La crítica a la medicina tradicional le convierte en el precursor de la medicina moderna, la homeopatía, la biología y la farmacología


Paracelso recoge todo el saber alquímico que había llegado hasta él desde la más remota antigüedad. Es la mayor autoridad alquímica de su tiempo y posiblemente de toda la Historia. Vuelca todos sus conocimientos de alquimia en la medicina, en la curación de sus pacientes. Ello le sirve para atacar implacablemente a los médicos y a la medicina tradicional tal como se entendía en el siglo XVI, heredera de los saberes griego y árabe: Galeno, Hipócrates y Avicena eran entonces las máximas autoridades. Es una actividad que la ocuparía toda su vida. De su crítica no se libra ni Aristóteles, que es un "ilusionista artificioso que se ha extraviado, ignorante sumergido en las tinieblas debido a las constelaciones desfavorables que predominaban en su tiempo".

Paracelso es la mayor autoridad alquímica de su tiempo y posiblemente de toda la Historia.

No obstante, recogió algunos puntos de vista de la medicina tradicional, como los Cuatro Elementos (tierra, agua, fuego y aire) o los cuatro temperamentos de Galeno, a los que Paracelso asocia sabores: el tranquilo y flemático se asocia al carácter dulce; el colérico al carácter amargo; el sanguíneo al carácter salado y el meláncólico al carácter ácido.

La reacción de Paracelso contra la medicina tal como se entendía en su momento fue muy virulenta.  "Si las enfermedades no son algo prensible, si son semejantes a un viento, ¿cómo se podrá purgar al hombre de ellas, y como expulsarlas?... Las enfermedades no son corpora" 

La reacción de Paracelso contra la medicina tal como se entendía en su momento fue muy virulenta.


Su fuerte creencia en Dios le lleva a afirmar que la medicina tradicional es pagana (de hecho, se basa en intelectuales no cristianos) y que la suya es una medicina cristiana y, por consiguiente, verdadera. El Sumo Farmacéutico es Dios. El Creador, como no podía ser de otra manera, ha puesto en la Tierra un remedio para cada enfermedad. La función del médico es descubrir y aplicar correctamente este remedio al paciente. De esta forma, el médico es como un colaborador de Dios. Paracelso: "Esto prometo: perfeccionar mi medicina y no ceder mientras Dios dispense su gracia al oficio...; item, amar a los enfermos, a cualquier enfermo, mas que si se tratase de mi cuerpo; ... y no ilusionarme, sino saber (...). El médico se asemeja a los Apóstoles, y no es ante Dios menor que ellos (...) Porque es el médico quien manifiesta las maravillas de la obra de Dios (...) El médico y la medicina no son sino misericordia, misericordia concedida por Dios a los que la necesitan".

Paracelso: "Aquel que puede curar enfermedades es médico. Ni los emperadores, ni los papas, ni los colegas, ni las escuelas superiores pueden crear médicos. Pueden conferir privilegios y hacer que una persona que no es médico, aparezca como si lo fuera pueden darle permiso para matar, pero no pueden darle el poder de sanar; no pueden hacerle médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios. El verdadero médico no se jacta de su habilidad ni alaba sus medicinas, ni procura monopolizar el derecho de explotar al enfermo, pues sabe que la obra ha de alabar al maestro y no el maestro a la obra. Hay un conocimiento que deriva del hombre y otro que deriva de Dios por medio de la luz de la Naturaleza. El que no ha nacido para médico, nunca lo será. El médico debe ser leal y caritativo. El egoísta muy poco hará en favor de sus enfermos. Conocer las experiencias de los demás es muy útil para un médico, pero toda la ciencia de los libros no basta para hacer médico a un hombre, a menos que lo sea ya por naturaleza. Sólo Dios da la sabiduría médica".

Según Paracelso, el Creador, como no podía ser de otra manera, ha puesto en la Tierra un remedio para cada enfermedad. La función del médico es descubrir y aplicar correctamente este remedio al paciente. De esta forma, el médico es como un colaborador de Dios.


Paracelso es el precursor de la farmacología y lo toxicología, creando los primeros medicamentos. También dio los primeros pasos en la homeopatía: ciertos venenos, en pequeñas dosis, actúan como medicamentos "dosis sola facit venenum" (la dosis hace al veneno), afirmaba. Paracelso: "... Lo único que diferencia a un remedio de un veneno es la dosis administrada...". Las "esencias" y "tinuras" de Paracelso, como medicamentos basados en productos químicos y minerales, son un avance impresionante en el campo de la medicina. Comenzó a trabajar con vacunas, 200 años antes de que se descubrieran en Europa. Inventó el láudano -mezcla de opio y alcohol- para calmar o eliminar el dolor, lo que lo convirtió en uno de los primeros analgésicos. Su método para la elaboración de los medicamentos lo denomina Paracelso la "espargiria", es decir, "separar para volver a reunir de una forma nueva".

Las investigaciones y trabajos de Paracelso permitieron que en el siglo siguiente se diera un paso más con la iatroquímica, "una rama histórica de la ciencia que enlazaba la química y la medicina. Teniendo sus bases en la alquimia, la iatroquímica buscaba explicaciones químicas a los procesos patológicos y fisiológicos del cuerpo humano, y proporcionar tratamientos con sustancias químicas (...) Se la puede considerar como la precursora de la farmacología moderna y de la bioquímica" (Wikipedia).

