Románico del Somontano (Huesca)
Berbegal. La Colegiata: una obra inacabada
La Colegiata es un templo de tres naves, tres ábsides y varias portadas. Por dificultades económicas no se pudo terminar adecuadamente y a finales del siglo XII se acabaron las obras a toda prisa y se cerró la parte que se estaba construyendo.
Presenta una mezcla de estilos: románico tardío en su cabecera y gótico en la nave y la torre. Unos años más tarde de su construcción, a comienzos del siglo XIII, la situación económica era mejor, por lo que se pudo edificar el magnífico pórtico sur.
La imagen de la Virgen Blanca data del siglo XIII o comienzos del XIV. Desapareció en la guerra civil, pero también se cree que fue robada y que actualmente debe estar en alguna colección particular.
Cartel informativo: "Una iglesia románica interrumpida e inacabada. Se proyectó y comenzó a construir en los primeros años del siglo XII como una gran iglesia de tres ábsides y tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón. Pero las obras se detuvieron y no se retomaron hasta finales del siglo XII. Las naves se terminaron entonces apresuradamente con un solo tramo más, que se cubriría ya con bóveda de cañón apuntado. Al abandonarse el proyecto original, el cuerpo del templo quedó desproporcionado respecto al módulo del ábside central, de 5,50 m de diámetro".
La orientación del templo es de 80º aproximadamente, muy cercana a los 77º, la llamada "onda de Isis". Esta orientación apunta al amanecer hacia finales de agosto, cuando el sol sale después de la constelación de Leo y justo antes de la constelación de Virgo (la Virgen, la Madre Tierra). Por otra parte, con la orientación de 77º se construyeron los dromos (avenidas de esfinges) y otros lugares sagrados en Egipto; es así que esta orientación también se conoce como “onda de Isis” (la diosa que recoge el sistema de creencias matriarcal en la religión egipcia). El color asociado con esta posición de 77º es el púrpura-magenta, que se define como el color de la espiritualidad, mientras que el púrpura es el color del séptimo chakra, que está ubicado en la coronilla, el punto más alto de la cabeza y el más espiritual del ser humano. Así pues, cuando el cuerpo humano está orientado en la “onda de Isis” alcanza su mayor espiritualidad. Los templarios conocieron esta clase de orientación en Egipto y la plasmaron en muchos templos en Occidente.
Portada norte: el Cristo Majestad y el Tetramorfos
Posee un tímpano con un Cristo Majestad y un Tetramorfos, colocado en este lugar en la restauración que se hizo en 2005-2006. Anteriormente, este tímpano estaba en el muro norte, ya que se iba a colocar en la portada occidental, que no llegó a construirse.
Llama la atención que la "S" propia del dintel se ha convertido en una "G" o en una sigma minúscula.
Cartel informativo: "Seis arcos abocinados (arquivoltas) descansan sobre pilares y columnas alternativamente. El tímpano y el dintel que lo decoran están empotrados sobre otra puerta, hoy cegada. Cristo Pantocrátor, es el que viene al final de los tiempos. En una mano lleva el libro de la vida; con la otra bendice. En los cuatro ángulos están los signos de los evangelistas que anuncian la venida de Cristo: San Juan está representado por un águila; San Marcos, por un león; San Mateo, por un ángel y San Lucas, por un toro".
El tetramorfos es la representación de los cuatro evangelistas en las figuras de un león, un toro, un hombre y un águila. Sus atributos son la nobleza, la fortaleza, la sabiduría y el mundo superior. Para san Ireneo (130-202) son los cuatro puntos cardinales, es decir, las cuatro esquinas del mundo.
Son antecedentes del tetramorfos los cuatro hijos de Horus, representados también por tres animales (chacal, mono y halcón) y un hombre y también relacionados con los puntos cardinales. Los hijos de Horus custodian el alma de este dios, lo mismo que el tetramorfos rodea a Cristo. Tenían la función de guardar las vísceras del personaje que estaba siendo embalsamado, así como de colaborar con Osiris en el pesaje de las almas.
Parece ser que, a su vez, el tetramorfos egipcio se basa en otro sumerio. Aquí encontramos las figuras del león (constelación de Leo), el toro (constelación de Tauro), el águila (constelación de Escorpión para los sumerios) y una persona (constelación de Acuario para los sumerios). Curiosamente, las mismas figuras que en el cristianismo. El tetramorfos sumerio haría referencia a las constelaciones relacionadas con los equinoccios y solsticios en aquellos tiempos: cultos solares y calendario anual solar.
Cartel informativo: "El crismón trinitario es uno de los elementos característico de la escultura románica aragonesa. X (ji) y P (rho) son letras que forman la abreviatura de Cristo en griego. La S latina alude al Espíritu Santo; la P, al Padre. Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres personas que forman un único y mismo Dios. A (alfa) y W (omega) son la primera y última letras del alfabeto griego; significan la eternidad de Dios, principio y fin de todas las cosas. El crismón es como una rueda: sus tres partes (centro, círculo exterior y radios) son diferentes, pero forman una misma rueda, como las personas de la Trinidad son distintas pero un solo Dios. Esta fue una metáfora muy habitual en el sermonario románico".
Portada sur: los capiteles
El pórtico sur y la torre que le acompaña son del siglo XIII. Los capiteles representan temas varios: leones, dragones, hombre cazando un ciervo, hombre con un saco a la espalda...
Cartel informativo: "En las primeras décadas del siglo XIII al arciprestazgo de Santa María de Berbegal se adscribían 19 parroquias. Se quiso entonces enriquecer el templo, a tono con su nuevo rango, con una gran torre-porche.
"Al abrirse en tres de sus cuatro caras con amplios arcos apuntados, se aleja de los macizos modelos románicos; al decorarse con finas molduras, rompe la uniformidad del muro que adquiere casi carácter escultórico.
"Los capiteles se decoran con animales fantásticos y dragones, guardianes y símbolos protectores de las puertas".
El frontal del altar
Se trasladó en 1904 a Lérida, pues Berbegal dependía entonces del obispado de esta ciudad. Actualmente se expone en el Museo de Lérida. Esta pieza forma parte del contencioso de obras de arte entre Catalunya y Aragón.
Cartel informativo: "Por los mismos años que se construía la torre, se adquirió un frontal para adornar el altar mayor. Era menos costoso que decorar la iglesia con pinturas murales, porque sólo implicaba el desplazamiento de la obra, y no de los artistas.
"Estas obras pintadas imitaban las suntuosas piezas de oro y esmaltes que poseían los principales monasterios del occidente europeo. De hecho, los frontales pintados son una excepción en el resto de Europa y en su mayoría proceden de núcleos rurales de Aragón y Cataluña, alejados de las rutas de peregrinación y comercio.
"La dependencia jurídica de Berbegal del Obispado de Lérida en el momento en que algunos obispos iniciaron el Museo de esta diócesis, ha desvinculado hasta hoy esta magnífica pieza, única y excepcional, de sus legítimos herederos".