Románico de Calatañazor y comarca, Soria



"Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor"

Almanzor (c.939-1002) fue canciller y chambelán (especie de primer ministro) de los califas cordobeses. En realidad, era quien detentaba el poder real en la España musulmana.


Estatua de Almanzor en Calatañazor (foto: Wikipedia)



Sus continuas expediciones o aceifas contra los reinos cristianos peninsulares contuvieron la expansión de éstos hacia el sur durante, al menos, medio siglo. La primera aceifa la realizó en el 977 contra tierras de Salamanca. En los años siguientes, sus expediciones contra Pamplona, Barcelona, Zamora, Santiago, etc. causaron el terror entre la población cristiana. El valle del Duero fue el escenario más castigado por Almanzor. Las aceifas, aparte de disuadir a los cristianos de expandise hacia el sur, proporcionaron esclavos y ganado en abundancia. A modo de ejemplo, digamos que las crónicas hablan, sin duda con exageración, de 70.000 esclavos tomados en la campaña de Barcelona y 17.000 mujeres en la campaña de Simancas. Almanzor no estaba interesado en ocupar los territorios que saqueaba, tan sólo desvastarlos y conseguir un botín; por eso, la frontera entre la España cristiana y la España musulmana apenas se movió.

También intervino en el Magreb. Estas tierras proporcionaban al Califato de Córdoba el cereal que aquí no se podía producir. Asimismo, el dominio del Magreb suponía el dominio del comercio de esta parte del Mediterráneo.


Tropas musulmanas delante de una mezquita (imagen: Wikipedia)



Creó un ejército profesional. Las crónicas cristianas hablan de hasta 600.000 combatientes, tal era el pavor que inspiraban estas tropas, pero la realidad es que el ejército de Almanzor debió estar sobre los 20.000 soldados. Particularmente temida era la caballería musulmana, por su velocidad y excelentes resultados en el campo de batalla. Los "caballeros villanos" castellanos o los 'homes de paratge' catalanes son la respuesta a la caballería mora: las personas que mantuvieran un caballo para la guerra contra los árabes eran ennoblecidas y tenían privilegios especiales.

En época de Almanzor el Califato de Córdoba pasaba por un buen  momento económico. Contaba con unos 3 millones de personas, frente al medio millón de la población cristiana del resto de la Península. Ciudades como Córdoba, Toledo o Zaragoza eran lo más avanzado de Europa en todos los sentidos (urbanístico, económico, cultural...). Los reinos cristianos apenas disponían de núcleos urbanos.



La Península en época de Almanzor (imagen: Wikipedia)



Los monarcas cristianos peninsulares reconocían la supremacía del Califato y debían pagar un tributo anual. El impago suponía una expedición de castigo. Almanzor llegó a realizar en total unas 56 aceifas entre el 977 y el 1002, concentradas más en los últimos años de su vida. 

Tras la muerte de Almanzor el Califato de Córdoba ya no aguantó sus tensiones internas y se disgregó en los llamados reinos de Taifas.