centro de interpretación)



El guerrero. Se ha dicho que se trataba de un guerrero musulmán, aunque también puede ser cristiano. Está rodeado de animales, todos con un claro simbolismo.


El guerrero. Se ha dicho que se trataba de un guerrero musulmán, aunque también puede ser cristiano. 




El guerrero. Original en EEUU (foto: centro de interpretación)


El elefante. Simboliza la humildad  la grandeza. Pese a lo exótico de esta figura, ya se habían representado elefantes en los Beatos. En las culturas orientales, el elefante simboliza la buena suerte, la fuerza y la armonía emocional. La carga sobre su lomo lo convierte en el animal que transporta al mundo a través del cosmos. En la India, el elefante es Ganesha, el dios de la fortuna.  En China se colocan figuras de elefantes con la trompa hacia arriba en las casas, para atraer la riqueza.



El elefante. La carga sobre su lomo lo convierte en el animal que transporta al mundo a través del cosmos. (foto: centro de interpretación)


El oso. También presente en los Beatos. En las culturas prehistóricas europeas llamó la atención los cuidados de las osas para con sus hijos, y por eso este animal se asoció a la Madre Tierra. Cerca del oso de San Baudelio está el guerrero, preparado para cazarlo y hacer suyo todo el simbolismo del animal.


El oso. En las culturas prehistóricas europeas llamó la atención los cuidados de las osas para con sus hijos, y por eso este animal se asoció a la Madre Tierra.





El oso. Original en EEUU (foto: centro de interpretación)



El dromedario. Presente en la historia de los Reyes Magos. Relacionado con la humildad, pues para recibir la carga ha de agacharse. El dromedario se asocia con los largos viajes, pues ha sido un animal tradicionalmente utilizado como medio de transporte en los desiertos debido a que aguanta varios días sin beber y puede llevar grandes cargas. Se convierte en el tótem protector de los viajes, del viaje que hacemos a lo largo de nuestra vida. Simboliza la seguridad y la tranquilidad, el éxito en las tareas difíciles.


El dromedario es el tótem protector de los viajes, del viaje que hacemos a lo largo de nuestra vida.




El dromedario. Original en EEUU (foto: centro de interpretación)





Datos del cartel informativo

"El diseñador del cuidado programa iconográfico de San Baudelio prestó especial atención en responder a las necesidades religiosas de los diferentes destinatarios de cada uno de los espacios a decorar. Los laicos sólo tenían acceso a la nave, que fue decorada con escenas de la Vida de Cristo y elementos profanos de carácter señorial. Sin embargo, los monjes podían comprender y meditar sobre las imágenes litúrgicas y simbólicas del ábside y la tribuna.

"La decoración pictórica de la nave se distribuye en franjas a partir de un alto zócalo en el que se representa un cortinaje figurado, que sigue la pendiente de la escalera.

"El friso superior estaba decorado con escenas de la Pasión. Empezando desde el muro norte, se suceden la Última Cena, con la comunión sacrílega de Judas (en el 'Museum of Fine Arts' de Boston); el Prendimiento, donde no falta saan Pedro cortando la oreja a Malco: y el Camino al Calvario (conservados in situ, pero muy deteriorados). En el muro oriental no se conserva ningún vestigio de pintura. En esta zona debería seguir la escena de la Crucifixión, sobre el llamado "altar de laicos" o "altar de la cruz", que aún se conserva.



Los laicos sólo tenían acceso a la nave, que fue decorada con escenas de la Vida de Cristo y elementos profanos de carácter señorial. Sin embargo, los monjes podían comprender y meditar sobre las imágenes litúrgicas y simbólicas del ábside y la tribuna. En la foto, al fondo, la curación del ciego y la Resurrección de Lázaro.

"Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo constituyen las garantías de la vida eterna y, por ello, los fundamentos de la fe cristiana, por lo que el muro opuesto al acceso de los laicos está ocupado por la escena de las Tres Marías ante el sepulcro de Cristo, tal vez el elemento de mayor calidad del conjunto , conservado en el 'Museum of Fine Arts' de Boston.

"En el friso inferior se suceden motivos claramente profanos. Se trata de un repertorio de elementos alusivos a la nobleza: la caza, la guerra, las armas y los tejidos suntuosos, cuyo origen puede rastrarse en el arte tardorromano y en el hispano-musulmán.

"Su ubicación, a la altura de los ojos del espectador, podría interpretarse como una alusión simbólica a la victoria sobre el ejército musulmán que se encontraba próximo y en guardia, o como una posible referencia al estamento señorial, vinculado con el monasterio.

"En esta zona se encuentran los fragmentos más conocidos de las pinturas de San Baudelio por tratarse del ciclo profano románico más amplio existente en los muros de una iglesia. Actualmente se encuentran expuestos en el 'Museo de El Prado' de Madrid, en 'The Cincinnatti Art Museum' y en 'The Cloisters' de Nueva York."


En el friso inferior se suceden motivos claramente profanos. Se trata de un repertorio de elementos alusivos a la nobleza: la caza, la guerra, las armas y los tejidos suntuosos, cuyo origen puede rastrarse en el arte tardorromano y en el hispano-musulmán.




San Baudelio. La venta de las pinturas, una ignominia autorizada por el Tribunal Supremo en 1925

A principios del siglo XX la ermita de San Baudelio era propiedad de unos 20 vecinos de Casillas de Berlanga. Es en esta época que las pinturas se vendieron a un grupo de marchantes norteamericanos. Hoy se exponen en varios museos de los Estados Unidos. La ignominia de este hecho es aún mayor si pensamos que estas pinturas fueron declaradas Monumento Nacional en 1917. Pese a la oposición inicial de la Comisión de Monumentos de Soria, el Tribunal Supremo autorizó la venta en 1925. Era la época de la dictadura de Primo de Rivera.

En 1957, el gobierno franquista siguió la misma senda de aciertos culturales que había iniciado el otro dictador unos 30 años antes. Recuperó algunas de estas pinturas pero a cambio de entregar al Museo Metropolitano de Nueva York el ábside de la iglesia románica de San Martín de Fuentidueña (Segovia). Estas pinturas se exponen actualmente en el Museo del Prado de Madrid.