Románico de la comarca de Osona (Barcelona-Girona)


 Monasterio de San Pere de Casserres. 

Un poco de Historia

Sant Pere de Casserres se levanta sobre un meandro muy pronunciado del río Ter, lo que hace que el lugar sea de una belleza incomparable.

En este lugar hubo un castillo  con una pequeña iglesia dedicada a san Pedro, todo ello documentado como "castrum serrae" ya en el 898 . Otro documento del 972 menciona de nuevo a la iglesia. En el 1006, la vizcondesa Ermetrit compró el dominio de Casserres al conde Ramon Borrell de Barcelona para construir un monasterio.  Del castillo, de la iglesia primitiva y del núcleo de población original no quedan restos; tan sólo se ha mantenido una torre en el camino que lleva al monasterio y algunas tumbas antropomorfas (siglos IX y X).

Sant Pere de Casserres se levanta sobre un meandro muy pronunciado del río Ter, lo que hace que el lugar sea de una belleza incomparable. (foto: cartel informativo)


La obra de protección de Emerit fue seguida por su nuera, la condesa Enguncia. Hacia el 1012 ya se había consolidado una pequeña comunidad de monjes bajo el mando del abad Acfred y en el 1050 fue consagrada la iglesia. 

Unos años después, como Sant Pere no podía mantener los 12 monjes necesarios para ser considerado abadía, bajó a la condición de priorato. Por este motivo, en 1079 el monasterio quedó unido al de Cluny y de esta forma quedaba garantizada la vida monástica. El vizconde de Osona/Cardona era partidario de la reforma cluniacense y por ello quiso tener la presencia de este monasterio en sus tierras. Sant Pere se convirtió en el administrador de las posesiones de Cluny en Catalunya que estaban constituidas por una serie de pequeños prioratos.

Hasta el siglo XII las familias nobles de la zona apoyaron al monasterio haciéndole importantes donaciones y enterrándose en él. Estamos hablando de los Tavertet, los Cabrera, los Savassona o los Sau. Casserres recibió más donaciones que la propia canónica de Sant Vicenç de Cardona. Como consecuencia, el siglo XIII vivió una época de esplendor, pero los siglos XIV y XV -momentos de una gran crisis económica y social en Catalunya, con grandes estragos poblacionales debido a la Peste Negra- fueron de decadencia; en 1460 sólo quedaban dos monjes en el monasterio, no había ingresos y se alcanzó un endeudamiento insoportable. Por si fuera poco, los terremotos de 1425 y 1448 dañaron de forma importante la estructura del edificio; también sufrió un ataque y fue saqueado. Pedro de Luna (1328-1423), el futuro "papa Luna", fue prior comendatario (es decir, no residente, a distancia) del monasterio.

El monasterio. Hasta el siglo XII las familias nobles de la zona apoyaron al monasterio haciéndole importantes donaciones y enterrándose en él.


En 1572, en tiempos de Felipe II, ante la muerte del último prior, Sant Pere quedó unido al colegio de jesuitas de Belén de Barcelona y se convirtió en una simple granja aunque manteniendo el culto religioso, situación que duró hasta la expulsión de esta orden en tiempos de Carlos III en 1767. A continuación pasó a manos privadas y se convirtió en una simple masía, hasta que en 1991 fue adquirido por el Consell Comarcal de Osona y a continuación rehabilitado. Anteriormente, en 1931, con la II República, fue declarado Monumento Histórico Artístico y se barajaron proyectos de restauración que no pudieron realizarse al estallar la guerra civil y la dictadura que vino a continuación.

El monasterio de Sant Pere de Casserres es el único de la orden benedictina en la comarca de Osona.

Cartel informativo (traducido del catalán): " A principios del siglo XI los vizcondes de Osona y Cardona fundaron el único monasterio benedictino de Osona en Sant Pere de Casserres. En 1071 pasó a depender de la abadía francesa de Cluny y se convirtió en el centro de sus posesiones catalanas, pasando en 1573 a manos del Colegio de Jesuitas de Betlem de Barcelona. El culto se mantuvo hasta que en el año 1767 fueron expulsados por el rey Carlos III, pasando a manos privadas. Desde 1991 es de titularidad pública."

Plano del monasterio (foto: cartel informativo)