Paracelso es el precursor de la farmacología y lo toxicología, creando los primeros medicamentos. También dio los primeros pasos en la homeopatía


Por su relación con los mineros, estudió y definió la pneumoconiosis como enfermedad laboral de estos trabajadores. Era la primera vez en la Historia que se estudiaba una enfermedad laboral. El libro de Paracelso de 1533 sobre este tema es la primera obra sobre medicina laboral. Wikipedia: "La neumoconiosis es un conjunto de enfermedades pulmonares producidas por la inhalación de polvo y la consecuente deposición de residuos sólidos inorgánicos o -con menos frecuencia- partículas orgánicas en los bronquios, los ganglios linfáticos y o el parénquima pulmonar, con o sin disfunción respiratoria asociada." Hasta entonces se creía que esta enfermedad la producía la venganza del espíritu de las montañas, enfadado porque los mineros estaban cavando en las entrañas de la Tierra.

Definió la relación entre el cretinismo y el bocio. Wikipedia:  "El cretinismo es una forma de deficiencia congénita (autosómica recesiva) de la glándula tiroides, lo que provoca un retardo en el crecimiento físico y mental." Wikipedia: El bocio "es el aumento de tamaño de la glándula tiroides. Se traduce externamente por una tumoración en la parte antero-inferior del cuello justo debajo de la laringe."

Por su relación con los mineros, estudió y definió la pneumoconiosis como enfermedad laboral de estos trabajadores. Era la primera vez en la Historia que se estudiaba una enfermedad laboral.


Paracelso hizo avances importantes en el conocimiento y tratamiento de algunas enfermedades, como la lepra, la epilepsia o la gota. Curó a enfermos considerados incurables en su época. Hizo la mejor definición clínica de la sífilis conocida hasta entonces y propuso un tratamiento a base de pequeñas dosis de mercurio.

Hay enfermedades que denominó como “tartáricas”. Su nombre viene del tártaro, un depósito semicristalino que se forma en los toneles donde fermenta el mosto. Estas enfermedades dejan elementos pétreos en nuestro interior. Son el origen de la arteriosclerosis, gota, ciatica, litiasis y reumatismo deformante, la diatesis exudativa y el artritismo.

Paracelso hizo avances importantes en el conocimiento y tratamiento de algunas enfermedades, como la lepra, la epilepsia o la gota.


Según Paracelso, beber la sangre de un decapitado es un remedio contra la epilepsia, siempre que tengamos en cuenta la posición de los astros, «pues si hacéis beber la sangre sin considerar los astros, matáis más que curáis». Esto ya se hacía en la Grecia clásica.

Las paperas se producen por beber agua con metales (habitualmente, plomo).

(...) "Toda enfermedad tiene un cuerpo visible, y es un miembro del macrocosmos y del microcosmos, y es ella misma un microcosmos y un hombre entero.. Por eso el hombre es el mismo y otro en la enfermedad, y tiene dos cuerpos, uno encerrado en el otro, y es un hombre".

Paracelso sostiene que el hombre puede vivir muchos años. Esta idea viene de Roger Bacon (siglo XIII), quien decía que el hombre puede vivir más de 1.000 años.

"Toda enfermedad tiene un cuerpo visible, y es un miembro del macrocosmos y del microcosmos, y es ella misma un microcosmos y un hombre entero.. Por eso el hombre es el mismo y otro en la enfermedad, y tiene dos cuerpos, uno encerrado en el otro, y es un hombre".


Jung: «Por una parte, Paracelso es tradicionalista; por otra, revolucionario. Es conservador en relación a las verdades básicas de la Iglesia, de la Astrología y de la alquimia, pero escéptico y revoltoso contra las opiniones académicas de la medicina, en sentido tanto práctico o teórico. A esta última circunstancia debe en primer término su celebridad, porque personalmente me resulta difícil decir qué particulares descubrimientos médicos de naturaleza fundamental puedan ser atribuidos a Paracelso (...) me parece que debería pedir perdón a mis lectores por la herética idea de que Paracelso sería hoy sin duda el abogado de todas las artes que la medicina universitaria excluye de la posibilidad de ser tomadas en serio, como la osteopatía, magnetopatía, diagnóstico ocular, diversas monomanías alimenticias y ensalmos».

Criticó con fiereza a la medicina tradicional por su falta de rigor y la ausencia de resultados. Paracelso fue la pieza clave para que la medicina abandonase las teorías de la tradición griega y árabe de Galeno, Hipócrates y Avicena, que habían dominado en los siglos precedentes. Mantuvo que los principios de la medicina son la astronomía y la alquimia, y con ello creó las condiciones para que la medicina se encarrilara hacia el camino científico que hoy conocemos. 

Paracelso criticó con fiereza a la medicina tradicional por su falta de rigor y la ausencia de resultados.


Lo que no hay que hacer es actuar sobre el órgano enfermo sino contra la causa de la enfermedad, sostenía Paracelso. Las sangrías no curan el órgano; con seguridad empeoran el estado de salud del enfermo. Tampoco la medicina se explica por la teoría de los humores. La medicina es quimica y ciencia. Paracelso: "nuestra salud debe ser robustecida para que aquí abajo nos convirtamos a Dios y muramos dichosos. Por esto el sabio, es decir, el elegido, debe reconocer la verdadera religión de la medicina; para no extraviarse entre las zarzas y poseer el goce del grano. Así, la verdadera religión de los médicos consiste en conocer ante todo las virtudes de las plantas y su esencia".

El médico ha de ser también cirujano. «No debe haber ningún cirujano que no sea también médico. Donde el médico no sea también cirujano no será más que un ídolo que no es sino un monigote», decía. Hasta entonces se creía que la cirugía era una actividad marginal propia de barberos. Los médicos tenían entonces "horror sanguinis", no practicaban las intervenciones quirúrgicas. De la misma forma, los médicos tampoco practicaban la farmacopea y dejaban esta actividad para los boticarios. Es más, los medicamentos químicos -la gran innovación que aporta Paracelso a la medicina- eran considerados como tóxicos y peligros por el saber oficial.