Románico del Baix Empordà, Girona



Fontclara, iglesia de Sant Pau



Un poco de Historia: en su origen, un monasterio benedictino




El conjunto fue un monasterio benedictino. El primer documento data del 889, en que el rey Otón confirma los bienes del cenobio. Otro documento del 908 del monarca Carlos el Simple señala que dependía del monasterio de Santa María de la Grassa, actual sur de Francia.


Posiblemente a partir del siglo X dejó de ser monasterio para convertirse en parroquia. La iglesia sufrió reformas en los siglos XVI y XVII.


Iglesia de Sant Pau




La iglesia data del siglo XI

La iglesia es de una sola nave, cubierta de bóveda apuntada y ábside semicircular. El templo que hoy contemplamos data del siglo XI. 

La orientación del templo es de 115º aproximadamente, muy cercano a la salida del sol en el solsticio de invierno.


Interior de la iglesia. Al fondo, las pinturas



Las pinturas

Las pinturas murales datan de principios del siglo XIII y están situadas en el arco triunfal y en el ábside. Nos presentan al Cristo Majestad dentro de una mandorla, con el Tetramorfos, los apóstoles, escenas de la vida de san Pablo (caída del caballo, bautismo del santo...) y los 24 ancianos del Apocalipsis. En una de las ventanas tenemos a Adán y la serpiente.

En las religiones precristianas la mandorla es la representación de la Diosa Madre, pues tiene la forma de una vulva. La escena que se representa en el Románico representaría a Dios saliendo de la vulva de la Madre Tierra. Los pitagóricos tienen la mandorla como una figura sagrada: dividiendo su altura por su altura tenemos la relación 265:153, que es la raíz cuadrada de 3. Son precisamente 153 el número de peces que se pescaron en un milagro de Jesucristo.

El tetramorfos es la representación de los cuatro evangelistas en las figuras de un león, un toro, un hombre y un águila. Sus atributos son la nobleza, la fortaleza, la sabiduría y el mundo superior. Para san Ireneo (130-202) son los cuatro puntos cardinales, es decir, las cuatro esquinas del mundo.

Son antecedentes del tetramorfos los cuatro hijos de Horus, representados también por tres animales (chacal, mono y halcón) y un hombre y también relacionados con los puntos cardinales. Los hijos de Horus custodian el alma de este dios, lo mismo que el tetramoros rodea a Cristo. Tenían la función de guardar las vísceras del personaje que estaba siendo embalsamado, así como de colaborar con Osiris en el pesaje de las almas.

Parece ser que, a su vez, el tetramorfos egipcio se basa en otro  sumerio. Aquí encontramos las figuras del león (contelación de Leo), el toro (constelación de Tauro), el águila (constelación de Escorpión para los sumerios) y una persona (constelación de Acuario para los sumerios). Curiosamente, las mismas figuras que en el cristianismo. El tetramorfos sumerio haría referencia a las constelaciones relacionadas con los equinoccios y solsticios en aquellos tiempos: cultos solares y calendario anual solar.

Los 12 Apóstoles. Doce es el número de los apóstoles, de los sabios druidas, de los monjes con que Bernardo funda la abadía de Claravall, las 12 tribus de Israel, los 12 trabajos de Hércules, los 12 meses del año... Los dioses principales asirios, griegos y romanos también eran 12.


Las pinturas datan del siglo XIII



Cristo Majestad dentro de una mandorla, con el Tetramorfos.



Escenas de la vida de san Pablo (caída del caballo, bautismo del santo...) y los 24 ancianos del Apocalipsis. En una de las ventanas tenemos a Adán y la serpiente.



Pinturas del arco triunfal



Los 12 apóstoles



Los apóstoles, detalle



Los apóstoles, detalle



Los apóstoles, detalle